Capítulo 1
-Estoy embarazada-le dijo, el soldado abrió los ojos como platos, solo había sido una noche, acababan de empezar una relación formal y ahora ella estaba embarazada, eso no debía de pasar, no en ese momento, pero pese a todo sonrió y ella con él.
Desmontaba una a una cada pieza del arma y la iba depositando sobre el paño que había extendido en la mesa. Después coge un pequeño pincelito y empieza a limpiar con suavidad y mimo. Espera que le sirva para canalizar los nervios.
- ¿Lista, Romanoff?- pregunta James-
- Por supuesto- contesta montando el arma de nuevo.
- La ciudad es muy grande. No tienes por qué encontrártelos.
- Lo sé.
Hace muchos años que se marchó de la ciudad, de su propia vida sin decir adiós. Huyó de su propia familia aunque sospecha que nadie lo entendió. Se marchó a Rusia y por fortuna Iván le recibió con los brazos abiertos. En cuanto se recuperó de las heridas físicas empezó de nuevo como oficial de la KGB. Sospecha que las heridas emocionales todavía están cerrando y no quiere abrirlas de nuevo con encuentros indeseados.
- ¿Les echas de menos?- indaga James.
- Eso no es asunto tuyo- responde con dureza.
Pero lo cierto es que ha pensado en ellos cada día de esos tres años. No ha dejado de pensar en ellos, en todo lo que pasó. Pero sabe que tomo la decisión correcta. Y mostrarse fría con la situación es lo único que la mantiene cuerda.
- Pero…
- Fue hace mucho. Ya no importa.
Su compañero no parece muy convencido pero le insta a ponerse en marcha. Su misión en Washington tiene que ser limpia y concisa. Un asesino diferente se pasó de listo y se cargó a uno de los suyos. Deben encargarse de que no vuelva a las andadas. Pero ha demostrado ser más escurridizo de lo que pensaron.
Solo reza para no encontrarse con ellos en los días que tengan que pasar en la ciudad, no podría con ello.
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- ¡Papi, no encuentro mi arañita!
Aleksi entra corriendo en el dormitorio, se lanza con fuerza sobre la cama y le da manotazos en el brazo, por si los gritos no han sido suficientes para despertarle. En cuanto le pilla despistado le agarra por la cintura y se lía a hacerle miles de cosquillas hasta que termina riéndose sin parar.
- ¿Qué pasa, campeón?- le pregunta dándole un beso.
- He perdido a Buck- dice con tristeza.
- ¿Le has preguntado Sharon?
Le acaricia la mejilla con suavidad e instintivamente su mano se dirige como siempre a tocar el lateral de la frente, el recuerdo de una época de dolor que prefiere borrar de su memoria.
- No.
- Pues vamos a preguntarle.
Se pone una camiseta que rescata del suelo y coge al niño en brazos para bajar a la cocina. Sharon ya está vestida y preparando el desayuno para los tres. En cuanto les ve entrar en la cocina le planta un beso y un café en la mano libre.
- Buenos días- saluda ella con una sonrisa.
Su prometida desde hace un año. A veces siente que sin ella hubiese estado perdida. Cuando la conoció en aquella misión compartida con la CIA pensó que no sabría más de ella. En cambio ella terminó aceptando de nuevo un puesto en SHIELD. Parece que su piedra de tropiezo es enamorarse de sus compañeras. Solo espera que esta vez sea mucho mejor.
- ¿Has dormido bien?- pregunta Sharon al niño.
- Sí. ¿Has visto a Buck?
- Está en una sesión de belleza en la lavadora. En cuanto este seco y limpio lo tendrás como nuevo.
Sonríe a Sharon y le da las gracias con un pequeño besos en los labios. El dichoso peluche bien necesitaba una lavada. Deja al niño y se sienta a lado de su novia, en la mesita de la cocina para desayunar. Hoy tiene el día libre y piensa disfrutarlo pasando el día entero con su hijo.
- ¿Hoy me vas a llevar al parque?- pregunta el pelirrojo, con los ojos bien abiertos de emoción mientras devora su trozo de bizcocho.
El teléfono móvil parece contestar por él. Cuando ve en la pantallita el nombre de Sam supone que su día libre se acaba de ir al garete.
Le informa a Sharon sobre la llamada y se ponen en marcha rumbo a las nuevas oficinas de SHIELD.
- ¿Qué te parece pasar el día con la tía Wanda?
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Si todo sale como esperan todo estará resuelto antes de la hora de comer. Está deseando terminar con el problema. El plan está calculado al milímetro, no tiene por qué fallar. La casa donde le han citado para hacerle un supuesto encargo está prácticamente deshabitada excepto por un par de vagabundos de lo que se han encargado de mantener ocupados. James espera arriba; ella se ocupa de la vigilancia. En esos momentos echa de menos a Clint.
Una mujer de unos veintitantos años dobla la esquina y pone todas sus instintos en sobre aviso. El brillo de algo metálico le indica que la intrusa va armada.
- Barnes, tenemos compañía- dice por el auricular.
- No la pierdas de vista.
A una distancia considerable sigue sus pasos hasta que entra en el portal del edificio. Aprovechando el poco espacio que hay le alcanza y la arrincona contra la pared, inmovilizándola del brazo para que no pueda escapar.
- ¿Quién eres?
- ¿Y tú?- espeta la chica con ira.
- ¡Suéltela!- gritan detrás suyo.
A pesar del paso de los años no tiene problemas para reconocer la voz de su antiguo compañero. Cuando se gira encuentra a Barton apuntándole con su arma que pronto guarda al reconocerla.
- ¿Qué haces aquí, Barton?
- Eso mismo me pregunto yo contigo.
Lo que más temía de esa misión al final se ha cumplido. Intenta prepararse mentalmente para verle de nuevo después de tantos años pero no parece que esté por allí.
- No está- confirma Barton como si le leyese la mente. Natasha se sorprende de que aun después de tanto tiempo el aun la pueda leer.
James ha dejado su puesto de vigilancia y se reúne con ellos. Por su aspecto sabe que está bastante enojado y su brazo de metal solo le ayuda a verse más imponente.
- Acaban de tirar una operación de la KGB-les espeta bastante enojado
- Y ustedes la nuestra- contraataca la chica.
- ¿Dónde está Fury?- pregunta Natasha, mediando el terreno
- Tomándose un margarita supongo-Contesta Sam entrando.
Le hubiera gustado mantener el contacto con todos ellos, saber que había sido de sus vidas. Pero también sabe que le habría intentado hablar de Steve. No quería saber nada, necesitaba alejarse. No hacerles más daño.
- Quiero hablar con quien esté a cargo- dice James.
Mientras James se marcha a hablar por el móvil ella se queda junto a la chica que se toca la mejilla. Nota que le sangra una pequeña rozadura que ha debido hacerle al golpearla contra la pared, saca un pañuelo del bolsillo y se lo da para que se pueda limpiar.
- Gracias- dice ella- Me llamo Sharon Carter.
- Natasha Romanoff- se presenta ella.
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Hola :D
Primero quiero aclarar que nada de esto me pertenece. La historia original es de Tyler FZ, pero ella tuvo algunos contratiempos y se vio obligada a abandonarla.
Yo solo la publicaré.
