twilitHOLOCAUST
Traduciéndose como: "El Holocausto Bañado por la Luz del Crepúsculo."
"Mi nombre es Mason Wyler y junto con mi querida hermana y mi primo, nos mudamos a este pequeño pueblo estadounidense llamado Forks, acompañando a mi padre en su búsqueda por encontrar un sitio mágico, que representa parte de un evento importante de su pasado, que aconteció hace mas de 15 años.
Pero sucesos inexplicables comienzan a acontecer desde nuestro el primer día en el pueblo y nos hemos envuelto en una guerra que determinara el futuro de la humanidad, y el único que puede salvarnos soy yo pero para lograrlo debo descifrar el misterio que se ocultan en las profundidades de los rincones de este lugar.
Vampiros, Hombres-Lobo y Humanos. Esta guerra nos incumbe a todos, pero lo único que me interesa es salvar la vida de mi hermana. ¿Tendré el valor de hacer lo necesario para salvarla o condenaré a la humanidad a una era de caos?"
CAPITULO I - Los Cullen
- Mason levántate, se nos hace tarde para la escuela, no pensaras faltar al primer día de clases ¿o si? Vamos arriba, mueve esas piernas que ya son las 6 de la mañana – me encuentro recostado en mi cama, mi hermana es la que me habla. Me levanto, miro el reloj y compruebo la hora, efectivamente las 6 de la mañana, quien demonios se levanta a esta hora y brinca con tal energía como mi hermana, ignoro su llamado y me dejo caer de nuevo a la cama - ¡AH NO! ¡ESO NO! – siento como salta a mi cama y comienza a dar brincos sobre de mi – ¡Vamos levántate, Massy! ¿No estas emocionado? ¡ES NUESTRO PRIMER DIA DE CLASES EN FORKS!
- ¡Demonios Luciana! Cuantas veces te tengo que decir que no me llames "Massy" – me levanto de golpe de la cama y atrapo con mis cobijas a Lucy, ella deja soltar un grito a carcajadas mientras que yo la envuelto entre las sabanas, después de dejarla bien amarrada sobre mi cama tomo mis pantuflas y me dirijo hacia la cocina, dejándola prisionera mientras al salir de la habitación la veo reír a carcajadas con su enorme y blanca sonrisa de ángel.
Mi nombre es Mason Wyler, tengo 19 años y hoy es mi primer día de clases en el instituto de estudios de Forks. Estoy realmente emocionado por iniciar mi vida en el instituto, por los últimos 4 años, mi padre y yo hemos viajado por todo el mundo visitando muchos hermosos lugares y conociendo gente nueva en cada lugar; y eso es lo que mas me gusta, soy una persona muy amigable y tengo la facilidad de entablar grandes amistades a todos los lugares a donde voy, por eso no puedo esperar mas a conocer a las personas que me acompañaran a lo largo de mi estadía en este lugar.
- ¿Donde esta Luciana? - preguntó mi padre tras darme los buenos días al entrar a la cocina – El desayuno esta listo, será mejor que se lo coman rápido en este clima dudo que dure mucho tiempo caliente – atravesé toda la habitación hasta darle la vuelta ala mesa y sentarme en la silla del fondo, la cocina era un lugar realmente enorme, por su puesto mi padre se había asegurado de conseguir una casa con todo lo necesario y dado que a mi me encanta cocinar este será el lugar donde pasaré el mayor tiempo de mi estadía, estaba realmente contento, la cocina tenia pisos aperlados y una enorme mesa de mármol oscuro, la estufa era enorme y de manera especial, mi padre había mandado a construir un horno de piedra donde prepararía las deliciosas pizzas que tanto le gustan, tal como las prepara mi madre.
- Hey Mason, me pasas la miel – del otro lado de la mesa se encontraba mi primo el cual ya estaba ocupado devorando su panqueques, su nombre es Chris Wyler, su padre es hermano del mío, que por si se lo preguntaban su nombre es James Wyler. Mi padre es un renombrado fotógrafo mundial, grandes compañías lo contratan para viajar a todos lados y es su trabajo tomar las más increíbles fotografías alrededor del mundo. Pero en esta ocasión nos encontramos en este lugar por motivos de un proyecto personal de mi padre, el cual estaba ansioso por realizar desde hace ya más de 15 años.
- Chris por favor no traigas ese libro a la mesa y menos estés leyendo mientras comes, mancharas la mesa por un lado y por otro llenaras tus panqueques de polvo – mi padre es un hombre realmente pulcro a comparación de mi primo, este tiene una fascinación por la arqueología y siempre tiene sus narices en un libro viejo o dos, es una rasgo notable que heredo de sus padres.
- "Massy" eres realmente malo, quieres quedarte con toda la diversión del primer día para ti solo – esa es la melodiosa voz de mi querida hermana Luciana que se dejaba escuchar mientras bajaba las escaleras hacia la cocina, todos en mi familia la queremos mucho y no es claro sin razón alguna, es lo que uno podría llamar un verdadero ángel, que ilumina nuestras vidas con su radiante energía.
- Ya te eh dicho que no me llames "Massy" – pero en mi rostro es una enorme sonrisa la que delata lo realmente poco que me molesta que lo haga, no podría nunca estar realmente molesto con ella, es mi adoración, yo y todos los que la conocemos, realmente la amamos con todo nuestro corazón.
- Dejen de pelear ustedes dos y coman, que este es un día muy especial – mi padre sonreía de oreja a oreja, realmente estaba contento por nuestro primer día. De una pasada por la mesa dejo un plato de panqueques a Lucy, mientras que en los platos de Chris y el mío dejo caer otro par mas. – coman, que necesitaran toda la energía posible.
- Vale tranquilo, papá, comprendo que tu también estas emocionado pero si comemos demasiado terminaremos con dolor de estomago y no podremos ir a la escuela. Además son las 6 de la mañana, ¿quien desayuna tan temprano por dios?
- Déjalo disfrutarlo Mason – Chris despegó sus narices por fin de su libro – esta realmente emocionado, se levanto a las 4 de la mañana para preparar la comida.
- Y supongo que eso lo sabes por que pasaste de nuevo la noche despierto leyendo, ¿no es así? – Chris se limito a sonreír – aunque no lo se, Lucy, si comes demasiado te pondrás gorda y fea y nadie te querrá.
- ¡Queb b-feob b-eres-s MASSY! – Lucy no podía hablar bien por que tenia la boca llena de comida, Chris, mi padre y yo solo nos limitamos a reírnos a carcajadas.
El desayuno termino en tragedia, Luciana había tomado una postura de indignación por que la habíamos llamado gorda a lo que los hombres de la familia solo nos limitamos a rodar los ojos y sonreír los unos a los otros; en verdad no podríamos concebir nuestra vida sin ella.
Mas adelante, aun a pesar de que nos alistamos realmente temprano, se nos hizo tarde ya que Lucy no podía decidirse que ropa ponerse para el primer día, ya para las 7:40 estábamos todos apurados por que las clases comenzaban a las 8 de la mañana.
James nos llevo en su BMW negro hasta el instituto por ser el primer día, aunque fácilmente pude llevarlos en mi Mercedes gris, pero ya que estaba realmente impaciente deje a mi padre que nos llevara en su auto. Nos llevo hasta el estacionamiento y nos bajo ahí.
- ¡A la salida estaré ocupado, así que tendrán que regresar solos, aprovechen el tiempo para dar una vuelta al pueblo! – nos grito mi padre mientras se despedía desde su auto, momento después se apresuro y se marcho.
Caminamos por el estacionamiento, Lucy caminaba rápidamente y Chris la seguía por detrás; el estacionamiento estaba lleno y mucha gente caminaba hacia los salones, no faltaba mucho para que tocaran el timbre. Pude notar como los demás estudiantes se nos quedaban viendo, por su puesto éramos los nuevos en el pueblo, pero mas que nada por que realmente resaltamos entre la multitud lo cual me resultaba realmente divertido.
Caminaba con una enorme sonrisa en mis labios la cual no me molestaba en ocultar lo cual ocasionó revuelto entre las chicas que me veían pasar. Este pintaba ser un día excelente, o eso pensé hasta que de pronto sentí algo de movimiento en mi mochila, cuando me percate de ello hice el movimiento para voltearme pero la persona que tocaba mi mochila ahora me había tomado por el hombro y me hizo girar sobre mis pies.
Esta fue la primera vez que los vi, eran dos personas, un hombre y una mujer, ambos tenían una pinta lúgubre; vestían de ropas negras y desgarradas, muy a pesar del frio no parecían afectados pues sus prendas eran realmente ligeras, de sus cuellos colgaban cadenas y dijes. Sus rostros eran realmente pálidos y de sus ojos dorados como la miel colgaban un par de marcadas ojeras. El joven que era el que me tocaba el hombro se volteó y habló a la chava.
- ¿Es este el sujeto? ¿Bella? – habló con voz fuerte y melodiosa, todas las personas en el estacionamiento voltearon a vernos, Lucy y Chris detuvieron la marcha al darse cuenta de la situación.
- Si es él, Edward, estoy completamente segura de que es él – la joven de nombre Bella le afirmó con enorme seguridad.
- Muy bien, escúchame por que solo lo voy a decir una vez – Edward se volteó de nuevo y me dirigió la mirada – Dos cosas, la primera: ¡ALEJATE DE MI HERMANA! No quiero que te le acerques por ningún motivo, ¡JAMAS!, ¿entendido?
- ¡De acuerdo, de acuerdo! – no comprendía nada de lo que sucedía jamás había visto a estas personas en mi vida – ¿Y la segunda?
Edward miró fijamente a mis ojos y pasados unos segundos dijo: "La segunda cosa, es que te quede muy claro que a partir de hoy en adelante es que yo: ¡¡TE ODIO CON TODO SER!! A lo lejos comenzó a sonar la campana que da inicio a las clases, pero nadie en el estacionamiento se movió de su lugar todos nos encontrábamos completamente paralizados ante aquella impactante conversación.
¿Quién demonios son estas dos personas?
¿Cómo es posible que me conozcan si jamás nos habíamos visto en nuestras vidas?
¿Por que me dicen estas palabras de odio?
¿Qué es lo que sucede?
