Un niño de doce años corría por todo el parque, era perseguido por una niña de su misma edad, ambos estaban exhaustos por haber jugado toda la tarde; de repente la niña lo alcanzo y prácticamente lo tiro al suelo por atraparlo.

-¡Te tengo!- expreso ella mientras el chico jadeaba por lo cansado que estaba.

-Ah… - solo pudo decir el chico, ella se había levantado y había limpiado el polvo en su vestido blanco, seguramente sus padres la regañarían por haberlo manchado- Estoy cansado- Ella le miro.

- Que flojo eres, Len- le reprimió ella, Len solo bufo molesto.

- No soy flojo, hemos jugado todas las tardes de todo el verano, todos los días a cada hora y hoy empezamos a las once y solo nos detuvimos para comer- Len cruzo sus brazos, Rin miro hacia otro lado.

- ¿No te estás divirtiendo conmigo?- pregunto ella con una mirada triste, Len negó con la cabeza.

- No digas tonterías, es obvio que me divierto contigo- Rin volvió a mirarlo y le sonrió.

- Que bueno, quiero que este verano sea inolvidable- Él también sonrió.

- Por supuesto que lo es, no le cambiaría nada, después de todo Rin es mi mejor amiga en el mundo- Len se levantó del suelo, Rin se lanzó sobre él.

- ¡LEN!-grito ella mientras lo abrazaba fuertemente y lo volvía a lanzar al suelo, ella restregaba su cabeza sobre su pecho.

- ¡Rin!, ¡ah!, para- el chico se sonrojo, odiaba cuando ella hacia eso, cuando estaba tan cerca su corazón empezaba a latir como loco, como si se fuera a morir.

- ¡Len!, ¡ven a comer!- Len sintió como su mamá le había llamado, eso solo significaba que el juego había terminado, él suspiro y retiro a Rin un poco para darse espacio.

-Nos vemos mañana Rin- Len le sonrió, pero la niña puso una cara triste.

- Mañana no podre…- dijo ella con pena, Len parpadeo un par de veces.

- Entonces te buscaré el día después de mañana- Len volvió a sonreír pero Rin hizo un puchero como si fuera a llorar.

- Tampoco puedo…- dijo ella, Len empezó a confundirse, ¿por qué ella reaccionaba así?

- Tranquila, te buscaré cuando estés libre- Rin empezó a derramar lágrimas, Len no entendía porque lloraba.

- Ya no abra más juegos- Ella empezó a hipar, él se preocupó, ¿acaso había hecho algo malo?

-¿Por qué?- Exigió saber él pero Rin lloraba demasiado.

- Yo…Yo… no… volveré a verte- él dilato sus pupilas, no entendía lo que su amiga le decía.

- No digas eso, Rin… ¿acaso hice algo que te molestará?-sus ojos empezaron a cristalizarse por las lágrimas que amenazaban con salirse, ¿Por qué Rin decía algo así?

- Me voy a mudar- soltó ella, limpiaba las lágrimas de sus mejillas con sus manos pero no cesaban.

- ¿Qué?- Él estaba anonado, debía de ser mentira.

- Mi Pa-papá dijo… que hoy… no-nos íbamos a ir… a estados unidos- intento responder Rin, Len simplemente derramo las lágrimas.

-No…- fue lo único que pudo decir.

- Lo- lo siento...- Rin se levantó y se fue corriendo, Len se quedó allí inmóvil sin saber que hacer.

-¡Len!, te llame hace rato- Su madre llego para buscar a su hijo porque no había vuelto a su casa, encontró al niño llorando- ¿Len?- se acercó a él y acarició su cabeza.

- Mamá- Él puso una expresión triste y se lanzó a llorar al pecho de su mamá, ella le abrazo triste- Rin… Rin… no- él no paraba de llorar desconsolado, su mamá no sabía que decirle en ese momento.

- Tranquilo Lenny, esto es parte de la vida- pero eso en vez de consolarlo hizo que llorara más- Estoy… segura que algún día Rin volverá…- intento otra estrategia, a pesar de que su hijo ya rondaba por los tiernos doce se comportaba como un bebé a veces, pero no podía exigirle demasiado, ella le había mimado y sabia cuanto quería a Rin después de todo ella había sido su mejor amiga por doce años.

- No quiero… no quiero- Len se negaba a ello, no podía ser, Rin no podía irse, ella no.

- Los padres de Rin tienen que irse, ella tiene que irse con ellos, no es porque Rin no quiera estar contigo- Su madre empezó a acariciar su cabeza, pero Len se separó de ella bruscamente.

- ¡No!- dijo más fuerte él y se levantó, corrió para seguir a Rin, no podía dejarla ir.

Él sabia perfectamente donde estaba la casa de Rin, corrió a pesar del ardor en sus pulmones y sus piernas, por más que su madre le llamará, llego a la casa de Rin y toco la puerta fuertemente, como si exigiera que le abrieran; la persona que abrió fue el padre de Rin, Len le miro de mala manera, él era el monstruo que se iba a llevar a Rin lejos de él.

-Len- dijo el hombre mientras veía al pequeño niño estar lleno de lágrimas- Oh… Rin apenas te lo dijo- susurro él con pesar, el niño se veía devastado.

- No se la lleve- dijo Len, él hombre suspiro.

- Entiende… son cosas de mayores-

- ¡No es justo!- grito él pero el señor solo suspiro otra vez.

- Nos tenemos que ir… si quieres ve a despedirte de Rin- el hombre le dio paso para que él pasará.

Len se dio cuenta que toda la casa de Rin había cambiado, estaba casi vacía, tenía muchas cajas empacadas, suspiro pesadamente y apretó el puño, es como si fuera un mal sueño, subió las escaleras rápidamente y toco la puerta de la habitación de Rin, pero al no recibir respuesta la abrió, Rin se encontraba hecha bolita al lado de las cajas; ella alzo la mirada para verlo, seguía llorando.

-Len…- susurro ella, Len quiso llorar pero retuvo las lágrimas y se acercó a ella.

- Rin…- susurro él, se sentó al suelo junto a ella, no podía odiarla.

- Lo siento- Len la miro, sonrió.

- No es tu culpa- inclino su cabeza hacia ella y se recargo contra Rin, ella hipo.

- No quiero irme, no quiero, pero mi Papá hizo negocios allá, Len… no quiero dejarte- Len suspiro.

- Rin… escapa conmigo…- dijo él, Rin sonrió.

- ¿Y a dónde vamos a escapar?- pregunto ella, Len sonrió.

- A mi habitación, te esconderé y así no te iras- Rin aun seguía sonriéndole.

- Sabes que no funcionará, mis padres irían a buscarme a tu casa como primera opción- Ella limpió sus lágrimas, Len rodo los ojos.

- Solo tenemos que escondernos hasta que pierdan el vuelo- Rin suspiro.

-Me encantaría hacer eso, pero mi papá tendría muchos problemas por ello, lo siento Len, en verdad tengo que ir con mis padres hoy- Rin se abrazó a si misma, Len quiso llorar otra vez- No quería afrontarlo, no quería decírtelo, sabía que me pondría a llorar si te lo decía, por eso no lo dije antes- Len ya no sabía que decir, pensaba que la iba a perder, la persona más importante para él.

- Rin… no importa a donde vayas… siempre serás importante para mi- Rin sonrió melancólicamente.

- Y tú para mi- contesto ella inmediatamente.

- Esto no significa que no seamos amigos, te escribiré y te mandaré cartas- Rin se conmovió.

- ¿Lo prometes?- pregunto ella.

- Claro que si- no dudo él en decir.

- Entonces lo haré también- Ambos se miraron, seguían afligidos pero ambos sabían que se querían demasiado para dejar romper su relación- Nee… Len- llamo Rin, él niño la miro esperando a que dijera algo- ¿Puedes cerrar los ojos?- pregunto ella.

- ¿Por qué?- pregunto él sin saber que hacer.

- Solo hazlo- ordeno ella, Len rodo los ojos, incluso hasta el final se iría dándole órdenes.

El cerro los ojos y se quedo quieto, sintió que Rin se le acercaba hasta su cara, se puso nervioso, ¿qué planeaba ella?, Rin puso sus manos en sus mejillas, Len resistió el impulso de abrir los ojos para mirarla, Luego sintió los labios de la chica en sus propios labios, abrió los ojos por puro impulso, aunque no durará mucho el beso, se había sentido muy bien para él.

-¿Qué fue eso?- pregunto por puro impulso, Rin suspiro.

- Es un beso, idiota- Len noto que Rin se encontraba muy sonrojada, él también se sonrojo al procesar que le acababa de besar.

- Si, lo sé, pero… ¿por qué me besas?- pregunto él, Rin no quería mirarlo.

- Eso es porque yo… te amo- Len solo la observo, ella totalmente roja y con su voz nerviosa se le hizo muy tierno, además de ser un lado de Rin que no veía con tan seguido.

- Ah…- Solo pudo decir él, Rin le pego un puñetazo en el brazo en ese instante.

- No digas solo "Ah"-Rin cubrió su cara con sus manos, Len sonrió.

- Es que… yo no sé si te ame, no comprendo mucho eso, pero si sé que soy feliz a tu lado y que si te me acercas mucho mi corazón empieza a latir muy rápido- Rin se quedó procesando lo que dijo.

- ¡Len!- grito ella mientras se abalanzaba sobre él otra vez, Len obtuvo la misma reacción cada vez que ella hacia eso, se sonroja mucho y su corazón empezaba a latir muy rápido.

- ¿Pu-puedes oírlo?- pregunto él, Rin se veía muy satisfecha.

-¿Yo provoco eso?- pregunto ella separándose levemente- creí que ese era tu ritmo cardiaco- Len negó.

- ¡Claro que lo provocas!, imprudente, me quieres matar- Rin sonrió con malicia.

-Eso significa que si te gusto- Len afirmo con su cabeza, ya era bastante obvio- Que lastima saberlo al final- Rin cambio su semblante a uno triste, Len la miro también triste, él no entendía muy bien sobre esas cosas pero él sabía que si Rin se iba todo cambiaría en su mundo.

Rin se acercó de nuevo a Len, él se puso nervioso pero aun así no se apartó, volvió a juntar sus labios, aunque esta vez por más tiempo, Len cerro los ojos, ya había besado dos veces ese día a Rin y no podía negar que le gustaba mucho, deseaba hacerlo más.

-Rin… Len…- Ambos se separaron al oír a la madre de Rin en la puerta, ambos estaban sonrojados hasta las orejas- Etto… Rin, ya nos vamos a ir al aeropuerto- dijo su madre, era incómodo para ella, encontró a su hija y a su amigo besándose, ¡pero si ella solo tenía doce años!

-Entiendo- Rin apretó el puño enojada, miro a Len, este miraba al suelo afligido- Recuérdalo Len, algún dia voy a volver por ti- ella estiro su meñique Len dudo en tomarlo.

- Te esperaré ansioso- Rin se le cristalizaron los ojos por sus lágrimas al oírlo, simplemente separarse era doloroso.

Ambos chicos se levantaron del suelo, Rin tomo sus maletas que había hecho con antelación, Len solo podía observarla, ambos salieron de su habitación y bajaron las escaleras, Rin observaba todo con detalle y Len la seguía de cerca, seguramente Rin extrañaría su casa, tenia doce años de recuerdos allí. Cuando llegaron afuera Rin pudo observar que sus padres la esperaban en el taxi, no se veían molestos pero si preocupados.

-A-adiós, Len- intento decir ella, sus mejillas de nuevo se empaparon de lágrimas, Len puso su mano en la cabeza y revolvió sus cabellos.

-Cuídate Rin- dijo él, Rin asintió y subió sus maletas al carro, los padres de Rin se despidieron de Len con su mano.

Rin subió al auto y se quedó observando a Len, el al igual que ella le observaba, pronto el taxi empezó a moverse, ella puso su mano en la ventana, Len empezó a sentir ese sentimiento desmotivador, volvió a llorar, Rin se iba, lo iba a dejar solo, cuando se estaba alejando él empezó a correr, quería alcanzar al taxi pero ya no podía, cayó al suelo viendo lo último de su amiga desaparecer de su vista, y el sentimiento de vacío empezó a crecer en él, su corazón se rompió en ese instante.