Hola mis queridos lectores y bellas lectoras, les dejo mi primera historia, si hay errores perdonme, aún soy novata, pero trataré de mejorarlo. Por favor me gustaría leer sus críticas, así que no se olviden de pegarme sus Reviews :-) estoy segura de que me serán de ayuda. Espero y les encante.

Con Mucho amor, Rihan Camille.


By: Rihan Camille

CUANDO CUESTA AMAR

"Juegos"

Capítulo 1:

Por un momento observé a la nueva entrar al aula, sus labios estaban encorvadas en una sonrisa perceptible, parecía contenta. Una mirada profunda como el mar y su cabello como telas doradas cubriendo toda su espalda, su forma era andoludo y esponjoso. Vestía simple a mi parecer, camisa ceñida a su cuerpo y unos jeans azul con unas botas marrón. Más bien parecía una chica de pueblo, en fin, me importaba poco e visto mujeres más hermosas. Se sentó en su pupitre y acomodó su camisa algo arrugada. Oía los murmullos de los inútiles que estaban sentados a mi lado, escuché algo como, "Que linda" o "Está buena" par de idiotas, sólo piensan con el miembro, aunque dudo que tuvieran cerebro dentro de sus cráneos. Solté un pequeño rugido que vibró en sus oídos, al parecer se cayaron. No pude evitar sonreír imperceptible, miedo me tendrán, algo que definitivamente alimenta mi ego. La muchacha de pelo rubios empezó a establecer conversación con la mujer de pelo negro a su lado, ¡Genial! Si esta resultara ser Urraca como Nanami, la exuberante de la clase, me volvería loco. Amo el silencio, es más, la prefiero antes que las mujeres. Aunque no entiendo por qué demonios le doy tanto interés a esa mujer, es poco inusual en mi, algo ilógico. No tiene nada de diferente. Estoy seguro que es de esas chicas superficial, un libro abierto.

Todos se levantaron inmediatamente de sus sillas al ver al profesor Kentaro entrar por el umbral, yo los imité pero tomandome mi tiempo, ni que le tuviera tanto respeto, pero prefería ahorrar problemas. Con un "Buenos días alumnos" se adentró al aula sentándose frente al escritorio.

- Muy bien, veo una alumna nueva. ¿Puedes presentarte?- Se dirigió a la nueva, mirándola fija. Ella se levantó de la silla, arqué un poco la ceja verla sonreír de nuevo ¿Acaso siempre vivía feliz? Parecía una niña en un mundo de algodón de nubes.

- Soy Eve McCordy, mucho gusto en conocerlo a usted y a todos- Sentí como su voz bailaban en mis oídos provocandome algo de gracia, era un tanto particular. ¿Eve McCordy? Que nombre un poco Extravagante.

-¡Bienvenida, Pueblerina!- Inmediatamente dirijí mis ojos a esa persona, Nanami era buena fastiadiando, pero debía agradecerla, me estaba divirtiendo un poco, había una aburrimiento que hasta el muerto prefería estarlo que pasar este momento. Todo el aula carcajeó y no pensé que la rubia no se inmutara, ha! Apuesto a que debe ser esas típicas niñas que no saben como defenderse, pero quiero ver que es lo que hace.

-Bueno, tengo en claro que a veces recibirás comentarios sarcástico cuando eres una Novedad.

Sabía lo que se avecinaba, pero traté contenerme la risa, la gente simplemente me parecía estúpida y siempre me burlo de lo que hacen o como actúan, pero, esta niña plebeya parecía tener algo...Particular. Talvez esté equivocado y no creo que tenga una gran capacidad intelectual pero seria bueno divertirme con ella.¿Me refiero al sentido del sexo? Quizás, pero sólo lo hago lo que se me plazca, veremenos si la novedad supera mis expectativas. Sería un divertido juego caliente.

El profesor con una mirada severa logró calmar Nanami quien largaba chispas hacia la mocosa, la rubia sólo sonrió y yo no evité arquar una ceja, típica sonrisa, iguales a las mías. Pero el momento fue más placentero cuando ella giró hacia mi y detalle sus ojos, está vez con más cuidado, se estremeció. Me pareció Perfecto, si reaccionó así con una simple mirada ¿Como sería sólo con una caricia? Estaba seguro de que estaría totalmente a mi merced y torrida, no tendría inconveniente en llevarla a la cama. Ahora le daría una pequeña Bienvenida.

•••

Después de haber puesto a la idiota en su lugar, me sentí observada. Contuve un suspiro, allí ví a ese sujeto con una mirada tan intimidante y penetrante. Giré mi rostro de inmediato, por un maldito momento sentí como mis piernas me fallaban. Me senté y lo ignoré pero aún sentía que su mirada estaba puesta en mi.

Todo volvió a la calma. Las cabezas inclinaron hacia los cuadernos y carpetas concentrados en resolver el problemita como actividad que nos dió el profesor. No tardé en resolverlo, como la carrera que estudiaba era ingeniería mecánica. No me había costado nada en resolver los cálculos y responder algunas preguntas.

-Pss! -Oye Eve- Oí a mi amiga Milk chistarme.

- Milk, habla más despacio, No querrá que el profesor te escuche ¿Verdad?- le reprendí en voz baja viendo como ella desviaba la mirada apenada- ¿Que ocurre?

- No entiendo para nada ¿Podrias explicarmelo? ¡Por favor!

-Señorita McCordy y Señorita Ox ¿Me pueden decir de qué hablan?- Yo me mordí la lengua y negué con la cabeza- Disculpe Señor Kentaro, no se volverá a reperir- Me apresuré a disculparme.

- ¿Ya terminó?

- Si, sólo me falta unos últimos detalles- Inmediatamente me concentré en mi deber.

Cuando había terminado con dichos detalles, le entregué el trabajo al profesor, por un momento sentí como se quedaba en silencio, mirando la hoja atónito, sonreí orgullosa. Mi padre era el científico más inteligente e importante de la Capital del Oeste y del mundo, era obvio de esperarse que su única hija supiera de cosas que a mi criterio, eran tediosos, almenos, si no la tachara de vulgar y zorra como los demás lo hacían. Mis pensamientos me habían nublado de la realidad y cuando me di cuenta, el profesor me estaba llamando, inmediatamente me levanté del pupitre y caminé hasta él.

- McCordy, exelente! Confieso que, nunca conocí aún alumno con tanto empeño y sobre todo rapido- Me sentía en los cielos con aquellos alagos, sentía la mirada desconcertada de todos y mi pecho se hinchó de orgullo. Aunque me haya sentido incomoda, tomé la hoja y volví a mi lugar.

Después de clases, avisé a Milk que iría al baño. Los pasillos de la prestigiosa universidad Estrella Naranja, era muy bien cuidado y lujoso. Me acerqué al lavabo de mármol y mojé mis manos para humedecer un poco la peluca, si, ¡Peluca! Era para ocultarme y no supieran quien en realidad soy. Sufrí bastante y no lo pienso permitir que aquí también me humillaran y me despreciaran por mi reputación manchada. Cerré mis ojos para aliviarme de la tormenta de tristeza que se avecinaba, no debía decaer y ponerme a llorar como chiquilla desconsolada. No permitiría que ese maldito aún en su ausencia, me siga lastimando.

Cuando estuve un poco más aliviada y relajada, salí del baño y antes de dar otro pasó me sentí jalada del brazo con brusquedad. Gemí del susto y levanté la mirada encontrandome con él. Sentí un vuelco en mi estómago y aquella sonrisa maligna en sus labios me calentó, fue un terremoto en mi interior. Pude detallarlo claramente, sus rasgos muy tosco y su cabello desafiaba la gravedad y oscuro como la noche, pero, sus ojos me dejaron completamente estoica, sintiendo como nuestros rostros estaban cercas, sentía su respiración en mi boca. Me sonrojé al instante.

Cuando supe que me dejaba llevar por la lujuria, reaccioné inmediato y enfríe mi semblente.

- Oye idiota ¡Sueltame!- Exigé tratando de alejarme pero él acortaba más la distancia- Quitate de encima- Insisté pero esta vez a los gritos, estaba enfadada ¿Quien se creía?. Me miraba de una forma gélida y extraña, nunca en mi vida me habían tirado de esa manera, tanto que me incomodé y los nervios me envadian.

- ¡Te dije que...- Mis palabras fueron ahogadas al sentir sus labios contra los míos, me basaba con brusquedad y su lengua vigorosa y tibia torturaba a la mia. Estaba en shock, nisiquiera podía moverme. Él ahogó mis quejidos, me estaba faltando el aire e intenté mover la cabeza para evadir sus labios duros y llenos de fuego, pero el sujetó mi cabeza con fuerza. Estaba asustada e intenté cerrar la boca para que no invadiera toda mi cavidad bucal y fue en vano ya que este idiota me mordió haciendo que le diera espacio soltando un gemido. Coloqué mis manos en su duro pecho para empujarlo hacia atrás y tuve que reprimir un grito fuerte cuando Apretó unos de mis senos con brusquedad.

Pronto tantos recuerdos horribles y torturadores vinieron a mi mente, como si fuera una película mostrándome las escenas que me dejaron completamente traumada. Una lágrima se me escapó, este tipo me violaria aquí mismo.


Espero que le haya gustado el primer capítulo, déjenme sus reviews y traten de no matarme al acto jaja n.n soy novata todavía.