Arnold estaba sentado pensando en la admirable figura que tenía en frente. No era la más bella pero podrían tener una pareja competencia. Helga que siempre había sido la que podía dirigir a todos estaba ordenando mas que proponiendo las diferentes actividades que se harían en el festival escolar por parte del club de actuación. Arnold la miraba fijamente solo cerrando los ojos para parpadear. Aun no entendía como diablos había terminado en ese club, luego vio a Gerald sentado en una mesa no tan alejado de el, quien estaba de la mano de Pheobe y se le fueron todas las dudas.
Maldito el día en que le hizo caso. Luego volvió su vista al frente y pensó "No sería bendito" negó fuertemente con la cabeza, no podía estar pensando en esas tonterías, el no podía estar enamorado de Helga. No noto que todas las miradas estaban puestas en él, y más la furiosa era la mirada de una rubia que formaba en sus manos unos puños bastante delatadores de su estado de animo.
-¿Qué te pasa Cabeza de Balón? ¿No te gusta mi propuesta?- Dijo esta con una voz bastante grave, que provoco una pequeña perturbación en los presentes. En ese momento fue que Arnold se dio cuenta del error tan terrible que había cometido al exteriorizar sus emociones de esa manera tan descuidada. La discusión que se formo fue un recubrimiento a sus sentimientos, aunque sabia que iba a perder debatió con todo lo pudo contra Helga. Pero esta solo propuso una votación entre los presentes que preferían mantenerse sanos antes que enfrentar la furia de Helga. G . Pataki.
Cuando vio a quienes levantaron las manos en señal de consentimiento no pudo sentirse menos traicionado. Gerald su mejor amigo apoyaba a Helga, dejándolo de lado. Lo miro a los ojos notando una especie de señal que no pudo descifrar pero que al verla Helga provoco un sonrojo no tan visible pero que hizo sonreír a dos cómplices espectadores.
Besos Helados...no se si se acuerden de mi pero ahora empezare a escribir de nuevo...espere que les guste..
