La noche parecía tranquila, estaba despejado y el cielo cubierto de estrellas mientras que la luz de la Luna llena iluminaba junto con las farolas las calles, las cuales estaban casi vacías, el único lugar que aun parecía tener movimiento era un bar algo modesto, de tamaño mediano y con luces de neón que parpadeaban, tal vez por la antigüedad o por alguna falla. Dentro de esta la música era relajada, había poca gente, no más de 3 clientes, además del mesero, nada fuera de lo normal. El sonido seco de la puerta abriéndose con violencia llamo la atención de todos, al volver la vista a la entrada se podía ver a un grupo de unos 6 hombres entrando, frente a ellos estaba otro más grande, de piel morena, cabello con corte tipo mohicano de color negro, gabardina roja con pantalones cafés y botas, además de una cicatriz en forma de cruz invertida que cubría su frente parecía guiarlos.
– Al fin te encuentro… – Hablo el sujeto a un joven no mayor de los 18, cabello castaño, alto, de complexión delgada y musculosa el cual volteo su rostro para ver quien le llamaba dejando ver sus ojos de color azul-grisáceo mientras seguía sentado en la barra y cuyo atuendo se componía de una camiseta gris sin mangas, guantes sin dedos negros, unos vaqueros negros desgastados, botas militares negras, y un collar con una extraña piedra de color rojo.
Sin más advertencia uno de los sujetos se abalanzo sobre el joven, pero este desapareció de su vista.
– Cuidado – Se escucho decir de uno de los matones, al buscarlo con la mirada pudo ver como este se sujetaba del tejado.
– Maldito – El agresor salto para tratar de alcanzarlo pero fue interceptado por la pierna del joven que lo mando fuera del establecimiento.
– Lo siento James – Dijo el joven mientras aterrizaba cerca de la barra – Prometo pagarte los daños.
– Eso espero, Issei-kun – Contesto el mesero sin dejar de acomodar sus botellas.
Issei tomo su vaso y se bebió el contenido de golpe, luego volvió la mirada al grupo que tenía enfrente mientras secaba lo que se escurría de sus labios.
– Tan desesperados están que mandan a un Elite….- La voz del joven era calmada, relajada, a pesar de sus acciones – Solo había escuchado de ustedes, es la primera vez que veré a un Cazador… me siento alagado
– Te oyes muy confiado escoria…
– No te creas, solo digo la verdad
– …
– Bueno…..… sea lo que sea supongo que ya lo comprobare….. ¿no? - Pregunto al mismo tiempo que le mostraba una sonrisa.
– Terminemos con esto.
– ¿Quieres pelea? Je, Pues vamos…
Al terminar de hablar el peli-castaño corrió hasta el mientras saltaba para propinarle una patada, pero la esquivo con facilidad, impactando contra uno de los subordinados sacándolo fuera. El resto trato de sujetarlos pero el joven solo necesito un par de movimientos para librarse de sus agarres mientras se acercaba a un perchero y tomaba una chaqueta larga de cuero con capucha y revestimientos interiores de color rojo.
– Mucho mejor – Comento mientras terminaba de acomodársela, un nuevo ataque de parte de los agresores fue de nuevo rechazado mientras uno a uno eran sacados del establecimiento – Llevémoslo afuera chicos.
El cazador les siguió y vio como sus alternos eran eliminados fácilmente con un par de golpes del joven.
– Bueno, creo que ahora solo seremos tu y yo – Decía mientras terminaba de noquear al último esbirro.
El Cazador solo se quedo viendo al joven, que se rascaba la nuca mientras sonreía.
– ¿Por qué?
– ¿Eh?
– ¿Porque no les has matado? Creía que eras un asesino a sangre fría que disfrutaba ver morir a todos….
– ¿E-Eso dijeron de mí?
– No lo entiendo…. Hasta tu actitud es muy distinta a como te imagine…
– No sé si sentirme alagado o avergonzado – Respondió mientras desviaba la mirada, pero al volverla a duras penas pudo esquivar una enorme navaja que por centímetros no lo toco, la cual regreso a manos del Cazador, como si fuera un Boomerang - ¿Q-Que fue eso? Creí que habías dicho…
– Aun así, la paga por tu cabeza es muy buena… así que muere – Respondió fríamente el Cazador.
– Y yo que creí que me había zafado
Otro ataque lo regreso a la realidad, las opciones se había reducido a 2: Huir o matarlo, pero sabía que al que tenía enfrente no era un demonio normal, los cazadores son guerreros formidables que no dejaban ir a su presa a no ser que murieran en el acto, o eso le habían contado. De nueva cuenta el demonio arrojo su cuchilla con intención asesina, Issei logro esquivarla mientras materializaba su brazalete.
– Esto no va bien – Escucho decir a Draig – Debes terminarlo antes de que llame refuerzos
– Ya lo sé, pero te recuerdo que es a un Cazador a quien estoy enfrentando, no es cualquier demonio de clase baja.
– Usa tu poder, ya deberías saber que puedes terminarlo antes de que se dé cuenta
– Y ya te había dicho que no quiero, es por eso que estamos aquí.
Luego de varios intentos el demonio separo su cuchilla formando dos navajas.
– Me estas aburriendo, supongo que las leyendas dicen mas de tu maldita estirpe de lo que en realidad son.
– Si te dijera que no se dé que hablas, ¿Me creerías?
– Hahahaha, ¿Crees que de verdad me voy a creer tu patético cuento?
– Emmm, ¿Si?
El demonio se arrojo sobre el joven, que con suerte logro desviar el ataque con su brazalete.
– Y eso lo responde todo.
Al ver que no podría convencerlo el peli-castaño empezó a correr por las calles.
– ¿De verdad cree que huira de mi? ¿En verdad él es una amenaza?
– Draig, ¿Ayuda?
– Ya te dije lo que debes hacer…
– Debe haber otra opción
Sin darse cuenta el joven había logrado llegar a un mirador cerca de la playa, la luz de la noche iluminaba perfectamente el lugar. Se detuvo por un instante a admirar la escena.
– Como me hubiera gustado estar aquí con ella
– ¡Atento!
Miro sobre su hombro y vio la figura del demonio que se acercaba amenazante, acompañada de otras más, seguramente refuerzos.
– Quédate ahí – Amenazo cuando el joven trato de correr de nuevo – Bien Issei Hyodo, elige la forma cómo quieres morir: Con mi navaja o saltando desde donde estas…
– ¿Y suicidarme? A decir verdad yo desapruebo el suicido más que nada – Contesto mientras le sonreía.
– Muy bien, será con mi navaja entonces – Respondió mientras procedía a unir sus cuchillas
– ¿Qué crees que haces? Mátalo….. ¡AHORA!
– Espera….
El demonio sonreía victorioso, había logrado cazar al desertor, tomando fuerza arrojo su cuchilla con intención asesina, pero a centímetros de tocarlo el joven logro saltar, sorprendido el demonio le siguió con la mirada, pero su objetivo logro usar la poca luz de la luna para entorpecer su vista, solo hasta que este cayó a un lado de el, sujetando uno de sus lazos.
– ¿Cómo es que…?
– El juego es divertido hasta que alguien sale herido – Respondió mientras ataba el brazo del demonio y volvía a saltar a su frente, con eso había logrado inmovilizar a su persecutor.
– AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGGGGGGGGGGGGGHHHHHHHHHHHH! MAAAAAAALDITOOOOOOOO! M-MI BRAZOOOOO!
– H-Hirió al jefe… - Dijo uno de los esbirros.
Ante esto los demás huyeron del lugar aterrados.
– Que compañeros TAaaaaan leales…
– Eso fue arriesgado, si no hubieras notado los lasos que portaba para llevar sus cuchillas todo habría terminado mal…
– Seeh, pero por suerte lo hice, ¿no? Je… ahora vámonos…
– H…Hijo de…
– ¿Eh?
– Hijo de… S… Sparda… - Escucho decir al demonio.
– ….
– Ya… ya te hemos encontrado… n-no podrás huir de nuevo… E-estas muerto… al igual que la puta… de tu madre…
– ¿Mi madre? No sé de qué estás hablando, pero créeme si te digo que no eres el primero que me llama "Hijo de Puta" – Termino de decir al mismo tiempo que pateaba el rostro del demonio, noqueándolo al instante.
En ese momento una extraña sensación invadió su cuerpo, tomo entre sus dedos el collar que portaba mientras unas borrosas imágenes pasaban por su mente.
– …. Mi madre…
Una joven de cabello carmesí observaba las afueras de su mansión, veía como los criados iban y venían ocupados en sus labores rutinarias. De pronto, el sonido de golpes a su puerta llamó su atención.
– Hola querida, ¿Cómo estás? – Cuestiono un varón alto, de complexión fornida y cabello rubio.
– Déjame en paz…
– Vamos querida, ¿Así tratas a tu amado esposo?
– ¿Amado? ¿Se puede amar a alguien como tú? ¿Puedes siquiera sentirlo, Raiser?
– Tus palabras me hieren querida…
– Pues tus acciones me hieren más.
– ¿Lo dices por tu mascota?
– El no es mi mascota, el es la persona a quien yo realmente amo, el es mucho mejor demonio que tu…
– ¡Pero él ni siquiera es un demonio! – Respondió con fuerza, al ver que la joven no reacciono ante eso recobro su compostura – El no es un demonio querida, ni un humano, el es una aberración, un monstruo… y tú lo sabes…
– Mentira… - Interrumpió dejando de ver la ventana - Yo sé quien es… el es Issei Hyodo, mi amado "Peón"…
– Eso no es cierto, tú mejor que nadie debe saber que a "ellos" no se les puede controlar… así que él jamás seria tuyo…
La joven no respondió, volvió la mirada a las afueras de su mansión, ignorando por completo lo que fuera a hacer su "Esposo". Este solo dejo salir una bocanada de aire exhausto, cerró la puerta y camino por los pasillos de la mansión Fénix, al llegar al Lobby noto que había varios demonios que días antes habían estado ahí para recibir instrucciones.
– Ahh, me alegro de verlos… Espero escuchar buenas noticias… Esperen… ¿Y su jefe?
– Si… bueno… - Balbuceo uno de ellos.
– El esta…
Sin que nadie lo notase, la misma joven escuchaba todo desde las escaleras.
El sol comenzaba a salir, la tenue luz se filtro por la ventana de aquel cuarto de hotel ocupado por el joven que hacia unas horas había logrado escapar de una de sus ya muchas persecuciones y que ahora dormía plácidamente. Ese era uno de los pocos momentos de paz que podía tener, sin embargo, no todo era paz y relajación.
– No puedo creer que nos hayan encontrado…
– 2 años… ¡2 malditos años y ahora vienen!
– Tranquilo compañero… oye… ¿están tocando?
En ese momento el joven presto atención, en efecto se podía escuchar a alguien tocar la puerta.
– ¡ISSEI-SAN! – Gritaban desde el otro lado - ¡SAL! ¡ESTAS EN PELIGRO!
– Compañero… esa voz… ¿Qué no es…?
– No es posible – Respondió mientras se levantaba de la cama, corrió hasta la puerta y al abrirla su sospecha fue confirmada - ¿¡Asia!? ¿C-Como me has…?
– Issei-san, tienes problemas, Raiser ya sabe que derrotaste a su cazador…
– ¿T-Tan rápido? ¿Pero qué haces tú aquí?
– Y-Yo…
– ¿E-estas arriesgando tu vida… por mí?
– Si… Quiero ayudarte….
– No la necesito…
– Raiser enviara a mas a buscarte, yo puedo…
– Ya me he encargado antes de esos malditos – Respondió con cierto enojo en su voz – No son tan rudos…
– No solo demonios, Ángeles, Ángeles Caídos, Todos los reinos Sobrenaturales vendrán a por ti…
– E-Eso no lo esperaba… - Issei dio la vuelta y entro a su cuarto seguido de la ex-monja, se sentó en un sillón cercano mientras sujetaba su cabeza con ambas manos - ¿Es que no pueden dejarme tranquilo?
– ¿Es porque ahora eres un demonio Renegado?
– ¿Qué dijiste?
– Que si es porque eres un demonio renegado…
– ¿Crees que todo esto es porque soy un renegado?
– ¿Q-Qué no es así?
– …..….
Su plática fue abruptamente interrumpida cuando una de las paredes fue destrozada, por un momento el joven no supo que paso, pero pronto se dio cuenta que había sido capturado en una dimensión paralela. Se levanto y camino hasta la monja sujetándola del cuello.
– ¿¡Me traiciono?!
– No digas tonterías…
– ¿Y cómo explicas que me hayan encontrado?
– Dejaste un rastro…
– ¿Qué?
– Seguramente el demonio nos marco sin que lo notáramos… así que puedes calmarte… sabes muy bien que ella jamás te haría algo como esto…
– ¿Qué harás? – Pregunto la joven
– Luchar, ¿no es obvio?
– Pero…
– Descuida… me asegurare de que no sufran…
Diciendo esto el joven se asomo por el agujero y pudo ver a varios demonios rodeando el lugar.
– Muy bien… hora de una pequeña "Rebelión" – Decía mientras que una espada se materializo sobre su espalda favoreciendo a su mano izquierda y hacia aparecer también su "Booster Gear" – ¿Listo Draig?
– Cuando quieras…
Sin mas preámbulos salto a la calle donde fue recibido por los demonios que rápidamente hacían aparecer sus círculos mágicos mientras que otros sacaban sus armas. Issei rápidamente se abalanzo sobre los que usarían magia, de esa forma podría encargarse mas tranquilamente de los que le atacaran cuerpo a cuerpo. Los demonios empezaron a lanzar rayos, hielo, fuego e incluso rocas con intención de matarlo, pero el joven peli-castaño solo tuvo que mover ligeramente su espada para rechazarlos.
– ¡ASIA! – Grito de pronto el joven se detenía cerca del cuarto – Decías que me ayudarías, ¿correcto?
– S-Si…
– Muy bien, en uno de los buros de la cama hay dos pistolas… lánzamelas.
Al escuchar la petición la ex-monja corrió dentro, al abrir el primer mueble pudo ver un par de pistolas, una de color blanco y otra de color negro, con el cañon adornado con bellos grabados en forma de flores, pero lo que mas llamo su atención fueron las empuñaduras, no parecían tener espacio de carga y terminaban en una punta, como si se tratase de la empuñadura de una espada.
– Etto… ¿Asia? – Escucho decir de afuera, cosa que la regreso a la realidad
– ¿Estás? – Pregunto mientras se las mostraba.
– Si, ahora lánzamelas.
La rubia obedeció la orden lanzándoselas, el joven corrió en dirección de estas y dando una voltereta invertida las atrapo.
– Ebony. Ivory… Os he echado de menos… - Decía a las pistolas.
Esquivando otra de esas lanzas Issei comenzó a dispararlas sin tregua. Poco a poco los demonios eran vencidos por el joven, lo más notable era que no los mataba a pesar de que ellos si tenían esa intención. Pronto los demonios habían sido derrotados para sorpresa de la ex-monja.
– Increíble
– Y creo que eso fue todo… espera… ¿Por qué sigo en esta dimensión? - Su duda fue respondida al esquivar un ataque por la espalda que por suerte logro sentir, a su alrededor pudo ver a varios Ángeles Caídos – Tiro al blanco, perfecto – Pero cuando estaba sacando sus pistolas el suelo empezó a temblar y de este empezaron a salir dos seres de roca, en ese momento se dio cuenta de que también había algunos magos cerca - Malo….
– Estas acabado, monstruo… ríndete…
– Lo lamento pero creo que no podre hacer eso… y por favor no me llames monstruo….
– ¡MATENLO!
Los gigantes fueron los primeros en atacar golpeando el suelo con fuerza, provocando que una onda recorriera el suelo, Issei solo tuvo que saltar para esquivar el ataque, pero vio que fue un error al ver varias lanzas de luz ir hacia el, por suerte logro rechazarlas usando su espada al mismo tiempo que caia sobre uno de los gigantes.
– A ver, si recuerdo las clases que Akeno me dio sobre invocaciones mágicas, estas cosas deberían tener un punto débil…. ¡AQUÍ! – Dijo mientras clavaba su hoja en un sello cerca de la "Parte trasera del cuello" de los gigantes.
El ser de roca lanzo un rugido de dolor mientras empezaba a desmoronarse en pedazos, el peli-castaño salto hacia el otro gigante, pero al rechazar mas lanzas no pudo esquivar un potente derechazo por parte de este y fue arrojado a una tienda cercana.
– ¡ISSEI-SAN! – Grito asustada la ex-monja.
– ¡TU! – Exclamo uno de los demonios que había recobrado el sentido - ¿Qué hace un "Alfil" de los Gremory aquí?
– No… aléjate…
– ¿Estas ayudando a ese monstruo?
Mientras tanto Issei recobraba el sentido, se levanto pesadamente, aunque el golpe en si no le hiso nada, si que le había sacudido el cuerpo.
– Eh, compañero… mírate.
– ¿Qué? – Cuestiono al escuchar a Draig, fue hay que vio su reflejo en uno de los espejos del lugar: sobre su cabeza había una peluca de color blanco, larga y la cual cubría parte de su rostro.
– ¿Qué opinas?
– Mmmm… - la mano del gigante entro por el hueco creado por el joven al momento de "entrar" a la tienda, lo que llamo su atención, volvió la mirada al espejo mientras sonreía – Ni en un millón de años…
Se llevo la mano a la cabeza y se quito la peluca, arrojándola lejos mientras salía de la tienda, repartiendo alguno que otro tiro y golpe. Pero fue una voz, o mejor dicho, un grito, el que llamo su atención. Entonces vio como Asia era sujetada del cabello por uno de los demonios.
– ¡ASIA! – Grito mientras empezaba a correr hacia ella, pero el gigante detuvo su avance – Quítate del camino.
El gigante, aunque no tenia sentimiento alguno, lanzo un golpe al suelo con intención asesina, pero Issei aprovecho esto para trepar sobre el brazo de la criatura, fue hasta el símbolo y de nuevo clavo su espada en el, pero esta vez solo fue un tercio de esta. La criatura entonces lanzo un bramido.
– Si mal no recuerdo… si la muevo para acá – Decia mientras movia levemente su espada a la izquierda, lo que provoco que el gigante avanzara a su derecha – Bien, entonces si lo muevo al otro lado – Dijo repitiendo la acción del lado contrario, obteniendo un el mismo resultado – Ya esta… ¡Vamos!
Usando su nuevo transporte el peli-castaño avanzo hasta donde estaba la rubia, una vez cerca hundió hasta el fundo su hoja desasiendo el hechizo de invocación. Mientras el ser se desmoronaba el joven salto con su espada en mano, al caer cerca y sin advertencia dejo hundir a "Rebellion" en la carne del demonio.
– No vuelvas a tocar a mi preciada Asia ¡ESCORIA! – Grito lo ultimo mientras tomaba a Ivory y descargaba balas con rabia sobre el rostro del demonio, desfigurándoselo en el acto, luego arrojo el cadáver al exterior.
– ¡Maldito! – Grito otro demonio al ver la escena.
– Ahora largo… o serán los siguientes…
Los magos no necesitaron más y desaparecieron al instante, los demonios casi al mismo tiempo, solo los Ángeles Caídos permanecieron un poco más.
– ¿No me escucharon? ¡DIJE LARGO!
– Asi que las leyendas son ciertas… realmente sois un monstruo…
Al terminar de decir esto los Ángeles desaparecieron, dejando solos a la pareja y regresando a la realidad.
– ¿Estás bien? – Pregunto el joven mientras guardaba su espada y extendía su mano para ayudarla a levantarse.
– S-si…
– Eso fue arriesgado… - La joven no respondió, solo bajo la mirada apenada – Bueno, debemos irnos…
– ¿E-eso significa que?
– Si… puedes venir conmigo… - Respondió mientras avanzaba con rumbo a la salida del cuarto.
El joven vio su caminar detenido al sentir el cálido cuerpo de la rubia el cual lo sujetaba con fuerza desde atrás, rodeándolo con sus brazos.
– Gracias…
– No hay nada que agradecer… Ahora vámonos… conozco un lugar que nos servirá… al menos un rato…
– Si – contesto con una sonrisa la joven.
