Divi Filius.
Hija de Dios, eso era Azula; tal vez no literalmente, era algo así como descendiente en milésima generación pero la divinidad de su propio padre, ya difunto, la bañaba de un halo de beatitud.
Ella amaba ese título, la convertía en un ser inalcanzable, señalada por una buena estrella, con derechos supremos y absolutos sobre quien se le atravesase.
Era precisamente por eso que le alteraba que aquella "campesina hedionda a pescado" llevara tan bien aquel mano a mano con ella. Si era cierto que Zuko la acompañaba, y que él era también "Divi Filius" pero… ¿Acaso eso tenía que importar?.
Fin.
