Zack estaba sentado en el sillón de la sala de estar, disfrutando de un estupido programa de televisión, cuando Ray llega con una bolsa de compras en su mano.

Molestándose cuando la chica se posó delante del televisor como si ella fuera transparente.

-¡Quitate, Ray! -refutó-No veo.

Ella se dio cuenta y se apartó. Mientras rebuscaba algo de la bolsa. Al encontrarlo, lo llamó.

-Zack.

-¿Que quieres?-le cuestionó mientras a regañadientes, sus ojos se desviaban de la pantalla para mirarla.

-Ten-entregandole una barra de chocolate.

Los ojos de Zack marcaban impresión por ese dulce y la miro a ella, ya sin importarle el programa.

Lo tomó con sus manos vendadas aun sorprendido.

-¿Es para mi? -atonitó.

-Sip.

-¿Por que? -preguntó sin quitarse el asombro.

No esperandose esa clase de detalle, no cuando ella cuidaba mucho el poco dinero -sin manchas de sangre- que tenían.

-Feliz día de San Valentin.

-¿De que mierdas hablas? ¿Que día es ese?

-Es un día que se conmemora el amor y la amistad. Conmumente se regala chocolate.

Las mejillas del hombre se calentaron.

-¿Eso que significa?-sus ojos la miraban fijo.

-Te quiero.

Zack sintió como su corazón iba a estallar.

-Tu...-las manos apretaron con fuerza el chocolate que se quebró a la mitad.

Lo decia por amistad ¿Verdad? ¿Verdad?

-¿No lo vas a comer?-cuestionó mirando como destrozaba la barra.

-¿Huh? -articuló confuso-¡Si, claro!

Y rompiendo la envoltura, se lo devoro de un bocado.

-¡Esta delicioso! -dijo mientras masticaba.

Ella sonrió levemente y el sintió que moria.

¡Era por amistad! ¿Verdad?

-Ray... ¿tu me quieres como...? ¿Como amigos o...?

-...

-¡Mejor no me lo digas!-replicó en el momento que noto que iba a responder, alarmándose.

Entretanto se levantaba abruptamente del sillón.

-Voy a dar un paseo -saliendo de su hogar. Ray miró sorprendida como se iba.

No obstante, lo estuvo mas, aunque su expresion facial no variaba, cuando regreso con una tonelada de barras de chocolate.

-¿Donde conseguiste eso?-preguntó-¿Pateaste otra maquina expendedora?

-Si-confesó dejando su botin dulce en el suelo-Son para ti.

Después de todo, tenia que darle algo en ese día. También la quería, a pesar de que no sabia de que forma.

-¿Eh?

-¿No dijiste que hoy es San Valentin? ¿Y que se regalaban chocolates?

Ella asintió.

-¡Bien! -confirmó-Son todos tuyos. ¡Disfrutalo!

-Gracias.

Se agacho y tomó uno del suelo.

-Pero uno era suficiente.

Otra sonrisa y Zack sonrió en respuesta al verla feliz.

-Ray.

-¿Que pasa?

-Si no quieres lo otros chocolates ¿Puedo comermelos? -preguntó como un niño pequeño, apuntandose a si mismo.

-Si quieres-contestó y esa respuesta le hizo feliz a Zack que le brillaban los ojos de alegria-Pero Zack, si comes mucho te hará mal al estomago-advirtió-Además no te alimentas bien, comer demasiado dulce, te hará daño.

-¡Estaré bien! -aseguró-¡Soy fuerte!

Ella no tenia duda de su fuerza bruta, pero su estomago era otra historia.

-Zack no vayas a comer mucho... -volvió a comentar.

-¿Estas preocupada?

Ella hizo una cara de sorpresa.

-¿Si?

Y esa respuesta, paralizo al asesino. Ignorando los latidos de su corazón que golpeaban como si fuera un tambor, así que decidió no oírla mas. Para en cambio maravillarse con la masiva cantidad de chocolate que había enfrente de él y muy pronto iba a comer.

A la mañana siguiente...

-Te lo dije -la voz de Ray se escuchó fuera del baño, donde Zack tenia arcadas.

-Cierra la boca-espetó cerrando la puerta de una patada para seguir vomitando en paz.

¡Agh!

¡Asquerosoooo!