CAPITULO 1

Esta historia es la continuación del capítulo "On the Mean Streets of San Miguel"

Los personajes y la historia son propiedad de la cadena ABC o de los productores, o de quien sea, nada que ver conmigo.

Ben y Lili tomaron el camino mas directo a Pozo de los cobres, 4 horas de marcha a pie por la jungla. Debían llevar las medicinas y atender a las pocas familias que habitaban allí y que no podían trasladarse. Era parte de la rutina de la clínica y se cumplía una vez cada 30 días, siempre y cuando no hubiera urgencias y debieran ir antes de lo previsto.

Lily aún estaba algo sacudida por las confesiones de Ben sobre su esposa, el hospital y el fideicomiso. No estaba segura de qué pensar y prefería no hacerlo. La verdad es que había hecho lo posible por no quedarse a solas con "el doctor Keeton", practicamente lo había eludido durante toda la semana y pretendía seguir así, pero este pequeño viaje por la jungla la había tomado por sorpresa.

- ¡Hola Doc! -

- ¡Charlie! ¿Qué haces aquí tan temprano? - preguntó Lily.

- Charlie va a llevarnos con el camión hasta donde termina la carretera, eso nos ahorrará un par de horas de caminata - Keeton explicó al tiempo que colocaba las mochilas cargadas de remedios y suministros en la parte de atrás y se subía al vehículo.

La compañía del muchacho era una bendición, Keeton estaba particularmente callado ese día y Lily concentró su atención en las historias que contaba Charlie del poblado, la gente y la vida en este paraíso perdido.

Por fin llegaron a.. ¿algún lugar?.

Bajaron las mochilas, Charlie se fue y Keeton y Brennen iniciaron su paseo por una senda muy angosta, en algunas partes completamente bloqueada por la vegetación, tanto que debían utilizar el machete para abrirse camino.

Keeton seguía sin hablar y Lily empezó a preguntarse si ella había hecho algo mal, o si de verdad él era el idiota que debería ser y ella se negaba a ver. Si estaba enojado era su problema, ella no iba a hacerse cargo de ello, pero... Maldición! no podía seguir aguantando el silencio.

- Los antibióticos funcionaron bien, Tierra vino ayer a hacerse la última aplicación, creo que no tendrá mas problemas - dijo Lily, por decir algo.

- ... -

- Keeton... -

- ... -

- ¡Ben! ¿Estas oyendo?-

- ¡¿Eh? ¿Perdón, me decías algo? - Ben se sobresaltó con el grito de Lily, estaba metido en sus pensamientos y no se había dado cuenta que su compañera le dirigía la palabra. Ayer había estado trabajando hasta tarde, con dos cirugías programadas y una de urgencias, estaba cansado y no había dormido bien.

¿A quien quería engañar? el trabajo no era un problema para él, todo lo contrario. La verdad es que hoy era el cumpleaños de Andrew, y por eso había agendado este paseo, quería estar lo mas lejos posible del quirófano porque no estaba seguro de poder concentrarse lo suficiente.

No había lugares donde esconderse si se quedaba en la clínica, y tampoco podía tomarse el día libre con todo el trabajo que había. Irse era la mejor opción. En el pequeño poblado al que iban no habían informado de urgencias, apenas algunos casos de enfermedades crónicas y la revisión general de la población, que era un total de 26 personas, incluidos los niños.

Eligió a Brenner para acompañarlo porque confiaba en ella si surgía algo inesperado, tanto en su preparación en medicina, como en su forma de ser. En el poco tiempo que habían trabajado juntos había demostrado tener un carácter firme y el valor de no amedrentarse ante las sorpresas que se presentaban. Estaba seguro de que ella no le permitiría cometer una tontería con los pacientes. Su primer opción habría sido Ryan, pero no podía dejar a la clínica sin uno de los doctores experimentados y además...no quería tener que hablar

otra vez del mismo tema...no hoy.

- Nada importante, olvídalo - Dijo Lily, por fin comprendiendo que Ben no estaba enojado. Parecía mas bien distraído, quien sabe en qué estaría pensando. Seguramente en Ryan y su extraña relación de peleas y reconciliaciones. Ryan le caía bien, tenía que admitirlo. Ahora comprendía por fin lo difícil que sería para la pelirroja salir con su colega, en una relación que posiblemente nunca fuera más allá de la cama y sólo de vez en cuando.

Un par de horas, muchas picaduras de mosquitos y litros de sudor mas tarde, se acercaron a una zona del camino bastante empinada, con la senda semioculta y una soga vieja y no muy confiable que servía de guía y cuasi-sostén para el descenso.

-Bien, esta parte es algo complicada, así que toma firmemente la soga con una mano y con la otra sostente de la pared de roca o de los bejucos- Ben le mostraba lo que parecía una soga tejida de cáñamo muy resistente, de la cual había muchísimas colgando de los arboles. De hecho, Lily por fin conoció las lianas que supuestamente usaba Tarzan para volar por la selva - pero antes de cargar tu peso en ellas, dales un fuerte tirón para verificar que esten bien sujetas, de lo contrario podrían soltarse y te despeñaras por el barranco... - explicó Ben fijando su mirada azul en los ojos de Lily, para estar seguro de que la joven comprendiera exactamente lo que le decía.

- No des un paso hasta estar segura de que tu pie esta pisando algo firme. Es temprano y no tenemos apuro... - continuó Ben, al tiempo que cogía la soga y avanzaba mostrando el camino.

Lily lo siguió con precaución. Esto de arriesgar la vida, o al menos un brazo roto, para poder hacer su trabajo, se estaba volviendo una costumbre. Y no necesariamente una mala, por cierto.

Ben iba delante, a buen paso, con la tranquilidad del que conoce el camino, y sin poner realmente atención a todo. Cogió una rama de las más resistentes para sujetarse, sin ver la pequeña serpiente verde que estaba enroscada tomando sol...

- ¡Ah! -

- ¡Ben! - Todo sucedió en un instante, el relámpago en la mano, Ben gritando y soltando la soga y luego cayendo hacia atrás, rodando por la cornisa y perdiéndose unos metros mas abajo con la espesura cerrándose a su paso, Lily gritando su nombre y por fin el silencio.

-Dios Mío, ¡Ben! ¡Ben! por Dios, contesta, ¡Ben!- Lily sabía que la caída no era mortal, pero desde donde se encontraba no podía verlo y no escuchar su voz le preocupó de verdad.

Comenzó a buscar un camino alternativo para descender, finalmente decidió atar la soga que llevaba a la rama de un árbol que parecía resistir su peso (y el de Ben, si tenía suerte y podían subir por allí) y comenzó a descender.

Una vez que pasó las copas de las palmeras alcanzó a ver la silueta de Keeton, estaba a unos 10 metros, cubierto por algunas ramas y hojas que habían detenido su caída. Parecía inmóvil, no había tiempo que perder.

Cuando Lily llegó a su lado, Ben seguía inconsciente. A simple vista no parecía tener lesiones graves, apenas unos arañazos, aunque manaba de su cabeza una gran cantidad de sangre, producto de un corte sobre la ceja izquierda. Intentó despertarlo, al tiempo que limpiaba la herida.

- ¡Ben! ¡Ben! Vamos, despierta, hombre, ¡despierta! - Lily estaba preocupada, las pupilas respondían a la luz, aunque parecía algo desenfocado. Debía tener una contusión muy fuerte... genial, y tenía que suceder en el medio de ningún lugar y justo a la persona que mejor conocía el camino. Cómo harían para regresar ahora? ...

- ¡Qué estupida, la radio! - Lily se hubiera dado una patada a sí misma si hubiera podido, ¿cómo no lo pensó antes? Enseguida buscó el transmisor entre sus cosas y llamó a la clínica...

Ben creyó escuchar su nombre, desde lejos...estaba durmiendo y había sido una noche larga...¿porque tenían que despertarlo tan pronto? Quería dormir, sólo un rato más...

- ¿Otis? ¿Otis? ¡Soy yo! ¡Lily! tuvimos un accidente, Ben cayó por una ladera y está semiinconsciente...¿Otis?-

- ¿Lily? te escucho muy mal, repite lo que has dicho -

- Ben cayó por la ladera, esta inconsciente -

- ¿Dónde están? -

- Hemos recorrido unas dos horas desde el lugar en que Charlie nos dejó con el camión... Hay una soga siguiendo una ladera, ¡ahí fue donde cayó!-

- El Paso del Río Chico, de acuerdo, no te preocupes, enviaremos ayuda lo antes posible, avisame si hay algún cambio, ¿de acuerdo?

- ¡De acuerdo! gracias! ¡Apresúrense! -

Bien, hablar con Otis la tranquilizó un poco, al menos alguien más conocía la situación y la ayuda estaba en camino. Si Ben no despertaba ella no estaba segura de poder cargarlo todo el camino de vuelta...

- ¡Ben! vamos, eso es, despierta, abre los ojos, ¡Ben! me estas escuchando, así que ¡abre los malditos ojos de una maldita vez! -

- Mqhgte...-

- Eso es, déjame ver - La luz le atravesó el cerebro como una espada, maldición! la cabeza le dolía y la luz le molestaba mucho. ¿Que demonios estaba sucediendo? ¿Quién le estaba hablando? Muchas preguntas y su cabeza a punto de estallar...

- ¿Cuántos dedos ves? -

- ¿Qué?

- Vamos, contesta, ¿cuántos dedos ves? - Preguntó Lily mostrando su palma abierta frente al rostro de Ben.

- Vaya, ahora entiendo lo estúpidamente molestas que suenan esas preguntas cuando las hago yo...-

- ¿Qué? ¿de qué estas hablando?-

- Ey, no grites, ¿de acuerdo? tengo una manada de elefantes saltando en mi cabeza - Ben miró a su alrededor por primera vez y se hizo una idea de lo sucedido - y creo que ahora entiendo por qué...-

-Si, fue una buena caída, ¿eh? me asustaste -

- Pues no fue mi intención, y ya que estamos – El Doctor Keeton la miró a los ojos con su sonrisa más radiante y preguntó:

-¿podrías decirme quien diablos eres tú?...

CONTINUARÁ