Capítulo beteado por Vhica Tia Favorita, Betas FFAD

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Los personajes de la Saga Crepúsculo le pertenecen a Stephenie Meyer, la trama y cualquier personaje fuera de la saga es de mi autoría.

SUMMARY

Isabella lleva la vida que muchas mujeres desearían, al ser una gran modelo de alta costura, está rodeada de lujos y hombres hermosos, viajando y conociendo las mejores ciudades del mundo, y siendo una de las modelos más codiciada. Pero a pesar de todo eso, se siente sola, vacía; está cansada de que todo el que la rodea se base solo en el físico y no en el interior.

Edward es un sexy administrador de una importante agencia de autos, gran corredor reconocido en las carreras clandestinas y codiciado soltero, al que todas quieren enganchar; sólo tiene un problema: Ya se cansó de que no valoren su intelecto ¿O es que acaso no es el sueño de todo escritor, ver su libro en una vitrina?

Capitulo 1

―¿Aló? ¡Buenas…!

―¡Renunció!

¿Bella?

―Si Alice ¿Quién más?

Cualquiera de mis otras modelos.

―¿Alice Brandon, cuántas de tus modelos tienen el número de tu móvil?

Está bien, está bien. Dime ¿qué pasó? ¿Por qué quieres renunciar?

―Es un inepto Ali, ¿cómo fuiste a ponerme a trabajar con él?

¿Qué "hizo" esta vez?

―No me contestes así, da la impresión que la del problema soy yo.

No Bellita, para nada; sé que Jacob es una molestia, quiero saber qué hizo.

―Que parecía que en lugar de una sesión fotográfica, estaba en una sesión de masajes; Jacob parecía un pulpo, cada vez que podía, "accidentalmente" sus manos caían donde no debían.

Bella, te entiendo amiga, pero sabes que Vogue pidió explícitamente que ustedes dos fueran los que hicieran esa sesión.

―Pues me niego a hacer un solo trabajo más con ese perro, ponme con Emmet o Riley, hasta el insoportable de James; pero no más con Jacob, si no despídeme.

Bells, sabes que jamás te voy a despedir, eres mi mejor amiga, aparte de que eres mi modelo estrella.

―JA, JA, JA, muy graciosa Alice.

Ok, ok, está bien; trataré de no permitir que trabajes más con el chucho, pero tú también tienes que poner de tu parte, últimamente andas de un humor bastante malo, deberías de ir por ahí y buscarte un buen polvo.

―¡ALICE!

Te lo digo como amiga, ¿hace cuánto que no sales? Bella, eres guapa y sexy, te sobran los hombres, pero no sales con ninguno.

―Sabes por qué no ando con ninguno, todos creen, que porque soy modelo, soy una cualquiera o una cabeza hueca.

Pues sabes que no eres ni una ni la otra.

―Exacto y por eso me niego a salir, ya estoy cansada de tratar con ese tipo de hombres.

Pues busca otros rumbos amiga, pero no puedes pretender quedarte solterona.

―Pero si apenas tengo veintiséis años, todavía no estoy para quedarme solterona.

Si, si, si tu lo dices. Pero bueno amiga, trata de tranquilizarte un poco, piensa en lo que te dije de buscar nuevos rumbos y hablamos luego; que dejé a Jasper en la cama y se me está enfriando.

―Alice, eso fue mucha información. Adiós, adiós y… disfruta.

Siempre, te quiero.

Cada vez que hablo con Ali, pasa lo mismo, me deja con una sonrisa en el rostro y es que como no voy a quererla, si somos amigas desde hace años. Quién iba a imaginar, que cuando me pidió que le ayudara a posar para su primera colección, la vida nos iba a dar un giro tan grande.

Cuando éramos adolescentes fantaseábamos con este mundo, pero por lo menos yo, nunca pensé que se fuera a hacer realidad; por eso di prioridad a mis estudios y aunque me gradué en literatura, no he podido ejercer mi profesión; ya en mi último año de carrera, estaba modelando para Alice, sus diseños cada vez se volvieron más solicitados, hasta el punto de tener lista de espera.

Ahora, cuatro años después, es toda una diseñadora de renombre, con su casa de modas, y yo metida en este enredo como su modelo. No me puedo quejar, la experiencia ha sido fantástica, he conocido lugares que nunca pensé llegar a conocer y una que otra persona especial; como a mi oso Emm. Desde el momento que nos vimos tuvimos química, es un monumento de hombre con sus amplios hombros y sus fuertes brazos, pero con una cara de niño que derrite todas las bragas a su camino; desde un principio nos hicimos inseparables, todos pensaban que éramos pareja y en cierto momento nosotros también, hubieron un par de besos, pero nunca llegó a más, nos hicimos más amigos que pareja, hasta que al final nos dimos cuenta que éramos solo amigos; igualmente seguimos inseparables y me encanta trabajar con él. Pero aparte de Emm y Alice, no tengo a nadie más. Mis papás murieron durante mi segundo año de carrera, los extraño muchísimo, pero me dejaron muy felices recuerdos y enseñanzas, ellos se amaron toda la vida y ese es el tipo de amor que yo quiero, no el falso ideal que se plantean en el ambiente que me rodea.

Y con esto vuelvo a lo que me dijo la Duende, es cierto que hace mucho no tengo una cita, pero no voy a ir a buscar a cualquiera por un polvo. Yo quiero hacer el amor, no tener solo sexo; por eso mi tiempo de sequía seguirá, hasta que encuentre a alguien que no piense que soy una zorra cabeza hueca.

Y al verme aquí sola, soy consciente que como modelo tengo éxito, tengo este hermoso apartamento y dinero suficiente para lo que quiera; pero cambiaría todo por tener a mis papás conmigo o una relación como la que tienen Jazz y Alice y como ya se estaba haciendo costumbre, cuando me ponía a pensar en eso, la tristeza me invadió y no me gusta ir a la cama así. Tomé mi móvil y le escribí al único que podía cambiar eso.

"¿Oso estás muy ocupado?"

"Para ti nunca, mi amor"

"Necesito un abrazo"

"Dame cinco minutos y llego"

Estaba acurrucada en mi gran cama cuando sentí que el colchón se movía a mi lado y unos brazos me rodeaban.

―¿Qué pasa, mi niña?

―Ay Em, me siento tan sola.

―Nada de eso, sabes que me tienes a mí.

―Lo sé, gracias por venir. Espero no haber interrumpido uno de tus salidas.

―No tienes nada qué agradecer y sí estaba con una chica pero no valía la pena, solo ven mi cara bonita.

Y con eso me hizo reír, por eso cuando estoy triste, busco a mi oso. No importa porqué esté así, él siempre me saca una sonrisa; nos quedamos un rato abrazados en mi cama, hasta que rompió el silencio.

―Bueno, basta de arrumacos, ya que me perdí una cita, tú tienes que recompensarme.

―¿Y cómo quieres que te recompense?

―Ummm, podría ser una noche de sexo desenfrenado y un rico desayuno por la mañana. ―Los dos reímos ante su ocurrencia.

―Qué te parece si mejor te ofrezco una noche de películas con pizza y mañana, un desayuno por lo alto.

―Excelente, mejor oferta no me pudiste dar.

Pedimos unas pizzas y nos dispusimos a ver películas.

―Bells, de verdad no entiendo como haces para tener ese cuerpazo comiendo de esa forma.

―Mira quién habla Emmet, si te has comido casi la pizza entera.

―Sí, pero yo hago mucho ejercicio; en cambio a ti, nunca te he visto hacer más de media hora en la caminadora.

―Eso se debe a mi mamá, me heredó los genes, ella siempre fue muy delgada.

―Bells, se te olvida que te he visto en bañador, tú no eres simplemente delgada.

―Pues no, pero mi papá me enseñó a despejar mi mente corriendo y eso hago, así que de vez en cuando salgo a darle unas vueltas al Central Park.

―Eso lo explica, ¿un día me invitas a correr contigo?

―¡Claro Emm!

―Bueno, es hora de dormir, que mañana tengo sesión.

―¿Te quedas?

―Por supuesto, mañana me tienes que preparar el desayuno.

―Oki, vamos a la cama, pero mucho cuidado con esas manos.

Aunque tengo habitación de invitados, raramente Emm duerme en ella; así que como era costumbre, nos acostamos abrazados y me dejé ir en un sueño profundo y tranquilizador.

A la mañana siguiente, como había prometido, me dediqué a preparar el desayuno, -sí, otra rareza para una modelo ¡sé cocinar!- ya tenía preparado beicon, huevos revueltos, zumo de naranja y fruta, estaba a punto de hacer el café cuando unos enormes brazos se tornaron en mi cintura.

―Buenos días amor ¿cómo amaneces?

―Buenos días cariño, bien, aunque mi acompañante roncó mucho anoche. —Y cómo siempre, soltó una gran carcajada.

―Bells, ya echaste a perder mi fantasía.

―¿Y esa cuál es?

―La de despertar al lado de una mujer hermosa que me quiera.

―Sabes que yo te quiero.

―Tú sabes a lo que me refiero.

―Sí, lo sé Em y algún día los dos tendremos a esa persona especial en nuestras vidas, pero por ahora, siéntate a tomar tu desayuno.

―Esto se ve buenísimo, muchas gracias.

Luego de desayunar y hacer un poco de aseo en la cocina, Emmett se disponía a salir cuando se detuvo.

—¿Bells, tienes trabajo hoy?

—No, hoy tengo el día libre.

—¿Quieres acompañarme a mi sesión?

—Depende, ¿con quién la haces? Si es con la antipática de Victoria, ni lo sueñes.

—No para nada, esta vez me toca solo; es para anunciar el nuevo modelo de la Audi, anda vamos.

—Bueno, dame diez minutos y nos vamos.

—Perfecto, aquí te espero.

Pasados los diez minutos estuve lista, como era de esperar, los días que no trabajaba iba con un vaquero ajustado, un sencillo top y mis adoradas converse; el viaje lo pasamos en medio de risas, las cuales siguieron mientras nos acercábamos abrazados hacia donde estaba pautada la sesión. Al llegar, nos encontramos un flamante Audi TT 2015, -esto lo sé, porque cuando llegamos el Oso no dejó de comentar todas sus cualidades- junto al reluciente auto, había también un elegante modelo en un costoso traje Armani, cosa que me extrañó, ya que habían solicitado a Emmett, pero seguramente quería un modelo casual y otro elegante; por lo que nos acercamos a ver cuál era el plan a seguir.

―Hombre, a ti también te llamaron para la sesión.

―Creo que me confunde señor McCarthy, soy el administrador de Audi.

―Disculpe señor, voy a prepararme para la sesión ―dijo acongojado Em y es que la verdad, con la cara que le hizo el tipo, no era de esperar un buen trato.

―Tengo entendido que la sesión era solo con un modelo, señorita.

―Así es, yo solo vine a acompañarlo.

―Pues espero que no interrumpa el trabajo de su novio, quédese a un lado y no genere problemas. ―Concluyó mientras daba media vuelta y se dirigía hacia, lo que creía eran, las oficinas.

Mientras le tomaban fotos en diferentes poses a Em, modelando con el excelente Audi, yo esperaba a un lado, al principio traté de no llamar la atención -porque no quería generar más controversias- pero conforme pasó el tiempo, los chicos de la sesión empezaron a hablarme; noté que habían varios con los que ya había trabajado, me sentía más relajada en medio de personas conocidas; cuando vi que una rubia escultural se acercó a nosotros con cara de no muy buenos amigos.

—¡Hola Isabella! Yo solo solicité un modelo, no entiendo porqué te encuentras aquí.

—Eeee ¡Hola…!

—Discúlpame, soy Rosalie Cullen, la publicista de Audi.

—¡Hola Rosalie! Creo que hay un malentendido, yo no vine por la agencia.

—¿Ah no? ―me retó mientras levantaba una ceja, como exigiendo una explicación.

—No, vine con Emmett, espero no haya problema.

―Mientras no interrumpas su trabajo creo que no habrá ninguno.

―Por supuesto que no interrumpiré, Emmett y yo somos muy profesionales y sabemos cumplir muy bien con nuestro trabajo.

―Me alegra escuchar eso, nos veremos en el buffet después de que terminen, dile a tu novio que me busque.

No me dio oportunidad de corregirle, pero no sería la primera que lo piensa, así que no le vi ningún problema, además que se había comportado de una forma grosera conmigo; por lo visto hoy no era mi día para conocer personas. Después de que la sesión terminara, estuvimos en el buffet, el rato lo pasamos súper bien, todos hablábamos y nos reíamos; varias personas comentaron que somos muy diferentes a los demás modelos y que les gusta trabajar con nosotros, hasta la misma Rosalie estuvo diferente, más accesible e incluso la vi sonreír a Em, cuando ya fue momento de despedirnos, me pidió ir un momento aparte.

―Isabella, disculpa si antes te hablé de mal modo, es que tuve una conversación con mi hermano antes de venir para acá y me puso indispuesta.

―No te preocupes Rosalie, lo entiendo.

―Te agradezco por compartir con nuestros empleados, para nosotros es muy importante que todos sientan que somos una familia, pues en muchas ocasiones los modelos vienen con portes de "divas" y no dejan que nadie se les acerque, y con ustedes fue todo lo contrario.

—No tienes nada que agradecer, como ves, el modelaje es mi trabajo, no mi mundo; así que no soy igual que todas las modelos.

―Sí, eso ya lo comprendí, de nuevo muchas gracias y espero en un futuro vernos de nuevo.

―Por supuesto Rosalie y muchas gracias por todo.

Ya de vuelta en el coche, cada uno iba perdido en sus pensamientos cuando de pronto, Em suspiró y vi sus ojitos de cachorro tierno.

—¡Bells, morí!

—¿Por qué dices eso?

—La conocí, a la mujer de mi vida.

—¿Pero quién?

—Rosalie Cullen

—¿En serio?

—¡Sí! ¡Me encanta! Es la combinación perfecta de belleza y mente, además ¡le encantan los coches!

—Y hablaste algo con ella.

—Sí, pero cuando traté de invitarla a salir, se puso incómoda; no sé porqué.

—Yo creo saber por qué, mmm verás. Cuando hablé con ella, me dijo que tú eras mi novio.

—¡No Bella! De verdad me gusta, por favor ayúdame.

—No sé como Oso, no tengo motivo para contactarme con ella.

—Yo tampoco, pero tengo que volverla a ver; si es necesario ir a comprarme un coche, lo haré.

—Esperemos a ver qué pasa Em, demos un tiempo, tal vez haya que corregir alguna toma o algo así.

—Eso espero Bells, no puedo esperar para volver a verla.

Luego de una semana, Em se estaba poniendo más que insoportable, si esta situación no se solucionaba, iba a crear serios problemas en la agencia con su mal genio; por lo que decidí hacer algo al respecto de una vez, esperé a tener una tarde libre para ir a hacerle una visita a Rosalie.

―¡Bienvenida a Audi! Mi nombre es Ben y estoy para servirle. ¿Busca que le muestre algún modelo en específico?

―Buenas tardes Ben, muy amable; pero no vengo a ver un coche, busco a la señorita Cullen ¿Cree que podrá atenderme?

―¡Claro! Permítame y le muestro su oficina.

Pasamos toda la exhibición de autos, que para ser sincera, estaban hermosos. Creo que pronto tendré juguete nuevo. Nos dirigirnos a unas elegantes oficinas, caracterizadas por tonos neutros y hermosas vidrieras alrededor.

―¡Buenas Ángela! La señorita Swan tiene una cita con Rose ―pensé que no sabía quién era pero por lo visto, me equivoqué.

―¡Buenas señorita Swan! No tenía entendido que Rose hubiera planeado un photoshoot para hoy, pero permítame, un segundo y lo soluciono.

―Muchas gracias Ángela, por favor llámame Isabella y no tengo cita con Rosalie, es un asunto personal.

―Entendido, en un momento le comunico a ella para ver si la puede atender.

―Muchas gracias.

Después de esperar unos quince minutos, la puerta de la oficina frente a mí, fue abierta, dejando a la vista una hermosa escena: Dos adultos despidiéndose de Rosalie y otro hombre, cualquiera que viera la escena podía notar el amor que irradiaba de ellos cuatro y en el fondo, los envidié por algo que yo nunca volvería a tener.

―Papá, mamá, permítanme un momento para presentarles a alguien ―dijo Rosalie mientras -los que asumía eran- los señores Cullen, se separaban un poco de ellos.

―Isabella, te presento a Carlisle y Esme Cullen, mis papás y dueños del concesionario.

―Mucho gusto señores Cullen.

―No querida, nada de señores; Carlisle y Esme por favor y permíteme decirte que eres más hermosa en persona que en la publicidad.

―Muchísimas gracias Esme.

―Además, es una mujer muy sencilla y accesible, creo que te llevarías genial con ella, mamá.

―De eso estoy segura ―dijo una sonriente Esme a lo que pude solo asentir.

―Y este de acá es mi querido hermano Edward, nuestro nuevo administrador desde que papá decidió darse vacaciones permanentes.

Hasta ese momento no había detallado en él, pero claro que lo había visto antes en la sesión de Em, no se podía negar que si lo quisiera, podría ser mi compañero en cualquier publicidad; con ese broncíneo cabello reflejando los tonos de la luz, sus hermosos ojos esmeraldas que parecían llamarte a perderte a ellos y esa cara de "soy demasiado bueno para ti" que tanto conocía, sin mencionar su exquisito cuerpo; definitivamente es el tipo de hombre que todas las mujeres mueren, pero del que ya yo estoy cansada de estar rodeada.

―Mucho gusto señor Cullen ―dije en un tono educado pero dejando en claro que no me impresionaba y de la misma forma me contesto él, para después todos despedirnos y pasar a la oficina de Rosalie.

―Bueno Isabella, dime ¿En qué puedo ayudarte?

―Verás a mi no me gusta andarme con rodeos, disculpa si soy muy directa.

―Perfecto, porque a mí tampoco me gustan, así que vamos al grano.

―Es sobre Emmet.

―¿Qué pasa con él? ¿Tiene algún problema? ―y en ese momento, viendo el brillo en sus ojos cuando lo mencioné, supe que mi Oso, no estaría soltero por mucho tiempo.

―No, él está bien, lo que quiero aclarar es un mal entendido que se dio el otro día contigo. Em y yo somos amigos muy cercanos, por eso es común que nos vean juntos y piensen que somos pareja como lo hiciste tú y yo cometí el error de no corregirte; pero luego me enteré de que Emmett de verdad está interesado en ti, pero sintió rechazo de tu parte y quiero solucionarlo. ¿Es que a ti no te gusta?

―Isabella, ¡me encanta! Pero yo no pensaba intervenir en una relación, acá entre nos, es un gran modelo; por eso lo contraté, pero tuve mis motivos egoístas para pedirlo en la última publicidad.

―No vine a hacerla de Cupido, pero te puedo decir que tienes el camino libre, si él no ha insistido es porque piensa que no te interesa; ahora que aclaramos las cosas, le diré que puede hacer su movida.

―¿Te puedo pedir un favor?

―Claro, dime.

―¿Podrías no decirle nada a Emmett y dejarme a mí acomodar las cosas?

―Por supuesto, pero no lo hagas esperar mucho, que ya nadie le aguanta su histeria por no poder conquistarte.

―Muchas gracias Isabella ―dijo en medio de una gran sonrisa, la cual le devolví― no quiero que pienses que me voy a interponer entre ustedes, por el contrario, quiero que seas mi amiga.

―Claro Rosalie, así será.

―Rose por favor, así me llaman los amigos.

―Entonces tú llámame Bella, porque Isabella es la modelo, no la amiga

―Por supuesto Bella, de nuevo muchísimas gracias.

Después de despedirnos y ponernos de acuerdo de tener una salida de chicas, salí muy alegre de saber que mi Oso tendría compañía y por lo visto, yo ganaría una nueva amiga. Iba perdida en mis bellos pensamientos cuando un -aún más hermoso- cuerpo se interpuso en mi camino.

―Podrás ser muy famosa y todo lo que quieras, pero si piensas que haciéndote la "amiguita" de mi hermana, vas a llegar a mí; estás muy equivocada.

―No, el equivocado aquí eres tú. ¿Quién te crees para hablarme así? Si Rosalie y yo somos amigas o no, es asunto nuestro; por mi parte, tú y tu estúpido ego, pueden irse donde haya alguien que quiera adorarlo. ―Dije echa una furia mientras lo rodeaba y me iba. ¿Qué se creía este imbécil, que por su linda sonrisa iba a caer a sus pies? ¿Linda sonrisa? Nada de eso Isabella, concéntrate, el estúpido egocéntrico no tiene nada lindo.

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Bueno chicas aquí estoy con una nueva aventura, espero les guste y me sigan acompañando

Besos

Yas