Tortura
Estoy parapetada detrás de un libro en la sala común.
Adoro sentarme aquí cerca del fuego en algún cómodo sillón y esconderse en la lectura, huyendo de él, al menos unas horas.
Y ahí viene, atraviesa el retrato de la dama gorda con ella, esa rubia sin gracia con la que anda.
No sé que es lo que vio en ella, que solo esta con él porque ha vuelto este verano mucho mas alto y el Quidditch parece haberle sentado bien de tanto que ha entrenado, espalda ancha, brazos fuertes y además le ha crecido el pelo un tanto mas, dándole un aire de rebeldía y sus ojos brillan mas azules que nunca.
Es una chica superficial, que no conoce al verdadero Ron, con sus miedos, sus defectos, sus valores y sus sentimientos.
Además ella no estuvo junto a él en todas las aventuras y peligros que pasamos juntos.
Por un segundo me mira, tiene una pequeña sonrisa estampada en el rostro pero sus ojos están tristes, lose. Lo conozco perfectamente, y puedo ver que no es feliz, no es feliz con ella.
Sin embargo, ella lo rodea con sus brazos y le da un beso en los labios, y él se deja besar.
Lentamente se recuestan en un sillón cerca del fuego, cerca de mí. Continúan besándose, con mas pasión.
Él se sienta y ella trepa sobre su cuerpo como una víbora, no deja de besarlo, revuelve su pelo y acaricia detrás de su oreja, allí donde a Ron le encanta.
El solo la toma por la cintura y la besa, es suficiente para querer estar en su lugar.
No soy una chica envidiosa, ni egoísta, tampoco es algo contra ella, nunca me cayó mal, siempre creí que era una buena chica, pero deseo con toda mi alma que se separen, deseo con todo mi corazón que Ron se levante de ese sillón, se acerque a mí y me bese como lo hace a Lavander.
- Deja de torturarte.
A que hora Harry se sentó a mi lado?
- No sé de que me hablas, Harry – vuelvo a mi lectura que había dejado olvidada.
Pasados unos minutos note que no he entendido ni dos líneas del libro. Miro a Harry, que tambien se ha puesto a leer, pero solo tiene el libro en sus manos y sus ojos se desvían hacia Ginny que conversa con Dean en una mesa bajo la ventana.
Sonrió de lado. Es obvio que muere por ella. Que irónico destino.
Me levanto y tomo mis cosas.
- Me voy a dormir Harry.
Él mira disimuladamente a Ginny nuevamente, luego hacia Ron que no ha dejado su tarea y suspira hacia su libro.
- Supongo que yo tambien.
- Si, tu tambien deberías dejar de torturarte.
- No se de que me hablas, Hermione.
Nos miramos un momento y sonreímos, somos unos cabezotas los dos.
Cuelgo mi bolso en mi hombro y subo a mi habitación, es el mejor momento del día, porque sé que cuando me duerma volveré a soñar con Ron, soñare que estamos juntos y solos, en algún lugar donde no pueda molestarnos Lavander.
