El intento diario de Hawk Moth por conseguir los miraculous de Ladybug y Cat Noir había hecho su aparición en la ciudad, y era prácticamente imposible no jactarse de su presencia. Con su poder para crear terremotos, sacudía las calles de París, poniendo en peligro la integridad de las estructuras y de los ciudadanos.
-Creo que este será difícil...- dijo Ladybug a su compañero intentando mantener el equilibrio.- ¡Apenas si podemos mantenernos en pie!
-Vamos, Bugaboo. No debes preocuparte.- respondió él
-¿Por qué?
-Pues porque aquí mismo tienes a tu caballero de milagrosa armadura.- aseguró Cat Noir galantemente. Ladybug giró sus ojos con una sonrisa.
De pronto el villano logró acercarse hacia ellos, tras recuperarse del golpe que habría recibido previamente, y sin aviso golpeó al gatuno héroe antes de que cualquiera de los dos pudiera hacer algo. El pobre chico cayó bastante lejos de allí gracias a la fuerza del golpe.
-¡Cat Noir!- exclamó Ladybug. Intentó acudir a él, pero su oponente intentó golpearle a ella también.- Oh, no. No lo harás. ¡Vas a pagar por eso!- Con su yoyo como escudo esquivó el ataque y le hizo retroceder.
Atrapó sus piernas con la cuerda del arma y le hizo caer. Mas al estrellarse contra el suelo, los poderes del villano crearon un nuevo y más fuerte terremoto. El pavimento de la calle comenzó a desbaratarse, levantándose unas partes y otras hundiéndose.
Para la mala suerte de la chica, estaba situada sobre una de las partes que se elevaron, enviándola al mismo destino de su compañero.
Pero cuando con sus ojos cerrados se resignó a esperar el fuerte golpe contra el suelo, abrió uno de ellos tan solo para darse cuenta de que se encontraba en los brazos de Cat Noir. El chico la miraba triunfante, sosteniéndola con un brazo en su espalda y otro debajo de sus rodillas.
-Cat...- susurro su nombre sorprendida.
-Te dije que no tenías que preocuparte.- respondió él con un guiño.
-Santo cielo, ¿estás bien? ¡Saliste volando por los aires!- dijo ella con preocupación.
-¿Qué puedo decir? Finalmente soy un honorario gato que cae de pie.- aseguró él. Ladybug sonrió y colocó una mano sobre su mejilla para acercarlo y darle un beso en la otra.
-Gracias, minino.- dijo dulcemente.
-N-No fue nada...- tartamudeó mientras la colocaba con cuidado en el suelo. Tomó el bastón detrás de su espalda y lo extendió con una heróica posición.- Es hora de acabar con esto.
Juntos lograron detener al villano de hacer desastres por la ciudad y neutralizarle. Una vez que Cat tuvo el objeto en el que se ocultaba la akuma, lo destruyó para que su compañera pudiera encargare de purificar el malvado espíritu.
En cuanto el poder curativo de las mariquitas liberadas de Lucky Charm de la chica cubrió el lugar, se deshizo del caor y volvió todo a la normalidad, ambos héroes chocaron sus puños entre sí para celebrar su victoria.
-Creo que es hora de irme...- dijo Cat Noir en cuando su miraculous comenzó a dar avisos de su falta de energía.- Hasta otra ocasión, mi lady.- se despidió con una reverencia. Ladybug sonrió y le dedicó un guiño antes de que él desapareciera.
Con saltos de edificio en edificio, Cat finalmente logró llegar a su hogar. Se escabulló por una ventana de su habitación que había dejado abierta y deshizo su transformación tras asegurarse de que nadie le viera.
El exhausto kwami de dejó caer pesadamente sobre el escritorio del chico, mientras que este se recostó en su cama mirando hacia arriba, con una gran sonrisa marcada en su rostro.
-Este es probablemente uno de los mejores día de mi vida...- dejó salir en un suspiro tras unos minutos.
-Sí, sí. El amor de tu vida te dio una muestra de cariño. ¿Qué hay de grandioso en eso?- reclamó su kwami con más sarcasmo que emoción.
-Es más que eso.- aseguró Adrien mientras le entregaba algo de queso a su compañero.- Finalmente parece comenzar a aceptarme más.
En la habitación de la chica, la kwami carmesí luchaba por despertar a su portadora. Tras la pelea esta había caído rendida por cansancio sobre su escritorio, olvidándose por completo de sus tareas pendientes. Las patrullas nocturnas de los días anteriores comenzaban a hacer sentir su peso sobre ella.
-¡Marinette!- exclamó Tikki ya cansada de llamarle.
-¡¿Qué?!- exclamó la chica levantándose de golpe. Despertándose completamente tras unos segundos limpió la baba que caía de su boca. Tikki comenzó a reír sin parar.
-En serio se te ve muy cansada, Marinette.- dijo tras recuperarse un poco.
-Y vaya que lo estoy.- afirmó ella restregando sus ojos.
-Estoy orgullosa de ti de todas formas.- agregó Tikki.- Tú y Cat Noir han logrado todas las purificaciones con éxito hasta la fecha.
-Bueno...- dijo Marinette recostándose en el pequeño sillón de su habitación.- Planeo mantener... ese... récord...- aseguró cada vez con más lentitud hasta que finalmente quedó dormida de nuevo. Tikki suspiró, resignándose al hecho de que no había manera de mantener despierta a la chica. Buscó una manta y la colocó sobre ella para dejarla dormir.
Al día siguiente, Adrien se encontraba de muy buen humor desde el momento en el que puso un pie fuera de la cama. Una sonrisa imborrable se lucía en su rostro incluso al llegar a la escuela.
-¡Hey, hermano! ¿Cómo estás?- le saludó Nino al verle entrar al salón de clases. Adrién extendió su mano para chocar los puños con su amigo.
-¿Qué tal?
-Oye, se te ve bastante animado para ser lunes.- comentó el chico moreno.
-¿Ah, sí? Bueno, creo que hay que empezar la semana con el pie derecho.
Por su parte, Alya había tenido serios problemas para mantener despierta a su amiga. Apenas había tomado asiento, esta había caído rendida sobre el escritorio.
-Vamos, Marinette...- susurraba mientras sacudía su brazo. Todo inútil. Su amiga estaba perida en un profundo sueño.
-Muy bien, clase.- dijo la profesora para intentar llamar la atención de los jóvenes.- Para el trabajo de hoy he traído algunos libros de apoyo. Pero ya que no son suficientes para repartirlos entre cada uno, trabajarán en tríos.
Los ojos de Alya se abrieron de par en par al darse cuenta de que había sido puesta en un grupo con Alix y Max, completamente alejada de Marinette. ¿Cómo se las ingeniaría para que no descubrieran a su amiga? La respuesta perfecta la obtuvo en cuando se anunció que esta estaría en un grupo con Nino y Adrien.
-Hey, Adrien.- murmuró el chico rubio para llamar su atención.
-¿Sí?- respondió este mientras su amigo de levantaba de su lugar para buscar el libro que les correspondía.
-Hazme un favor e intenta mantener a Marinette despierta, ¿sí? ¡Gracias!- indicó rápidamente antes de ponerse de pie y acudir con su grupo. Adrien iba a preguntarle a qué se refería cuando vio a su compañera de clase detrás de él, completamente ajena a lo que sucedía. El chico no pudo evitar sonreír al ver la tranquilidad en su expresión.
-Marinette... Oye, Marinette...- susurró moviendo su brazo. Ella gruñó y apenas si movió su cabeza en respuesta a esto. Adrien deslizó a un lado los cabellos de su flequillo que acababan de caer sobre su rostro.- Marinette...- llamó nuevamente.
-¿Q-Qué...?- dijo ella finalmente despierta, pero algo sobresaltada. Abrió sus ojos con lentitud e intentó parecer atenta.
-¿Qué tal, Bella Durmiente?- dijo él con una risilla.
-Hola...- murmuró ella mientras restregaba sus ojos.- ¿Dónde está Alya?
-Oh, bien. Ya estás despierta.- exclamó Nino regresando a su lugar con el libro entre sus manos.- Será mejor que comencemos.- Marinette lo miró confundida y Adrien no pudo hacer más que reír.
-Te perdiste de un poco mientras dormías...- explicó.
No tienen idea lo bien que se siente volver con un long fic al fandom. Este lo llevo planeado desde el año pasado, pero por distintas razones no había podido sentarme con paciencia a redactarlo.
Quiero hacer un poco el cambio con este. La mayoría de los fics románticos de este fandom suelen ser desde la perspectiva de Marinette. Antes de que me malinterpreten la intención, no me estoy quejando. Yo misma suelo hacerlo también. Pero creo que sería interesante desarrollar una trama de amor con la perspectiva de Adrien como la principal. ¿Qué dicen?
