A MOMENT IN TIME

NEGACIÓN: HARRY POTTER ( Y SUS CARÁCTERES ASOCIADOS, SEMEJANZAS, CONCEPTOS, ETC ). PERTENECEN A J.K ROWLING, BLOOMSBURY PUBLISHING, SCHOLASTIC, INC. AOL/TIME WARNER,INC., ENTRE OTROS.

NO HAGO NINGUNA DEMANDA, ESCRITA O IMPLICADA, SOBRE HARRY POTTER. NO ESTOY HACIENDO DINERO Y NO HAGO NINGUNA INFRACCIÓN O DESACATO A LOS CREADORES/ POSEEDORES DEL COPYRIGHT.

ADVERTENCIA: ESTA HISTORIA CONTENDRÁ SLASH (RELACIONES HOMBRE-HOMBRE) Y MPREG, AUNQUE NI UNO NI OTRO SERÁ GRÁFICO.

N/A: ESTA ES LA PRIMERA HISTORIA QUE HE PUESTO. ESTÁ INSPIRADO EN MUCHAS DE LAS MARAVILLOSAS HISTORIAS QUE HE LEIDO AQUÍ EN FAN FICTION Y NINGUNA SEMEJANZA CON LAS HISTORIAS EXISTENTES NI SE PIENSEN. LA ORACIÓN "AMA A TUS ENEMIGOS, PORQUE TUS AMIGOS PUEDEN RESULTAR SER UN ATAJO DE PERSONAS PERJUDICIALES" VINO DE UN DESAFIO QUE LEÍ EN ALGUNA PARTE PERO NO PUEDO RECORDAR DONDE. SI ALGUIEN SABE DONDE SE ORIGINO, POR FAVOR HACEDME SABER DE QUE MODO PUEDO DAR CON EL CRÉDITO A ESA PERSONA. ESTA HISTORIA ES UA; UNIVERSO ALTERNATIVO, NO SE CONSIDERA OOTP, NI SON LAS SITUACIONES EXPRESADAS INCLUSO ESPERADAS PARA DESCRIBIR QUE SE PIENSA PARA SER "CANÓNIGO". TÁMBIEN SOY AMERICANA, ASI QUE ME DISCULPO POR ADELANTADO DE CUALQUIER "AMERICANISMO".

NOTA DE LA TRADUCTORA: ESTO ES UNA TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL DE UNA HISTORIA EN INGLÉS(CUENTO CON EL CONSENTIMIENTO DE SU AUTOR ORIGINAL . "The Shadow Bandit"). ESTA ADAPTADA DE TAL MANERA QUE LAS FRASES QUEDEN MEJOR EN CASTELLANO.

CAPITULO 1: TRAICIONADO

Palabras...extrañas frases de consuelo. Esto es todo lo que realmente me han dejado. Los dementores me han quitado todo. Todo se ha ido, se fue hace ya algún tiempo y las palabras son todo con lo que me dejaron.

Algunas veces, cuando caigo dormido, todavía puedo ver sus caras y recordar lo que yo llamaba "los buenos tiempos". Los tiempos antes de que fuera traicionado y sentenciado aquí para morir solo y abandonado por el mundo que una vez me tuvo en un pedestal. Pero sobre todo, puedo ver cuando ellos, mis anteriores amigos, familia y mentores, frecuentan mis sueños y sus caras son todo menos agradables.

Incluso ahora, cuando cierro los ojos, puedo ver el momento exacto en el que toda mi vida comenzó a caer. La mayoría de la gente que creyó que me conocía creería que fue en el momento en que Voldemort me robó a mi familia, o quizas cuando Dumbledore me robó mi niñez colocándome al cuidado de mis parientes muggles. Pero no, aún a pesar de todo eso, había encontrado alguna manera de mantener mi inocencia. Todavía miraba al mundo con un par de gafas de color rosa, por decirlo así. No, los acontecimientos a los que me refiero ocurrieron mucho mas adelante y serían los mas devastadores y duros que afectarían a mi vida. Fue cuando robaron mi alma.

Era un día inusualmente fresco y claro de finales de Abril. Ya estaban en marcha los planes para el baile de primavera de ese año, mi séptimo y último año en Hogwarts para ser exactos. Había dejado la compañía de mis amigos para caminar por afuera, a lo largo del lago, para intentar aclarar mi cabeza. Se me había convertido en algo así como un ritual que había comenzado el verano anterior, cuando había permanecido en Hogwarts para una tutoría extra y entrenamiento de defensa.

Mis pensamientos ese día habían estado centrados no en la intensificación de la guerra que hacía furor fuera de estos terrenos aparentemente pacíficos, sino en la lucha emocional que ocurría dentro de mí. Nunca había tenido muchas citas y no puedo decir que hubiera estado implicado nunca en una relación que durara mas de un par de semanas. Nadie lo sabía pero desde hacía algo así como un año me atraía secretamente cierto rubio. Estaba bastante seguro de que los sentimientos eran mutuos, pero nunca lo habíamos mencionado, y ciertamente nunca habíamos actuado sobre ello. En retrospectiva pienso que al menos una o dos personas deberían haber sospechado algo, pero ahora nunca lo sabré con seguridad.

El aire había refrescado perceptiblemente mientras que el sol se ponía y finalmente me di cuenta de cuanto tiempo había pasado mientras que me perdía en mi propio pequeño mundo. Me precipite nuevamente dentro del Gran Comedor esperando poder alcanzar el final de la cena, pues estaba absolutamente hambriento. Decidí que si la cena había terminando simplemente bajaría furtivamente a las cocinas por un bocado, hábito que había adquirido últimamente. El ser prefecto tenía algunos privilegios además de mi cuarto y baño privado. Es gracioso, ahora que lo veo en retrospectiva, me doy cuenta de que nunca tuve la oportunidad de comer otra comida dentro del único hogar que había conocido desde que tenía once años.

El momento en que entré en el Gran Comedor fue el momento preciso en que todo estalló.

Harry empujó suavemente las puertas del Gran Comedor esperando poder deslizarse inadvertidamente. Sin embargo, tan pronto entro en el comedor pudo decir que sucedía algo inusual, algo inusual y muy malo. Harry apenas tuvo tiempo para ver a Ron y la cara manchada de lágrimas de Hermione antes de que lo aferraran, sus brazos dolorosamente cogidos por detrás mientras alguien tomaba y confiscaba su varita.

-Hey, déjame ir ... ¿ qué estás haciendo?- protestó Harry, pues fue bruscamente arrastrado sobre el duro suelo de piedra hasta delante de la mesa principal donde un manojo de aurores estaban reunidos.

Harry se sorprendió al mirar hacia la mesa de Gryffindor y ver el odio y las acusaciones en los rostros de sus compañeros de casa. Escudriñó rápidamente el salón y no vio una sola cara amistosa.

-¿Qué está pasando? ¿Qué ha sucedido?

Antes de que pudiera asimilar los hechos, fue golpeado en la cara nada más y nada menos que por su mejor amigo, Ron Weasley.

-Te odio Harry. ¿Como pudiste hacerme eso a mí, a mi familia, después de lo que siempre hemos hecho por ti? ¿Cómo pudiste hacer eso?

Hermione acudió rápidamente al lado del pelirrojo intentando calmarlo.

Harry acudió a todo su autocontrol pues no podía defenderse, ni siquiera limpiar la sangre que había comenzado a fluir de su nariz; pero probaba la sustancia cobriza que goteaba en su boca. Continuo mirando a su enfurecido amigo con una cautelosa confusión.

-Ella te amo Harry, todos lo sabíamos. ¿Qué sucedió? ¿No la querías pero tampoco querías que Creeve o cualquiera estuviera con ella? Nunca te tomé por un tipo celoso, estás enfermo-. Ron desgarró la insignia de prefecto del traje de Harry y la lanzó al suelo.

Harry no le hizo caso por el momento, sabiendo que cuando su amigo estaba exaltado o trastornado no se podía razonar con él y ahora estaba más trastornado de lo que lo hubiera visto en el tiempo desde que se conocían.

¿Hermione, qué está pasando? Por favor, dime lo que hice.

Harry retrocedió visiblemente ante la mirada de completa repugnancia que vio en el rostro que conocía casi tanto como el suyo propio. Antes que pudiera pronunciar otra palabra lo movieron de un tirón y lo obligaron a enfrentar al que parecía ser el auror jefe.

La mujer de cabello castaño y edad mediana miro al hermoso y alto adolescente que estaba delante de ella y sacudió su cabeza en incredulidad ¿cómo había podido suceder algo como esto? ¿cómo podía una comunidad entera estar así de equivocada sobre alguien, como habían estado sobre este muchacho aquí delante de ella? Alguien que no resultó ser un héroe. Tomando una profunda bocanada de aire, la aurora dijo en voz clara

-Harry James Potter de Gryffindor, se le acusa por este medio de los malévolos y premeditados asesinatos de Virginia A. Weasley y de Colin M. Creeve. Será entregado a la custodia del Ministerio de Magia hasta que se pueda concertar el juicio.

Harry sintió como si todo el aire hubiera sido aspirado de sus pulmones, mientras su cuerpo cedió, quedando sólo apoyado por los aurores que le sostenían firmemente por los lados.

-No hice nada... sólo salí a caminar- murmuraba Harry a cualquier persona que estuviera dispuesta a oírlo, todavía intentando procesar el hecho de que Ginny y Colin estaban muertos-. Nunca lastimaría a Ginny o Colin. Tienen que creerme- levanto los ojos buscando el lugar donde el Director se sentaba, pidiendo a su mentor que lo creyera.

El corazón de Harry se rompió ante la mirada de decepción y de traición que exhibían los ojos azules que normalmente centelleaban. La última cosa que Harry recordó ver antes de oír el grito del auror "stupify"fue a Draco Malfoy intentando abrirse camino para llegar hasta él y siendo contenido por un preocupado Profesor Snape.

El tiempo entre su detención y el juicio pareció transcurrir muy lentamente. Tenían a Harry aislado en el Ministerio de Magia y no le estaba permitido ninguna visita. Mas que eso, Harry no tenía ninguna manera de saber si quedaba alguna persona que todavía creyera en él. Un mago abogado había pasado algún tiempo el día anterior explicándole lo que iba a suceder en el juicio. El abogado iba a presentar una defensa después de que la fiscalía presentara el caso en su contra. Entonces el acusado normalmente pedía atestiguar por su propia cuenta. Típicamente, a los acusados se les daba una poción de la verdad, generalmente vertiserum. Pero como el Profesor Dumbledore había informado a la corte, Harry era inmune al vertiserum, el cual era el suero de la verdad mas fuerte conocido, y por tanto no se le permitiría atestiguar. La defensa sólo podría refutar la evidencia de la fiscalía, y no presentar ninguna a su favor. A Harry no le fue dicho que tipo de evidencia tenía el fiscal, pero dada la expresión en la cara de su abogado, sus posibilidades de ser encontrado inocente eran de pocas a ninguna.

Habiendo estado bajo sueño inducido por una poción durante todo el tiempo que aguardaba su juicio, Harry estaba bastante desorientado cuando fue forzado a entrar a la sala de la corte. Echó un vistazo sobre la multitud que se había reunido en lo que sería conocido como el juicio del chico que mató. No pudo reconocer la mayoría de las caras y asumió correctamente que en su mayor parte pertenecían a los medios. Las pocas caras que conocía no se podrían clasificar como amistosas. Sólo el Profesor Snape y Draco Malfoy lo miraron a los ojos.

Pensando en el pasado, Harry no recordaba mucho del juicio realmente, excepto que sus supuestos amigos fueron llamados para testificar contra él. Por supuesto, Hermione y Ron atestiguaron su ataque y asesinato de Ginny, y que Colin ya estaba muerto en la escena. Fue asumido que Harry se había lanzado sobre los jóvenes amantes y los había sorprendido durante un momento privado y rabiando de celos rápidamente asesino a Colin y después se había volteado contra Ginny. Y no sólo era que había testigos del asesinato de Ginny, sino que su firma mágica personal, la cual era tan específica a cada mago como sus huellas dactilares, fue encontrada en la escena del crimen.

Era realmente divertido. Ahora que su vida estaba a punto de serle arrancada por un crimen que no había cometido, recordaba un cierto comentario ridículo que Draco le había hecho el verano pasado, cuando habían estado en Hogwarts poniendo a punto sus habilidades para la lucha. Una noche, después de terminar de nadar en el lago, Draco había puesto su brazo sobre sus hombros y había sentenciado: "ama a tus enemigos Harry, porque tus amigos pueden resultar ser un manojo de personas perjudiciales". Aquella declaración nunca había parecido tan verdadera como en este momento exacto.

No mucha gente se había dado cuenta, pero Harry y Draco habían enterrado el hacha de guerra en algún momento durante su sexto año, cuando se dieron cuenta que sus discusiones y pequeñas riñas tomaban demasiadas horas y energías. Tiempo y energía que ninguno de los dos muchachos tenía para perder. En su quinto año, luego de la resurrección de Voldemort, se habían dado cuenta que no podían permitirse el lujo de seguir distrayéndose en clases y se dedicaron a aprender. No solamente su trabajo de la escuela, también cualquier habilidad adicional de defensa, hechizos o encantamientos, cualquier cosa que pudiera ayudarles potencialmente a sobrevivir a los tiempos que sabían seguro vendrían y deberían ser asimilados. Ni siquiera Ron lo había entendido entonces; ninguno de los otros Gryffindors lo comprendía realmente, ahora que pensaba sobre ello. Conjeturó que fue en ese momento cuando comenzó a alejarse de sus compañeros de casa.

Con trabajo duro y dedicación, Harry se encontró mejorando en todas las áreas de estudio, incluso en pociones. Siempre fue considerado un mago muy poderoso, su capacidad mágica natural lo condujo a romper las marcas no solamente en Defensa Contra los Artes Oscuras, también en Encantamientos y en Transformaciones. Todavía recordaba la mirada de incredulidad en la cara de Hermione cuando las notas de los TIMOs fueron puestas y Draco y Harry se habían unido con Hermione con unas notas perfectas de 13.

Desde el principio de su sexto año, Harry realmente había comenzado a distanciarse de sus compañeros. Concedía que Hermione todavía era inteligente con los libros, pero a medida que su entrenamiento progresaba con los años, los hechizos eran cada vez más difíciles de lanzar, y ella a menudo tenía dificultades porque su magia natural era solamente de un termino medio.

Habiendo comenzado la pubertad mágica dos años antes de lo normal, el Director había comentado que eso sucedía solamente en magos extremadamente poderosos, y los veranos pasados con el entrenamiento físico adicional y mágico con Severus, Remus y Sirius, lo habían convertido en un mago seguro de si mismo, inventivo y muy poderoso.

Había aprendido mucho sobre si mismo durante el entrenamiento, pasando el tiempo luchando y aprendiendo con Draco y en muchos casos Severus. Sonrió cuando recordó cómo su amigo rubio había convencido a Severus de que les enseñara clases de Artes Oscuras durante el verano. Muchas noches los encontraba a los tres bajando furtivamente hasta la Cámara de los Secretos para las lecciones privadas, por ser el único lugar en los terrenos de Hogwarts que estaba lo suficientemente blindado como para que nadie pudiera detectar la práctica de las artes oscuras.

Harry fue sacado de sus pensamientos cuando el juez pidió que se levantara para oír el veredicto. Trató de que nadie se diera cuenta de cuan mal estaba, temblando mientras estaba parado allí, solo, y escuchando como el juez lo encontraba culpable del asesinato de dos personas que habían sido sus amigos por más de cinco años y lo condenaban de por vida a Azkaban, pues la ley mágica no permitía que ninguna persona menor de 18 años fuera condenada al beso del Dementor.

Las aclamaciones cuando el veredicto fue leído, especialmente las de un grupo de cabezas rojas familiares, cortaron su corazón como un cuchillo. Cualquier esperanza que albergara de tener alguien que creyera en él murió allí. Incluso Remus, que había sido uno de los mejores amigos de su padre y un amigo y un mentor para Harry mismo, lo miraba con decepción y repugnancia extremas. Era la primera vez que Harry agradeció que su padrino, Sirius Black, todavía estuviera siendo perseguido como el mismo por el Ministerio, para no tener que mirar el odio que estaba seguro vería reflejado allí. La ironía de que la única persona que todavía podía considerar familia, su padrino, también hubiera sido condenado y sentenciado de por vida a Azkaban por un crimen que no había cometido, no había pasado desapercibida para el Griffindor de pelo negro y brillante.

Harry intentó no retroceder o reaccionar cuando dos Dementores se adelantaron para escoltarlo a la prisión. Tener que mantener su cabeza en alto en tanto salía de la sala de la corte, mientras empezaba a escuchar los gritos de su madre siendo asesinada por el Señor Oscuro, fue una de las cosas más duras que Harry jamás hubiera hecho.

Draco miró los procedimientos del juicio sentado en la esquina más oscura y alejada de la corte. Se sentó al lado de su padrino y confidente, Severus Snape. Miraba a su alrededor con incredulidad. Siempre había pensado que Harry tenía que llevar la vida perfecta, el triturador de las normas al que nunca conseguían atrapar , el chico de oro, e incluso estuvo resentido con él la mayor parte de sus primeros cinco años. Pero esto era inesperado, incluso ridículo. Por Merlín ¿La gente realmente pensaba que su héroe, su salvador, era capaz de ese frío y sangriento asesinato? ¿Todos se habían desquiciado? ¿Cómo podría cualquier persona que conociera a Harry, remotamente pensar que él habría hecho las cosas terribles de que lo habían acusado?

Recordó cuando arrestaron a Harry en el Gran Comedor. Nadie podría fingir esa clase de incredulidad, esa inocencia que era la esencia de Harry, la vehemencia con que había negado su participación en esos crímenes horribles. Draco sabía sin la mas pequeña duda que Harry era inocente.

Había intentado llevarse a Harry, ayudarle, protegerle, pero Severus lo había sostenido. Habían estado manteniendo su amistad en secreto y de nada habría servido a Harry que lo apoyara el hijo de alguien que se sospechaba era un Mortífago convencido.

Después que Harry fuera llevado por el Ministerio, Severus y Draco intentaron descubrir qué había sucedido en verdad, pero hasta el momento no habían tenido suerte. Quienquiera que hubiese inculpado a Harry había hecho un buen trabajo, pero Draco y Severus estaban determinados a intentar probar que Harry había sido culpado injustamente. Parecía inusual que incluso la Cabeza de la Casa de Gryffindor, McGonagall, y el Director, que habían sido siempre dos de los partidarios más fuertes de Harry, al parecer le hubieran dado la espalda al adolescente.

Harry y él habían sido absolutamente cercanos los dos últimos años. Nadie excepto ellos dos sabían realmente lo unidos que estaban en verdad y Draco había confiado que llegarían incluso a estar más cerca si se daban las oportunidades correctamente después de que se hubieran graduado. Había admirado a Harry por quién era, no por lo que todos creyeron que era. Incluso había reconocido para si mismo, que el verano pasado se había enamorado del Gryffindor de pelo oscuro. Sabía que Harry comenzaba a sentir algo hacia él también pero asimismo sabía que en materias del corazón el moreno estaba como pura nieve blanca recientemente caída y tomaría algún tiempo convencerlo para que considerara continuar una relación con él. Draco decidió que cualquier relación tendría que esperar hasta después de la graduación, y sólo si no era forzado por su padre a unirse al Señor Oscuro.

La familia Malfoy habían sido durante mucho tiempo partidarios de los ideales del elitismo. El concepto de que los sangre pura era más fuertes y mejores que los que se mezclaban regularmente, o diluían su sangre con los muggles o las brujas y magos nacidos de muggles. Y Draco continuó hasta cierto punto reconociendo las virtudes de tal clase de pensamientos. La continua inclusión al mundo mágico de las brujas y los magos nacidos de muggles, podría conducir eventualmente a la exposición de la magia a todos los muggles lo que eventualmente ocasionaría la persecución y la destrucción de la manera de la vida que Draco y su familia habían mantenido por más siglos de los que cualquier persona podía recordar. En la mentalidad de Draco estaba que las brujas y los magos nacidos de muggles no eran dignos de ese riesgo.

Como tal, Draco había sido educado para aceptar las expectativas que habían sido establecidas para él mucho antes incluso de que entendiera que eran en verdad los muggles. Lo primero y más importante que se esperaba es que siguiera al señor Voldemort como un criado leal. Su iniciación estaba programada hacía dos años para ser efectuada en la primera noche de luna llena que siguiera a su graduación. Se sentía afortunado de haber podido convencer a su padre de que era demasiado aventurado que tomara la marca oscura mientras todavía estaba en Hogwarts y consecuentemente debajo de la nariz del tonto amante de los muggles, Dumbledore.

En segundo lugar, debía odiar a Harry Potter.

Solamente Severus y Harry sabían sobre su cita pendiente con Voldemort, y ellos tres habían estado trabajando en una manera para que Draco evitara tener que hacer un juramento de lealtad al monstruo al que su padre y tantos otros siguieron. Ahora parecía que todo lo planeado no había servido para nada; Draco sabía, en lo profundo de sus entrañas, que Harry estaba a punto de ser condenado por asesinato.

Incluso el saber que iba a suceder no preparó al joven rubio para oír la oración que destruiría no solo la vida de Harry, también la suya propia. Miró como los Dementores marchaban hacia donde Harry estaba parado. Observó a través de sus ojos llenos de lágrimas mientras el Gryffindor rechazaba ser sujetado por las criaturas que lo afectaban tan seriamente.

Mientras dejaba la corte, Harry rehusó levantar la vista y encontrarse con los grises ojos que detallaban cada uno de sus movimientos, sabiendo que no quería que el rubio lo recordara de esta manera, y Draco lo entendió.