Happy Moments.
Serie de Drabbles sobre la vida de Howl, Sophie, Mark, el perro, Calcifer y la Bruja Calamidad. Rabietas, líos, mugre, risas y un espacio para el amor¿estaba bien mezclar todo esto?
By: Makiko Lime.
La odisea de encontrar un vestido perfecto.
El cielo mostraba un grandioso azul, la gente iba a y venía, algunos con muchas bolsas, otros tan solo caminaban. Mark se había quedado en el castillo, jugando con el perro, y la bruja lo estaba cuidando, Calcifer tenía mucha madera por si las dudas y Sophie había insistido en que Hauru la acompañara al pueblo a buscar un nuevo vestido.
–Puedo hacerte aparecer un vestido bonito –se quejó Hauru, mirando el pueblo con cierto aburrimiento, pero al ver que Sophie guardaba silencio se exasperó un poco -. ¿Por qué tenemos que venir aquí?
–Ya te lo dije: prefiero los vestidos de aquí –contestó Sophie, intentando no reírse por la rabieta que Hauru le hacía -. Y guarda silencio, pareces un niño haciendo rabieta.
El mago se cruzó de brazos e infló sus mejillas, pero prefirió guardar silencio. Se preguntó por qué debía ser él quién la acompañara: Mark siempre la ayudaba cuando iba al mercado, también iba con la bruja a pasear por el pueblo.
La miró de reojo, con ese vestido amarillo y su sombrero haciendo juego, su corto cabello blanco que se balanceaba sobre su nuca y aquella sonrisa feliz que tenía en su rostro desde que aceptó ir con ella.
–Nunca habías venido a esta parte del pueblo¿verdad? –le preguntó Sophie, ladeando la cabeza hacia él.
–Sólo cuando te conocí –fue su respuesta algo indiferente, pero la miró con una sonrisa leve y algo cómplice, que hizo sonrojar un poco a la chica.
Está bien, está bien, realmente fue buena idea acompañarla: era agradable pasar más tiempo con Sophie, y mucho más cómodo también. Ahí no había ningún Calcifer que los interrumpiera, ningún Mark curioso y ninguna bruja mirándolos con burla.
Se acercó un poco más a la chica y alargó su mano, queriéndola entrelazar con la suya. No es que nunca había hecho eso, pero… le resultaba demasiado difícil esta vez. ¡Sophie poseía demasiada energía! Caminaba muy rápido.
Y justo cuando su mano apenas empezaba a rozar con la suya, justo cuando estaba casi hecha su gran odisea de caminar agarrados de la mano, Sophie se detuvo abruptamente.
–¿Te gusta ese? –Hauru miró a la vidriera que la chica miraba con inmensa curiosidad, pero ella parpadeó dos veces y siguió caminando -. ¡Sophie¿No te gustó?
–Lo tendré en cuenta. ¡Ven, vamos! –sin hacer ningún esfuerzo, sin detenerse a pensarlo, y sin sentir que fuera una gran aventura: Sophie entrelazó rápidamente su mano con la de él y empezó a arrastrarlo por el pueblo.
Hauru apretó un poco más el agarre, como queriéndole decir que se detuviera un poco y ella lo hizo. Feliz de la vida, esbozó una sonrisa y la miró, Sophie le contestó de la misma forma y ambos comenzaron a caminar sin demasiada prisa.
Total, tenían todo este día para pasar el tiempo.
Recorrieron varias tiendas de muchos vestidos bonitos, de toda clase, colores y estampados, pero parecía que ninguno cabía con los gustos de Sophie. No era que no le gustara pasar tiempo con Sophie, pero ya viendo tantos vestidos y que ella no se decidiera por uno, empezaba a fastidiarlo un poco.
–Sophie…
Pero ella siguió de largo, prácticamente arrastrándolo.
–Sophie…
E ignoró… ¡dos tiendas! Hauru miró con cierta pena a los vestidos rojos, rosas y amarillos, tan hermosos como el que llevaba puesto.
–¡Sophie!
La chica se detuvo, cerca de una gran plaza dónde había un hombre haciendo actuaciones de ilusionismo. "Aficionado", pensó el chico con cierta arrogancia. Hacer aparecer un conejo de una galera, un hilo casi interminable de pañuelos en su boca, convertir un montón de pétalos blancos en palomas no era la gran cosa.
Entonces… ¡¿Por qué Sophie lo arrastraba, con todo el entusiasmo del mundo, a ver ese insignificante teatro si tenía a unos de los mejores magos como novio y un increíble castillo vagabundo, eh?!
–¡Oh, mire, maestro, qué hermosa joven! –chilló, lo que parecía ser un estudiante de ese ilusionista.
–¡Es cierto, Enji! Jovencita –el ilusionista, bajo los duros ojos de Hauru, sacó de la nada un hermoso clavel rojo -, este presente es para usted.
–¡Es hermosa¡Muchas gracias! –exclamó Sophie, regalándole una sonrisa verdaderamente maravillosa, haciendo una leve reverencia ante el gesto.
El ilusionista de pacotilla, también sonrió. Con él no era tanto el problema, si no era con el estudiante; sus ojos, todo su rostro le daba muy mala espina. Hauru frunció el ceño, tomó de la cintura a Sophie, recalcó con sus ojos que era de él, y la alejó de ese par de aficionados a la magia.
–¡Hauru¿Por qué hiciste eso? –preguntó Sophie enojada, mirándolo con esos bonitos ojos y ese rostro aún más bonito.
El chico se detuvo delante de ella y pasó su mano sobre su oreja. De la nada, hizo aparecer una flor que jamás había visto, pero era demasiado hermosa.
–¿Qué…? –fue lo único que pudo quejarse Sophie, demasiado sorprendida por la mirada tan tierna que Hauru le estaba regalando en este momento.
Él se agachó y la besó en la comisura del labio, dejándola con el deseo de más.
–Busquemos ese vestido –pidió él, abrazándola por la cintura. Sophie, con un nuevo leve rubor, asintió débilmente.
Y siguieron así. Ella estuvo buscando ese vestido perfecto durante todo el día, apenas si le hizo caso y apenas si se detuvieron a comer algo; su estómago le estaba urgiendo un poco de comida y sus pies un poco de paz.
–Sophie… –pidió por centésima vez Hauru, con la voz cansada y aburrida.
Y, por otra centésima vez, Sophie se detuvo en una tienda. Pero había algo extraño en esos ojos: brillaban¡y de qué forma! Ladeó la cabeza y se encontró con un vestido azul, de mangas sueltas y un lazo en la cintura.
Antes de poder atinar a decir algo, Sophie entró corriendo a la tienda y en menos de cinco minutos salió, con una sonrisa de oreja a oreja y una bolsa entre sus manos. Hauru parpadeó y volvió a parpadear.
Se… se había comprado el azul. Un vestido común y corriente, de color azul. ¡Un vestido que se parecía demasiado al que ella tenía!
–Seguramente los demás ya estarán preocupados –dijo Sophie distraídamente, viendo el cielo naranja -. ¡Mira la hora que es! Vamos, Hauru, regresemos.
¡Un vestido igual!
–¿No estarás exagerando? –preguntó Sophie, resignada, viendo como los espíritus de la oscuridad inundaban la habitación.
–¡Te dije que podía hacerte aparecer uno bonito¡Uno mucho mejor que ese! –el drama de Hauru seguía -. ¡Pero tú no me hiciste caso¡Encima ese… ese aficionado!
La chica lo miró contrariada.
–¿Aficionado¿Te refieres al ilusionista¿Qué tiene de malo?
Y Hauru empezó a tirarse del pelo, frustrado.
–¡Ese no¡El otro¡Ese te miraba… te miraba¡Y tú parecías muy contenta!
–Hauru, pareces un niño –regañó Sophie con ternura, apoyándose en la cama de este y sonrió, besándole en la mejilla -. Ya es tarde.
Se había levantado, notando ya que lo espíritus habían desaparecido. Pero Hauru la tomó del brazo y la tiró hacia sí, quedándose acostada en la cama, recibiendo la suave y dulce presión de los labios de Hauru contra los suyos.
–¿Te sigo pareciendo un niño? –preguntó Hauru con la voz ligeramente ronca, apenas unos milímetros lejos de los labios de ella.
Sophie lo abrazó por el cuello, sonriendo.
–No lo sé, sigo creyendo que todavía eres un bebé grande.
–Tú lo buscaste.
Y volvió a besarla. ¡Realmente hoy había sido una gran odisea para encontrar un vestido exactamente igual a otro! Pero los momentos a solas con Sophie habían valido realmente la pena, y más la recompensa de la noche.
–Sophie, eres hermosa.
Ella peinó su cabello sedoso y suave con sus dedos.
–Calla –lo besó en los labios -, tú también lo eres.
Ahora terminó mucho mejor.
Fin.
¡Sí! .¡Finalmente lo terminé! .¡Mi primer drabble de Holw's Moving Castle! O, El Increíble Castillo Vagabundo. Disculpen si los personajes me salieron un poco OOC (es decir, fuera de su personalidad), pero hice lo mejor que pude. A decir verdad, me tomé como base la película de Miyazaki-san, ya que todavía me falta averiguar si consigo el libro (espero que sí).
Bien, este fue el primer drabble y luego vendrá el siguiente, ya que no había ningún fic de la peli aquí, decidí hacerlo yo misma xD
¡Muchas gracias por leer!
Makiko Lime-.
