LOS PERSONAJES PERTENECEN A RICK RIORDAN

Capítulo 1

Ya eran las cinco de la tarde, y había quedado a las seis y cuarto. Subí rápido a mi habitación para comenzar a vestirme. Tampoco quería quedar muy arreglada, la protagonista de la noche no debía ser yo. Rebusqué en mi armario hasta encontrar un vestido adecuado, el vestido. Al final elegí uno de noche, de color rosa palo, con un hombro descubierto y de seda. Era de corte griego y llevaba un cordón de cuero de color bronce, al igual que las pequeñas decoraciones que llevaba el vestido en algunas partes, con forma ovalada y pequeña, que le daban al vestido un brillo especial. De la manga que estaba en el hombro caía otra capa de tela que llegaba hacia la mitad del pecho solo en un lado. Lo había usado solo un par de veces, y estaba prácticamente nuevo, además, no coincidiría con nadie que se lo hubiese visto.

Me fui después a darme una ducha rápida, sin mojarme el pelo, ya que esa misma mañana mi amiga Piper me lo había arreglado en un semi-recogido al que, tras decidir el vestido que utilizaría, le añadí un pasador de color bronce. Tras la ducha, me dirigí al tocador para maquillarme. No solía hacerlo mucho a diario, un poco de polvos y máscara de pestañas para apagar la mala cara con la que iba a clase, pero era algo que me daba bastante, así que me hice un ahumado de color negro hasta llegar al bronce. Los labios me los pinté con un color de su mismo tono natural, para no sobrecargar demasiado la cara. Cogí unos pendientes que tenían dos plumas, una bronce y otra rosa palo. Me coloqué unos tacones bastante altos en el color del vestido y cogió una pequeña cartera con textura de serpiente en color bronce. Después salió a la puesta de su casa, las seis y diez, perfecto. No solía tardar mucho en arreglarme, al contrario que sus amigas. Cinco minutos más tarde allí estaba Pipes junto con Jason, llevaban juntos desde Dios sabe cuándo, y se casarían en tres meses. Se montó en la parte trasera y arrancaron hacia el campus universitario.

Piper, tan ideal como siempre, llevaba un vestido blanco corto con piplup que resaltaba su bronceada piel y su oscuro pelo, el cual llevaba recogido en un moño bajo y decorado con una pluma de pavo real.

Llegamos allí en apenas un cuarto de hora. Las chicas nos bajarmos y Jason fue a aparcar mientras que buscábamos sitio para sentarnos. Pronto vi a la madre de Jason y fuimos a saludarla.

- ¡Hola chicas, están preciosas! - dijo la madre de Jason.

- Gracias señora Grace - contesté.

- Gracias suegra - respondió una divertida Piper.

- No es nada queridas. ¿Vais a sentaros ya?

- Creo que sí, queríamos ver a Thalia antes de la graduación, pero me parece que está demasiado ocupada con los preparativos. - contestó Piper.

- Entonces os acompañamos - respondió la señora Grace, refiriéndose a su marido y a ella. Se acercaron a los sitios libres, y encontraron una fila reservada para Thalia, en la segunda fila reservada para los familiares. Justo en ese momento apareció Jason, que se sentó entre su padre y Piper.

- ¿Jason, hijo, al final tu primo no ha podido venir? - inquirió su padre.

- Le he llamado cuatro veces y no me contesta, ya sabéis cómo es, siempre llega tarde a todos lados, si es que se presenta.

- Perdón, pero ¿a quién os referís? - pregunté.

- Oh, querida, hablamos de Percy, el hijo de mi cuñado el hermano de mi marido, se suponía que iba a venir, pero seguramente se nos unirá a la fiesta posterior.

- Oh, entonces, será un placer conocerlo.

Piper me miró de reojo y se rió disimuladamente, no entendía bien el motivo, pero lo dejé pasar.

En ese momento, el acto comenzó. Llamaron a todas las personas que se iban a graduar en derecho, entre las que estaba su amiga Thalía, más guapa ese día que nunca. Se conocían desde que eran pequeñas, vivían en casas contiguas y siempre jugaban juntos Jason, Thalia y yo, ya que su hermano Malcolm era mucho mayor que ella y pocas veces se prestaba a jugar con ella. Es más, ella fue la que presentó a Piper y a Jason años más tarde. Ambos tenían su misma edad, y habían sido siempre inseparables.

Después de la ceremonia y de la entrega de diplomas, fuimos a la gran cena-fiesta-desmadre que habían preparado los padres de Thalia. Llegamos al lugar sobre las nueve de la noche, y ya había bastantes personas allí. La gran influencia que tenía en el mundo comercial el señor Grace le hacía poder permitirse este tipo de fiestas en cada ocasión especial que se le presentaba. Por lo que tenía entendido, asistirían unas ciento cincuenta personas. Llegamos al hotel y dejé el chal que había traído en el guardarropa. Allí perdí de vista a mis acompañantes, ya que fueron a ver a la gran cantidad de personas que esperaban con ansia darle la enhorabuena a Thalía por su graduado. Me dirigí mientras tanto a la barra, donde se encontraba otro de mis amigos cercanos: Leo. Nos habíamos conocido en una de las clases que compartimos en la universidad, y a pesar de estar en carreras diferentes, eran bastantes.

- Hey, Leo, ¿cómo vas? - pregunté.

- Hola, Annibel - respondió con el nombre con el que le llamaba el señor D., su profesor de física avanzada, mirándola de arriba a abajo. - Guau, estás… -

Será mejor que te guardes tus piropos para ti, o vamos a tener problemas. - a Leo le gustaban todas las chichas, y la verdad, tenía bastante labia, pero ella no sucumbía tan pronto a los encantos de alguien, es más, estaba siempre son chicos fáciles, a los que pudiera dominar, y que realmente no llegara a sentir nada serio por ellos, porque el que menos quiere es el que menos sufre, ese había sido su lema siempre.

- Está bien, de acuerdo, la gran Annibel no puede ser conquistada, lo he pillado.

Estuvimos riendo durante un rato. Me tomé un par de combinados sin alcohol, me desmadraba demasiado cuando bebía mucho, y ya bebería lo que quisiera cuando hubiese comido.

Alrededor de las diez de la noche cada uno se dirigió a su mesa. La mía era de diez personas, y los padres de Thalia habían accedido a que sus hijos se pudieran poner con sus amigos en vez de con su familia. La mesa era redonda, todos se veían las caras. En ella estaban sentados en orden: yo, a mi izquierda Piper, y después Jason, un hueco libre que suponía que era para el tal Percy, Leo, Nico di Angelo(otro primo de Thalia al que ya conocían de otras ocasiones) y Bianca, su hermana, Frank, Hazel, y Thalia. Comenzaron a traer los entrantes, y de pronto llegó el primo de Thalia. No sabía por qué, pero me sonaba su cara, y mucho. Quizás la había visto en alguna foto en el cuarto de Thalia, aunque no lo creía, se solía fijar en esos detalles. No obstante, el chico no estaba mal: Pelo cuidadosamente desordenado para que parezca casual, ojos verde mar, sonrisa blanca de Vitaldent, y traje de chaqueta azul marino impecable, con una corbata azul klein de topos blancos y camisa celeste. Se sentó y se disculpó por el retraso. Piper me dio un codazo y empezó a reírse de mi cara de boba. Todos nos presentamos, y, a lo mejor eran imaginaciones mías, pero pareció sorprenderse cuando me vio. Comenzaron a traer la comida, y empezamos a recordar anécdotas de nuestro pasado, cuando éramos pequeños. Percy contó alguna que otra sobre un campamento al que iba en sus veranos de adolescente rebelde me-voy-a-comer-el-mundo, y ahí fue cuando le reconocí, pero para asegurarme le pregunté.

- Perdona, Percy, pero, ¿qué campamento es ese al que ibas?.

- Oh, era el Campamento Mestizo. Nos entrenaban duro y nos dividían en cabañas con gente supuestamente parecida a nosotros. Yo estaba solo, así que no creo que haya nadie igual que yo.

Él sonrió como si fuese un presentador de televisión y todos comenzaron a reír. Y entonces, me quedó clarísimo. Percy y yo habíamos ido al mismo campamento juntos, campamento en el que me hice su mejor amiga, aunque perdiéramos luego el contacto.

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