Síndrome de los amores imposibles
Sumary: Luna Lovegood ha sido la mejor amiga de Ginny Weasley desde que tenían 15 años y ha sido testigo de algo que ella llama el "síndrome de los amores imposibles", ¿tendrá cura algún día?
Disclaimer: todo pertenece a JKR y la WB, yo solo tengo ideas locas y ya...
Dean
-Saldré con Dean Thomas-mi mente empezó a correr a una velocidad extrema, ¿en qué momento Ginny había dejado de tener interés en Harry? Es más ¿cuándo había siquiera demostrado un poquito de interés en Dean?.
-¿Se puede saber porqué?-Ginny me miró con esa expresión de chica tonta y superficial que a veces me provocaban ganas de darle un puñetazo.
-Hermione dice que debería salir con otros chicos para que Harry me note. Dean me pidió una cita y bueno, dije ¿porqué no?-solté un leve bufido. Ginny era una bruja talentosa. Buena para el quidditch, inteligente, hermosa... Pero en cuestiones del corazón debía admitir que estaba muy perdida.
Tenía años enamorada, por no decir obsesionada, de el mismo chico. Un chico que si bien ya había notado que no era la misma hermana pequeña de su mejor amigo, había evitado a toda costa dar un paso más con ella.
-¿entonces si Hermione te dice que te tires al lago lo harás?-no tenía nada en contra de Hermione, por el contrario era una de las pocas personas que respetaba mis creencias. Incluso los nargles la encontraban linda, pero debería de aplicar sus propios consejos a su vida...
-No lo tomes así Luna, solo creo que puede ser una buena idea. Harry ni siquiera me mira y cuando estamos solos farfulla cosas sin sentido y se va corriendo, como si me lo quisiera comer... Y no es que este muy equivocado, pero estoy cansada. Hay muchos chicos ahí afuera que mueren por salir conmigo.-y ahí estaba otra vez la Ginny que me caía bien, esa que se daba cuenta de todo lo que tenía y podía obtener.
Se recostó en mi cama y empezó a hojear el último ejemplar del Quisquilloso que mi padre me había enviado. Quería decirle que estaba mal, que esa creencia de un clavo saca otro clavo no es correcta, que iba a herir al pobre chico y ella de paso, pero mi padre me había enseñado que cada persona debe tropezar y levantarse por su cuenta. Los torposoplos que la rondaban me daban la razón. Todo iba encaminado al desastre.
-Solo prométeme que no harás algo estupido, ¿ok?-me sonrió y sentándose rápidamente en la cama se puso una mano en el corazón y con una gran sonrisa me lo prometió. ¡Ay Merlín!
Ginny no solo empezó a salir con Dean, les gustaba dar espectaculos impresionantes en todo el colegio y durante las salidas a Hogsmeade. El moreno parecía querer comérsela cada que la besaba y Ginny parecía encantada con los numeritos que hacían por todos lados.
Una tarde en los jardines de Hogwarts, Harry se sentó a mi lado. Lo mire con un ceja elevada, no era propio de el acercarse tan abiertamente a mi. Pero en cuanto vi donde tenía puesta la mirada lo entendí todo. Dean y Ginny estaban en una de esas largas sesiones de besos, Ginny estaba prácticamente sentada encima de él y si había que ser sinceros era bastante... Dejémoslo en bastante.
-Parece que quisiera sacarle las anginas.-me reí, Harry pensaba igual que yo. En ese momento me permití analizar su expresión. Parecía que Hermione se había equivocado, Harry no parecía ni de cerca celoso. Por el contrario se miraba hasta cierto punto asqueado y si había que ser sinceros, lo entendía.
-Quizá es el amor, ¿no crees?-Harry me miró con una cara que decía claramente "debes estar bromeando". Era triste, porque estaba casi segura que la pelirroja solo salía con Dean para tratar de llamar la atención de Harry y no estaba dando resultado.
No supe bien en qué momento pasó pero de pronto la escena que estábamos viendo cambio, Ginny y Dean ya no se besaban, ahora Dean le reclamaba a Ginny su poca atención y el que no la escuchara, ella trataba de agarrar sus manos pero él se lo impedía y de una forma incluso grosera. Harry me dio una última mirada y elevando sus hombros en una señal que interprete como "no entiendo qué pasa" se levantó dejándome sola con el bonito espectáculo.
Dean también se dirigía a las puertas del castillo mientras Ginny lloraba como Magdalena al lado del lago. Era mi momento de intervenir. Tome mi maleta y espante algunos nargles que rondaban por ahí. Ginny ni bien me vio corrió hacia mí y me abrazo.
-Dean y yo terminamos.-
¿Qué le podía decir? Deje que se desahogara mientras seguía llorando. Al parecer Dean aseguraba que ella lo usaba, que él le había abierto su corazón y ella ni siquiera podía recordar lo que él le decía.
-Pensé que lo estaba haciendo bien. Me gusta estar con Dean, me mira como si fuera lo único bueno de este castillo.-
-¿Y tú Gin? ¿Lo miras de la misma forma?-
Sabía la respuesta y ella también porque su llanto se hizo cada vez más fuerte. Era claro que había intentado olvidar un poco su enamoramiento y al final había lastimado a alguien y si, a ella misma.
-Ahora todos pensaran que soy una loca...-bueno, eso no lo podía negar así que solo me limité a darle un par de palmaditas en la espalda y seguir ahí, abrazadas frente al lago.
Ese día, durmió en mi habitación. Algo que estaba tajantemente prohibido y que sin embargo no le importo. Habíamos pasado gran parte de la noche comiendo helado y platicando sobre lo lindo que Dean se había portado con ella y lo tonta que era por no poderse enamorar como debía de el.
-Yo creo que estoy enferma y todo es culpa de Harry.-asentí con la boca llena de helado de malvaviscos y me senté frente a ella.
-Si. Yo lo llamo síndrome de los amores imposibles.-
Y no era porque yo creyera que no pudiera estar con Harry. Simplemente estaba segura de que la estrategia para lograrlo estaba mal y eso lo estaba haciendo realmente imposible.
Dean fue el primero de la lista. Y Harry fue su primer amor imposible... Si me pagaran por cada una de las veces que tuve que consolar a Ginny, probablemente ya sería millonaria o reina. No se.
Notas de la autora.
Esta idea surgió después de una plática emocional con uno de mis mejores amigos. Espero que les guste y me den sus opiniones sobre ella. Todas y cada una de ellas son bien recibidas. Si gusta seguirá y si no, probablemente también... Jaja! Gracias por leer y no olviden "nadie te amará si no te arriesgas a que alguien te aborrezca.".
Lynette P. Broderick
