Buenas! Aqui les traigo este one shot de esta que es una de mis parejas favoritas (:
Dedicado a mi amor de amiga Tsuki-chan, que aunque se no le gusta la pareja y le gusta Mamoru me dieron ganas de dedicárselo.
En el fanfic he dejado los nombres utilizados en la versión latina de la serie; Serena, Darien, etc. Espero les guste y me dejen un lindo review~
Sentimientos
Sonrió, y tuvo que frotar sus manos impacientemente. Después de mucho tiempo había vuelto a la tierra a visitar a su bombón y asegurarse de que fuera feliz... De que él la hiciera feliz. Respiró profundamente una vez más al estar frente a la puerta y al levantar su mano dispuesto a presionar el pequeño botón que anunciaría su llegada un grito dentro de la casa lo hizo abrir los ojos con terror.
¿Bombón?
Para cuando el segundo grito fue escuchado ya había pateado la puerta abierta y corría hacia la voz.
- Detente, por favor... Detente -su voz estaba ronca de gritar y suplicar a la persona sobre ella, sus mejillas mojadas y sus ojos rojos de lágrimas derramadas- Darien, detente, detente...
El corazón de Seiya se detuvo un por sólo un segundo antes de volver a latir con más fuerza, sus manos temblaron y su garganta se secó al ver el estado de la chica; todas sus ropas rasgadas y ella magullada a golpes, seguramente causadas por el forcejeo. Él se había resignado y guardado todo su amor... ¿Por eso?, ¿Para qué ese mal nacido le hiciera eso a su princesa?
Sujetó al pelinegro por la ropa y lo aventó a algún lugar lejano a la rubia.
- ¿Seiya? -su finas manos acariciaron el rostro masculino- ¡Seiya! Eres tú, tenía tanto miedo -su delgados brazos envolvieron el cuello del nombrado, abrazándolo y temblando entre sus brazos-
- Bombón, mi hermoso bombón -susurró contra su cuello, manteniéndola fuertemente pegada a él- Lo sé, lo sé, estoy aquí, no tienes que temer.
La cargó entre sus brazos y se la llevó, lejos de aquel desastre, lejos de todo aquello que la atormentara, lejos de él.
Hermosa
No pudo evitar pensar al verla dormir, sintió sus propias mejillas arder… ¿Cómo era posible que se viera tan tierna y sensual con aquella vieja camiseta? Suspiró, rompiendo el hilo de sus propios pensamientos, no era el momento para cosas como esas.
- ¿Cómo alguien puede hacerte esto? –susurró suavemente, tratando de no despertar a la chica. Su mano se posó en la mejilla femenina acariciando suavemente uno de los moretones-
Se acostó a un lado de Serena, sobre las cobijas. Abrazándola contra su pecho trató inconscientemente de calmar sus propios miedos y maldiciéndose a sí mismo por no llegar antes.
- Te protegeré –le besó suavemente los parpados y acaricio con su pulgar los rosados labios- Lo juro.
Deposito un beso más sobre su frente, no atreviéndose a más.
- Te amo… bombón –la atrajo aún más contra él, y tal vez… sólo tal vez, si no hubiese estado tan ensimismado en sus pensamientos, hubiese visto la dulce sonrisa que la chica había dado entre sueños-
- Vine por mi novia -su descaro hizo que la sangre de Seiya hirviera ¿Acaso ese... Imbécil, estaba enfermo?-
- Aqui no está tu novia -su voz era áspera y sus nudillos estaban blancos de la presión que ejercía en sus puños-
- Se muy bien que Sere-
- No te atrevas... -tomó el cuello de su camisa y lo estrelló contra una de las paredes del angosto pasillo- ... A pronunciar su nombre con tus sucios labios. -acercó sutilmente su rostro al de él- ella dejo de "pertenecerte" cuando te atreviste a tocarla.
Una patada a su costado hizo al peliazul retroceder y soltar a Darien.
- No me iré sin ella -puntualizó, mientras arreglaba su arrugada camisa-
- Entonces, yo mismo te sacare de aquí.
Para cuando él vaivén de golpes cesó, Seiya se encontraba sobre el moreno dándole golpes de lleno en el rostro.
- Me encargaré de que no le vuelvas a poner un solo dedo encima -tomó nuevamente el cuello del mayor, sacudiéndolo y haciendo que su cabeza chocara contra el frió suelo- ¿Entendiste?
- Ella nunca te amara como me ama a mí -una sonrisa cínica acompaño sus palabras, su blanca dentadura manchada con su propia sangre-
- Tú nunca la amaras como la amo yo -refutó, asestándole otro puñetazo-
- ¿Seiya? -el corazón se le vino a la boca y el alma a los pies, al ver aquella escena- ¡Oh por dios! Seiya, ¡Basta!
Sintió los finos dedos de la chica jalando su camisa desde la espalda y no pudo hacer nada más que obedecer, apoyándose en una de las paredes y presionando con fuerza su costilla izquierda.
Rabia
¿Por qué... Después de todo lo que le había hecho, ella seguía defendiéndolo?
- Serena -saboreó el nombre femenino, una fugaz mirada vencedora fue dada al otro presente- Ven -estiró la mano hacia la rubia, dándole fuerza a la petición- Vamos a casa.
Segundos de silencio pasaron, y cuando por fin el silencio fue roto, Seiya abrió los ojos con genuina sorpresa ante lo que presencio; la chica había apartado la mano del que fuera su amado de un manotazo.
- Mi hogar, nunca será contigo -sus palabras fueron firmes y sus ojos, brillantes de lágrimas contenidas, decididos-
Pasó uno de los brazos de Seiya por sobre sus hombro haciendo que este se apoyara en ella y ayudándolo a caminar hasta dentro del apartamento. Para después cerrar la puerta en las narices de un boquiabierto Darien tras ellos.
Cuando salió de su asombro, se encontraba sentado sobre el sillón con Serena a un lado viéndolo con una preocupación que lo hizo enternecer. Estaba soñando… ¿Verdad?
- ¿En qué estabas pensando? –su ceñido estaba fruncido pero suavizo su vista al fijarse en la mano con el que Seiya aún sujetaba su costillas- ¿Duele mucho?
- No más de lo que seguramente le debe doler a él –dijo, mitad broma mitad esperando su reacción, y cuando la vio sonreír con sus mejillas pinceladas de un suave rosado supo que había vuelto a nacer… o que había muerto y se encontraba en el cielo-
No pudo reprimir la carcajada de felicidad que salió de lo más profundo de su pecho. La atrajo con fuerza hacia él, teniendo miedo de que de la nada desapareciera y él se diera cuenta de que todo era un sueño.
- Bombón… ¡Bombón! –sujetó su delicado rostro entre sus manos, mirándola fijamente a los ojos- ¿Esto es lo que creo que es?
Ella sujeto las manos de él, reteniéndolas en su rostro. Le agradada ante el contacto. Asintió suavemente, con sus mejillas cada vez más rojas.
Tan adorable, el chico no espero más, no pudo esperar más, se adueñó de sus tentadores labios, fundiéndose en aquel soñado beso que tanto habían esperado ambos.
Por fin… ambos tenían la oportunidad de ser felices con la persona que amaban, de ser felices… juntos.
¡No soy bombón, soy Serena!
!Ah! Serena-bombón.
