Presentación: He vuelto a hacer otro crossover con algunos personajes en esta historia ambientada en el Caribe, cuando estaba dominada por los bucaneros como el famoso Henry Morgan. Para escribir esta historia me he basado en videojuegos como Hook, Cutthroat island, Pirates gold, etc., y algunos films como Piratas, que fue dirigida por Roman Polanski y La isla de las cabezas cortadas, por Renny Harlin; que sé que para muchos no fueron buenas películas, pero me gustaron.

Los personajes de Hellsing que aparecen son Alucard, Integra, Anderson, Peter Ferguson, los hermanos Valentine e Incognito.

Los de Inuyasha son el mismo Inuyasha, Kagome, Sesshomaru, Rin, Yaken y Naraku.

Y quise poner a los del juego King of fighters como Mai, Chizuru, King, Krizalid, Rugal, Billy y Ryuji.

Todos aquí son humanos, y perdonen que los haya cambiado, pero así me expreso y este es mi estilo, pero en fin, disfruten la lectura.

1: Un nuevo amigo

En el mar Caribe, por allí a segunda mitad del siglo XVII, una fragata navegaba por el mar, y en el palo mayor enarbolaba la bandera negra, aquel pabellón que izaban los temibles piratas.

La fragata navegaba por los alrededores de la isla de Jamaica, que pertenecía a Inglaterra, quien le había quitado a España hace como una década.

El capitán del bajel se llamaba Alucard, un hombre maduro que hace años había servido a la marina inglesa; hasta que un día, la nave en la que viajaba fue atacado por piratas, el empuño un sable y encaro a los atacantes y a su líder, a quien le dio muerte y se fue elegido capitán por ambos bandos ya que los oficiales habían perecido en el combate. Con esta nueva vida, decidió unirse a los bucaneros de la famosa isla de la Tortuga, el famoso bastión de los filibusteros del Caribe.

En la fragata, estaban Anthony, un hombre maduro con mostachos que tenía el rango de contramaestre; estaban Carlos y Pepe, dos españoles renegados; Bernard, un marinero fortachón y con mostachos gruesos que poseía el rango de maestro de armas; Pozu, un marino negro, muy amigo de los gallegos y Jean, el artillero francés.

Durante las rutinas de a bordo, cuando no atacaban barcos, se la pasaban hablando y jugando a los naipes, a los dados o a los huesos, pero sin hacer apuestas, como ordenaba el primer oficial, a veces limpiaban la cubierta y las armas; mientras que el capitán se la pasaba mirando el mar sobre la cubierta de la popa.

Alucard vestía de forma elegante, un sombrero adornado con plumas, una casaca roja con encajes de oro, y botas negras, y siempre poseía su tahalí con su sable y unas pistolas que ponía en el cinturón, con dagas escondidas y una cartuchera donde guardaba su pólvora.

Hasta que Anthony le pregunto a su jefe:

-Capitán, estamos muy cerca de Jamaica ¿Por qué no desembarcamos? Necesitamos nuevas provisiones, ya que lo que conseguimos anteriormente en los asaltos comienza a escasear-

-Sí, también algo de ron-Dijo Adrián, un mestizo que tenía el rol de cocinero.

-Además necesitamos divertirnos un poco en los prostíbulos-Dijo Carlos.

-Está bien, iremos a Jamaica, y cuando estemos allí, recluten a más hombres-Respondió Alucard.

Dándole ordenes al timonel, la nave viro hacia Port Royal, pero no iban a atracar en el puerto, sino que iban a ocultarse en otro lugar y desembarcarían en bote, porque ese puerto les tenía prohibido el ingreso, pero si se trataban de aliados del famoso Henry Morgan, les daba permiso, pero Alucard era un pirata, ya que a veces atacaba naves con la bandera inglesa.

Iba caminando por el bosque, vistiendo con otras vestimentas que utilizaban cuando estaban en tierra, para que nadie sospeche de ellos, pero siempre llevaban consigo sus armas, para cuando fuese necesario.

Cuando llegaron a las primeras calles de Port Royal, tuvieron que mezclarse con la multitud, ya que había soldados por algunos lugares y a veces interrogaban a los forasteros.

Dio la orden al mestizo y a Bernard de ir a comprar provisiones, y mientras que el navegante Cat se encargaría de reclutar a nuevos tripulantes en el puerto.

El, acompañado de los dos españoles y del negro, fueron a una taberna por unos tragos de ron.

Por las calles, merodeaba un joven rebelde y era conocido por actuar como un salvaje y la gente de bien procuraba no meterse con él para no buscar pleitos, era de cabello lacio y negro, llamado Inuyasha.

Este joven fue a parar a la taberna donde estaban los piratas; pero el tabernero ya lo conocía, porque a veces no pagaba lo que bebía, hasta que ya se estaba hartando; pero a veces pedía comida a la gente de bien, y era un vagabundo.

Alucard vio al joven y murmuro:

-Ese joven tiene actitud de bestia-

-Sería un buen tripulante-Dijo Pepe.

Cuando tomo en su mano una jarra de agua, Alucard le invito a sentarse con ellos:

-Me encanta tu actitud, me llamo Alucard y ellos son mis hombres-

-Soy Inuyasha, y soy el medio hermano del capitán de la guardia de esta isla-Respondió.

-¿En serio? ¿Y porque vives así?-Pregunto Carlos.

-Había perdido a mi madre desde chico, que era viuda de un oficial, fui criado por mi madrastra que le quería más a mi medio hermano, hasta que un día decidí huir de casa y llevar mi propia vida-

-Vaya, yo también le quería a mi madre, hasta que mi papa me obligo a que lo acompañara hasta el norte del Nuevo Mundo, pero un día me separe de él y jamás lo volví a ver, y tuve que hacer mi vida solo, fui marinero, hasta que en una batalla fui elegido como capitán e izamos a bandera negra-Dijo Alucard.

-¿Son piratas?-Dijo el joven.

-Baja la voz-Le dijo Alucard.

-¿Por qué? si he llegado a saber que atacan a los españoles-

-Esos son corsarios o bucaneros, nosotros somos piratas, que es algo distinto, solo que atacamos a cualquier nave de cualquier bandera-

-Ya veo-Contesto.

-¿Te unes a nosotros?-Pregunto Pozu.

-De acuerdo, quiero cambiar un poco mi vida-Y acepto con un brindis.

Sin embargo, apareció el medio hermano de Inuyasha, Sesshomaru, acompañado de una tropa de soldados con casacas rojas, y le dijo al joven:

-Te he encontrado, ahora me las vas a pagar por lo del brazo-

Estaba resentido, porque hace semanas se habían peleado e Inuyasha le había lastimado el brazo izquierdo, pero el tomo una espada que poseía y se enfrentó a él.

Mientras peleaban, el cantinero les rogaba que vayan a luchar afuera, pero ambos contrincantes le ignoraban. Alucard y sus tres acompañantes no se querían meter en esta pelea de hermanos y tampoco querían meterse en líos, ya que en una ocasión se enfrentaron a unos borrachos que los sacaron de quicio.

Sin embargo, Inuyasha iba a escapar a desarmar al capitán, pero los mosqueteros lo atraparon y lo arrestaron, Sesshomaru pensaba matarlo, pero como obedecía órdenes del gobernador, mando a los casacas rojas a llevarlo a la cárcel.

Cuando los cuatro piratas pagaron las bebidas, fueron con Cat, con Bernard y Adrián a llevar las provisiones y a los nuevos reclutas a la fragata, mientras que el navegante, junto con el mestizo fueron con su jefe a la cárcel a liberar a Inuyasha.

Era de noche, y el joven estaba callado y muy enojado, y veía a su alrededor, a muchos prisioneros andrajosos y otros estaban débiles. Mientras que Alucard y Cat golpearon a dos guardias y se pusieron sus uniformes para poder entrar; el mestizo se quedaría vigilando, estando escondido por los árboles.

Cuando lograron entrar, se dirigieron hacia donde estaba el joven, y cuando lo hallaron, ordenaron que el carcelero venga hacia ellos, y cuando este obedeció, le dieron un golpe y les quitaron las llaves, y así lo liberaron y a algunos prisioneros que estaban en las celda, lo que provoco que haya un motín.

En medio de tanto caos, se quitaron los uniformes y se aprestaron a huir, y por el camino se enfrentaron a los guardias, aunque no mataron a nadie, Inuyasha y Alucard los dejaron fuera de combate.

Pero de pronto apareció un nuevo oponente: se llamaba Anderson y era el verdugo. Alucard se enfrentó cara a cara con él, y esquivaba los ataques del hacha con la que ajusticiaba a los condenados a muerte.

El pirata les ordeno a Inuyasha y Cat de que se adelanten, mientras que el seguía combatiendo con el ejecutor; hasta que esquivo otro ataque y le dio un golpe en la cara, y así huyo. Estando aturdido por el golpe, murmuro:

-Me las vas a pagar, pirata-

Al salir de la cárcel, fueron con Adrián que cogió una carreta con un caballo, y que al subirse, el mestizo tomo las riendas y se adentraron en el bosque.

Los soldados les persiguieron montando a caballo y les siguieron por la oscuridad de la noche; y cuando los perdieron de vista por el bosque, los piratas y el fugitivo se dirigieron a la costa.

Al llegar a la playa, fueron hacia la lancha donde los dos españoles y el negro les esperaban, y cuando subieron, fueron directo hacia la fragata.

Anthony le dijo a su capitán, que las provisiones ya fueron cargadas y que solo reclutaron a varios, pero eso fue suficiente. Alucard dio la orden de levar anclas, izar las velas y partir hacia alta mar.

Sesshomaru se enfadó un poco cuando supo lo de la fuga, pero a veces solía ir a conversar con el capitán de la marina, llamado Peter Ferguson, un hombre de unos sesenta años; ya que el gobernador Thomas Modyford estaba más ocupado con los botines que le traía Morgan; pero lo que al viejo le preocupaba era sobre los ataques del malvado pirata Incognito, y del cruel capitán Naraku que estaba al servicio de España, y supo que estaba planeando cazar a Morgan y atacar Jamaica, pero Sesshomaru respondió:

-Cuando pueda, voy a preparar un corso y nos enfrentaremos a los enemigos de su majestad, Carlos II de Inglaterra-