Hola!!!! Por fin volví!!!! Ya se que me tarde mucho y deje esta historia a la mitad pero tenía que arreglar unos pequeños asuntos.... Estoy editando este fic para que quede bien y sea coherente. Espero les guste-

Disclaimer: los personajes de CCS no me pertenecen, solo intento crear un fic con algo de acción jiji

---&--- (cambio de escena)

Capítulo Uno: Todo x un beso

Sakura era la editora más famosa de Japón. Poseía un talento natural para distinguir los proyectos que podía llevara a la cima y de los que era mejor pasar otros, si es que apreciaba su carrera. A sus 25 años, era una chica con una deslumbrante belleza que se remataba con un carácter dulce y risueño y a pesar de ello continuaba sin compromisos o ataduras, nadie sabía la razón puesto que pretendientes no le faltaban.

Ese día en particular, las cosas simplemente no le funcionaban como siempre. Para empezar sus múltiples despertadores no habían sonado ocasionando que llegara más que tarde a la entrevista, que según su jefe, sería la más exitosa de su carrera. Sin embargo, tenía frente a si a una persona que entraba con letras rojas y grandes en su lista de negaciones. No sabía explicar la razón de ese impulso pero tenía la extraña certeza de que podría perderlo todo si accedía a editar su libro.

-¿Sucede algo?

-En lo absoluto – Sakura trato de darle su mejor sonrisa pero el intento fue patético

-Entonces podrá ayudarme – el autor no era otra cosa que un novato con excelentes conexiones y una presencia tan magnética que podía convencer a cualquiera de lo que se le antojara. Ella juraba que podría haber logrado que un árabe comprara arena.

-Podría darle recomendaciones pero… - no se atrevía a aceptar ese trabajo pero tampoco a despacharlo tan fácilmente. La situación era imposible.

-Eso significa que no va editar mi libro – la interrumpió fríamente. Inmediatamente se paro con toda tranquilidad y camino hacia la puerta como si de un bar se tratara.

-Espera – lo detuvo a centímetros de la perilla; por mucho que quisiera rechazarlo el talento se notaba y no podía dejarlo irse por su puerta – lo haré – termino con un suspiro.

-Te aseguro que no te arrepentirás – pronunció cada palabra con firmeza y sin dignarse a verla antes de retirarse.

Por alguna extraña razón sentía como si acabará de firmar un pacto de sangre que la llevaría por un camino llenos de espinas, baches e impulsos por completo descabellados. Por supuesto, el primero era pensar que ese chico de ojos ámbar, cabello castaño, un cuerpo atlético era endemoniadamente atractivo; además de colocarlo como principal candidato para acabar con su ridícula y estúpida soltería. Después de todo, ya habían transcurrido suficientes años desde ese incidente, ya era hora de madurar y seguir adelante con su vida.

Ese pensamiento la lleno de adrenalina, su sangre fluía deprisa y una sonrisa en extremo coqueta se quedo colgada en su boca. No solo iba a revisar su documento, también tenía toda la intención de revisarlo a él.

---------------------------------------------------------------------------------------------------&-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Debía trabajar con Li dos veces por semana para mostrarle los cambios que consideraba pertinentes, si pretendía que su libro fuera un éxito. Porque, para ser sinceros, si publicaba el original además de ser un completo fracaso, su prestigio se iría a la basura. Y esto último era lo que tenía que evitar a toda costa, por lo tanto tampoco lo primero. Esas horas de trabajo no eran ni agotadoras ni tediosas como lo solían ser con el resto de los autores con los que trabajaba, a decir verdad disfrutaba mucho estar con él; era fresco y divertido, a pesar de la máscara de frialdad e indiferencia que solía mostrar en público. Tras dos meses de trabajar juntos, ya se trataban con bastante confianza.

-Ya no puedo más- admitió tras un rato de silencio

-Apenas llevamos tres horas… te pensé incansable

-Soy… incansable – una sonrisa pícara se dibujo en sus labios sonrojando a la editora inmediatamente – pero… simplemente no logro estar de acuerdo contigo esta vez y no tengo deseos de "argumentar".

-No está mal lo que has escrito – la voz le salió bastante más dudosa de que lo que había querido

-¡Es pésimo! Comparado con lo de otros días es basura y ni siquiera tú puedes rescatar algo de esto.

-No te desesperes. Yo te advertí que esto sería mucho más tardado que de costumbre. ¿Ya almorzaste?

-No- alzo una ceja desconfiadamente por el repentino cambio de conversación

-Ven, yo te invito – el ambarino iba a rehusarse pero al ver la cálida sonrisa que le dedicaba Sakura simplemente no pudo, además de que de hacerlo su plan no resultaría y el tiempo era oro.

El restaurante resulto ser de una elegante sencillez, la comida fue deliciosa pero la conversación había sido de lo más bochornosa para ella. Puesto que el joven Shaoran no paraba de mirarla de una manera que la ponía tan nerviosa como una adolescente y eso sin mencionar los piropos que lanzaba entre mirada y mirada. Durante todo el almuerzo había querido cambiar la conversación sin ningún resultado, él siempre encontraba la manera de encajar un piropo sin destruir el hilo de la conversación mientras que Sakura se quedaba muda con sus palabras. Sin poder soportarlo más, emprendió la graciosa huida hacía los baños tratando de recuperar la poca compostura que le quedaba.

-¿Qué me sucede? – su reflejo tenía los ojos brillantes como esmeraldas y las mejillas afiebradas, pero sobretodo se veía sumamente feliz– no me conviene hacerme ilusiones, el punto era "revisarlo" no comprarlo.

Sin haber obtenido un gran cambio ni haberse convencido de desistir con esos sentimientos, regresó a la mesa donde la esperaba con otra apreciativa mirada que al instante de encontrarse con sus verdes ojos cambio por una provocativa que la devolvió a la tonalidad de rojo que tenía cuando se había escapado. La conversación continúo igual, aunque la distancia que los separaba desparecía a gran velocidad. Finalmente, sus labios se encontraron en un delicado, inocente y electrizante roce que pronto los hizo necesitar más; ella le rodeo el cuello atrayéndolo todavía más a ella y entreabriendo los labios para permitir que el beso se profundizara y satisfaciera ese deseo que ardía por las venas de ambos.

El aire se escapó de sus pulmones con más rapidez de la que ella deseaba, al separarse el ambarino la veía con deseo y ternura mientras que ella le devolvía una tímida y desesperada mirada que el supo interpretar puesto que se acercó para volver a besarla fundiendo sus labios de la misma manera.

-Supongo que nos veremos mañana Li – el encuentro había terminado y era hora de que regresaran a sus labores

-Puedes llamarme Shaoran – otra sonrisa pícara apareció y los ojos le brillaron.

-Está bien… hasta mañana Shaoran – por un momento el corazón del joven se derritió ante la sonrisa de su editora, pero rápidamente fue sustituido por un hambre primitiva.

-Hasta mañana hermosa – sus labios se volvieron a encontrar en un fugaz pero apasionado beso que lo único que logro fue incrementar peligrosamente esa hambre.

Una vez Sakura se fue, comenzó a vagar por la ciudad tratando de ordenar sus pensamientos pero invariablemente terminaba pensando en la calidez de esa mirada esmeralda, en la suavidad y entrega que había demostrado en ese beso. Lo realmente frustrante de toda la situación eran los latidos que su desbocado corazón hacía al evocar esos momentos y un ligero rubor comenzaba a subir por sus mejillas.

No podía ni quería olvidar todos los sentimientos y sensaciones que lo habían embargado al tener a esa mujer entre sus brazos entregándole todo su corazón con un simple y mundano beso. Ella era justo lo que buscaba, una mujer capaz de dar todo de sí en un simple contacto que permanecería por siempre en su alma, y justamente de esa parte era de la que debía vivir pero… ¿sería capaz de romper a esa delicada flor por un poco más de tiempo? A pesar del rubor que cubría sus mejillas y lo había confundido, estaba más que seguro de su respuesta.

La noche lo sorprendió en un parque, el tiempo se le escapaba de las manos y seguía perdiendo el tiempo entre sensaciones que lo hacían sentirse humano. Su decisión permanecía imperturbable, pero aún así no podía borrar el anhelo que sentía por esa frágil humana. Ni si quiera por Mei Lin había sentido algo así y eso que ella era la que le había permitido llevar esa existencia pagando ella el precio. Pero eso a él que le importaba, el pasado estaba, literalmente, muchos metros bajo tierra ¿Por qué habría de preocuparle un estúpido rubor? El era Shaoran Li, el más cruel de todos los demonios cuyo precio por permanecer en la superficie seis años era un corazón inocente y puro que lo amara incondicionalmente. Tenía que estar dispuesto a condenarse en la llamas del infierno por él, y vaya que muchos ya ardían en su nombre esperando fervientemente una recompensa que nunca llegaría; ahora el elegido sin lugar a dudas era el de Sakura.

continuara...

Notas de la autora: tratare de editar el proximo capitulo lo más pronto que me sea posible y esta vez va en serio, además de que prometo suspenso, acción y muchas cosas más jajaja y x lo que más quieran: dejen comentarios, criticas, tomatasos.... lo que sea!!! pero dejen algo si????