No quisiera extenderme en esta introduccion, por lo cual los "remito" a la nota que hay al final de este capitulo. Por ahora lean y no olviden "Review!"
Capítulo 1 – El Baile-Banquete de Graduación
¿Quien diría que al fin, en su último curso, el último día, podría suceder lo que Hermione Granger había esperado desde hace tanto tiempo...?
El banquete de graduación en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, tendría lugar dentro de pocos minutos y Hermione miraba nerviosa e insegura un espejo donde se reflejaba una chica usando una túnica color rojo oscuro y con el pelo mágicamente arreglado en un tocado a juego con el vestido. El maquillaje definitivamente la hacía lucir diferente, muy hermosa. A ella nunca le había preocupado la apariencia, pero esta noche era diferente…
Minerva McGonagall, la actual directora que seguía de luto por Albus Dumbledore (igual que la mayoría del mundo mágico), decidió que todos necesitaban unos momentos sin angustias. Un poco de diversión no haría daño a nadie, ni ofendería la memoria de Dumbledore. Así que decidió organizar este pequeño festejo para despedir a la generación de alumnos que tanto la apoyó al tomar el cargo de directora. También decidió permitir que aquellos alumnos de 5º y 6º que desearan asistir, pudieran hacerlo sin ningún problema y sin condición de ser invitados por sus compañeros de cursos superiores.
Hermione había recibido toda la ayuda posible de su amiga Ginny Weasley, incluso Luna Lovegood le había prestado un bolso (un bolso inusualmente normal para ella) y Padma Patil, compañera de casa de Luna (Ravenclaw), llamó a su gemela Parvati que tenía un don especial para los encantamientos sastre y juntas le hicieron algunos ajustes a la túnica, pues le quedaba algo corta. Por supuesto que Lavender Brown, que aún le guardaba resentimiento a Hermione por lo ocurrido el año pasado, estaba de un muy mal humor ante esto, pero lo bueno fue que nunca se enteró de que su mejor amiga, Parvati, había ayudado.
Y aún con todo este apoyo… se sentía tan insegura… y tan nerviosa…
La noticia de que se iba a graduar con la mejor calificación de su generación le produjo un shock muy breve, aunque en realidad no le sorprendía tanto. Saber que el banquete de esta noche implicaba dejar por siempre el lugar al que había adoptado como segundo hogar desde hacía casi siete años la entristecía muchísimo y sentía cierta nostalgia. Y el recordar la trágica muerte de Dumbledore a manos de Severus Snape casi al final de su sexto curso… bueno eso ponía mal a cualquier alumno de Hogwarts. Pero aún con todas estas malas noticias y aún estando consciente de que esto implicaba el adiós definitivo a Hogwarts, ella no podía evitar sonreír y a la vez, estar nerviosa… muy, muy nerviosa…
Lo que preocupaba a Hermione era la perspectiva de enfrentar una de las cosas que más temía y al mismo tiempo una de las que más ansiaba y esperaba.
No iba a ser fácil olvidar la reacción de su mejor amigo, Harry Potter, cuando ella se lo contó… Fue mientras Ron probaba un nuevo invento de sus hermanos, los simpáticos gemelos Fred y George, en su tienda de Hogsmeade. Una versión avanzada del Paquete de Sueños Diurnos, pero este ambicioso proyecto llevaba las cosas más lejos, algo parecido a un armario ropero, para "la importante relajación pre-sueño - sobretodo después de un día de no hacer nada", como decían los gemelos. Harry y Hermione acordaron en que era algo muy parecido a la "Realidad Virtual" Muggle.
— ¿En serio? — preguntó Harry incrédulo — ¡Vaya¡Ya era hora¡Creí que jamás lo admitiría!
— ¿Admitir que? El no ha admitido nada, Harry — argumentó ella —, no es la gran cosa, solo se trata de una simple…
— ¿Que no es la gran cosa? — la interrumpió Harry, que se quedó boquiabierto — ¿Hermione, que sucede contigo¡Siglos esperando a que se diera cuenta¡Y no lo me había comentado! Tendré unas palabras con él.
Quizá, pensó Hermione sonriendo, Harry podría tener un poquito de razón. Era algo muy grande, pero cuando estaba a punto de ceder y darle la razón, Ron salió del armario y parecía muy feliz, de hecho tenía una expresión relajada bastante parecida a la de una persona que está bajo la maldición imperios, sólo que un poquito menos ausente…
La reacción de Ginny fue bastante parecida a la de Harry, excepto porque ella abrazó a Hermione y parecía muy… aliviada, como si se hubiera librado de tener que tomar ella misma, cartas en el asunto.
— ¡Wow¡Hermione, eso es genial! — exclamó muy emocionada.
— ¿Bueno ya se van a calmar? — Hermione se exaltó un poco, pero no podía evitar sonreír — eso no significa nada, ya ves lo que paso en el baile de Navidad en el cuarto curso -
— ¡Tienes toda la razón! — la interrumpió Ginny — pero que ni se le ocurra salir con alguna estupidez… ¡No, no me pienso arriesgar, en este momento me va a escuchar, ese pequeño pedazo de …
Después de esto, la pelirroja salió con Arnold, el Micropuff, murmurando un sinfín de cosas para sí misma, dejando a Hermione riendo sola en la sala común.
A pesar de esto, ella seguía sin poder creer que estaba a punto de reunirse con su cita de esa noche, el chico que la acompañaría al baile-banquete de graduación y aún mas escéptica se mostraba ante el hecho de que este chico era nada mas y nada menos que Ronald Weasley.
El momento en que se lo pidió sería, indudablemente, uno de los más inolvidables de su vida. Muy diferente del cuarto curso, cuando pensó en ella como un último recurso. No, esta vez desde el principio había pensado en ella.
Cerró sus ojos recordando aquel momento, el nerviosismo de Ron, tratando de aparentar una tranquilidad que no era creíble ni para él y la sorpresa y la alegría que sintió ella. Al abrir de nuevo los ojos decidió que no tenía por que estar tan insegura. La apariencia ya no importaba. El había visto en ella algo más que una linda cara, la veía diferente. Ya no era sólo su amiga, con la que siempre peleaba, era algo mucho más importante. Ella podía sentirlo. Y era lo único en lo que quería pensar esa noche.
Finalmente, ya decidida, bajó la escalera para llegar a la sala común, donde él la estaba esperando. Estaba usando la túnica de gala color azul marino que Fred y George le habían regalado, producto de las ganancias de su tienda de artículos de broma. Ella sabía muy bien que Ron sólo usaba esa túnica en ocasiones muy especiales, así que sonrió aún más.
Sin decir nada, la tomó de la mano y bajaron al Gran Comedor, sonriendo, hablando sin palabras.
Al igual que en el cuarto curso, durante el baile de Navidad, habían sustituido las 4 habituales mesas por varias mesas pequeñas y redondas que lucían manteles con el emblema de Hogwarts en el centro. De hecho, la decoración se parecía mucho a la de aquél día, pero nunca el techo encantado había reflejado un cielo tan hermoso como esa noche, era una atmósfera de verdad "mágica", o al menos para Hermione lo era…
A los cinco minutos de haber entrado al Gran Comedor, encontraron a Ginny bailando con Harry y se unieron a ellos. Estaban muy felices, estaban divirtiéndose.
En las pocas ocasiones en que se separaban para ir a tomar algo o para platicar un momento con sus amigos, Hermione fue capaz de notar dos cosas: uno, que Ron nunca la perdía de vista, lo sabía porque ella tampoco apartaba los ojos de su pareja de baile; y dos: que, por extraño que pareciera, la mayoría de sus amigos no se mostraban tan sorprendidos ante este hecho, sino mas bien un tanto aliviados, como si al fin hubiera sucedido eso que ellos esperaban y ya sabían que pasaría algún día.
Según lo previamente anunciado, la fiesta duraría hasta las 11:30 de la noche, pero como a las 11:20 todos estaban muy animados todavía, McGonagall anunció que los profesores habían acordado que les darían hasta la 1 a.m. para disfrutar. Después de todo, eran sus últimos momentos en Hogwarts. Además hay que admitir que ella no la estaba pasando nada mal.
Así transcurrieron las horas, las mejores en la vida de Hermione; y Ron no parecía estarla pasando nada mal, de hecho parecía que lo disfrutaba tanto como ella. No paraban de sonreírse el uno al otro.
Nada arruinó esos momentos tan especiales, Harry y Ginny bailaban al lado de Ron y Hermione, ninguno de ellos preocupándose por Horcruxes ni por Voldemort, ni por nada, ni por nadie.
Un poco antes de la medianoche, Ron invitó a Hermione a dar un paseo a la luz de la luna.
— Hermione… eh… no se que opines tu, pero por lo que muestra el techo, se ve que la luna esta muy hermosa hoy (no tanto como tu, claro) — le dijo, ocasionando q ella se sonrojara, ante lo que él sonrió — sería una pena no ver la luna real… ¿quieres salir a pasear? —. Parecía que le costaba un poco de trabajo hacer esa pregunta, pero ella le respondió:
— ¡Claro! seguro, Ron — y sonrió.
Al salir del vestíbulo a la fría noche, Hermione tembló un poco. Ron se apresuró a cederle su abrigo. En verdad parecía un tanto nervioso… Pero ella se sentía más nerviosa que él.
Caminaron durante varios minutos¿o fueron pocos¿o muchos? … ambos perdieron la noción del tiempo, platicaron a cerca de muchos temas. De la escuela, de los planes que tenían, de las personas que muy probablemente seguirían viendo después de Hogwarts… hasta que llegaron a un lugar cerca del Sauce Boxeador. Sus hojas hacían un ruidillo curiosamente suave, y a la vez inquietante conforme se movía el gran árbol.
Ron se detuvo de pronto y se volvió para mirar a Hermione, quién entre sorprendida y nerviosa, preguntó:
— ¿Pasa algo Ron?
— No, nada… — respondió él — Eh… Hermione… e-escucha… Yo… ha-hay algo que quería decirte, que quiero decirte y es muy importante — dijo esto último muy rápidamente y parecía que no recordaba muy bien el español, porque le costaba mucho trabajo hablar normalmente.
— ¿Qué pasa, Ron? — preguntó Hermione que comenzaba a ponerse mucho más nerviosa de lo que había estado en toda la noche.
— T-t-tú eres la mejor persona que he conocido… y no sé como decírtelo… yo… yo… — ella creía saber que era lo que él estaba a punto de decir, notaba sus piernas, temblando de expectación y nerviosismo… — He cometido muchos errores, he dicho cosas que no quería decir… te he hecho sufrir, pero es que no se que hacer cuando tú estás cerca… porque cuando estás… yo… no se ni quién soy… Supongo que eso debe ser porque yo… yo… te…
Ron no sabía que más decir, era como si se le hubieran acabado las palabras, pero se acerco lentamente al rostro de Hermione y ambos se fueron inclinando poco a poco. El acarició su rostro e hizo a un lado un mechón de cabello castaño rizado tiernamente, le sonrió nerviosamente y el acercamiento que no había cesado, colocó sus rostros a un par de centímetros de distancia… Iba a suceder, al fin… Estaban tan cerca… Podía sentir el calor que irradiaba su rostro…
PUM PUM PUM
Nota del Autor (N/A): Oohh! El primer capítulo de este intento de historia... jeje. Espero que les haya gustado, aunque en realidad, no se si es bueno que disfruten este primer capítulo, ya que, como comprenderán en capítulos subsequentes, no todo es lo que parece y algunas situaciones pueden resultar engañosas.
Este primer episodio me parece un buen lugar para presentar la historia en si y hablar de como surgió la idea. Pues bien, desde antes del lanzamiento de Harry Potter y el Misterio del Principe, mi hermana y yo habíamos pensado en escribir un fanfic y de hecho comenzamos a hacerlo, pero no encontrábamos inspiración. Pero al llegar a nuestras manos Harry Potter and the Half Blood Prince, se resolvió ese problema.
Comenzamos a escribir y a hacer algunos borradores con la estructura general de la historia para desarrollar esas ideas en varios capítulos y aquí esta, nuestro trabajo
Por cierto, me gustaría mencionar que, a excepción de algunos detalles, este es el único capítulo que permaneció igual desde que tuvimos la idea original para escribir este fanfic.
- mxnhpfreak
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