Miedo
—¿A qué le tienes tanto miedo? —sus ojos no se apartan de los suyos, a pesar de que él mira fijamente el suelo alfombrado en rojo.
—La pérdida.
Las manos del moreno llegan a su rostro, el pulgar cubriendo su pómulo y el resto de su dedos acariciando el cabello detrás de su oreja. El castaño traga con fuerza, su mirada permanece en el suelo.
—¿Pérdida? —el pelinegro acerca su rostro, siente la respiración del otro chocar contra sus barbilla.
—Pérdida de personas, pérdida de valor, pérdida de sentimientos, pérdida de interés, pérdida de la cordura —una risa ronca brota desde el pecho del mayor, el castaño no sonríe a pesar de que extrañaba escuchar ese sonido y demonios creyó que jamás volvería a escucharlo—. Pérdida, en general.
—Por supuesto —la sonrisa en su rostro no desaparece después de su risa—. ¿Tienes miedo de perderme? —agudiza su oído y escucha como el corazón del menor es constante, tranquilo, impasible.
—Pérdida, en general —el castaño vuelve a tragar con fuerza ante la presión que ejercen los dedos detrás de su oreja, el dedo pulgar no se mueve de su sitio.
Debió responder, no debió haber sido un insolente. El temperamento del moreno pende de un hilo. Podría acariciarle el rostro cuanto quisiera pero le destrozaría el cráneo en cualquier momento. Ahora parece un buen momento.
—Es decir —pasa la lengua por sus labios y respira por la boca con fuerza, hasta entonces se atreve a alzar los ojos, una mirada brillante en rojo le devuelve mirada, algo en su pecho se encoge—, si.
En un arranque de valentía lleva sus manos hasta la playera del mayor y se aferra a los costados de ella, sintiendo la piel de sus dedos arder contra el contacto, a pesar del material que le impide tocarlo realmente.
—Tengo miedo de perderte, me aterroriza la simple idea de no estar a tu lado, de no poder verte nunca más —no parpadea, como si fuera una especie de prueba. Sabe que no hace falta, sus latidos son constantes, pero el moreno ha aprendido a no confiar en él, es engañoso, sabe como controlarse a sí mismo, así que no aparta la mirada.
El castaño no parpadea. No miente. El menor de verdad cree que estaría perdido sin el moreno.
Pero no es suficiente para el mayor.
Derek no le cree. Lo aparta con brusquedad y demasiada fuerza.
Stiles cierra los ojos y no los abre hasta que la puerta se cierra. De nuevo está solo, y de nuevo no sabe por cuánto tiempo más.
--=x=--
Es un universo alterno, pero no contiene nuevos personajes, aparecerán los que ya conocemos por la serie.
• La introducción, aunque confusa, realmente expresa lo que es la historia:
La obra no tiene una linea de tiempo continúa entre cada capítulo:
-Es decir, el primer capitulo puede mostrar a un Derek solo y destruido, el segundo a un Derek con esposa he hijos, el tercero a un Derek conociendo a Stiles casualmente, el cuarto de nuevo a un Derek destruido y perdido.
-Sin embargo, toda la historia está conectada.
-Cuando la historia termine, agregaré entre paréntesis al lado del titulo del capítulo el numero de capítulo que corresponde en una linea de tiempo continúa.
-Aunque la gracia de esta historia, y la intención con la que fue creada, es que todo fuera confuso. Para que el lector piense y concluya, con las pequeñas pistas que se van dando, lo que pudo haber causado la diferencia de las acciones entre el antes y el ahora.
Los capítulos no sobrepasan las 1,000 palabras.
Cada capítulo tiene un nombre en específico, la clave sobre el contenido.
El orden de los capítulos es estratégico y nada aparece al azar.
El antes y el ahora será más que evidente.
