La Rebelión Greyjoy.
Althea Greyjoy es la menor de cuatro hermanos y ciertamente la menos querida de todos ellos, mientras sus hermanos son aventureros vanagloriados por los hombres de su padre y su hermana es entrenada en el saqueo por el mismo, Thea está siendo ignorada por su progenitor todo el tiempo y se ve obligada a estar siempre en la oscuridad. No le importa mucho, lo disfruta la mayoría del tiempo; hacer cosas de mujeres sureñas con su madre, deslizarse por los pasadizos secretos que esconde el castillo, ocultar las cosas de Rodrik y Maron en su ausencia, asustar a los hombres ebrios que deambulan por el castillo tras un saqueo exitoso, escuchar cosas a escondidas tras los muros, nadar en el mar hasta decir basta y lo mejor de todo, pasar tiempo con el tío Rodrik y Euron. Todos sus tíos le suministran tantos regalos de distintas procedencia y naturalezas que ella está siempre tan ocupada con aprender a maniobrarlas que no tiene tiempo para notar la ausencia de su padre en su vida o el cómo es Asha siempre la predilecta para lo que este desee, Aeron la instruye en la devoción al Dios Ahogado y lo acompaña en todos sus sacrificios a este, el hermano de su madre le enseña a leer y escribir de una manera de la que ni su propio padre es capaz, Victarion la instruye en el combate cuerpo a cuerpo y a manejar el arco como si fuera parte de ella, Ojo de Cuervo por otra parte le enseña a escoger sus palabras para agradar y a manipular a las personas a su conveniencia. Ella en serio ama a toda su familia, o bien lo intenta, pero es a su madre y a sus tíos a quienes más quiere; no la golpean o gritan como Maron, ni la avergüenzan o exponen como Rodrik y sobre todo ellos la notan mucho más que Asha y su Padre.
Thea acaba de atravesar su noveno día del nombre cuando su padre inicia una Rebelión contra el Trono de Hierro, proclamándose Rey de la Islas del Hierro, queman, violan y saquean como dictan las viejas costumbres a las que su padre ha sido siempre tan devoto, su tío Euron está en éxtasis con esto por supuesto, masacrando hombres, destruyendo barcos y ciudades a diestra y siniestra, no puede decir lo mismo de ella; a penas y ve a alguno de sus tíos por más de cinco minutos en semanas enteras. Su madre está siempre triste, rodeada de un halo de amargura permanente, incluso con la hermosa tiara que su padre le entrega al nombrarla su Reina, ve el cómo su psique y rostro se marchita cada día más cuando sus hermanos la abandonan uno a uno; el primero es Rodrik que muere pagando el precio del hierro en unas tierras que no son suyas, después Asha que es enviada por seguridad a Diez Torres de donde su madre proviene y por último Maron, que se ve obligado a capitanear su propia flota a la guerra, entonces, cuando no queda más que ella y su padre planea mandarla lejos de Pyke su madre se aferra a ella, impidiendo que su padre la lleve lejos del alcance de sus brazos entre gritos y maldiciones, luchando contra su padre de una manera tan fiera que se parece a Asha cuando juega la Danza del Dedo con el tío Euron.
En Pyke no hay muchos niños de la edad de Thea que no hayan sido tomados de sus ciudades natales durante un saqueo y su madre le prohíbe rotundamente hablar con alguno de ellos, alegando que son sucios y no merecen su el gozo de su presencia, así que está siempre sola, encerrada en su habitación deseando estar con sus primos maternos o acompañando a su madre mientras esta le enseña a bordar y confeccionar, aun asi esto no puede satisfacerle; ella es activa, ama el aire fresco tanto como el sol tostando su piel y extraña jodidamente el mar. Ella de verdad desea salir y estar un largo tiempo surcando las olas de agua salada como antes, así que, cuando su madre esta desprevenida durante su clase de costura se escapa de su solar y se escabulle por los pasadizos secretos alrededor del castillo hasta dar con uno de sus tíos, felizmente al primero con quien se topa es con su tío Euron y se toma como una cruzada personal atosigarlo con ruegos de por favor, por favor, por favor hasta que lo convence de acompañarla a la costa y ella es rápida en dirigirlos por los pasadizos hasta que se encuentran fuera de los muros, se toma unos segundos para recibir el aire fresco que tanto ha extrañado y corre a meterse al agua salada que tanto ama, Ojo de Cuervo no se demora en deshacerse de su abrigo y armas para zambullirse tras ella; juegan en el mar un par de horas hasta que ella se encuentra exhausta y se tiende a recibir los rayos del sol sobre la arena tibia de la playa, el tío Euron se recuesta a su lado y empieza a acariciar su espalda con tanta candencia que siente escalofríos recorrerle la espina dorsal de principio a fin. Desgraciadamente, el Dios Ahogado no está dispuesto a cumplir sus caprichos sin pedir un precio justo a cambio porque, ni bien empieza a adormilarse bajo las caricias de su tío; suenan cuernos y hay barcos en la bahía, Euron salta antes de que resuene el primer cañonazo, se apresura a recoger sus cosas y tras tomarla en brazos se zambulle de cabeza en el mar, a duras penas puede aspirar un par de bocanadas de aire antes de que el agua salada se la trague.
Su tío bucea tiempo indeterminable bajo el agua hasta que se topa con una cueva submarina, la suelta e impulsa hacia arriba por el túnel estrecho y cuando emergen a la superficie, al interior de la caverna llena de aire Thea se encuentra con un claro de roca tallada que brilla con una luz enfermiza pero hermosa, parece estar conectada con otras cavernas porque hay varios túneles por toda la superficie de roca lisa y a un costado de esta hay una larga fila de escaleras finamente pulidas que ascienden y ascienden, apenas y está recuperándose del largo periodo sin aire cuando su tío la toma del brazo para incorporarla y la empuja por la caverna hasta la roca tallada, no está segura de cuánto tiempo transcurre mientras sube por la infinita escalera, pero si hay algo de lo que está segura es que no han llegado al final de estas cuando emergen atravesando una puerta escondida tras algún tapiz y se encuentran en la sala del trono de Piedramar, donde hay hombres desconocidos amenazando a su padre, hombres hostiles y armados sostienen a su madre de rodillas, ella solo tiene tiempo de reaccionar a medias y correr hacia la salida de la sala cuando un hombre colisiona contra su tío Euron y es retenido antes de poder manipular el puñal que cuelga de su cinturón, Thea tampoco llega demasiado lejos.
Un hombre, no sabe de quién demonios se trata, pero tiene el cabello oscuro, es alto y puro músculo, la sostiene de su vestido y la abraza a su cadera impidiendo que escape, durante un par de minutos al menos porque no se lo piensa dos veces antes de enterrar con toda su fuerza los dientes en la carne blanda de su brazo que la armadura deja expuesta, puede probar el hierro de la sangre en su boca antes de que él hombre se la sacuda de encima con un grito, Thea se raspa las palmas de las manos, las rodillas y se golpea la cabeza contra la roca cuando cae, aturdida se incorpora sobre sus codos y escupe el trozo de carne fresca que se ha llevado, tiene sangre caliente corriendo por el rostro y el pecho, hay un hombre muy alto que se cierne sobre ella y la toma en brazos con reticencia, Thea pelea solo un poco antes de relajarse y quedarse laxa contra el pecho del hombre, huele como el mar y le recuerda un poco a su tío Victarion, escucha los zumbidos de la conversación que mantienen los adultos, ve como su tío Euron pelea y se retuerce contra los tres hombres que le retienen, como su madre llora y se sacude en los brazos del hombre que no la deja ir y también, es testigo de cómo su padre se tensa a cada palabra del robusto hombre de pelo negro que está frente a él y finalmente, mira con horror el momento en que su padre se arrodilla y entrega su corona, Thea grita.
Grita cuando el hombre malo, el Rey, trata de tomarla en brazos, le patea y grita más fuerte cuando lo logra, llama a su madre, a su padre, a su tío y a Asha, se agarra del hombre que la había sostenido antes y llora, por favor, por favor, no quiero, ayúdame, pero el hombre no hace más que mirarla y bajar la vista, así que Thea grita más fuerte aún, puede escuchar a su madre llamándola y a su tío Euron maldecir al Rey una y otra vez, sus dedos se deslizan de la tela y siente el pánico trepar por su garganta, grita y pelea cuando la sacan del salón del trono, se sacude y patea a todos lados, gritando más y más fuerte, grita hasta que la garganta le arde y siente la sangre bombear con prisa por sus oídos. Es absolutamente inútil.
Thea pasa su décimo dia del nombre entre un montón de hombres desconocidos y vulgares que la miran como la mierda y no le importa que el hombre que será su captor trate de reconfortarla; Thea sólo quiere que todo vuelva a ser como antes y ella pueda ir a casa. Cuando tocan tierra el ejército se abre en dos; unos se van al sur con el bruto del Rey y el resto se va al norte con su captor salvaje, esta incómoda todo el puto viaje, ella no sabe montar a caballo por el Dios Ahogado nunca antes había visto uno, así que cuando nadie la ve Thea corta la camisilla bajo su vestido y amarra su cintura a la incómoda silla de montar, Lord Stark le tiende su capa el tercer día de su viaje, es suave y mullida lo que la mantiene caliente todo el viaje hasta Invernalia, cabe destacar que Thea no es bien recibida, al menos no por la esposa de Lord Eddard, la mujer la mira con calidez mórbida que esconde un odio arraigado por años de la terrible relación que los Tully y los Greyjoy han compartido durante siglos.
Thea se pasa la primera luna de su cautiverio escuchando el banquete y los festejos que se celebran por el final de su Rebelión, encerrada en la última habitación de una torre, su puerta es custodiada por un hombre que le está gruñendo todo el tiempo, su habitación es grande y tibia, con una cama enorme, un escritorio, un tocador y una ventana del doble de su tamaño en lo alto de una pared, la única vez que Thea se asoma por está puede ver a los hombres enormes y barbados reunirse en el patio; preparándose para partir de regreso a sus tierras, observa niños jugando entre sus piernas, cuando uno de los hombres la señala y estalla en una carcajada Thea vuelve al seguro interior de su cuarto. No vuelve a reclinarse sobre la ventana en un largo tiempo.
Pasa una quincena antes de que ella se decida a incursionar al exterior, ya no hay más vasallos del Norte y todo es cómodamente silencioso, se pone un pantalón y sus botas antes de ponerse su vestido más cálido y a último minuto se asegura de tomar la capa que Lord Stark le cedió durante el viaje, espera pacientemente junto a su puerta que el Guardia se vaya a orinar y se apresura a salir cuando sucede. Va rápidamente en la dirección que tomo el norteño y se mete a una habitación cuando escucha pasos en su dirección, se da cuenta que está en una guardería cuando da la vuelta y encuentra una criatura retorciéndose en el interior de una cuna, es pequeña y pálida, muy parecida a Lord Stark, la mira un par de minutos más antes de caminar hacia la salida y abandonar la habitación, desciende por un largo tramo de escaleras dos veces antes de encontrar la verdadera salida, no hay guardias custodiándola y ella se apresura a abrir la pesada puerta, se desliza por la pequeña ranura que ha abierto y se aventura al patio cubierto por lodo y suave nieve, arrebujándose más en la capa, da pasos vacilantes antes de ver a Lady Stark a lo lejos, está acompañada por un par de pequeños pelirrojos y les sonríe cálidamente mientras acaricia sus cabellos.
Thea empuja la nostalgia que siente por su madre y corre cruzando el patio, se mete en una pequeña apertura de los muros y se encuentra con un montón de árboles, está casi segura de que este es el Bosque de Dioses que alaban los norteños y está pensando seriamente en darse la vuelta pero las voces tras ella la persuaden de hacerlo, así que da un paso al frente y corre apresuradamente al interior del lugar, da un par de vueltas inseguras entre los árboles y se mete a uno hueco cuando este entra en su campo de visión, espera a que las voces se vayan, lamentablemente pasan un par de horas antes de que eso suceda, cuando las voces, una masculina que suena como Lord Stark y una vocecilla de niño, finalmente se alejan acompañadas de los pasos húmedos que se producen al caminar sobre la nieve Thea está a medio camino de dormirse, sale del tronco hueco y da un par de pasos adormecida antes de caerse de bruces tras tropezar con una raíz .Ahora está cubierta de nieve y sus manos están húmedas, tibias en vez de frías, se incorpora a toda prisa y observa embelesada la piscina de agua humeante frente a ella
Thea no se lo piensa dos veces antes de despojarse de toda su ropa, capa, botas, pantalones y vestido, solo porta sus calzones, el delicado vestido blanco que siempre se pone bajo la ropa y el paño que amarra a su cintura para darle forma a su cuerpo, cuando toda ella está dentro de la laguna no puede evitar notar que esta agua está caliente, tan caliente como la chimenea en su cuarto e incluso más, es un calor tan agradable en el clima árido del norte, no se parece al mar en absoluto pero Thea lleva un largo tiempo sin darse un baño apropiado y aún más tiempo sin estar en una concentración de agua lo suficientemente grande como para nadar en ella, suspira satisfecha antes de zambullirse e ir hasta el fondo de la laguna, recoge un par de las piedritas brillantes en el fondo y vuelve a la superficie
Pone las piedras fuera del agua y se dispone a frotar su piel con el paño alrededor de su cintura, no va a oler a las rosas de mierda a las que huelen la sureñas pero aunque sea va a desprenderse de toda la mugre, no es hasta un rato después que Thea nota el niño que la observa asombrado desde la orilla, se tensa antes de nadar hasta la orilla contraria y aplastarse contra el borde frío— ¿Quién eres? ¿El heredero de Lord Stark? —gruñe enojada, ve al pequeño encogerse y negar fervientemente antes de emitir un suave susurro que ella apenas puede escuchar a duras penas, le toma su esfuerzo pero al final puede comprender la diatriba incesante que el niño murmura casi con desenfreno y entonces ella se siente un poco mal, incluso se identifica con él, después de todo Thea no es especialmente bienvenida por Lady Stark, resaltando que es una rehén y está allí en contra de su voluntad, no quiere ni imaginarse lo que el pobre niño, el bastardo, tiene que vivir con esa mujer cruel, sonríe dulcemente al pequeño y se acerca nadando hasta él— ¿Cuál es tu nombre? —susurra de manera suave, el niño la observa con grandes e inocentes ojos grises, es tan similar a Lord Stark, todo el claros y oscuros
Las mejillas pálidas del niño se ponen rosas cuando ella se inclina sobre la orilla de la laguna para poder estar más cerca— Me llamo Jon —su suave voz dice, le da una pequeña sonrisa y extiende su mano a él, dándole su nombre, el pequeño la observa fijamente y sabe que tiene una pregunta atorada en la garganta, así que espera y asiente para que hable libremente— ¿Cómo puedes aguantar tanto tiempo ahí abajo? Yo apenas y puedo estarme unos segundos —ella le sonríe antes de ofrecerse a enseñarle y le ayuda a desvestirse cuando acepta para que entre al agua, al final Jon está solo cubierto por su ropa interior y ella le da un pequeño jalón para que entre en la laguna con ella, le enseña a respirar y a mantener la respiración todo lo que sus pequeños pulmones le permiten, después de un rato juegan, chapotean y hacen competencia por quien aguanta más tiempo bajo el agua, Thea gana la mayoría de las veces, obviamente
Al final, salen del agua al anochecer, Jon está sonrojado pero infinitamente feliz porque ha estado casi dos minutos bajo el agua— Vamos, hay que volver antes de que noten que no estás —le ayudo a salir del agua y fue cuidadosa para vestirlo y vestirse mientras la temperatura empezaba a calar en sus cuerpos húmedos, le envolvió en un abrazo cálido dentro de su capa cuando le vio tiritar, caminaron cuidadosamente por el patio para no ser notados y una vez dentro del Castillo le llevo hasta la puerta de su cuarto con la dirección de Jon, una vez la chimenea estuvo encendida ella corrió por las escaleras, escabulléndose al interior cuando no encontró al Guardia frente a esta, había un plato con comida aún tibia sobre su escritorio, pero ella lo ignoro a favor de ordenar su apariencia, se desvistió, seco y vistió de manera apresurada, cuando Lord Stark irrumpió en su cuarto ella estaba cepillando su cabello sentada frente a su tocador, ella asintió en su dirección como un saludo mientras Lord Stark da un paso atrás, le ve asentir en su dirección y girarse hacia el Guardia antes de cerrar la puerta, Thea suelta una risa maliciosa cuando escucha los suaves reclamos tras la puerta antes de girarse hacia el plato en su escritorio, como siempre, olfatea la carne antes de llevársela a los labios, da mordisco suaves y medidos antes de dejar caer la pieza y probar el zumo de uvas que le han dejado, definitivamente Thea extraña el pescado con patatas de Pyke y la cerveza amarga del tío Victarion
Sin embargo, Thea tiene el consuelo de Jon y sus sonrisas dulces durante las siguientes lunas cada vez que se escapan juntos a nadar en el Bosque de Dioses, ella empieza amar al niño, sus gestos tranquilos y la manera tierna en que todo su rostro se fruncía cuando estaba frustrado, ella no convive con nadie más, el tiempo que no pasa con Jon está integrándose a cases de bordado con la Septa Mordane o confinada en su habitación, demasiado insegura de acercarse a Lord Eddard, a veces, en las noches donde ella no puede conciliar el sueño, sale de la torre por la ventana y trepa hasta el techo de la misma, se pasa toda la noche observando las estrellas entre recuerdos de su madre y Asha. Ella definitivamente no está interesada en ninguno de los Stark a excepción de la joven Arya, así que Thea es hosca la primera vez que se topan con Robb de camino al Bosque de Dioses, Jon trato de interceder entre ellos pero Thea no estaba por la labor y termino siendo una pequeña bastarda detestable hacia el pequeño heredero, ella no quiere su compañía, no con esos rizos rojos y ojos Tully tan similares a la perra frígida de su madre.
Robb se pasa las siguientes dos lunas tratando de acercarse a ella y ganar su amistad, trae chucherías y es amable siempre que se dirige a ella, acepta que entre en sus juegos de hombres e incluso le facilita una espada, pero Thea está demasiado centrada en ser cruel y mantenerlo lejos de ella como para aceptar sus esfuerzos de buena gana y un largo año transcurre en
Thea sabe que Jon llegara a su séptimo día del nombre durante la última vuelta de la luna del año, eso está a la vuelta de la esquina y para su suerte el Tío Rodrik le a enviado montones de tela, hilos y agujas, así que Thea se la pasa midiendo, cortando, cociendo y bordando, el producto es un jubón blanco como armiño, con una pequeña réplica del lobo huargo Stark bordado en la parte frontal de la pieza, sobre el corazón. El día que termina la pieza es el día del nombre de Jon y ya a anochecido, ella está pensando en cómo darle el regalo hasta que golpean su puerta, ella solo puede esconder el jubón de manera rápida antes de que una sirvienta entre al cuarto— Lord Stark manda a decir que desea invitarla a la cena de esta noche Lady Greyjoy —exclama la mujer, ella solo se lo piensa un segundo antes de aceptar, una vez la criada se ha retirado Thea se apresura a refrescarse con un paño húmedo con esencia de vainilla, cepilla su cabello antes de sujetarlo en una trenza floja decorada con perlas sobre su hombro, se pone las botas y uno de sus vestidos negros de encaje de Lys antes de atrapar el regalo de Jon, envolverlo en tela de azur y asegurarlo con hilo de oro trenzado, Thea sale de su cuarto y desciende las escaleras con su larga falda flotando alrededor de sus piernas, cruza pasillos hasta que puede oler las cocinas y sigue hasta llegar a la gran sala, una vez en la puerta se detiene y organiza antes de empujar y entrar, puede sentir la forma que todos la miran, Thea es hermosa después de todo, los susurros que se alzan en la sala sobre lo hermosa que es la Isleña lo dan a notar, pero también puede escuchar los susurros insidiosos de su terrible situación, una rehén hermosa es un desperdicio.
Una vez a saludado a
