Capítulo 1: Una visita inesperada

El sol salía poco a poco en el horizonte y alumbraba los rincones oscuros de la ciudad dando inicio al nuevo amanecer. Todo estaba volviendo a la normalidad, los espacios que había dejado como consecuencia la magia poderosa de aquella carta ya sellada, volvían a su forma original poco. Las personas de la ciudad de Tomoeda habían vuelto y se encontraban despertándose preguntándose cómo se habían quedado dormido en un lugar así. Kero se despertó y vio al lado suyo el rostro de un confundido Yukito que lo miraba con curiosidad, este al ver que lo observaba moverse se quedó estático muy nervioso y el chico de cabellos plateados solo le responde con una sonrisa. Meilin y Tomoyo se levantaron preguntándose en qué lugar estarían Sakura y Shaoran pero al ver que las cosas volvían a la normalidad sintieron que el peso que tenían encima se aligeraba cada segundo. Touya miraba el bello amanecer sonriendo, estaba orgulloso de que su hermana al fin había arreglado las cosas, porque estaba seguro de que se trataba de ella y de sus sucesos extraños que se supone el no tenía conocimientos.

—Aquí voy— Sakura activa la carta del salto y unas pequeñas alas aparecen a los costados de sus pies y camina hacia atrás para ganar impulso.

—Espera por favor, en un momento estaré contigo— le advertía Shaoran al ver que su chica favorita iba a saltar el gran espacio que los separaba de estar juntos.

—No quiero— empieza a correr la chica ganando el impulso necesario para saltar y poder estar al lado de su querido Shaoran —Me encantas—

Shaoran abrió sus brazos para recibir a la chica y una vez que llego, la atrapo en sus firmes brazos e hizo un esfuerzo para no caer hacia atrás. Sakura se apoyó en él y se fusionaron en un tierno y cálido abrazo que ambos hace mucho necesitaban, demandaban. La última carta que no había sido sellada al fin se encontraba en el mazo de las cartas Clow y permanecería allí para servirle a su nueva dueña.

— ¿Estas bien?— se separa un poco de la chica sin aun soltarla del todo — ¿No te lastimases?— pregunta preocupado observándola si poseía en su cuerpo alguna herida visible que el pudiese atender.

—Estoy bien— le asegura la chica de ojos tan verdes como las esmeraldas —Ahora que estoy contigo estaré mucho mejor— le dedica una sonrisa a su amado llena de bondad a lo que el chico responde con un sonrojo en sus mejillas.

—Me alegra escuchar eso, Sakura— y allí estaba, Sakura aseguraba que cada vez que el chico la llamaba por su nombre, lo hacía de una manera única y especial, que no tenía comparación alguna.

—Me gustaría quedarme así para siempre, en tus brazos— Sakura se acerca más a Shaoran y apoya su cabeza en su pecho. —A mi también— posa una mano en la cabeza de la chica de cabellos castaños y la acaricia brindándole confort —Pero debemos regresar y buscar a los demás—

Tanto Tomoyo como Meilin buscaban a Sakura y a Shaoran con la mirada, luego de varios intentos fallidos los vieron acercarse a ellas libre de heridas y sin nada que lamentar, ambos con una sonrisa en sus rostros que detonaba que ya todo había terminado y que no había nada que temer. El encuentro fue algo lindo para recordar. Sakura abrazo a su mejor amiga y de alguna forma se encontraba tan feliz que no pudo evitar llorar por las fuertes emociones encontradas que tenía. Estaba bien consigo misma de que una vez más logro salvar a todos de una fuerte y lamentable desgracia. De que a pesar de las circunstancias pudo confesarle a su ser amado lo mucho que significaba para ella. Y así todos esos lamentables sucesos quedaron en el pasado.

Justo una semana después Sakura se encontraba arreglándose para ir a la casa de su amado Shaoran, ella le enseñaría a preparar una tarta de manzana, además de pasar tiempo juntos pues en los últimos días no se han podido ver. La chica de ojos verdes estaba muy entusiasmada y no se dio cuenta cuando en el bolso donde llevaba algunas cosas que ayudarían en la preparación del pastel, se escabulle un pequeño oso de felpa, el cual solo era una falsa identidad de uno de los dos grandes guardianes del grandioso libro de las cartas del mago Clow Reed, el cual aún se desconocían muchos datos sobre él y su vida pasada. Meilin sabía de la visita de Sakura a la casa donde ella, Shaoran y Wei Vivian, por lo que salió antes y se excusó diciendo que Tomoyo Daidouji la había invitado a su casa, aunque era falso estaba totalmente segura de que la hermosa mejor amiga de la card captor la recibiría con los brazos abiertos.

Shaoran se encontraba en su habitación con el tablero que perteneció alguna vez al Mago de tan aclamadas cartas, lo observaba con cierta nostalgia, pues ahora que la búsqueda de las cartas y el hecho de haberlas cambiado todas a carta Sakura ya no representarían ningún riesgo alguno, además de que su estadía en Tomoeda era prácticamente corta debido a lo acordado con su madre, el reconocía que no se quería ir. Sabía que su madre lo llamaría tarde o temprano para preguntarle el motivo por el cual aún el junto con su mayordomo y Meilin, no habían regresado; pero el chico aun no le contaba acerca de la verdadera razón por la cual quería quedarse en ese lugar, no quería dejar a la persona más importante para él. En ese momento entro Wei avisándole al chico sobre la llegada de la tan esperada chica que logro hacerse la nueva dueña de las cartas Clow. Bajo inmediatamente con prisa, a atenderla, con una sonrisa en su varonil rostro.

—Meilin pero que sorpresa verte— comento la chica cuando bajo de su habitación a recibir a aquella visita inesperada —Pensé que estarías en casa ayudando a Sakura y a Li con lo del pastel

—No sería correcto además esos dos necesitan tiempo para estar solos y no tiene nada de malo que yo aproveche y venga a visitar a mi amiga Daidouji, ¿verdad?—

—Tienes razón— sonríe la chica —Pasa por favor iré a buscar un poco de té y galletas— conduce a su amiga de cabellos negros finos hasta su habitación la cual era muy espaciosa, después de todo la chica vivía como en una inmensa mansión debido al trabajo que tenía su madre y podían darse lujos como esos.

Luego de algunos minutos la chica aparece sosteniendo con cuidado, una bandeja con todo lo necesario para poder atender a su visita.

—Muchas gracias Daidouji realmente todo se ve delicioso— se atreve a tomar una galleta que estaba en una bandeja y prueba un bocado —Y sabe delicioso

—Muchas gracias Meilin— contesta Tomoyo sirviendo él te en unas tazas muy bien decoradas que hacían juego con todo lo demás incluido en aquella fina bandeja.

—En estos momentos deben estar ellos dos juntos, espero que la visita que recibirán muy pronto no los perturbe a ambos— agacha la mirada la prima del castaño el cual se encontraba en compañía de Sakura Kinomoto.

— ¿A qué clase de visita te refieres Meilin?— pregunta algo confundida la chica mientras sopla un poco encima del té para que le sea más fácil tomarlo ya que está muy caliente.

—No tienes nada de qué preocuparte— alego la chica —Solo se trata de tía Ierán—

—Estoy segura de haber escuchado ese nombre antes pero no recuerdo donde— mira hacia un lado pensativa.

—Tía Ierán es la madre de Shaoran— le confirmo Meilin —Y viene de sorpresa pues Shaoran no sabe de su llegada, debe estar llegando al aeropuerto dentro de más o menos una hora y ya Wei hizo los preparativos para que un taxi la recoja y la lleve directo a nuestra casa aquí en Tomoeda— le explico con calma a la chica que se mostraba muy curiosa con el tema.

— ¿Eso significa que las probabilidades de que Sakura se encuentre con la madre de Li son altas, verdad?— pregunta la hija de la dueña de la mansión con una sonrisa en su rostro.

—Si lo más probable es que así sea. Estoy segura de que hoy Shaoran le dirá a su madre la verdadera razón por la cual quiere quedarse en Tomoeda y además allí estará Kinomoto y podrán conocerse mejor—

— ¿Eso quiere decir que la madre de Li no está enterada de los sentimientos de su hijo hacia Sakura?—

—Así es pero estoy segura de como Kinomoto se encuentra en casa le será más fácil contarle la verdad a tía Ierán y estoy segura de que aceptara de que él se quede— responde Meilin con una sonrisa en su rostro y toma un poco de té, el cual ya se había refrescado un poco y podía beberlo tranquilamente.

—Ya veo Meilin, eso quiere decir que la madre de Li le está pidiendo a que regrese pero él no quiere pues desea con todas sus fuerzas quedarse al lado de su amada Sakura y hacerla feliz todos los días con su dulce compañía y para mi seria todo un honor el poder grabar todos esos lindos y maravillosos momentos que pasarán juntos— comento con mucho entusiasmo con la mirada perdida y sus manos juntas cerca de su rostro imaginándose lo romántico que podría llegar a ser, grabar a ambos es todo como un sueño hecho realidad.

—Se ve que nunca cambiarás Daidouji— suspira y toma otra galleta, las cuales tenían un sabor exquisito para su paladar.

Con cuidado de no cortarse, Sakura pelaba las manzanas verdes con un cuchillo mientras hablaba animadamente con Shaoran en la cocina de la casa del chico que había logrado robar su corazón, mente y alma.

—Realmente no es muy complicado, con tan solo seguir las instrucciones estoy segura de que nuestro pastel quedara delicioso— sonríe animando al chico que preparaba la masa con la cual harían la cubierta y base el pastel que hacían juntos.

Luego de que Sakura terminara de explicarle a Shaoran como se hacía el relleno del pastel y lo cocinaban en una pequeña olla a fuego lento en la estufa, llegaba la hora de poner en el molde la base del pastel con la masa que había preparado el chico con anterioridad. Después, Sakura, se encargó de colocar el relleno del pastel con las manzanas ya cocidas con canela y algo de caramelo. Shaoran termino el pastel poniendo la cubierta del pastel el cual estaría listo para hornear una vez que la mantequilla se derritiera para poder esparcir un poco con una brocha de cocina, sobre la cubierta y así lograr un efecto más dorado. Justo en ese se oye que tocan el timbre.

—Qué extraño— menciona Shaoran al escuchar el timbre.

— ¿Que es extraño?— pregunta Sakura mirándole.

—Pues no esperaba ninguna otra visita y aún es muy pronto como para que Meilin vuelva— dice pensativo el chico.

—Es cierto ahora que lo mencionas— toma la brocha de cocina y lo humedece en la taza con la mantequilla derretida — ¿Donde esta Meilin? Esperaba que estuviera aquí pero no la he visto— con cuidado, cubre toda la superficie de la cubierta del pastel con la mantequilla.

—Meilin se fue a casa de Daidouji, dijo que ella la había invitado y pues acepto ir— respondió mientras tomaba las cosas que ya no necesitaban para ponerse a limpiar la cocina y todos los utensilios que utilizaron.

—Qué raro— exclamó Sakura —Esta mañana cuando hable con Tomoyo no me comento nada de que Meilin iría hoy a su casa—

—De seguro la invito luego de hablar contigo— de repente ve una cola cerca de donde se encontraba el pastel —Parece que Kerberos también quiere pastel, aunque eso no es nada nuevo, conociendo lo glotón que es—

Kero al escuchar el comentario ofensivo por parte del otro descendiente del mago Clow, salió de su escondite para reclamarle, pero justo antes de que pudiera hacerlo lo detuvo una enfurecida Sakura.

—Kero, ¿Que se supone que estás haciendo aquí?—

—Pero como se te ocurre Sakura planear hacer un pastel con este mocoso y no invitarme, eso no es para nada justo— se defendió el guardián de las cartas Clow flotando en el aire protestándole a su actual y nueva servidora.

En ese momento se escuchan pasos y Kero queda estático en el mostrador de la cocina junto al bolso de Sakura, pretendiendo ser un peluche como era la costumbre hacerlo.

—Joven Shaoran la señora ha llegado— avisa el mayordomo a cargo de Shaoran y Meilin en su estadía en Japón, específicamente en la ciudad de Tomoeda.

— ¿Mi madre?— preguntó sorprendido el chico —Pero no me avisaste de que vendría precisamente hoy— reclamó algo nervioso.

—Lo siento joven Shaoran pero tanto yo como la señorita Meilin teníamos órdenes estrictas de no decirle nada hasta su llegada— dijo con calma el mayordomo tratando de que el chico no se alterara más de lo que ya se veía.

—Sakura por favor termina lo del pastel y lo demás, volveré tan pronto reciba a mi madre— dicho esto sale de la cocina con algo en su mirada haciendo incomodar a la chica.

— ¿En serio la madre de Shaoran ha venido?— pregunta la chica al mayordomo el cual le responde asintiendo con la cabeza —Espero no sea nada malo— se le notaba cierta preocupación en los ojos verde esmeralda de la chica.

Shaoran llego a la sala donde se encontraba su madre sentada mirando hacia la ventana esperando ver a su hijo. Pronto noto una mirada fija en ella y giro la cabeza lentamente hasta encontrarse con los ojos color miel, característico de su hijo Shaoran Li.

— ¿Porque no me avisaste que vendrías?— se atrevió el chico por primera vez a hablarle directamente a su madre antes de que ella pudiera decir algo.

—Primero se saluda hijo— cerro sus ojos —Pero pareces algo molesto con mi visita—

Shaoran aligero su mirada y se encontraba muy tenso por lo que decidió respirar y calmarse, después de todo no ganaba nada el ponerse así.

—La verdad estoy algo sorprendido de que vinieras hasta acá y de que a mí no se me haya notificado nada de su llegada, madre— hablo cabizbajo.

—Vine aquí por una razón Shaoran— abre sus ojos y fija la mirada en los ojos de su hijo —Quiero saber el verdadero motivo por el cual has decidido quedarte en Tomoeda—

Shaoran reflexiono unos momentos tratando de analizar lo que estaba pasando. Su madre había realizado este viaje solo por una razón tan simple como esa, ¿acaso había algo más? Casualidades de la vida de que su madre llegara justo cuando Sakura, y la verdadera razón por la que no se quería, se encontraba a tan sólo unos pasos de ambos. Se armaría de valor y le diría la verdad.

N.A: Hola aquí les traigo una nueva historia, esta vez de Sakura y Shaoran. Espero sea de su agrado y cualquier comentario, duda, petición de continuación, apoyo, seguimiento, para eso están los reviews ^^ espero que les guste y por favor háganmelo saber si? Me despido. Bye.