satsuki

1496 palabras


Anuncio de nacimiento – La nueva estrella

Takumi y Nana Ichinose están orgullosos de anunciar el nacimiento de su hija, Satsuki Ichinose, en el Hospital Central de Tokyo.

Satsuki nació el x de Mayo del 20xx a las 8:42 P.M; con un peso de 6 Lbs. 8 Oz.

Mamá, Papá y la niña están muy bien!


Naoki entro en la habitación, donde Layla aún se recuperaba, como un tornado destruyendo todo a su paso. Puse a un lado la taza con sopa que había estado intentando darle a Layla.

-¡Qué demonios!- salte de la silla, encarando a Naoki, que parecía solo ignorarme -Naoki, te das cuenta que esto es un hospital, que demonios ocurre-

-¡Nana va a dar a luz a tu hija Takumi!- grito totalmente histérico, tomando cosas y metiéndolas en una bolsa de viaje. En las últimas semanas la habitación de Layla se había convertido en una especie de cuarto de hotel para nosotros, donde Naoki y yo peleábamos por utilizar el único sillón como cama. Era eso o encorvarse en la silla junto a la cama.

Mi mente se detuvo por un momento. Nana iba a dar a luz y yo, no había siquiera llamado una vez en el último mes para ver cómo había estado.

Ni una sola vez.

Claro que pensaba en ella y la extrañaba, pero hasta ahora no había tenido las fuerzas suficientes como para llamarla.

Voltee hacia Layla, quien se había acomodado de lado, dándome la espalda, y tapado hasta la nariz con la cobija. Suspire. Volví a sentarme mientras Naoki seguía balbuceando y dando vueltas por la habitación tomando cosas y metiéndolas en la maleta (muchas de mis cosas ya iban ahí).

-Takumi, ¿No vienes?-

-Tengo cosas que hacer- Nana estaría mucho mejor sin mí, tenía que aceptarlo, siempre estaría mejor sin mí. Nana y los demás estarían con ella.

-Nana desapareció- dijo Naoki serio por primera vez. Como si hubiera escuchado lo que había pensado.

-¿Qué?- volví a ponerme de pie de un salto.

-Hace dos semanas. No han sabido nada de ella desde entonces. Takumi, de verdad creo que deberías de ir-

-¡Demonios, Naoki! Te dije que tengo cosas que hacer- no quería seguir con esto. Layla estaba escuchando y todo se complicaría aún más.

-Como quieras- tomo la maleta y azoto la puerta al salir.

Maldito Naoki, me frote los ojos, de verdad que estaba cansado. Volví a tomar la taza con sopa de pollo y toque a Layla en el hombro -Layla, tienes que comer, vamos prueba un poco-

-Vete-

-¿Eh?-

-¡VETE. TE ODIO. TAKUMI IDIOTA!- Layla golpeo mi mano, haciendo que botara la sopa.

Conté hasta 3, suspire y me agache a recoger los pedazos de la taza. ¿Ya mencione que estaba cansado? Lo único que quería era morirme ahí.

-Escucha, no me iré de aquí hasta que te hayas recuperado. Además, tengo cosas que hacer- Porque Layla no podía comportarse como una adulta. Siempre tenía que ser una maldita niña malcriada.

Como si necesitara más mierda, mi celular sonó.

¡Arg, Yasu está llamando!

-¡¿Qué?!-

-También me alegra escucharte. Escucha, Nana esta en labor de parto. Sa-chan nacerá muy pronto-

-Ya lo sé. Naoki ya me lo dijo, y te diré lo que le dije, 'Tengo que cosas que hacer' y no hay una maldita manera de que yo corra a tomar un avión en este momento, ¿esta bien?-

-Como quieras. Nana está muy asustada, pero Shin, Miu y yo estamos aquí- al fondo me parecía escuchar a Shin gritar y a Miu decir que se calmaran, "no es tiempo de pujar todavía", la verdad es que se oía un caos total.

Había olvidado a Yasu hasta que se aclaró la garganta -Acabo de hablar con Naoki, que no sé qué piensa va a hacer aquí, diciendo que llegara muy pronto. Así que, Nana no estará sola-

-Gracias- Yasu dejo salir un suspiro.

-Takumi, no lo hacemos por ti-

-Rayos Yasu, eso dolió- fingí una mueca –Por cierto, Naoki comento algo sobre Nana. ¿Desapareció?-

Yasu dejo salir un suspiro. Por alguna razón todos habíamos cogido esa costumbre -Hemos hecho todo lo que hemos podido, pero no hemos dado con ella aun. Al parecer Yuri le dijo algo que la molesto y una noche, simplemente desapareció-

-¿Yuri?-

-Sí. Nobu dice que Yuri le dijo a Nana que ya no necesitaba a Hachi y que debía volver a casa-

La desaparición de Nana me tenía sin cuidado, esa tarde de Mayo lo que más me preocupaba era si Satsuki seria idéntica a mí, o a Nobu.

A los dos días de que Satsuki naciera, Naoki regreso, junto con una cámara llena de fotos y videos. Tomas rápidas del caos alrededor, y horas y horas de Sa-chan durmiendo. Nana, lucia realmente pálida al lado de la radiante y dormilona Satsuki.

Si me preguntan, no sentía gran alegría. La verdad es que, la decepción que sentía, parecía ser más grande que el gran acontecimiento de ser padre. Yo, había querido un varón.


Durante la semana siguiente, Naoki no paro de enseñarme videos, fotos y de contar toda la experiencia de la sala de partos. Seguía sin creer que Naoki había experimentado todo el proceso.

-De veras Takumi, eres un idiota. Si Nana fuera mi esposa, créeme, que no me apartaría de ella y Sa-chan… Oh, Sa-chan es tan linda que podría comerla- no le discutiría a Naoki, no cuando estaba en toda la razón.

Realmente me lo merecía, todo el discurso del buen esposo que Naoki no paraba de rezar, pero soy una persona egoísta, ¿saben? No podría dejarla ir ni aunque su vida fuera un infierno conmigo. Simplemente moriría si Nana me dejaba.

Yo seguramente me hundiría en las llamas del infierno y arrastraría a todos conmigo, incluyendo a la pobre de Mari-chan. Pero a Nana no le faltaría nada.

Yasu, volvió a llamar un mes después de que Satsuki naciera. Yasu tenía una manera extraña de regañarme y ponerme al tanto al mismo tiempo.


Layla aún no comía, así que no regrese a casa hasta que Sa-chan ya tenía 2 meses de nacida.

En algún momento antes de pararme frente a la puerta, pensé que Nana no me dejaría entrar. Pero como siempre, y contra todo pronóstico, Nana se tiro a mis brazos y lloro… y lloro. Y la ame aún más por eso.

Aún seguía decepcionado. Aun deseaba que hubiera sido un varón. Después de un rato de dudar, entre en la habitación de Sa-chan, con Nana detrás de mí.

Satsuki dormía profundamente. Su hermoso rostro estaba ruborizado, su boca entreabierta y su aspecto era tan indefenso que mataría a cualquiera que la hiciera llorar.

Fue en ese momento que comencé a amarla con locura.

En pocos meses me deje cautivar aún más por la sonrisa de Sa-chan y por el destello de su mirada fija y penetrante. El tipo duro que había sido por años, se desvanecía cuando Satsuki tomaba y apretaba mis dedos con sus pequeñas manos. Todo se lo quería comprar. Todo seria para mi hija.

Haría todo para que no llorara, y le daría todo lo que pidiera.

Cerca de los 11 meses, Satsuki comenzó a caminar. Naoki, quien por alguna razón ahora parecía que vivía con nosotros, estaba allí como paparazzi, grabando y fotografiando cada momento.

TRAPNEST no era el mismo después de la muerte de Ren, y todo indicaba que se acabaría, pero nada de eso parecía preocuparme más después de que Satsuki comenzara a hablar.

Nana planeo el primer cumpleaños de Satsuki con una fiesta, que estaba inspirada en un tema bajo el mar, con una pila de pastelillos formando una sirena. Sa-chan recibió incontables regalos: muñecos de Elmo de todos los tamaños, muebles, trajes de todos los colores y tamaños y una caja de arena que cambiamos por más muñecos de Elmo.

Navidad con Satsuki de un año fue de locos. Satsuki estaba en la edad donde los empaques y papel de regalo le parecían más divertidos que los juguetes que estaban adentro, por lo que le había dicho a Nana que no se sobrepasara con los regalos, pero claramente, ella y Santa Claus no recibieron el mensaje.

Por el tiempo que Satsuki se acercaba a cumplir dos años. La hija de Naoki, Momo-chan, nació. Había estado tan absorbido por los problemas de TRAPNEST y embobado con mi propia hija, que no había tenido ni idea que Naoki iba a ser padre.

Dos días después de que Momo-chan naciera, Naoki estaba en mi sala de estar. No tenía ni idea de porque seguía llegando, pero ahí estábamos, tomando sake caliente, con Satsuki colgada de mi cuello profundamente dormida.

-¿Qué es lo que me sucede? No tengo idea-

-Aja- espere que continuara. Sabía lo que pensaba.

-Mataría a cualquiera que lastimara a mi Momo-chan-

-Lo sé, Naoki-

-Sabes, me duele el pecho de solo pensarlo- Naoki se sujetó el pecho, como si el dolor de verdad estuviera ahí.

-Y no se va- asentí.

-Demonios Takumi, estamos jodidos-


Disclaimer: NANA (c) Ai Yazawa. No me pertenece nada.