Jueves.
19:30 hora actual.

(Narra Levy)

Otra vez igual, ¿por qué nunca me doy cuenta? ¿Inocencia? No, eso no es. Pero si no es eso, ¿Cómo explico que siempre acabo así? Es raro, poder acostumbrarte a que la gente te mire, te dedique falsas sonrisas y promesas, te utilice, para luego tirarte como un juguete que ya nadie necesita ni quiere.
Pero no era momento de pensar en eso, para nada. Tenía que correr, huir tan rápido como mis piernas pudieran guiarme... Porque no quería que esto fuera real...
Perdida otra vez, en mi mente, sin darme cuenta acabé en el parque sur de Magnolia, un lugar lleno de recuerdos que pienso que quiero y no quiero olvidar.

-Eh, Levy ¿te vas tan rápido?- esas voces... ¿Ya me habían alcanzado?

Me giré para ver a tres odiosos chicos, sabía que querían, y no podía aceptarlo.
Estaba dispuesta a seguir corriendo, cuando noté algo atado en mi pie, solo fueron unos segundos en los que me detuve ¿Cómo es qué pasó?
Tenía atada una soga, y sin mas demoras, la trampa en la que era víctima se activó.
Colgada de un árbol, paralizada por el miedo, y deseando que ese molesto vestido no fuera tan corto, estaba yo. Cubriéndome tanto como pudiera, mirando como poco a poco esos pervertidos se acercaban, y sin ser capaz de hacer nada. Mi cabeza dolía, no había sido un gran día, pero pensándolo bien... Nunca lo era.

(2 horas antes...)

Había sido un día un tanto cansado, la academia Phantom L. si bien podía ser admirada, tenía a los más temibles ex-delincuentes como profesores, y a muchos inadaptados como estudiantes... Claro está, nadie sabía eso, excepto yo. ¿Cómo lo supe? No tiene sentido explicarlo, simplemente lo sé.
No quería hacer nada, solo volver a casa, y leer unos libros escritos por mi mejor amiga, que no es real. ¿Tiene sentido? Bueno si lo tuviera, no es asunto de nadie.
Pese a que estaba dispuesta a irme... Aparecieron ellas...

-¡Hey Levy!- Me giré fastidiada en mi interior, y con una timida sonrisa en el exterior

-Em, hola- Quería irme, sabía que si ellas se acercaban algo malo pasaría, pero nunca me hago caso cuando estoy en modo: Chica tímida. Odio tener que ser así...

-¿Sabes? Esta tarde quedamos con unos chicos para una cita, y como necesitamos una chica más...- sabía que querían decir pero no, yo no pensaba hacer eso, así que.

-¿Necesitan alguien más? ¡Ah, que mala suerte! ¿no?- fingí no entender nada, esperando que me dejaran pero...

-Jajaja, ¡que graciosa Levy!- No recuerdo que haya dicho algún chiste en ese momento- ¡Vas a venir con nosotras! ¿No es genial?

No, no lo era, salir con esas... Bueno decidí no insultarlas, pero simplemente no estaba en mis planes. Para mala suerte, lo que ellas me decían no era una pregunta.

(1 hora más tarde...)

Y ahí estábamos, las tres frente a tres chicos, sentadas mirándolos.
Lo que pasó es más simple decirlo que vivirlo.
Ellas dijeron "Vamos al baño, no tardamos" y me dejaron sola frente a esos tres chicos. No los quería mirar, no lo hacía hasta que un extraño ruido vino de sus celulares. Me alarmé, y entonces ellos se empezaron a acercar a mi.
No quería entender que pasaba. Hasta que...

-Ya eres nuestra, Levy- uno de ellos me dijo eso, con una macabra sonrisa, y me enseñó su celular.

No entendía porque me enseñaba el celular, hasta que supe el porque del sonido de antes.
Era un mensaje, enviado desde el celular de una de esas dos, y decía "Toda suya". No hacía falta más. Pisé su pie, y salí corriendo de ahí tan rápido como me fuera posible.
Poco a poco pasó la segunda hora, y así llegamos a la situación actual...
Supongo que es mi culpa por creer que no iba a volver a pasar, no soy inocente, simplemente mi mente niega lo que ya sabe: Estoy sola, y solo soy su juguete.

Cerré mis ojos, esperando a que de la nada la alarma sonara y despertara en mi cama, muy tranquila. Que esto hubiera sido solo una pesadilla... Sin embargo cuando abrí los ojos unos 20 segundos después, no vi más que los tres cuerpos sangrando de mis agresores, y a un pelinegro con las manos ensangrentadas y un cuchillo.

¿Estaba aliviada? ¿Enojada? ¿Feliz? No, ninguno de esos. Simplemente estaba como siempre, asustada.

(Narra Gajeel)

Siempre lo mismo. Estoy cansado de esta absurda rutina. ¿Por qué tengo que hacer siempre esos trabajos? Sí, lo sé. "Tener un trabajo tan grande de parte del 'Maestro' es un gran honor, aprende eso Kurogane*" Ni que honor ni que nada, simplemente hago el trabajo sucio que es asesinar a esos tipos que no aprenden a pagarle a Ivan. Ya sé que le debo mucho a Ivan, pero tampoco para tener que trabajar toda mi vida para él.

Y encima que su paga es miserable, ahora me estoy muriendo de hambre y no tengo ni un jewel* en mi bolsillo.

-¡Maldito Rogue!- me gustaba quejarme en voz alta de ese tipo, era un adulador siempre "El 'Maestro' es genial, tu no lo entiendes" ¿Y a mi que me importa? Pero al parecer a Ivan le gusta tener un adulador como ese tipo. Y ahí estaba yo de nuevo, tan cansado, aburrido y hambriento.

Me giré un segundo para distraerme, y me encontré con una escena algo particular.
Tres tipos con una sonrisa loca en su rostro, y a unos pocos pasos una chica, de cabeza. "Para su lástima yo no soy un héroe" pensé, porque ya lo había visto mucho de pequeño, en la TV un héroe que siempre rescataba en el último momento a la inútil chica. No sé que me llevó a pensar que esa chica era inútil en ese entonces, tal vez el que no se pueda defender sola. No importa.
Yo ya iba a irme, no tenía nada que ver con eso. Pero entonces, por un último segundo me giré y la vi, su rostro no se distinguía muy bien por lo poco que alumbraban las luces de esas farolas, pero sé que su mirada no era como la de una inútil chica que no es capaz de cuidarse... Mis pies empezaron a moverse solos, me acercaba a ella y a esos 3, y no sabía porque, mi cuerpo no respondía. La vi cerrar los ojos, aceptando lo que fuera a pasarle. ¿Quién era esa chica? No importaba ahora, sin entender como saqué el cuchillo de antes, con el que asesiné a esos ingenuos, y se lo clavé a esos 3 de allá.
Fue rápido el momento y lo único que podía pensar incluso después de haber hecho eso era "¡Maldición!¿No dije que no soy un héroe?"
Fue solo silencio lo que vino después, no quería girarme y encontrarme con esa chica a la que sin entender porque había "salvado" si eso se puede decir.

-Oye, ¿estás bien?- esas mismas palabras escaparon de mi boca. Ahora sí "¡Quien demonios soy ahora!" Pensé eso, porque definitivamente ese tipo que se preocupaba por alguien, no era yo.

(Narra Levy)

No supe que pasó en ese momento en que cerré mis ojos, pero su pregunta me desconcertó. No quería responder, no sabía que decir. No sé si eso lo impacientó, porque en ese momento se giró y lo vi.
El contraste de la luz no me ayudaba mucho pero pude ver unos piercings en su rostro, una ropa negra y unos ojos sin alma, totalmente rojos igual que la sangre.

Pero siguió igual, ninguno decía nada, nos mirábamos, sin en algún segundo retirar la vista. No sé que podía decir de él, era... Familiar, o al menos tenía ese sentimiento, y no entiendo porque.

Pero la sangre que venía a mi cabeza, por culpa de estar tanto tiempo así, me hizo cerrar mis ojos, molesta.
No mucho tiempo después los volví a abrir para ver que él seguía ahí, pero su mirada ya no estaba fija en mi cara, eso me calmó un poco... Hasta que me di cuenta de donde estaba su mirada.

-¡Pervertido!- ¿De donde salieron recién las ganas de gritar? Yo que sé, solo sé que mi rostro ardía al igual que mi furia por ese chico de ahí.

(Narra Gajeel)

La chica era... Como decirlo, bueno tenía un raro presentimiento sobre ella. Pero no entendía porque. Así que comencé a revisarla, primero su rostro, seguí ahí por un rato, hasta que ella cerró los ojos con un gesto de dolor. No importaba ahora eso.
Recorrí mi vista, y vi el pie enganchado a esa soga ¿Eso era lo que le dolía? No sé porque la remota idea de bajarla de ahí cruzó mi mente, pero decidí no hacerlo, aún.
Pasé mi vista a su vestido, lo tenía sujeto con sus manos, era demasiado corto, si decía la verdad. Entonces pude ver un lazo en la parte superior del vestido. ¿Era eso? ¿El lazo? ¡Que significa eso! Miré el lazo un largo rato, hasta que...

-¡Pervertido!- la voz de ella me dejó medio sordo, y tampoco entendía esto. Sí, es cierto, hasta ese momento me habían llamado asesino, odioso, gato negro, inadaptado... Pero nunca pervertido. No entendía el porque del grito de esa chica, y no quería entenderlo.

Para salir de esa situación tan rara, sujeté la cuerda con una mano y sin gran esfuerzo la rompí.
Aunque en ese momento no había tenido en cuenta que si rompía la soga... Pues ella caería de cabeza al suelo.

(Narra Levy)

No dijo nada después de mi acusación ¿Lo estaba admitiendo? Dirigió su mirada a la cuerda que me tenía sujeta aún, y con sus propias manos la rompió.
De pronto sentí como todo pasaba en segundos, ya me veía a mi misma tirada en medio del suelo en el siguiente aviso del periódico.
"Chica torpe cae de un árbol... Ahora muerta" Bueno si soy un poquito exagerada pero... En ese instante, no noté el suelo, seguía colgada en el aire ¿Cómo? Hasta que me fijé bien, ese pelinegro me sostenía ahora del pie.

(Narradora)

Fue puro silencio desde que el delincuente la salvó por segunda vez, y todo hubiera seguido así pero...

-grrrruuuug- ese extraño sonido venía de un pelinegro sin dinero, muerto de hambre.

La chica no pudo aguantar más y comenzó a reír, ignorando que aún seguía de cabeza sujeta de un pie por un chico con las manos llenas de sangre.
Y el otro mas avergonzado no podía estar... Eso seguro.

Quién diría, que este sería solo el comienzo, de todo lo que sucederá...

Kurogane*: Acero Negro (apodo de Gajeel)
Jewel: Moneda