SUB DIE NOCTEQUE.
(Es latín, significa: "durante el día y la noche")
Capítulo I.- No otra vez.
BELLA POV.
-Isabella… es hora de que te levantes.
-Mmm…
-¡Oh vamos Bella! Tenemos que ir al partido de Phill.
Sí, esa es mi madre; siempre levantándome en la mañana, siempre tratando de programar lo que debo de hacer desde hace ya dos meses.
Y yo… bueno, yo soy una chica de 17 años, una chica que a pesar de estar rodeada de la excéntrica de mi madre, de su nuevo esposo y de personas a mí alrededor que me conocen; me siento sola.
Hace dos meses, perdí a mi mejor amiga Christine, perdí mi popularidad, porque era de las chicas más populares que había en la escuela preparatoria del centro de Phoenix, perdí mi confianza, mi risa…. Perdí mi vida.
-Isabella, no pienso repetirlo otra vez, sal de la cama ahora mismo; nos vamos en media hora.
Hoy nos vamos a un juego de beisbol, Phill el esposo de mi madre pero no mi padre, es jugador profesional de las ligas menores; este partido es importante para él porque si juega bien, un equipo lo contratará y recibirá mejor paga.
Decidí no posponer más el levantarme y estar presente en la cocina para comer algo.
Sin si quiera notar si las prendas que me ponía combinaban, me puse unos desgastados jeans azules, una blusa de manga corta verde militar, mis converse negros y una sudadera gris con capucha. No arregle mi cabello, solo lo deje suelto.
Baje sin más a encontrarme con mi madre de la cocina, debo decir que fue buena idea haberme bañado en la noche, ahora no tenía que preocuparme de bañarme en este momento.
-¡Dios Bella! Ayer te compre una falda y un lindo suéter, podrías cambiar tu apariencia ¿sabes?
No le preste mayor atención, y me senté en la mesa; tome unos hot-cakes y un poco de leche; al menos Phill sabía cocinar. Yo también sabía pero puesto que últimamente no me paro temprano, bueno nos es muy conveniente que me esperen.
-René cariño, ayer hablo Charlie; quiere saber si todo aún Bella quiere irse con él.
Mi madre me miró con la clara señal para que respondiera.
-Sí, quiero ir a Forks, creo que es hora de que pase con Charlie un tiempo.
Además de que así evitaré todo lo que pasó aquí; puede que el cambio ayude, pensé para mis adentros.
-Bien, entonces le llamaré en la noche para confirmar que estarás allá mañana.
No se hablo más del tema.
En el partido, bueno fue eso un partido; ahora estamos de vacaciones, las de verano y todos hacen cosas en familia. Los partidos de beisbol son una de esas cosas.
Vi a muchos, muchos a los que les hablaba y ellos anhelaban (antes) conocerme. Ahora… bueno ahora soy como un paria. Nadie puede acercárseme y hablar conmigo.
Recibí muchas miradas y sabía que cuchicheaban a mis espaldas, afortunadamente René estaba muy interesada en el juego como para prestar atención.
Note que me miraban más de la cuenta; me alteré y no pude evitar voltear para saber quien era. Siempre he creído que debo de reprimir mi curiosidad, como hubiera deseado que en este momento lo hubiera hecho. A unos asientos hacia mi derecha, se encontraba James con una sonrisa socarrona en su rostro.
Me voltee enseguida para ver el juego pero notaba que me seguía viendo. Comencé a entrar en pánico. Y me levante de mi asiento enseguida.
-¿Bella? ¿A dónde vas?
-Tengo que ir al baño en seguida regreso.
Me levante y trate de salir lo más rápido que pude de ahí. Llegue al baño y note con alivio que no había nadie en el.
No me di cuenta de cómo paso, solo note que alguien me tomaba por la fuerza del brazo derecho y con su otra mano me tapaba la boca. Me jalo a un cubículo y cerró la puerta.
Estaba encerrada con James en el baño. No pude evitar soltar lágrimas al recordar…
FLASH BACK
No… suéltame… no… no…NO….
FIN DEL FLASH BACK
-¿qué pasa Bella?, ¿Por qué esa carita?- Me susurro cerca de mi cara.
Me soltó el brazo, pero yo estaba demasiado aterrada de lo que fuera a pasar; comenzó a levantarme la blusa y fue cuando reaccione; comencé a golpearlo pero no tenía fuerzas suficientes con él. Solloce.
-Shhh… tranquila cariño, no pasará nada.
Siguió tocándome… no sabía qué hacer; soltó mi pantalón con maestría; lo bajo junto con mis pantis. Mis sollozos ahora eran histéricos y seguí golpeándolo. Junte mis piernas lo más fuerte que pude, no lo iba a permitir. No otra vez.
-Maldita sea Bells ábrelas.
No hice caso, lo siguiente que sentí fue su mano sobre mi cara; fue un golpe fuerte; casi caí de no haber sido porque me sujetaba. No veía bien y me desoriento en golpee. Cuando me compuse, fue demasiado tarde; James ya estaba sin sus bóxers y me estaba cargando de manera que mis piernas estuvieran a cada lado de él ya no tenía su mano en mi boca, y yo no supe cómo pero ahora lo único que tenía mi brasier. Lo trate de empujar; lo golpee en el pecho y grité. Alguien tendría que oírme ¿no?
Comenzó a besar mi cuello; chupaba y mordía lo que se podía apreciar de mis senos.
-No…. Suéltame…ahh… noooo….
Azotó mi espalda con una de las paredes del cubículo.
-Cierra la boca o será peor para ti… sabes que soy capaz de hacer.
No se detuvo; él seguía y yo… no podía mis fuerzas no eran suficientes como para alejarlo de mí. No había nadie cerca porque seguí gritando y nadie venia en mi auxilio.
De un momento a otro; me penetró. Fue doloroso… muy doloroso. Solté un enorme grito de desesperación, de rencor, de dolor.
Cambio de posición; con una mano me sostenía en peso con la otra me tapo la boca y me apretaba fuertemente contra la pared. Con cada embestida que me daba, sentía morir.
De un momento a otro empezó a embestirme más rápido y más duró. Sabía que esto pronto terminaría; pero por una extraña razón sentí algo en mi interior, era como si apretara los músculos.
Mordió mi hombro para evitar que saliera su gemido. Yo grite. Pero esta vez no solo fue del dolor producido porque me tomaba o por el dolor de la mordida que me dio; aparte de eso fue porque tuve un orgasmo por lo que estaba haciendo y eso me daba rabia. Sabía que él había notado eso.
Salió de mí de dejo en el piso. Quede ensimismada, y el hubiera decidido tomarme en ese momento no lo habría notado.
Se subió sus bóxers y su pantalón; los abrocho y después se dirigió a mí.
-Eres demasiado placentera ¿sabes?... sé que lo disfrutaste, aunque no quieras aceptarlo… todo sigue igual, si dices algo te arrepentirás. Quizás alguien tenga otro accidente como lo tuvo Derek.
Sin decir más salió del cubículo.
Me vestí lentamente en un estado de aletargamiento. Cuando termine, me senté en la tapa de la taza del baño y lloré hasta que el juego termino.
Salí del baño, le dije a René y a Phill que algo me hizo daño y que no me sentí muy bien. Nos fuimos a casa en seguida.
Eran las 12 de la noche, y yo no quería dormir. Robe varias latas de coca-cola del refrigerador; no quería dormir; no quería recordar lo que había pasado hoy, ni lo que había pasado hace dos meses.
¡Dios! ¿Acaso estaré destinada a esto?
Esto no tiene fin; hace dos meses fue en la noche y ahora fue en el día.
Sí, definitivamente es buena idea que me vaya a Forks.
