Uf! Al fin, después de pensarlo y pensarlo… salió esta loca idea de mi cabeza xD

Bueno, les cuento un poco de que va esto… Es una secuela de Black Moon… Los pedidos de las chicas (conchito, kaoru y JaNy en particular :P) me convencieron de una manera estrepitosa de escribir algo más de este fic que se las trajo mucho (115 revs!!)… jaja! Pero ahora les traigo humor… un humor algo extraño porque uno de los protagonistas es Haruto Kuchiki XD… jaja O

Espero que les guste y ansío ver muchos reviews! Gracias a todos por estar siempre ahí, leyendo mis tonterías xD

Mi mamá y mi viejo están raros…

- Ichigo… Ichigo… ¡Ichigo! – llamaba Rukia a un dormido Ichigo, recostado en su cama matrimonial, boca arriba en boxer. Una mañana sofocante de calor invadía el ambiente y él no podía soportarlo… El verano había comenzado con todo… aún faltaba un tiempo para las vacaciones…

- ¡¿Qué quieres?! – gritó molesto.

- Debo ir a la Sociedad de Almas… - dijo con preocupación.

- ¿Para qué? – estaba algo asombrado. Se sentó en la cama con pesadez, limpiando las gotitas de sudor de su frente con una toalla que tenía colgada al cuello.

- Porque necestio hacerle unas preguntas a la capitana Unohana

- ¿Algo está mal?

- No lo creo…

- Bueno, como quieras, pero iré contigo… no vaya a ser que te pierdas – le dijo irónicamente.

Haruto estaba recostado bajo la sombra acogedora de una árbol en el patio de la escuela, a la que asistía desde que decidió quedarse temporariamente en el mundo humano… Tenia los ojos cerrados y las manos detrás de su cabeza.

- ¿Por qué debería ir a la escuela?

- Por varias cosas… una de ellas es que es muy divertido – Rukia se veía muy animada.

- Mamá… por favor… no necesito divertirme – refunfuñó despectivamente.

- Haruto – Rukia usó su tono de mamá mala…

- Está bien… probaré unos días… si dices que es necesario para vivir aquí ir a la famosa escuela…

- Además estarás en mi clase… - Miyu sonreía plenamente.

- ¿Qué? ¿Contingo? Pero yo soy más grande que tu – estaba un poco molesto y no sabía bien por qué…

- Es que el tiempo aquí transcurre distinto que en la Sociedad de Almas y por eso te ves como un chico de 17 años… - le dijo Rukia usando un tono autoritario.

- Hmp – no podía buscar más excusas… tendría que ir a la maldita escuela con la humana…

- Ya verás que no es tan malo… - Miyu intentaba animarlo…

- ¿Qué hablan todos? – Ichigo llegaba de trabajar, traía su guardapolvo blanco desabrochado y su maletín.

- Haruto comenzará la escuela…

- ¿En serio? ¿Y es necesario eso? – Ichigo pensaba que era mejor que no fuera… se evitarían muchos problemas… Puso una cara de extrañez… ¿Haruto asistiendo a clases?

- Si… ¿algún problema? – Rukia comenzaba a enfadarse… tanto trabajo que les había costado convencerlo y él venía muy fresco a decir eso… lo miró mal

- No… ninguno… - Ichigo tragó saliva… mejor no decir nada más… o Rukia lo mataría…

- Ahí está Kuchiki… - murmuraban unas chicas cerca de Haruto, que las escuchaba sin inmutarse…



- Si… siempre está enojado…

- ¿Cómo lo aguanta Kurosaki-san?

- No lo sé… ¿viven juntos?

- ¡No!… ¿cómo crees?

- ¿Son novios, no?

- Eso parece… pero… creo que algo raro sucede en sus familias…

- ¿Por qué lo dices?

- Cuenta, cuenta…

- Es que el padre de Kurosaki-san es el padre de Kuchiki-san…

- ¿Qué? ¡Entonces ellos son hermanos!

- No, porque ella no es hija de sangre del Dr. Kurosaki… ella es hija del Dr. Ishida

- ¡Ah! Ese de anteojos que la viene a buscar de vez en cuando…

- Ya veo…

Las cuatro chicas seguían hablando entre ellas con un tono bajo, pero que a Haruto lo enfermaba de ira… ¿qué tenían que meterse en sus relaciones familiares? Se levantó con el orgullo Kuchiki en sus manos y arremetío contra la chusma…

- Hola – las miró despectivamente – chicas – usaba un tono fingido…

- Hola… Kuchiki-san

- ¿No tienen otra cosa para hacer que estar aquí charlando? – él estaba parado mirándolas con ojos fulminantes, mientras las chichas estaban sentadas en el pasto aterrorizadas… realmente ese chico daba miedo…

- Eh… Es que…

- No se molesten en disculparse, yo les diré lo que quieran saber – usaba un tono calmo, y las miraba con esos ojos al estilo "tío Byakuya"… Las chicas transpiraban…

- No… no queremos saber nada… jeje…

- Entonces no hablen de lo que no saben – cada vez estaba mas enojado… ¿cómo los humanos podían ser tan cínicos y encima temerle tanto?

- ¡Haruto! – Miyu se acercaba corriendo… las chicas suspiraron - Hola, chicas – Miyu sonreía amablemente.

- Hola, Kurosaki-san – la saludaron al unísono.

- Papá está en la puerta esperándonos, nos vino a buscar… parece que sucede algo…

Haruto la tomó de la mano y la arrastró hacia adentro del edificio de la escuela.

- ¿Qué haces? – le dijo ella con resentimiento.

- No soporto a los humanos

- Entonces vete

- No se me da la maldita gana

- Entonces cállate

- Hmp – no podía contestar… esa maldita humana… siempre tenía la última palabra… si él iba a ese lugar del demonio era porque él mismo quería hacerlo… así que si se quejaba, debería irse… o no decir nada.

- Vamos que papá nos espera…

Los dos se acercaron lentamente a la salida. Caminaban sin mirarse, Haruto con las manos en los bolsillos.

Salieron y vieron a Ichigo. Estaba parado, fumando un cigarrillo. Caminaba de un lado al otro, impacientemente.

- Al fin… ¿dónde estaban?

- En recreo – dijo de mala manera Haruto.

- ¿Qué sucede, papá? – Miyu intentaba calmar los ánimos.

- Tendremos que ir con Rukia por dos días a la Sociedad de Almas… tiene que hacerse una revisación con Unohana… - tiró la colilla al piso.

- ¿Y nosotros?



- Deberán quedarse… no podemos dejar la ciudad desprotegida…

- Ichigo – dijo Haruto, mirándolo con desconfianza - ¿Qué sucede?

- Nada… es que Rukia quiere hacerse una revisación… eso es todo… nome dijo nada más…

Los dos chicos miraban a Ichigo, que se veía algo preocupado. Tenía el ceño muy arrugado y su cara seria…

- Papá… suerte – Miyu sonreía.

- Gracias… nos veremos en dos días

- Adios – dijo Haruto fríamente

- Nos vemos…

Los chicos se quedaron parados en la vereda, viendo cómo Ichigo subía en su camioneta y se iba rápidamente.

- ¿Qué estará sucediendo?

- No se, ni me interesa

- No digas eso… sabemos que no es cierto… Además… Estaba fumando

- ¿Y eso qué?

- Él fuma cuando está preocupado o nervioso…

- ¿Y qué piensas?

- No lo sé… volvamos a clase… Lo sabremos cuando vuelvan…

Espero comentarios!