No creo que sea gran cosa, pero esto es lo que pasa cuando estás de vacaciones y no tienes nada que hacer.
Espero que les guste, es corto, lo sé, pero pocas palabras (quiero hacer hincapié en las últimas) también sirven a veces para reflexionar, en ocasiones sobre la vida, en otras sobre las personas, y en otras sobre nuestros propios sentimientos.
Disclaimers: Los personajes no me pertenecen, esta historia está hecha sólo por diversión y sin intenciones de lucro.
Sentimientos Oscuros
-Yo no pienso matarte.
-¿No significa eso entonces que yo puedo matarte? Yo sé que me odias, sin embargo, yo no te he hecho nada, sólo amarte, ¡sólo alejarte de esa bruja!... Pero ahora, te mataré, y te daré una buena razón para despreciarme.
-Pero, yo... no te odio- Susurró el joven de traje rojo, sorprendido de que tales palabras salieran de la boca de la azabache.
-¡Mentira! ¿Por qué me ignoras de esa forma desde que maté a Kikyou? ¿Por qué me gritas todo el tiempo? ¿Por qué me haces sufrir tanto? Lo que hice lo hice por tu bien, ella es la mala, ¡no yo!
-Kagome, trata de razonar... Te estás volviendo loca.
-...Que esté bien o mal de la cabeza, no es importante ahora mismo. Después de todo, esto acaba hoy.
Te mataré, y luego moriré, eso es lo mejor, iremos juntos al infierno, y estarás conmigo toda la eternidad. O acaso, ¿No era eso lo que pensabas hacer con esa novia zombie tuya? ¿No ibas a abandonarme? ¿Por ella?
Inuyasha se quedó congelado al escuchar todas esas cosas por parte de Kagome.
¿Dónde quedó esa niña tierna que él cuidaba y protegía con su vida? ¿Dónde estaba la chica de ojos azules que había derretido su frío corazón? ¿En que se había transformado? Y lo más importante, ¿por qué?
Talvez ella tenía razón, no debería haberla tratado así, Kagome se portaba extraño desde hacía ya un tiempo, ella ya se estaba enfermando de la cabeza, y su comportamiento sólo había servido para empeorar las cosas.
Simplemente permaneció estático mientras ella corría hacia él y clavaba el cuchillo en su pecho.
Reaccionó en ese momento.
-Todo es culpa tuya Inuyasha- gemía ella, derramando un mar de lágrimas.
-Kagome... te amo... jamás podría odiarte, no importa lo que hagas.
Ya no había vuelta atrás, Inuyasha era humano, y estaban a muchas horas de amanecer.
Tomó el arma y se hirió ella misma sin pensarlo demasiado.
La sacó de su cuerpo y la arrojó a un lado.
Cayó sobre el cuerpo de su amado y esperó que la muerte viniera a ella.
Él tenía razón, se había vuelto loca, y seguramente jamás la perdonaría.
Todo se iba poniendo oscuro poco a poco...
Todo se iba poniendo oscuro poco a poco... y cuando recuperó el "conocimiento", ahí estaba Inuyasha, ahí estaban sus tiernas orejitas, sobre su suave cabello plateado, y sus dulces ojos de miel, que la observaban preocupados.
-Oye, ¿qué ocurre? Te estabas quejando mucho dormida.
-Eso... ¿sólo fue un sueño?
-Así parece... ¿Qué soñaste?
No esperó ni un segundo y se lanzó sobre él, sin importarle que todos sus amigos la vieran, sin importarle que él no correspondiera su abrazo, sin importarle absolutamente nada. Sólo quería asegurarse de que estuviera realmente allí, de que no fuera una ilusión, pero, ¿cómo pudo ella soñar algo como eso?
No se dio cuenta de cuando había comenzado a llorar.
Inuyasha la abrazó sin preguntar nada, reconfortándola con suaves caricias en la cabeza.
En medio de sus lágrimas, se puso a pensar.
No es que ella fuera una experta en eso de descifrar los sueños, pero llegó a concluir que esos eran sus sentimientos más oscuros, escondidos en el fondo de su corazón. Se sorprendió de lo egoísta que podría llegar a ser. Intentó calmarse, pero no le resultó tan sencillo. Lloró un largo rato más, y comenzó a pedirle disculpas a Inuyasha, en un todo tan bajo que sólo él podía escucharla.
Volvió a dormirse, ahora, atrapada entre sus brazos, sin la menor intención de liberarse.
Jamás le contó su sueño a nadie, ni siquiera a él.
Se consolaba con el pensamiento de que no estaba loca, pero que amaba tanto a Inuyasha, que su egoísta corazón no podía hacerse a la idea de que no le pertenecía.
Eso era, una egoísta, se decía de vez en cuando...
...Luego recordaba que era humana, y que los celos y el deseo también son sentimientos humanos.
Y hasta aquí este one-shot :) No se que les parezca, a mi no me convencía del todo, pero algo me dijo que lo subiera de todas formas, así que haré las preguntas de siempre u
¿Aplausos?
¿Tomatazos en la cara?
¿Reviews?
Aprovecho para comentarles que los otros fanfics (Lo daría todo, Mi pequeña niña, y Cambio de roles) están en proceso, no los abandoné, sólo necesito un poquito más de tiempo, y un baldazo de inspiración, pero no se preocupen, esto es como el amor, cuando menos lo esperas, un fanfic toca a la puerta :)
Hasta la próxima :)
