Cap 1
DESPUES DEL ADIÓS
BPOV
"Adiós Forks", mirar el frío paisaje a través de las ventanas del avión, despedirme, dejar atrás el dolor, era el mantra que repetía mientras silenciosas lágrimas se deslizaban por mi mejilla, este pequeño acto, llorar, es algo que me tenía absolutamente prohibido en público, sobre todo frente a Charlie que me acompañó durante todos los horribles días que siguieron con su partida, he muerto cada mañana, y mi pobre Charlie como testigo de aquello, ha sido tan devastador que casi no puedo nombrarlo, porque todo duele. Sin embargo, de forma increíble, a pesar de mi, el tiempo transcurre, inexorablemente, así ha pasado un largo año, del cual solo soy capaz de recordar fragmentos…
Al principio, digo, al principio de lo que fue mi fin, estuve sumergida en la oscuridad, física, mental, emocional, no era capaz de hablar, o moverme, en mi estado de shock catatónico sólo podía llorar y nombrarlo -"Edward, Edward, porqué?"-. dormía poco, y cuando lograba hacerlo, rendida por mis lágrimas, despertaba gritando, mi pesadilla siempre la misma, era precisamente despertar y que todo sea cierto. Cuando Charlie quiso enviarme devuelta a Jacksonville, mi repuesta fue feroz, de la inmovilidad salté a la histeria, me resistí argumentando que no quería dejarlo, ni a mis amigos, ni el instituto, por supuesto Charlie no creyó una palabra, aún así lo dejó pasar, ahora creo que el estaba demasiado asustado como para contradecirme. De ahí en más, volví al Instituto y al trabajo, mis calificaciones subieron milagrosamente hasta los esquivos ejercicios de cálculo ahora eran comprensibles, todo gracias a que una sola hora libre con mis pensamientos me aterraba tanto como el vacío que ahora se extendía ante mi, por lo que trabajaba incansablemente en cualquier labor que me mantuviera ocupada, cada tarea era tratada en detalle, hasta lo absurdo, simplemente para no pensar, pero pronto descubrí que la noche, esa que amé en sus brazos era eterna sin él, cada noche, sola con mi alma, la mascara caía, el dolor me atacaba y no remitía, si algo no cambiaba era eso, el dolor, aún caigo de rodillas cuando se vuelve simplemente abrumador, deseaba fervientemente el consuelo de la muerte o la locura, pero ninguna llegó, si algo llegaba era la conciencia plena de haberlo perdido todo, mucho más que un amor, sino el sueño de una vida, la eternidad con él.
Dos cosas me mantuvieron en pie, mis padres y mi buen amigo Jacob Black, con quien me reí por primera vez después del desastre, agradezco haber encontrado en él a un amigo que me trajo lentamente al ritmo de la "normalidad", o lo que sea que eso signifique para los que me rodeaban, es cierto que hicimos muchas idioteces, como montar una moto, gracias a mis delirios por ver a Edward (en mi mente claro), fantaseaba verlo furioso por mi accionar, pero todo se complico en un momento, al parecer mi talento especial son los problemas y los monstruos; accidentalmente me enteré que Jake es una especie de hombre lobo y además está enamorado de mi
-"te amo bells".- me dijo un día
¡mierda, de mitos y de amor ya tengo bastante!, estoy quebrada, completamente rota, nisiquiera puedo escuchar una canción sin desplomarme, ¿cómo podría pensar en alguien más?.
Terminé el instituto con las mejores calificaciones pero no quería pensar en estudiar fuera de Forks, estaba atada al pueblo y sus recuerdos, recorrí cada rincón, busqué si quedaba alguna huella, un objeto, un recuerdo, pero nada, se llevó todo hasta las fotografías y su música, mi nana, cada cosa que pudiera darme un consuelo, confirmar que era real, en vez que el producto más perfecto de mi imaginación, se llevó cada vestigio, hasta los vestidos que Alice me calzaba a fuerza. - ¡por Dios como te extraño también Alice!.- hoy feliz me pondría cada uno de tus diseños y caminaría con los tacones que dispongas, aceptaría tus escandalosos regalos, pero no, se desvanecieron todos los Cullen, simplemente se marcharon sin mirar atrás….
Si estoy sobre este avión, es precisamente porque comprendí que Edward no volverá, fue muy claro aquel día cuando dijo que no me amaba, solo en mi mente existía la enfermiza fantasía de lo contrario, ¿qué podría retenerlo a mi entonces?... Obstinada permanecía en la espera, de pronto se produjo un punto de inflexión. Gracias a mi delirio por escuchar a Edward salté de un acantilado, lo que fue un muy estúpido error, de forma egoísta esto significaba para mi un alivio, mientras las olas me azotaban con fuerza pensé que moriría esa tarde, de pronto no importó nada, dejé de luchar, esperando casi alegremente mi fin, en ese momento me encontró Jacob, justo a tiempo puesto que ya había dejado de respirar, cuando tosí frenéticamente expulsando el agua de mi mis pulmones, ví el rostro de Jake cargado de la más negra duda, pensó que yo quería acabar con mi vida, por más que traté de convencerlo de lo contrario fue inútil, y claro Charlie pensó lo mismo. Fue tal la angustia reflejada en sus ojos que supe que esto ya no podía continuar así, debía darle a quienes me rodean un poco de tranquilidad, debía protegerlos nada menos que de mi. Esta era la señal que necesitaba, simplemente llegué al punto de comprender que tal vez la vida terminó para mí, solo para mi, y si no puedo alejar el dolor y los recuerdos, el resto del mundo no tiene que sufrir mi duelo, deben continuar adelante con sus vidas, de cierta forma yo lo impido, aquella tarde llevé al límite a Charlie, y ahora estoy dispuesta a proporcionarle un poco de paz.
Completé los formularios para el ingreso a la Universidad, Literatura Inglesa fue mi elección, no es que me importara demasiado, pero por lo menos era un paso, el primero que se distanciaba del camino que imaginé para Edward y claro, para mi.
Fui aceptada en la Universidad de Maine, tiene un buen programa de estudios, el clima de la cuidad solo es una coincidencia con Forks, bueno tal vez no, la verdad es que no me siento preparada para las soleadas playas del Estado de Florida, por lo demás acepté la beca que la Universidad me ofrecía. Cubiertos mis gastos académicos, el asunto del dinero seguiría siendo un problema, el fondo universitario que Charlie logró reunir con su sueldo como policía sumado a los pocos ingresos que yo logré reunir trabajando el la tienda de los padres de Mike Newton, arrojaron un total poco alentador, lo que significa conseguir un trabajo de medio tiempo para poder cubrir mis gastos. Sería mucho más fácil si me mudara junto a mi madre, pero hace 1 año dejé de ser una buena compañía, aunque a René le encantaría tenerme devuelta en su casa, ya tomé una decisión. Cuando mis padres se enteraron de mis repentinos deseos de irme a estudiar a un lugar lejos de Forks sintieron que volvía a ser la hija normal de antes, con entusiasmo alentaron mis nuevos proyectos. Los días pasaron lentos una vez egresada del Instituto, mi ansiedad crecía conforme se acercaba la fecha para marcharme de Forks, el arrepentimiento se alternaba con la misma cantidad de regaños mentales – "no seas cobarde, busca algo que hacer con tu vida - me repetía cada vez que sentía el impulso de quedarme en el pueblo. – el no volverá, él no volverá.- También aumentaron las pesadillas, mi subconsciente me negaba hasta la posibilidad de ver su rostro, ante mí, el dolor era el único idioma que conocía.
En mi última noche en Forks, mientras hacía mi equipaje, despidiéndome de los recuerdos de mi habitación, cargando unas cajas, tropecé sin ningún obstáculo (que puedo decir, es mi don especial) cayendo estrepitosamente sobre el piso de madera
-"Genial, hasta en las últimas horas soy una completa idiota".- pensé mientras me pateaba mentalmente, noté que una de las tablas sobresalía, le dí un golpe para ponerla en su lugar, pero con esto conseguí que se levantara aún mas, fue en ese momento que pude ver un destello rojo, traté de abrir un poco más la madera, efectivamente había una pequeña caja, muy delgada escondida justo debajo de aquellas tablas en mi piso a centímetros de la cama, movida por la curiosidad metí la mano entre las maderas, saqué la caja y al ver su contenido me dejó totalmente paralizada, era el CD que Edward me había regalado para mi desastroso cumpleaños, CD que se había llevado junto a todo lo demás. Después de buscar incansablemente algún rastro, justo hoy antes de partir, gracias a mi siempre dudoso equilibrio caigo literalmente de frente a los recuerdos
-"cielo, las cosas aparecen justo cuando las dejas de buscar". – Las palabras de René nunca habían cobrado tanto significado como en ese momento, un cúmulo de imágenes vino a mi mente, recordé su voz, sus manos, sus hermosos ojos, recordé cómo se sentía estar a su lado, recordé todas aquellos momentos que traté de silenciar en esta agonía, y sus palabras, en el tiempo en que estaba convencida de que me amaba. Tomé el CD, me temblaban las manos de forma violenta mientras me acercaba al equipo de música, pero no tuve el valor de escuchar aquellas melodías, en lugar de eso caí otra vez al suelo, no pude dar un paso más, así enrollada sobre mi propio cuerpo, con el CD entre mis manos, dejé que los recuerdos fluyeran con la fuerza que tanto temía, lloré con todo lo que fui capaz, por lo que tuve y lo que perdí, por la certeza de lo que no será, lloré porque sé los años de mi vida pasarán pero nunca serán suficientes para olvidar, ni siquiera para acostumbrarme a su ausencia.
Me desperté a las 6 de la mañana, entre el sueño y la vigilia Edward apareció como cada noche, pero esta vez a través de los mas bellos momentos, mi mente vagó por los mejores archivos mentales, los que dolían tanto como las pesadillas pero de una forma distinta, lo nombré hasta el cansancio justo como lo hacía en los primeros días después de su partida. Amaneció sin darme cuenta. Una ducha rápida, para luego vestirme con lo primero que encuentre, una mirada rápida al espejo, solo para ver a alguien casi irreconocible, todo rastro de alegría desapareció, y en su lugar encuentro un par de ojos congestionados por el llanto, un rostro más pálido ( si eso es posible) y varios kilos menos. Dí un último paseo por la parte trasera de la casa esa que conduce al espeso bosque, otra vez los recuerdos de Edward, cada espacio lo respira, no puedo seguir en un lugar así, no tengo la fuerza para soportarlo, ya es bastante duro con las luchas internas, los días son un desafío por huir de la bruma –"por huir de ti Edward"-. Caminé rápido a casa, sin darme cuenta eran casi las 8 de la mañana, el tiempo justo para poder arreglar los últimos detalles del viaje, preparar el desayuno para Charlie, quien a pesar de ocultar sus sentimientos siente que vuelvo a alejarme de él, pero Charlie es duro, confía en que la distancia de Forks, me traerá de vuelta al camino de la cordura.
El viaje hasta Seatle fue silencioso, mi padre y yo estábamos sumidos en nuestros propios pensamientos, solo las recomendaciones de rigor que todo padre da a su hija adolescente sobre el comportamiento adecuado cuando se vive solo, los nuevos amigos, las nuevas costumbres, traducción, "no vayas a tener sexo o a lo menos no te quedes embarazada", pero a la luz de los últimos hechos Charlie estaría mucho más contento con un nieto que con su hija zombie.
- Adiós Bells, te amo, tú sabes puedes volver cuando quieras a ver a tu viejo
- Claro que si papá, yo también te quiero.- Luego un breve abrazo y ví a Charlie alejarse apesadumbrado, más ninguno dio muestras de aquello, en ese sentido somos iguales, extrañaré su silenciosa compañía, se suma a las perdidas del último tiempo, ahora estoy por mi cuenta completamente desnuda frente a la tormenta
- "señores pasajeros, estamos a 15 minutos de aterrizar en el aeropuerto… del estado de Maine, favor abrochar sus cinturones" - Si Bella, a abrocharse los cinturones, avanzar, aunque ni yo misma lo crea posible…
Llegué a la cuidad de Orono dos semanas antes del inicio de clases, el tiempo suficiente para poder mudarme, inscribir las asignaturas y horarios en la Universidad, familiarizarme con el campus y conseguir trabajo. Todas estas tareas eran urgentes, antes de partir de Forks, inicié la búsqueda de un lugar adecuado para vivir, que no quedara muy lejos del campus y que a su vez no resultara tan costoso, conseguí un pequeño departamento de dos habitaciones, tal vez más adelante pueda rentar un cuarto pero por el momento me parece la soledad la mejor opción, aunque si con el dinero del trabajo no es suficiente me veré en la obligación de buscar una compañera. El lugar es acogedor, con mis pocas pertenencias luce un poco o bastante vacío pero en realidad eso no es lo importante, tiene una buena iluminación y grandes ventanas que conectan mi habitación con el patio el que a su vez se colinda con el bosque, lo que inevitablemente me lleva a Forks, mi casa, Edward sobre todo Edward, los dos metidos en mi cama, sus manos sobre mí, el sabor de su boca, sus besos feroces, las pocas veces que permitió ese contacto, y que me hacía estremecer, sus manos recorriendo la extensión de mis piernas sobre mi pijama, lo que enviaba las más fantásticas descargas eléctricas sobre mi cada centímetro de piel como un cable vivo, su voz diciendo que me amaba - "Jesús, ¿Cómo es que de la nada apareció su recuerdo?, ¿acaso no puedo estar una sola hora libre?.-
El campus de la Universidad, es enorme, suerte que llegué con un poco de tiempo y así no paso por la humillación de perderme cada vez que deba presentarme a clases. Los estudiantes han sido muy amables, al parecer mi torpeza acá también tiene una especie de atractivo, pero hasta el momento evito al máximo el contacto con las personas, la interacción de cualquier tipo es demasiado, de mis anteriores amigos logré conservar a Ángela, en cuando a Jessica, Mike, Ben, dejaron de hablarme cuando notaron que perdí el interés hasta para comunicarme, Ángela pudo entender silenciosamente lo que me ocurría, eso era todo lo que necesitaba.
En un par de días estoy un poco más familiarizada con el entorno, fui en busca de trabajo, algunas entrevistas, habían un par de plazas disponibles para trabajar en la biblioteca de la Universidad, allí conocí a la señora Cole, creo que simpatizamos, ella es una mujer silenciosa de rostro afable, aproximadamente de 60 años, nos entendimos desde el primer momento
-¿vienes por el trabajo querida?
- ¿el de ayudante en la biblioteca?, creo que sí señora
- Mi nombre es Ana Cole
- Isabella Swan, pero por favor llámeme Bella – respondí algo ruborizada, esta es la interacción más larga que he tenido con otra persona desde un año – Espero obtener un trabajo, los libros definitivamente son lo mío y necesito mucho el empleo, no tengo experiencia pero aprendo rápido.
- ¿Qué estudias Bella?
- Literatura, primer año, comienzo la próxima semana
- Ya veo, siendo así entonces comienzas mañana mismo, está bien para ti? – Me tomó por sorpresa su decisión
- ¿Está segura? – Le pregunté casi atónita
- Si cariño, tengo una buena sensación contigo, espero no sea mucho trabajo para ti, entras a las 9, aprenderás el funcionamiento básico de la biblioteca.
- ¡Gracias señora Cole! – Fue lo único que pude decir, ahora pensará que soy una especie de loca. Salí de la biblioteca aún sin poder creer lo que acababa de ocurrir, con un trabajo de medio tiempo podría cubrir mis gastos más básicos, además es menos tiempo libre -¡genial! - mientras más horas le quite al día tengo la esperanza de estar tan cansada que por la noche mi cuerpo me ordene dormir y no pensar. Con la distancia, con el cambio de vida no consigo sentirme mejor, las pesadillas siguen tan vivas como en Forks, Edward es el constante recuerdo, y aún más, ahora sola en mi departamento, sin nada que esconder o fingir, dejo que la herida sangre tanto como quiera, lloro, lo nombro, me torturo pensando que será de él y de la que soñé algún día sería mi familia por siempre - ¿Cómo son tus distracciones Edward?, ¿olvidaste rápido?, ¿me olvidaste a mi?, ¿quién es tu nueva obsesión?, ¿le demostraste a otra de lo que eres capaz o le das castos besos cómo lo hiciste conmigo?, ¿y Tanya,?¿eso querías?¿ ella era lo que necesitabas? – ¡Dios!, la duda es peor que las malas noticias, desde que se fue me ha dejado sobre un manto de incertidumbre y consumida por los malditos celos, lo imagino lejos olvidándome día con día hasta llegar a ser un pálido recuerdo, no podría ser de otra forma, siendo yo una frágil humana, sin la deslumbrante belleza que poseen los de su especie, causando problemas, era un desafío para Edward mantenerme con vida, Jasper casi lo logra aún sin oler de la forma que huelo para Edward, la pregunta es ¿cómo se me ocurrió siquiera pensar en la posibilidad de que me amaba?, la ecuación es tan simple hoy – ¡tonta bella, tonta bella!-
EPOV
"Otro día más" – No sé si esta sea la expresión correcta, para alguien como yo, no hay días o noches, el tiempo pasa lento, hora tras hora, y en mi caso tengo demasiado tiempo libre para pensar y sufrir.
Llegué hace apenas unos meses a Alaska, después de haber dejado a lo más importante de mi vida esa tarde en Forks, la última imagen que tengo de Bella es su mirada atónita, sus ojos anegados en lágrimas, casi no tuve fuerzas de irme de aquél lugar, en vez de verla en ese estado preferiría mil veces haber muerto o abrazarla y calmar su pena, si algo me impulso a correr lejos de ella fue para salvarla del monstruo despreciable que soy, supe que junto a mi, su vida corre inmenso riesgo, el impulso egoísta me hizo amarla y eso tarde o temprano terminaría destruyéndola, no sería capaz de transformarla en algo que despreciará, no podría tomar su alma y congelarla en el tiempo, no puedo acabar con su vida, impedir que sea una persona normal, y aunque sé que esto significa el fin del sentido de mi existencia, corrí lejos de ella, odiándome al escuchar mi nombre roto en su garganta, los sollozos angustiados de mi Bella.
Después de nuestra conversación en el bosque fui hasta su casa, tome un trozo de papel, imitando su letra escribí una pequeña nota para que Charlie sepa donde encontrarla, luego tomé cada uno de los objetos que significaban algo para nosotros, cada foto, el CD que le dí para su cumpleaños, los vestidos que Alice le regaló, me llevé todo como si no hubiese existido, pero al salir movido por un infantil impulso quise dejar algo mío en algún lugar que Bella no podría encontrar, tomé el CD, levanté usando el mínimo de fuerza una de las tablas de piso junto a su cama escondiendo ahí un invisible recuerdo de lo mejor de mi vida, pues Bella fue música, una ventana abierta que dejó entrar un enorme rayo de sol en mi oscuridad.
Salí apresurado de su casa, Charlie estaría a punto de llegar, ahora me quedaba ir con mi familia, quienes ya preparaban todo para nuestra partida, una ultima mirada y Forks quedaba atrás mientras yo corría furiosamente por el bosque para llegar a casa. No me percaté de lo cerca que me encontraba hasta que oí en mi mente todo tipo de palabras provenientes de mi familia –"Edward por favor déjame despedir de Bella, la extrañaré tanto, es como mi hermana no tienes derecho, esto es estúpido, un grave error, Edward te lo ruego" – ¡Por ningún motivo Alice!, ya bastante daño le hemos causado, deja a Bella en paz – Ahí estaba ese duendecillo, Alice realmente ama a Bella, me odiaba en esos momentos, las amenazas se alternaban con las súplicas por igual, pero lidiar con sus pensamientos no era lo único
- "Estás mal hermano" – Pensaba Emmet para ser oído en mi mente
- " Todo esto es mi culpa, perdóname Edward" – Decía Jasper, desde lo ocurrido en el cumpleaños de Bella, ni siquiera se atrevía a mirarme a los ojos, no guardo rencor con Jasper, nuestra naturaleza simplemente se puso de manifiesto, yo mismo estuve luchando contra mis propios deseos, mientras la sangre brotaba por su brazo sentí que la garganta se me cerraba, el llamado de su sangre fue casi enloquecedor, sumado a los latidos frenéticos de su corazón y la temperatura de su piel, ¿cómo culpar a Jasper si yo mismo significaba un riesgo en esa habitación?. Pero no estaba de ánimos para retomar esa conversación con Jasper, además Rosalie me asesinaba con las miradas y con los insultos mentales – "Idiota te que crees, te enamoras de esa humana, la haces parte de la familia, y ahora idiota te crece una conciencia y la dejas, muy inteligente hermanito, los próximos 50 años te soportaremos lamentarte" - ¡Cállate Rose! – Dije a punto de explotar, todos me quedaron mirando, hasta mi desagradable hermana
- Yo no he dicho nada hermanito. Me sonrió con suficiencia
- ¡Tu sabes de lo que estoy hablando! – Respondí al borde
- Si no te gusta lo que encuentras no te metas en mis pensamientos hermanito, además sabes que lo que digo es cierto, nos impones vivir con tus absurdas decisiones
- ¡Suficiente los dos! – La voz de Carlise interrumpió la estampida de insultos gentileza de todos mis hermanos – Hijo, creo que tomas el camino equivocado, eres demasiado duro contigo, sin embargo no interferiremos en tus decisiones, somos una familia y te apoyaremos como tal, pero permite que cada uno exprese sus sentimientos, todos perdimos a Bella y la extrañaremos también
- Lo sé papá – Ante la verdad de sus palabras no podía decir más, mi mente vagaba en los últimos momentos con Bella, en las cosas horribles que dije y en lo fácil que creyó en la peor de las mentiras, en realidad me sorprendió el poco esfuerzo que me costó que crea en que no la amaba - ¡cómo si eso fuese posible! – Me miró con su rostro cargado de sorpresa y dolor, sus hermosos ojos decían todo aquello que su boca no pudo, soy un maldito, no tengo perdón pero lo hago por ella – Por ti amor.
Nuestra partida de Forks significó gran sorpresa en el Hospital pero no la suficiente como para levantar sospechas, el mismo día que me alejé de Bella partimos a Alaska, allí nos esperaba nuestra familia extensa, los Delani. Esme había restaurado ya hace muchos años una gran casa a las afueras de Juneau, a Carlise no le costó mas que un par de días comenzar a trabajar en el Hospital de la cuidad., y a cada uno de nosotros retomar nuevas actividades, el cambio para nosotros es una constante, la adaptación es la clave y se vuelve costumbre, pero esta ves las cosas fueron un poco diferentes, hasta Rose que la mayoría del tiempo me dedicaba las peores frases del diccionario, se sentía un poco triste por mi ruptura con Bella, aunque al pensar en aquello bloqueaba su mente con alguna palabrota dirigida a mi persona, Jasper que siempre ha sido de temperamento sereno, se mostraba más irritable que de costumbre, la culpa lo perseguía y prefería estar en cualquier parte medianamente alejado de mi, hasta Emmet con su energía y bromas parecía menos dispuesto a gastarlas o reir. En cuanto Carlise, me observaba de cerca esperando el momento en que tenga ganas de hablar, limitó al máximo sus pensamientos en mi presencia sobre todo aquellos que tengan que ver con Forks y Bella, Esme sufría abiertamente por mí, y yo en el dolor no podía hacer otra cosa que alimentar su preocupación. Pero de toda mi familia Alice era la peor, extrañaba muchísimo a Bella, pensaba todo el día en ella, me rogaba para poder observar en su futuro, para verla de cualquier forma, ese duendecillo ahora parecía un payaso triste y enojado, con esa cara rompe el corazón del más duro, pero esta vez no permití que se saliera con la suya. De esta forma la vida en casa de mi familia se hizo intolerable, yo no era buena compañía para nadie, solo deseaba estar solo con mi dolor, sé que esto suena patético y egoísta, pero no tenía fuerzas para nada más, los deseos se contraponen, ruego cada hora por tener la fuerza de voluntad y no volver arrastrándome y pidiendo el perdón de Bella, o verla a lo lejos. Planeé mil formas de poder acercarme a ella, pero me detenía, sabiendo que no era justo imponer en ella la más cruel de las rupturas y yo tener el consuelo de su presencia, no merecía tanto, debía pagar por haber tomado todo aquello a lo que no tenía derecho y después destruirlo.
Supe que debía alejarme un tiempo de mi familia, no sabía cuánto tiempo demoraría en volver, por supuesto Alice ya había visto mí decisión y se la había comunicado al resto de la familia – Genial gracias Alice – "No hay de qué hermanito" – Me respondió Alice con mal humor.
- Me iré algún tiempo, la verdad necesito estar solo
- ¿Dónde irás hijo? – Me preguntó Esme con ese rostro de angustia con miles de lágrimas que sus ojos no pueden derramar – No lo sé mamá, eso no es lo importante
- Hijo puedes ir a Isla Esme, un tiempo allá tal vez te hará bien – Dijo Carlise quien llegaba del Hospital
- Tal vez recapacites, y cambies de opinión así… – ¡Así nada Alice! – Respondí a mi hermana que me miraba con ojos esperanzados, se dio vuelta y se encerró en su habitación, no sin antes advertirme en sus pensamientos – "te amo hermano pero ella no te esperará por siempre".
En Isla Esme los días siguieron siendo la misma tortura, lo que me servía como consuelo era saber que mi familia no sufre conmigo la amargura a la que me entregaba, fuera de mis horas cazando era un completo inútil, solo me arrodillaba dejando que el dolor se apodere de mí, pasaban días completos donde mi voluntad se veía reducida a escombros, encerrado en este cuerpo no puedo llorar, pero el dolor es indescriptible, pensar en Bella, en cada pequeño detalle de ella me hace querer morir a cada instante por no tenerla a mi lado, sin su aroma que embriaga mi naturaleza de vampiro y de humano, el rubir de sus mejillas y su cuerpo caliente y tentador, su aliento sobre mi, su contacto, hizo nacer en mi sensaciones que desconocía, desató al hombre que hay en mi, lleno de deseo y de avaricia por probarla, su tácita invitación cuando apretaba su cuerpo al mío, ver sus ojos inundados de deseo, fue tan difícil de resistir como su sangre. Ahora una eternidad se extiende sin ella, mi determinación es cada día menor.
En esa dinámica me mantuve por más de seis meses, torturándome por los recuerdos, y preocupado por Bella, ¿y si está en peligro?, ¿si llegase a ocurrirle algo? – no, no es posible, el peligro más grande de Bella he sido yo, buscas una excusa Edward para volver a ella – No podía hacer eso, debía cumplir mi promesa.
Esme no tardó en llamarme a diario, en principio quería cerciorarse que estaba a salvo, sus aprensiones eran bastante exageradas tomando en cuenta que para nosotros es prácticamente imposible morir, pero los instintos maternales de mi madre eran implacables, no tardó mucho más en sugerirme que vuelva para luego pedirlo abiertamente y terminar rogando después. Alice por otra parte me pidió que volviera pues al parecer los sentimientos de culpa de Jasper iban en aumento – No sigas siendo egoísta Edward – me soltó Alice por teléfono, claro tenía razón.
Volví junto a mi familia a Alaska, el recibimiento estuvo exento de reproches en la forma aunque cada uno pensaba la manera de bloquear sus verdaderos pensamientos hacia mi, la única que no pudo soportarlo por más de 5 minutos fue Rose que soltaba cada tanto un pensamiento hostil o una palabrota mientras fingía jugar con su cabello o mirarse al espejo. Tuve una larga conversación con Jaz, si bien aún se castiga mentalmente por su debilidad, podemos estar en el mismo lugar sin que busque huir de mi presencia. Alice me habla cuando lo estima necesario, ya no es aquel duende que brincaba por todas partes, la perdida de la que considera su hermana la ha afectado mucho más de lo que pensaba lo que es un recordatorio constante de mi responsabilidad en todo este asunto.
Para cualquiera que nos observe, diría que nuestra familia retomó su ritmo normal, los Delani nos visitan con frecuencia, como siempre cuento con la excesiva atención de Tanya, con mi habilidad de leer los pensamiento es muy difícil que no sepa cada cosa que pasa por su cabeza, desde la sorpresa al enterarse que me enamoré como un loco de una humana, no podía entender cómo la rechacé un día y al poco tiempo puse mis ojos en Bella, para Tanya los humanos son una especie de seres inferiores, y el hecho de sentirse en desventaja hacia una, le parecía prácticamente una ofensa, como su vanidad es más fuerte que su orgullo se atrevió a preguntar un poco
- ¿Asi que Ed se enamoró de una humana?, cielos debe ser una belleza para te hayas fijado en ella – Decía con una voz cargada de incredulidad
- ¡Ni te imaginas Tanya! – Rose dijo fulminándome con la mirada
- Es mucho más que eso Tanya – esbocé antes de salir, lo que no fue suficiente pues Tanya me siguió
- Edward, discúlpame, fuí un poco entrometida, simplemente estoy algo sorprendida, durante todo el tiempo que nos conocemos jamás te ví con alguien, a pesar de que bueno…sabes que siempre me has gustado, tal vez ahora estés más dispuesto a conocer a las de nuestra especie, después de todo ¿que podrías conseguir con una niña?, ¡humana por Dios! – Mientras hablaba me miraba con ojos expectantes, avanzando hacía mi dirección, hasta encontrarnos a centímetros – Ed, somos similares – Con una media sonrisa puso su mano sobre mi brazo, tocándome provocativamente, me alejé bruscamente, de su contacto nadie podría siquiera hacerme sentir una pizca de lo que siento por Bella.
- Tanya, no quiero ser grosero, pero entre ambos o con cualquiera, una relación, es impensado para mí
- Pero Edward, no lo entiendo
- No tienes nada que entender – Esta mujer no se rinde
- Ok, eso dices ahora pero con el tiempo quien sabe, puedes que necesites de alguien, cuando te canses de jugar a los humanos, ahí estaré para ti Ed
- Búscate a otro Tanya – Con esa última frase me marché de aquel lugar, hacer entender a Tanya es como tratar de explicarle de matemáticas a una pared, pensar que Bella sentía celos de ella me parece ridículo, a su manera Tanya es el tipo de belleza con que los hombres se obsesionan, y que a mi me parece tan obvia, vacía, en cambio Bella es hermosa pero hay muchísimo más en ella, detrás de sus formas delicadas, eso es solo el inicio, su inteligencia, bondad, sensualidad, fluyen en ella de forma tan natural como respirar, no hay pretensión, por el contrario se ve muy por debajo de lo que es, lo que la hace mas encantadora todavía, los hombre la observan y no lo nota, cada vez que escuchaba en los pensamientos de esos adolescentes me hervía la sangre por permitirse esa clase de fantasías, lo único que les impedía acercase a mi Bella era el temor que le yo les infundía, pero hoy será inevitable, algún día un maldito afortunado se acercará de tal forma que ella lo aceptará en su vida, de todas las formas posibles, yo arderé de celos lo envidiaré por vivir junto a la mujer mas extraordinaria, Isabella Swan – Mi Bella – lo mejor de mí se quedo con ella, todo lo demás palidece, pierde sentido y yo poco a poco me siento debilitado, no puedo evitar preguntarme si terminar con Bella fue la mejor idea.
BUENO AHÍ ESTÁ EL PRIMER CAPÍTULO ESPERO QUE LES GUSTE, OJALÁ Y DEJEN SUS COMENTARIOS PUES ESTÁ CREADO CON MUCHO CARIÑO, EN UN PAR DE DÍAS SUBO EL CAPÍTULO DOS SI LES INTERESA. ABRAZOS.
