Recuperarla.


[AU]
Fairytail es de Hiro Mashima.
Éste fanfic tiene mucho/arto Ooc.
a leer e.e/


I

Música fuerte, una gran celebración. La noche se teñía con una de las fiestas más coloridas de Fiore. La graduación de todos los estudiantes. Y En un pasillo vano de gente festejando, de pronto se escuchó – ¡Eres un imbécil! ¿Sabías?! ¡Un imbécil que tiene más piercing que neuronas! – Gruñía Mcgarden, una alumna recién egresada hecha un manojo de ira – ¡Un idiota que piensa todo el tiempo en pelear y discutir!

– ¿Ah sí?, tsss, ¡tienes toda la maldita culpa! ¡De toda la jodida tienda, tenias que elegir ese vestido, y de remate llegar así! – Gajeel Redfox, otro alumno egresado por suerte, era el contrincante. Señaló el top negro de la mujer apretadísimo, que modelaba perfectamente su figura.

– ¡Estúpido! Atolondrado ¡No tengo por qué darte ninguna explicación de mierda! ¡Siempre me estás cabreando con lo mismo! –

Ambos eran una pareja de simples compañeros y amigos. Se habían ganado una confianza que sacaba de quicios a cualquiera. Cada vez que les preguntaban si eran novios, el tema pasaba por sobre la atención del par y cambiaban la conversación, hacían todo juntos, cada trabajo, cada salida, cada coma etílico después de los viernes en los pubs. Pero ninguno había atinado a dar el primer paso por temor. Sólo se la habían pasado peleando;

Los últimos 4 años.

– ¡Enana mírate! ¡¿A quién rayos quieres mostrarle tu piernas eh?! ¡oh si, Mí-ren-me! ¡Soy levy mcgarden, la enana muestra trasero!

Pero cualquiera tiene un límite, y Levy ni Gajeel eran la excepción. Esa noche tuvieron una discusión fuerte.

– ¡Basta ya por el amor de Dios! ¡Basta!, ¡basta!– Respiró llenando la vista de lágrimas – basta ya de hacerme llorar…-

Su boca comenzó a formar el temido puchero ataca chicos de hierro. Sus ojos soltaron un par de lágrimas asesinas y Gajeel redfox lo había hecho otra vez. La pequeña levy se largó a llorar y a correr, se tapó la cara mientras pasaba por el lado de su compañero quitándolo sin piedad, con un duro "suéltame Gajeel".

-¡Ey levy escucha, yo no quería, awgg! – la alcanzó abrazándola fuerte para que no lograra escabullirse. No era capaz de mirarla a los ojos. Se sentía estúpido. Su cuerpo frágil no pudo contra el voluptuoso Gajeel, y ahí estaban nuevamente, fuera de todo, de la fiesta, de sus amigos, de tono y de lucidez. La contuvo hasta que se calmó, Y continuó con su botella de cerveza.

Cansa ser la chaperona gajeel – la chica se limpio el rímel y se sentaron sosegados.

No, eso no, me enferma que estés con otros tipos carroñeros–

¿Y eso en que rayos te afecta? –

Debería afectarse a ti y a tu autoestima– respondía el chico dando un sorbo a su botella.

No, para nada, estoy bien así

¿Te gusta que te vean el trasero?–

No imbécil – dijo calmada, la discusión era una escena en donde ambos sentados en un sillón miraban el suelo. Se silenciaron. Gajeel le ofreció la botella, ella aceptó.

Ese tipo te hablaba sólo porque te vestiste cómo la coneja hoy –

Por lo menos me trató de bonita – le devolvió la botella. – Rogue es simpático y no me grita todo el santo día.

Me enferma, no lo tolero –

¡¿Por qué?! No puedes siquiera soportar a mis dos mejores amigos–

Levy soy hombre, yo sé cómo pensamos –

Yo no necesito a nadie advirtiéndome de con quién salir o no–

Te hará sufrir–

Después de esa dulce frase hicieron contacto visual. No habían tenido una conversación cómo dos chicos recién graduados hace meses, y se sintió genial. Conversando. Dos de la madrugada, fiesta de comienzo de vacaciones, una botella de cerveza y una sonrisa media ebria. La miró, el delineado de su pómulo comenzaba a sonrojarse. Quizás ya no la vería tan seguido, quizás no le importaba mucho, quizás le importaba demasiado. Ni él sabía cómo explicar lo que le pasaba dentro cuando ella no estaba, únicamente consideró que ese era un buen momento para charlar.

Y la pequeña, ¿desde cuándo se sentía así? Desde siempre, desde que él llegó a sentarse al final de sala mirándola de reojo. A partir de la primera llamada, cuando la aceptó y él comenzó a cuidarla en todo momento.

Y eso no lo cambiaba por nada, ni por siquiera tenerlo aún más cerca.

Decirle lo que sentía desde ya hace cuatro años, era un riesgo para su amistad., más si se veían todos los días en clases.

Pero ese momento era especial, distinto. Diferente a como lo habían sido los cuatro años atrás y a cuando salieron por primera vez. Ahora estaban ahí con el peso grande de tener una oportunidad de hablar con el corazón. Levy sacaba de la mesa otro vaso de ron que había ahí cerca y la plática continuaba.

¿Ahora qué harás señorita graduada? – Redfox cuestionó mirándola aun. Se desabrochaba el botón de las mangas, su traje negro que llevaba ya le molestaba. Ella rió.

Disfrutaré el verano, la playa, verlos de vez en cuando…–

De vez en cuando. Crujieron sus ojos y su corazón. Recordó que ya no habría más clases ni asignaturas. Ni Levy a su lado todos los días. Que terriblemente aburrida sería la vida así. Más que eso ¿le dolía? Algo en el pecho le apretaba al respirar cuando la miraba de lejos, cuando sentía su ausencia. Y no, no podría ser así.

¿Sabes qué Gajeel? – Levy le interrumpió los pensamientos. Pero él ahí igual de tenaz quería ser el primero en sincerarse.

Levy – el chico alcanzó a susurrar el nombre pero ella continuó.

Ahora seguirás con tu vida, tus cosas, tu gato–

Levy…– susurraba aún más bajo. Levy.

Y él, al pronunciar su nombre, se quebrantó, veía el rostro de su pequeña Levy que volvía a derramar lágrimas, sosteniendo una sonrisa.

Antes de continuar, sus ojos se llenaron de desconsuelo.

Sabía que en ese momento la perdía.

Las manos pequeñas de Levy le anticiparon un abrazo tierno y suave. Al oído, con el cabello negro entre sus ojos avellana ella le murmuró;

Es tiempo de que dejar de hacernos daño Gajeel

Le acarició el mismo cabello mientras se desprendía de él. Se miraron a la cara, y él no lograba reaccionar, perplejo. Levy le sonrió como pudo, llorando a mares. Se levantó del asiento, tan frio, giró su cuerpo completo, se envolvió los hombros y siguió su llanto cómo nunca antes lo había hecho.

Su relación de amistad tortuosa había llegado hasta ahí, ambos merecían ser feliz con quien sea.

Se sintió cobarde cuando escuchó susurrarle su nombre, sabía también que él la necesitaba tanto cómo ella, y si fuese más valiente ahí le contaba todo.

El pasillo cerrado en el que estaban, parecía tan largo e interminable. Gajeel sólo observó la espalda de la chica que le había robado el corazón. Se iba lentamente con ese par de piernas dulces que no lo merecían. Caminaba lento, algo le decía que se ponga de pie, que reaccione, ¡que corra! Que la detenga, le diga una vez más perdón, aquí estoy, que haremos en la noche, te espero mañana.

Te quiero.

Pero el destino no fue así, le miró irse si reacción. Partir. Y el corazón se le ponía en hierro otra vez. Nunca vio una enana tan linda cómo ese día.

Levy. Se murmuró ahora sentado en soledad. Levy y mil veces Levy sin pestañar, con su imagen, con su aroma impregnado.

Levy

Miró el suelo entre sus rodillas y ella desapareció, juntándose así con el enorme tumulto de gente de la fiesta. Dejó de oír su voz. Dejó de sentirla ahí a su lado.

Volvió a tierra, y la fiesta era todo lo que sonaba en sus oídos. En un pasillo con forma de sala, desierto, en una ceremonia de graduación, en un jodido pub que le había arrancado a la mujer de sus sueños.

Se tapó la cara. "Solo otra vez". Los pensamientos le atacaban la cabeza punzante.

Levy Mcgarden se había despedido de él en la que podría haber sido la noche más bella para los dos. Su dedo índice y pulgar se sobaba los ojos.

[*]

Desde la misma puerta en la que había salido la chica se asomaron dos personajes que el Redfox consideraba sus mejores amigos. Natsu Dragneel & Gray Fullbusten, chico que logró hacer de las suyas colándose en la familia al ser novio de Juvia Loxar, la prima-hermana de Gajeel. Ambos vieron la escena, un tipo, de cabello largo, amurrado sobre un sillón con la cara tapada.

Debe estar muy ebrio natsu, anda a levantarlo–

Espera un momento– respondía el pelirosa, mientras Gajeel se descubría la cara– ¡Ho mierda!, ¡por favor! mírale ese rostro! De seguro Levy está con alguien por ahí –

O peor – Fullbusten señaló a la pequeña Levy que llevaba el mismo rostro espantoso, escabulléndose a lo lejos por la puerta del baño de chicas.

Los dos directo a sentarse con el personaje en cuestión.

¿Qué rayos sucedió? – Natsu le pasaba otra botella de cerveza. Gajeel los miró. Se echó para atrás suspirando lento. Gray le miraba prestando atención, verlo de esa manera no era algo recurrente.

Levy se despidió de mí–

Ah con que eso, – dijeron aliviados – me asustaste cara de tachas–

No, no es eso– corrigió Gajeel. Cualquiera puede despedirse a cada rato, incluso ellos se habían pasado la noche anterior de borrachera despidiéndose a gritos por el fin de año, secundaria, uniforme, todo. Pero a ellos los vería igual y siempre.

Es decir Levy – no sabía explicarlo bien – se fue, en teoría.

¡A donde! – el coro dinámico natsu-gray.

No, no se fue a ningún lado maldición, sólo que me pidió que no la viera más–

uuuh– coro dinámico.

Silencio que se pasó a sorbos ahí.

Viejo no te diré nada, pero eres realmente un imbécil – recalcó Gray. – Levy es la única mujer que te esperaría aunque ella misma te pida que te vayas, la cagaste.

Y le guuuuustas– dijo Natsu.

¡Gajeel Redfox quiero una maldita explicación enseguida! – Loxar al lugar. Acompañada de Lyon. Escena que Fulbusten sólo contuvo con un tic de ojo nervioso. Tras de ellos llegaron Sting y Rogue.

Juvia caminó firme hasta la frente de Gajeel, firme en convicción porque el estado de lucidez poco se le notaba–¡ Acabo de toparme con levy en el baño, y si está llorando maldito cerdo, yo sé que fue por tu culpa! – le apuntó con el indicé. Estaba furiosa, y ebria.

Levy, junto a Lucy, y Erza se habían convertido en sus mejores amigas-

– ¡EXPLICATE, LEVY LLORA! –

¿Levy? – El otro chico de ojos carmesí, el moreno de los gemelos, preguntaba por la pequeña al escuchar su nombre – ¿está bien? Hace poco estaba charlando con ella. –

Gajeel se crujió los dedos ahí sentado. Le miró. Ese imbécil había tenido toda la maldita culpa. De no ser porque la estaba cortejando de más, él no había interrumpido la conversación y se habría llevado a la pequeña a la sala vip en donde estaban todos ahora.

Y no habían peleado, no se habrían gritado, ella estaría ahí ahora bebiendo con él y no estaría pasando la noche con una manga de ebrios discutiendo.

¿Charlando? Gehee– Redfox se puso de pie haciendo a un lado su prima. – Levy no charla con bastardos como tú.

No Gajeel. Con rabia o sin rabia reaccionaría mal. Pero esa noche, esa jodida noche, quería partirle el hocico a quien se le cruce por delante, solo por un motivo.

He gajeel basta – contuvo gray. Pero Rogue sólo lo miró y le respondió.

Parecía algo aburrida, yo no vi a nadie junto a ella– ironizo con una sonrisa burlona sacada directamente de su lado sombrío.

¡¿Ah sí?! ¡¿Y yo estaba pintado mocoso?! – se acercó aun más, esta vez lyon le contuvo desde el brazo. Natsu y Gray se pararon a su lado. Rogue ni Sting se movían.

¿Y tú que eres? ¿Su novio? – Sting comenzó a jugar.

¡Tú no te metas gusano asqueroso! – el redfox intentaba moverse fuerte. Rogue en frente suyo, algo ebrio volvió a reír y continuó.

¡Por favor! No le llegas ni a los talones a una chica como ella. –

Silencio, nuevamente silencio.

Segundos en lo que la imagen de Levy abrazándole y diciéndole adiós le hirvieron la rabia. Se desató de sus amigos y le lanzó un puñetazo directo en el ojo al gemelo menor. Cayendo al suelo sobré él. No se contuvo, parecía llorar con cada golpe en su rostro.

Juvia gritó, pero fue inútil. Gajeel continuaba, abría preferido si, golpearse el mismo, no ser motivo de cuchicheo mañana por la mañana y que Levy se entere de todo.

¡Basta ya Gajeel! – juvia lo tironeó, Sting logró sacar a su hermano de ahí corriendo directo al baño varonil. El ganador de la pelea se limpio la sangre del labio producto del único puñetazo que recibió.

¿¡ESTAS ENFERMO!? – gritó su prima, a lo que gray le tomó de las manos y la contuvo igual, todos estaban algo tensos.

¡Ho Viejo eso estuvo genial! – el único sonriente fue Dragneel motivado por la riña.

Larguémonos de aquí– dijo Gajeel. A lo que Gray afirmó, después de todo era él el irresponsable conductor designado. Tomó a Juvia, a su amigo lyon, y alentó a Natsu a irse sin buscar a lucy, cosa que fue bastante difícil. Ya daban las 4 de la madrugada.

Lucy vámonos por favor – fue la frase que la devolvió a tierra. Lucy Hearfillia charlaba coquetamente con un chico de igual cabellera. Notó a su pequeña amiga devastada con el maquillaje bordeándole todo el rosto, hecha un manojo de pena.

¡Ho no Levy que sucedió! – la abordó por el brazo llevándola a una esquina un poco menos concurrida y mas silenciosa.

Vámonos por favor, andas en el auto de tu papá, llévame a casa plis –

¡Explícame que paso! –

En el auto, vamos. – Mcgarden aun lloraba. Tenía los ojos agigantados. Lucy guardaba todas sus cosas para irse rápidamente. Pasó a despedirse de un beso en la mejilla de erza y Jellal, antes de pedirle a cana que le anote el numero del chico rubio con el que estaba hablando.

Jodida fiesta de graduación– dijo Levy ya afuera del local limpiándose el resto de lágrimas. El local quedaba justo en la costanera de un lago y la noche iluminaba todo el sector, se escuchaba la música fuerte de fondo y el sonido dulce del agua. Comenzaron a caminar notándolo el ruido de sus tacones, lucy mientras buscaba las llaves del auto.

Natsu me matara, le dije que lo llevaría a casa cuando termine todo– las luces de un deportivo se encendieron a su lado, antes de que ellas llegaran a su vehículo.

Eran los chicos en el auto de al lado. Gray manejaba, y el copiloto era Gajeel.

Lucy! – gritó Natsu desde la ventanilla mientras el chofer prendía los motores. – jeje me voy con Gray. – Que bella se veía Lucy ahí para él, con un traje largo y del color rosa de su cabello. Otro enamorado más.

¡Yo igual lucie! – juvia asomaba su celeste cabeza por el mismo ventanal. Lucy rió.

Pero el redfox tenía la cara pegada a Levy.

Ella terrible por el maquillaje y el hinchado de pelear.

Los ojos de ambos se congelaron. Se miraban. Levy se preocupó, ¿qué haría?, algo había sucedido y ella no estuvo ahí. Quería correr a abrazarlo. El se sentía el hijo de puta mas grande, por qué, uno; en ningún momento le dijo que se veía así de hermosa aún con el maquillaje corrido, y dos, porque ella volvió a darle la espalda para subirse al carro de Lucy.

Fue una puntada en el pecho. Ellos arrancaron motores y las chicas igual. Ellos doblaron a la derecha, y ellas a la izquierda. Fue la última vez en esa noche que vio su rosto pasar.

[***]

Abre eso salamander– Gajeel aun no terminaba de emborracharse. Habían parado a la orilla del lago a continuar con la farra dentro del auto ya que se les había topado en el camino Loki, un viejo amigo de lucy, que había dejado a un par de chicas en sus casas, junto con Warren, un Romeo ya adolecente y Laxus con su novia modelo Mirajane. Gray no tenía idea cómo de vuelta iba a meter a todos esos borrachos en el maldito auto. Ni menos cómo manejar.

Sig yog fuerag tug carag deg tachasg– hablaba el ebrio de natsu dando concejos de amor a su amigo – corrog hasta su jodidag casa y le…– con una botella en la mano fue el primero en caer. Lo acostaron en el auto mientras el reloj marcaba las cinco y media. Gray le contó todo lo sucedido a Mira, Laxus igual prestaba atención a la narración de la golpiza y loki remató.

Sig quiereg podriamosg ayudarteg a recuperarlag, esas piernasg andan solag porg ahí, Gajeelg yo tendría cuidado. – Segundo en caer de un puñetazo, acostado sobre el cadáver de Natsu.

Y así de apoco cayeron todos, excepto Gajeel y Gray. Pelinegros team terminaban la noche encendiendo la radio bajito y charlaron.

¿Men, Estás bien? – preguntó Gray ya sentado de piloto, a su amigo que estaba a su lado. Tras de ellos había una pila de muchachos ebrios durmiendo.

See, no creo que muera sin la enana–

De hecho sí, ya peleaste a combos a la media hora– sorbió la última lata que quedaba.

Gehee – rio mirando el suelo – estoy jodido

Lo sé viejo, pero es porque tu lo quieres – su conversación pintaba para las ebrias reflexiones de borrachos después de las seis. Titulo de la próxima canción del Gajeel.

¡Estoy jodido! – se tapo la cara. – ¡jodido! ¡Completamente jodido!

Estaba agraviado. Gray le acompañó. Le miraba con lastima. Le dio un par de palmadas en el hombro y lo animó

Si estar enamorado no es tan terrible – encendió el motor mirando por el espejo a su novia que dormía atrás. – recupérala, ella siempre te va a esperar, la conozco desde que entró a primaria junto a todos nosotros.

Comenzó a andar el auto de una manera mágica, tratando de visualizar bien todo y no morir en el intento.

¿Recuperarla? Desde cuando ella le pertenecía? ¿Acaso el era más imbécil de lo que pensaba? Gajeel ya en su cuarto analizaba la situación justo antes de dormir. Se le apareció la última imagen de Levy mirándole con sus ojos tenues entrando en su sueño ¿Cómo será despertar con Mcgarden después de una noche de farra? Su rostro dibujó una sonrisa ebria Agridulce, como el ron. Se imaginó hasta el sabor de sus besos y se durmió. Ahí entendió que no debía dejarla ir, por lo menos ninguna noche más, hasta recuperarla.

[***]

continuará


Ustedes pensaron que yo me quedaría de brazos cruzados esperando Gale todo el fin de semana en el manga? nones.
Aclaración; Fic Gale (forever) y habrá chispas de Sting entre el Nalu wjkaldsjasld. (?) risa malvada. e.e /Stincy es y será mi nuevo vicio, me ganaré mas de un tomate por ellos, pero sting me fasssssina. Aunque el fic no tiene final feliz rubio, a Natsu le tocará bailar con la fea aquí.

Cambio y fuera lectores. los amo, (cof-cof) saludos a nico-sensei.

nos leemos! :D