Hola, que tal… si hacia mucho tiempo que no escribia, y menos de mi pareja favorita (hubo complicaciones… jajaja) bien espero les guste esta mini-chiquita-historia, que en realidad no tiene final definido…

Disfrutenla.

En una noche mientras Chrome veía el bello campo que Mukuro creaba para ella se detuvo bajo un árbol a pensar.

Esa tarde Yamamoto había hablado de una chica que le gustaba, decía lo especial que era ella para el, pero que esta podría ser un amor imposible. Le impresionaba a la chica como es que el guardián podía hablar así de alguien y que al final se diera por vencido, acaso no había pensado en lo que seria de un futuro, solo dejo volar su amor sin pensar en su propio corazón.

-¿Qué sucede mi pequeña?- hablo Mukuro.

-Nada importante, Mukuro-sama- ella sabia que era poca cosa, y que no le interesaba a Mukuro.

-Dímelo pequeña, todo lo que se trate de ti me interesa.

-Es que… no es exactamente de mí.

-Ah, no- la miro –entonces ¿Qué es lo que te preocupa?

-Tengo una duda… ¿Por qué las personas se aferran a amores imposibles?

-Ku-fufufu… Amores imposibles, y dime pequeña, ¿Qué es imposible?

-No lo se, que no puedan verse, o estar juntos- medito la chica.

-Bien, y dime ¿tienes un amor imposible, pequeña?- Mukuro tomo la barbilla de la peli morado y la acerco a su rostro.

-No lo creo- sonrío y despertó sola en Kokuyo.

Cuentenme… ¿existen los amores imposibles?