Notas: este es un fan fic que narra una historia Klaine bastante complicada, triste pero hermosa a la vez solo espero que la disfruten tanto como yo disfrute escribirla.

Sinopsis: A Blaine Anderson ha dejado de importarle todo luego de enterarse de su enfermedad... hasta que conoce a Kurt Hummel un joven castaño que lo hace volver a vivir

espero sus reviews


No quiero que existas

Capitulo 1

No te conozco y no quiero hacerlo

Caminaba mirando las calles vacías, acababa de salir de un boliche y el muchacho que venía conmigo acariciaba mi cadera mientras yo reía.

Se había transformado en una rutina salir a la noche, encontrar algún chico por ahí y simplemente luego pasarla bien.

Desde que me había enterado de mi enfermedad ya nada tenía sentido, ni la escuela, ni mi familia todo había perdido significado para mí. Había abandonado la escuela en cuanto me había enterado de lo que padecía, para que seguirla si al final no me serviría. mi familia se había gastado mucho dinero en tratamientos experimentales pero nada funcionaba, ya estaba perdido.

Me acerque a mi coche tambaleando, el muchacho que tenia junto a mi me beso, lo aleje de un empujón y lo mire, esa noche no me sentía demasiado bien, había bebido demasiado y no quería tener que pasar la noche con ese tipo mientras vomitaba.

-me voy a casa- le dije, el rubio me miro con cara de pocos amigos.

-¡vete al diablo!- se alejo tambaleándose. Entre al auto y encendí el motor, acelere lentamente. Las calles se borroneaban a medida que avanzaba.

-diablos-me dije a mi mismo- estoy demasiado…..

Sentí un golpe y mi cuerpo fue impulsado hacia adelante golpeando con el volante. Me quede ahí inmóvil, sentía un fuerte dolor en mis costillas y respiraba con dificultad.

-oh por dios-escuche el grito de una persona, esta se asomo por la ventanilla de mi auto con cara asustada, era un muchacho, de mi edad más o menos-lo siento mucho, realmente no te vi, ¿te encuentras bien?.

Moví el cuello para asentir, pero me agarro una fuerte punzada y no pude evitar hacer una mueca de dolor.

-¡no te muevas! Voy a llamar a una ambulancia-dijo el castaño.

Después de 10 minutos la ambulancia llego. Me subieron a ella y el castaño me convenció para que lo dejara acompañarme.

-fue mi culpa, es lo menos que puedo hacer-me sonrió, algo tenía que llamaba mi atención, pero no me daba cuenta de que era, estaba demasiado ebrio para darme cuenta y en el transcurso del viaje me quede dormido.

Desperté a la mañana siguiente, el sol entraba por la ventana del hospital. Junto a mi cama estaba el castaño completamente dormido en una incómoda silla.

-¿Qué haces aun aquí?- se despertó sobresaltado.

-oh, ¿cómo te encuentras?-me sonrió.

-pues bien, ¿puedes contestarme?-le dije cortante.

-bueno es que quería asegurarme de que estuvieras bien, me preocupabas.

-no necesito que nadie se preocupe por mi-conteste amargamente- y menos un desconocido.

-también, me pidieron los médicos que me quedara, ya que no sabemos quién eres ni tenían a nadie a quien llamar y necesitaban que alguien estuviera cuando te despertaras por si no recordabas lo sucedido- dijo el chico haciendo caso omiso a mis palabras, volvió a sonreír- y heme aquí, por cierto soy Kurt Hummel ¿y tú?

-Blaine Anderson- lo mire con curiosidad, ¿por rayos era tan amable? No me conocía, o tal vez era porque ya se había enterado de mi situación- ¿quién te lo dijo?- le pregunte.

-¿qué cosa?- indago el castaño confuso.

-¿Quién te hablo sobre mi?

-nadie-aseguro- no saben nada de ti, hasta hace 5 segundos no sabía ni cual era tu nombre.

Lo mire con desconfianza, pero su mirada era verdadera, se notaba que no estaba mintiendo. Tenía unos hermosos ojos azules que a cualquiera hubiesen vuelto loco y una sonrisa tierna y…

- ¡oh no! Diablos Blaine ¿en que estas pensando?- me dije a mi mismo-no puedes involucrarte con la gente, no debes, lo sabes.

-bueno Kurt- le dije al oji azul- ya puedes retirarte, ahora que recupere el conocimiento puedo valerme por mi mismo-dije en un tono tan amable que hasta a mi me sorprendió, no había hablando de tan buena manera en años.

-oh, está bien, vendré a verte mañana- el castaño se levanto de la silla, beso mi mejilla y se alejo por la puerta. Tenía que decirle que no volviera, era por su propio bien, no podía dejar que se involucrara conmigo, con una vida sin futuro, pero no pude las palabras no salieron de mi boca, no quería decirle que no volviera, sentía la necesidad de volver a verlo, de hablarle y de contarle mis problemas, tal vez era porque había sido la primera persona en mucho tiempo que me había tratado bien, que se había interesado en mi, a la cual le había preocupado mi bienestar, no lo sabía, solo sabía que quería volver a verlo.

A pesar de saber que me habían dicho una y mil veces que no me involucrara con nadie, que no me juntara demasiado con alguien porque cuando mi momento llegara haría sufrir mucho a la persona que me quería, simplemente no podía decirle nada al oji azul, sabía bien que mi enfermedad me daba tan solo unos años mas de vida, tal vez unos meses, pero desde el instante en que lo vi supe que no quería morir sin haber conocido a aquel muchacho, no quería morir sin haber conocido a Kurt Hummel.