Ever After:
CIVIL WAR CAPÍTULO 1
Raven entró, al igual que cada año, con el espejo que la conectaba con su madre la antigua Reina Malvada, Darcy "Dark" Queen. Las armaduras vivientes se apartaron ante su presencia y ella miró hacia el espejo.
—¿Mamá? ¡Mamá!
Pronto una neblina negra y morada se arremolinó revelando poco a poco a Darcy, la cual se miraba igual que siempre temible, con un aura de maldad pura rodeándola. Raven la miró y le sonrió, quería a su madre y sabía que ella la quería también pese a las diferencias entre ambas. Y sólo tenía que preocuparse por aquel encuentro una vez al año.
—Raven — dijo sonriendo. — Vaya hija, has cambiado mucho… parece que cortaste tu cabello, y tus ropas; no son para nada oscuras. Es como si estuvieras luchando contra toda la maldad que llevamos dentro. Me decepcionas hija mía, pero…
Raven examinó su apariencia sonriendo, a estas alturas ya no le importaba que le echaran en cara que su destino era ser malvada, no después de todo lo que ocurrió el año pasado. Simplemente se encogió de hombros acariciando su recién cortada cabellera y sus ropas que ahora mostraban unos vivos colores púrpura y turquesa, muy al estilo de Maddie, en lugar de la tétrica combinación con negro. Realmente había cambiado.
—Mamá, no sé si tus espías malignos ya te habrán contado pero me negué a firmar el Libro del Destino. He elegido seguir mi propio final feliz, uno en donde no tenga por qué ser malvada. Y no me importa lo que Grimm, Apple o tú digan, yo no seré la Reina Malvada. Sólo Raven, únicamente Raven.
Darcy levantó una ceja y frunció el entrecejo. ¿Era en serio? No importaba, sólo rio malignamente.
—¿Qué te es tan divertido? Hablo completamente en serio — dijo Raven apretando los puños, el que su mamá se riera así no era jamás una buena señal.
—¿Qué de qué me río, Raven? ¿Realmente crees que puedes escribir tu propio destino, tu final feliz? ¡Por favor! Todo eso son fantasías.
—Destruí mi página del libro, nada de lo que tú hagas me hará firmar — desafió Raven.
Darcy se rio más fuerte.
—¿Que yo haga, dices? Pero si no tengo que hacer nada. Grimm lo hará por mí. El que hayas roto tu página no lo detendrá. Créeme, nos conocemos mejor de lo que crees.
—Yo detendré a Grimm, cueste lo que cueste.
—La única que lo ha vencido es Bella Sister; y ni siquiera ella lo ha logrado detener por completo. Si realmente quieres derrotar a Grimm, tienes que acabar por completo con el Libro del Destino. Es la única forma.
Raven miró fijamente a su madre y se largó del cuarto sin importarle que todavía le quedara algo tiempo para hablar con su madre. Ella la miró alejarse con tristeza y luego volvió a perderse entre las tinieblas del Espejo.
El Rey Bondadoso miró a su hija caminando decididamente hacia la chimenea para transportarse a la escuela.
—¿Raven? ¿Pasó algo? Todavía tienes tiempo para hablar con tu madre y…
Raven no dijo nada, se teletransportó lejos de aquel lugar directamente hacia Ever After High en donde sentía que su victoria sobre el Libro del Destino realmente significaba algo. Avanzó decididamente a través de los pasillos del Palacio y al igual que la última vez, le pisó la cola a un ratoncito. El animal comenzó a chillar y a protestar agitando su puñito gris… cuando la reconoció. Tras considerarlo unos momentos, volvió a su pequeño reclamo y luego se perdió entre los rincones.
Raven sonrió para sus adentros, ahora todo había cambiado; no le importaba qué le decía su madre, ella había logrado derrotar a Grimm.
Bajó a su antigua habitación, la cual sabía que le volvería a tocar soportando a su compañera de cuarto: Apple White. Pero a estas alturas no le importaba más, ya había cambiado su destino y por mucho que le doliera a Apple (quien no dejó de fastidiarla junto a todo su grupo de Royals) con que debería de firmar y aceptar su futuro destino, ella ya se había decidido.
Entró.
La fiesta dentro de la habitación, auspiciada por Briar, se paró de repente. De todos modos Raven no dijo nada, únicamente arrojó sus cosas sobre su lado de la habitación (al principio decorado por Apple al principio como tétrico y maligno; pero desde que Raven cambió su destino tenía una tonalidad mucho más alegre y digamos chiflada, tratando de mostrar la alegre y demente influencia de Maddie). Su mejor amiga había sido un gran apoyo durante todo ese tiempo, dándole la fuerza que necesitaba para seguir adelante con su decisión a pesar de los constantes ataques de los Royal. Incluso recibió un par de notas de amenaza en donde descubrió las letras de Apple y del director Grimm.
—Por favor continúen, yo me voy a buscar a Maddie y a Cedar para dar una vuelta por ahí.
Igualmente la miraron con una expresión llena de odio, gracias a ella el Libro del Destino permanecía dentro de la bóveda del director Grimm y nadie estaba autorizado para verlo, ni siquiera aquellos que habían elegido seguir su destino y firmar.
Raven se largó alegremente, el conflicto Royal/Rebel había empeorado al punto que pasaron de los ataques, las amenazas; una que otra pelea pero al final todos se fueron distanciando los unos de los otros de forma más bien gradual. Ahora no se hablaban a menos que fuera absolutamente necesario, y ambas partes hacían lo que fuera necesario para que las cosas siguieran así. El único que hablaba con los Rebel de vez en cuando era Dexter Charming, pero poco a poco se fue distanciando también debido a la presión de su grupo. En fin, mientras no la molestaran a Raven le daba igual.
…
Maddie se encontraba leyendo un libro que sostenía boca abajo mientras reía como loca igual que siempre cuando Raven entró a su habitación. Reía alegremente mientras pasaba las páginas en reversa; y a todas luces parecía que recién había llegado y se había acomodado. Vestía una blusa holgada color lavanda que solía usar de pijama y unos leggins turquesa que delineaban su bella y trabajada figura. Raven se sonrojó un poco al ver lo en forma en que estaba Maddie y torció el gesto al darse cuenta que necesitaba hacer algo de ejercicio,+.
—¡Hola Maddie! — Saludó Raven.
—¡Raven! — Dijo Maddie con sus ojos iluminándose al ver a su amiga. — Vaya, cuando a una ostra ves caminar, la tapa del recipiente de pescado no se puede quitar; porque algún travieso la fue a pegar, jijijijijijijiji…
—Alerta de maravilloso Maddie, alerta de maravilloso — se rio Raven sentándose junto a su amiga, quien la recibió con un gran abrazo de bienvenida.
—Jajajajaja, lo lamento, es que ya sabes… a veces me sale sin darme cuenta. En fin, te decía lo bien que te queda el nuevo estilo, pero me gustaba más el negro y púrpura, va con tu personalidad, jajajajaja...
—¿Malvada? — Se molestó ligeramente Raven.
—Rebelde, amiga, rebelde — dijo Maddie. — Pero el cabello corto sí que es genial, un poco más y parecerías un chico. ¡Uy! Sin ofender… aunque si fueras un chico no te verías nada mal, pero…
—Ya, ya Maddie, entiendo — se rio Raven. — Quería probar algo diferente, ya que voy a ser diferente no veo por qué no comenzar con un cambio de look. Pero creo que tienes razón, un poco de negro no le vendría mal a este conjunto.
Maddie le dedicó la mejor de sus sonrisas.
—¿Y? ¿Ya fuiste por tu horario?
Raven le guiñó un ojo y sacó una libreta que había traído consigo.
—Hice el mío. Grimm no me dirá qué hacer.
Maddie asintió enérgicamente para aprobar su decisión, después de todo ella era una fiel creyente de la libre elección y que su mejor amiga estaba en lo correcto, todos éramos libres de elegir nuestros destinos.
—¿Sabes? Te admiro Raven — dijo después de un rato.
Raven la miró sin saber qué decir. Maddie brincó alegremente a las rodillas de Raven y le sonrió. Sus frentes se tocaron y Raven comenzó a sudar de los nervios al sentir a Maddie tan cerca.
—Eres el ícono del cambio, Raven. Y por mucho que el director Grimm no esté de acuerdo las cosas no volverán a ser como antes. Como te dije antes, te admiro.
Raven le sonrió.
—Estaba pensando, ya que los Royals tienen su aburrida fiesta en el cuarto de Apple y mío, ¿qué tal si vamos al jardín y hacemos una fiesta de té como las que te gustan a ti, eh? Seguro podemos invitar a todos los Rebels.
Maddie se separó de una voltereta con triple efecto de giro y al caer sacó varias invitaciones de la nada.
—¿Y qué estamos esperando?
…
Aquella fiesta fue divertida, en compañía de todos los Rebel: Hunter, Cedar, Cupid, Kitty (aunque ésta se la pasó fastidiando a Cerise con lo de sus orejas de lobo), Cerise, Sparrow (a quien tenían que estar vigilando constantemente para que no robara nada a nadie), Diminuto, Poppy, Melody y Piper. Y al igual que la fiesta de Briar, la diversión se extendió varias horas; tanto que ya se estaba poniendo el sol. Finalmente Raven volvió a su habitación, ni siquiera las tonterías de Apple la pondrían de mal humor.
—Lo único bueno de toda esta tontería del conflicto es que Apple ni siquiera habla conmigo frente a ella.
Entonces se fijó que alguien, Apple seguramente, había sacado todas sus cosas del cuarto.
—¿Y ahora qué? — Suspiró Raven tomando su maleta y girando la manija.
No abrió.
—Apple, déjate de tonterías, también tengo que dormir.
Apple y Briar le abrieron con una expresión de superioridad.
—Oh, lo lamento mucho Raven pero Briar y yo estamos teniendo hoy una pijamada y en ésta no se admiten Rebels. Si no te molesta, me gustaría que te retiraras… claro que podrías firmar, así serás más que bienvenida aquí.
Raven rodó los ojos, ya se había acostumbrado a los berrinches de Apple.
—Olvídalo, ¿sí? Me iré a dormir con Maddie. Buenas noches Briar, buenas noches Apple.
Apple apretó los dientes, tenía que buscar la forma de obligar a Raven a firmar. No había desaparecido pero exigía su destino, y no podría tenerlo sin que Raven firmara.
—Antes que te vayas Raven, tengo pijamadas con todas mis amigas Royal durante toda la semana; y también la próxima volviendo a empezar con Briar.
La joven le guiñó un ojo como retándola a que respondiera.
—¿Sabes que puedo hablar con el director Grimm y ya, no? Fuiste tú la que le pidió que fuéramos compañeras de cuarto, si no me quieres cerca nos separamos y ya. Cualquier Rebel me aceptará como compañera; ahora que no seré malvada no veo problema en ello.
—Sí porque el director Grimm está encantado contigo — ironizó Apple. — No me imagino qué hará, ¿detenerme? Me dijo que tomara medidas extremas si eso podía hacerte firmar; ¡y echarte de tu cuarto fue una idea que a él le pareció Maravillística!
Raven la ignoró y siguió su camino al cuarto de Maddie y Kitty.
Tocó la puerta en donde la recibió Kitty.
—Te echaron — dijo con su sonrisa de siempre.
Raven la miró con cara de pocos amigos.
—¿Cómo sabes?
Kitty se apartó mientras que Raven entraba al cuarto de su amiga, en donde Maddie ya había preparado su cama para dos y la invitaba con un gesto amigable y una sonrisa.
—En serio, ¿cómo sabían?
—El narrador — dijo Kitty. — Y a estas alturas incluso Lizzie sabe, todos los que venimos del País de las Maravillas escuchamos lo que dice; y a diferencia de la original, él tiene la firme determinación de ignorar nuestras intervenciones.
—¡Apuesto que será divertido! — Se rio Maddie. — Pero bueno, ven, estábamos a punto de dormir. Bajaríamos a cenar pero estoy llena de la fiesta, ¿y ustedes?
—¡Ajá! — Respondieron las otras dos.
—En fin, no hagan ruido, mi oído felino hace que me sobresalte con facilidad — dijo Kitty; y apuesto que Cerise tendría el mismo problema.
Raven la ignoró y abrió su maleta en busca de su camisón de dormir para ir a cambiarse al lavabo, pero Maddie sólo se quitó sus leggins sin ninguna vergüenza que se lo impidiera y se acostó esperando a su amiga Raven. Cuando Raven salió vistiendo su camisón de seda combinación de diferentes tonos de morado. A Maddie le pareció que estaba linda.
Se acostaron a dormir y Kitty apagó las luces. Nadie dijo nada, estaban muy cansadas como para decir algo; y el día se había acabado, hasta el día siguiente tendrían una nueva aventura en Ever After High.
…
Raven comenzó a caminar en aquel loco paraje, el jardín de las maravillas. Tan demente, extraño; le parecía encantador, pues sentía que le recordaba a su amiga Maddie. Maddie, su apoyo; Maddie, su compañía de toda la vida a quien no le importaba su pasado entre sus padres. Entonces una gran flor se posó sobre la boca de Raven, tomando la forma de un gigantesco biberón.
Raven comenzó a succionar, succionar como si su vida dependiera de ello.
…
Un gemido la despertó. Se dio cuenta que no estaba succionando un biberón, sino el seno de alguien; y ese alguien era su amiga Maddie.
Raven se apartó asustada de repente.
—Maddie, lo siento. Estaba soñando y por favor no te enojes, no era mi intención y…
Maddie apartó la vista.
—Este… no, no te preocupes. Es mejor volver a dormir.
Raven, roja de la vergüenza y sin poder mirar a su amiga a los ojos, le dio la espalda y se acostó a dormir. Pero no pudo conciliar el sueño, y por lo que sentía tampoco Maddie
La chica loca no pudo evitar volver a hablar. Su rostro ardía, de la vergüenza y algo más.
—Raven…
—Maddie, lo siento por favor perdóname. Mañana si la situación sigue así, le pediré asilo a Cerise.
—No, no, puedes quedarte conmigo todo el tiempo que necesites. Me gusta estar contigo, de hecho… me gustó lo que hiciste.
Raven se puso más roja todavía.
—Maddie yo…
—Me gusta divertirme contigo, me gusta jugar contigo. Me gustas Raven.
A estas alturas la futura sombrera no podía dejar de hablar; la acción de la chica que amaba la había animado.
—Raven, ambas somos mujeres y sé que sentiste algo por Dexter antes que comenzara el conflicto pero no puedo evitar sentirme así, y no quiero dejar de hacerlo. Te amo Raven Queen.
Raven parpadeó sorprendida. Era la primera vez que alguien se le declaraba.
—Maddie, perdóname pero yo…
Entonces recordó que desde que se vieron se descubrió admirando la anatomía de Maddie, lo cálido de su corazón cuando sus frentes se tocaron esa tarde; cuando escogió su look pensando en Maddie. Su sueño acerca de Maddie.
—Maddie, mi querida Maddie, mi linda Maddie… ¿sabes por qué mi lugar favorito de la escuela es el Jardín de las Maravillas?
Maddie asintió.
—Porque te recuerda a mí… ¿o no?
Raven asintió muy contenta y entonces sintió algo cálido contra sus labios; tenía un extraño sabor como té y pastelitos, eran los labios de Maddie que luchaban por abrir los suyos e introducir su lengua. Raven lo permitió mientras que con una mano apretaba la cabeza de Maddie para profundizar aquello y con la otra acariciaba la suave superficie de sus pechos. Dio un respingo cuando sintió la mano de Maddie bajar por sus caderas pero lo permitió.
Su primer beso, el primero de amor verdadero.
—Raven… sabes como a moras y chocolate. Me gusta mucho.
—Y tú a té con pastelillos. También me gusta.
Se rieron por lo bajo cuando Raven reaccionó.
—¡Kitty!
Miró hacia la cama de la gata, pero estaba vacía.
—¡Ah! No te preocupes, se fue cuando comenzaste a bueno… tú sabes. Esa cosa tan linda con tu lengua. Creo que nos quiso dar privacidad.
—Mañana será un día largo para ambas — suspiró Raven.
—Tal vez, pero entonces aprovechemos esta noche. Además, ¿no siempre quisiste salirte por completo del guion? Y a mí no me importa lo que me digan. Por lo que tengo entendido, el jueguito de Apple es sólo el principio, esto está a punto de ponerse realmente mal.
—Sí, tengo ese presentimiento — murmuró Raven preocupada, pero entonces los labios de Maddie reclamaron atención.
—Todo lo que importa es el ahora.
Raven sonrió y se dejó llevar. Maddie tenía razón, mañana sería otro día.
Y bueno, primero que nada si alguien vio algo rápido el shipping; lo lamento pero como dice el título de mi historia, lo que yo quiero es centrarme en la "guerra civil" y hacer este fic con un tono más de acción y guerra en sí. Espero les haya gustado y para los que no me conocen, este es mi cierre en todos mis reviews y fics:
Chao; nos leemos!
