Existe una antigua leyenda, una que por el tiempo que ha pasado a través de los siglos se ha olvidado.
En la que dos fuerzas completamente distintas se enfrentaron a muerte.
Uno luchando por el poder y esclavitud. Y el otro peleando por la libertad y la verdad.
Un antiguo invasor, tan viejo como el mundo, ataco bestialmente todas las dimensiones posibles en busca de la dominación total.
Solamente 7 guerreros se atrevieron a hacerle frente, la misma vida, al ver que estaba en riesgo, le tendieron la mano a tan valientes guerreros, dándole lo más poderoso que estaba en sus manos.
El poder de los elementos
Aire
Fuego
Tierra
Agua
Rayo
Aunque un elemento más dio a luz cuando la unión de todos los anteriores se dio.
La luz del alma
Aquel ser que lo poseyera sería bendecido eternamente. Aunque solo alguien de corazón realmente puro podría guardar en sí tan gran regalo de vida.
Las batallas siguieron empeorando cada vez más, cada pelea alimentaba la desesperanza de todos.
Entonces llego el día definitivo, en el que uniéndose todos, pusieron fin al conflicto de una vez por todas. Utilizando sus propias almas como armas, las guerreras de los 5 elementos sacrificaron sus vidas con tal de proteger lo que más veneraban. La vida.
Sin embargo, el enemigo no se daría por vencido tan fácilmente, utilizando su último aliento, juro que algún día regresaría para acabar con toda vida existente en las dimensiones. Fue encerrado en lo más profundo de la Tierra. Lanzando una terrible maldición sobre los humanos.
Sin embargo, así como una maldición se produjo ese día, la esperanza también nació, con una profecía
"Cuando la esperanza se acabe, y no haya final a la vista. Levanta tu cabeza, veras a los héroes surgir, esos guerreros son los que traerán paz a las dimensiones y como recompensa, crearán dinastías que a los cielos harán estremecer, dinastías que ni el más poderoso podrá romper."
Ahora, el tiempo de siesta del dictador se acaba. Cuando despierte y recupere su fuerza, desatará un nuevo infierno, las razas diferentes deberán unirse o perecer.
Ahora, de esos hechos han pasado 10,000 años. ¿Qué sucederá cuando el mal recobré su fuerza?
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Capítulo 1: Una nueva amenaza
El Limbo
Uno de los lugares más tétricos de todos los lugares que alguna vez pudieron haber existido, o existen, él porque era muy simple, veías todo lo que habías hecho a lo largo de tu vida, recordándote cada error de tu vida y las consecuencias de estos, sin embargo, después venia todo lo bueno que has hecho, e incluso podías esperar a alguien muy querido para ti si así lo deseabas.
Pero ese no era el caso de Hagoromo
Él ahora estaba en el mundo puro, para alguien que no tenía reencarnación alguna era difícil estar solo, o almenos, eso era lo que él creía.
Habían pasado miles de años desde que él había llegado a ese lugar, después de mucho sufrimiento, de muchas peleas, de tanta muerte. Cuando recién llego, creía firmemente que la muerte llegaba tarde o temprano, que era inevitable, pero a pesar de ello aún se entristecía cuando veía a alguien morir cada vez que echaba un vistazo al mundo de los vivos.
Con el tiempo, se fue dando cuenta que la muerte, también era necesaria para cerrar ciertos ciclos, pero así como algunos períodos cesaban, otros se abrían, algunos para bien y otros para mal.
De repente, la atmosfera comenzó a sentirse pesada, Hagoromo sintió como el lugar poco a poco era llenado por la oscuridad, y una sensación muy desagradable recorrió cada centímetro de su cuerpo, como si algo muy malo estuviera a punto de desatarse.
Pudo escuchar susurros escalofriantes a lo lejos, algo se acercaba, y fuera lo que fuera o quién fuera, no era agradable.
¿?: Por lo que veo no has cambiado ni siquiera un poco, Hagoromo –dijo una voz macabra que había salido inesperadamente de las sombras.
El hombre miro hacia todos los lados y no pudo ver a alguien que estuviera con él.
Hagoromo: ¿Quién anda ahí? –pregunto alerta. Comenzó a sentir odio, pero ese sentimiento no emanaba de él mismo, si no de alguien más, de aquella persona que se encontraba en ese mismo lugar qué él. Pero que no podía ver.
¿?: ¿Qué? –le pregunto sarcástico -¿Ya no reconoces a un viejo amigo tuyo? –dijo y salió de las sombras.
Hagoromo: M –Ma -Makoto –dijo y vio a su viejo enemigo, Makoto Ryusaki -¿Qué haces tú aquí? –pregunto realmente serio, ese monstruo siempre había sido un muy mal augurio para la humanidad, pero aún no podía creer que estuviera ahí, con él.
Se suponía que hacía más de diez mil años había sido sellado por su hijo y las guardianas. No daba crédito a que aquella bestia tan salvaje estuviera fuera de su cárcel.
Makoto: Vine a arreglar unas cuentas contigo… -dijo y fue cuando todo empezó a moverse – Tu hijo me encerró, y ahora tú, pagarás las consecuencias –amenazó mientras se preparaba para la batalla
Hagoromo: ¿Qué estás haciendo? –le pregunto poniéndose en guardia, tenía que ser precavido, esa "persona" si podía llamársele así aún. Era peligroso, demasiado peligroso.
Makoto: Te enseñare a no meterte con lo que no te corresponde, tú y tú maldita raza serán maldecidos por toda la eternidad –dijo y empezó a atacar a Hagoromo, sin saber los problemas que estaba ocasionando en el mundo de los vivos.
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Konohagakure
Habían pasado dos años desde que la Cuarta Gran Guerra Ninja había terminado, todo entre el mundo ninja estaba en paz. Ahora, las principales y más grandes naciones ninja se llevaban muy bien. Se podía decir que eran buenos amigos.
En Konoha era una mañana común y corriente, obreros, ninjas, mujeres y vendedores paseaban y trabajaban. Tres personas se encontraban en cierto local disfrutando de lo que cierto rubio llamaba con orgullo "El mejor lugar donde cocinan el ramen".
El maestro y los alumnos disfrutaban de la comida mientras tenían una buena plática. Kakashi invitaba esa vez, estaba algo preocupado por Naruto, se veía que tenía ojeras y no eran por la práctica, Hinata, la novia del rubio, le había comentado que Naruto le había dicho que hacía unos días no dormía muy bien. Tenía muchas pesadillas últimamente, y eso hacía que el rubio despertara en medio de la noche para después no poder volver a dormir.
Kakashi comenzó a observar a Naruto con cuidado, el niño jamás había tenido ciertos síntomas que despertaran sus alertas, parecía dormir bien a pesar por todo lo que había pasado desde que era un niño, era un hombre fuerte, por eso se sorprendió cuando vio las ojeras debajo de sus ojos, su cansancio notorio, ya que en las clases que tomaba con Iruka para estudiar y convertirse en Hokage, se estaba quedando dormido más de lo común. Su actitud era la misma de siempre, amigable, alegre y hasta cierto punto graciosa, pero Kakashi quería saber el porqué de las pesadillas, él había pasado por lo mismo hacía años, y tenía que decir que no era una experiencia agradable, además había algo un poco más preocupante, los exámenes finales de las clases que tenía con Iruka se acercaban y Naruto no estaba en su plena capacidad para esos exámenes.
Nunca había sido muy bueno en la escuela, y ahora, con esto, mucho menos.
Miro nuevamente a Naruto, este se encontraba pidiendo su siguiente plato de ramen, Sakura mientras tanto, lo regañaba por comer tanto, justo estaba a punto de preguntarle a Naruto que era lo que le sucedía cuando empezó.
Todo se movía incontrolablemente
Naruto: ¿Pero qué rayos está pasando? –pregunto levantándose de donde estaba.
Sakura: ¿Un terremoto? –pregunto igual de extrañada mientras veía como todo a su alrededor saltaba debido al movimiento telúrico.
Kakashi: ¿Aquí? –Pregunto –Eso es imposible, aquí no hay placas tectónicas, debe de ser otra cosa… -dijo mientras Naruto estaba intentando equilibrarse para no caerse ya que el terremoto era bastante fuerte.
Comenzaron a observar como las personas salían de sus edificios por si el edificio llegaba a caerse, ellos estuvieran a salvo. Esperaban a que el sismo terminara, pero el piso empezó a cuartearse, creando grandes grietas en varias calles importantes de Konoha. Aunque tal vez lo más impresionante y más tétrico era lo que comenzaba a salir del suelo.
Kakashi, Naruto, Sakura y todos los pobladores veían alerta a las criaturas que salieron sin previo aviso del suelo.
Sakura: ¿Qué rayos son esas cosas? –pregunto poniéndose en guardia.
Eran unas bestias que parecían humanas, pero estas tenían más masa y más musculo, eran un poco más grandes que un humano normal, salieron y de inmediato comenzaron a hacer destrozos por toda la ciudad, rompían todo, aventaban a los aldeanos e incluso llegaban a morderlos.
Naruto: No lo sé, pero algo es seguro, no son amigables- dattebayo –dijo y empezó a formar el rasengan en su mano, pero una de esas cosas lo empujo, ambos cayeron al suelo, el ser rugió, sonaba como un toro embravecido, vio a los lados, Sakura y Kakashi no podían ayudarlo ya que estaban ocupados con otros de ellos. Era muy fuerte, demasiado para un humano común y corriente.
Sin embargo una persona le quitó de encima a esa criatura y Naruto no perdió tiempo para levantarse inmediatamente
Naruto: ¿Cejotas de azotador? –Pregunto sorprendido -¿Qué haces aquí? ¿No estabas con Cejotas-sensei? –volvió a preguntar.
Después de la guerra, Gai había quedado inmovilizado de una pierna, los doctores le dijeron con claridad que no podrían repararla, tendría que dejar el campo de batalla. A pesar de eso, el seguía siempre con mucha energía, tanto así que Lee se esforzaba al doble por su sensei, al igual que antes, los dos eran básicamente inseparables.
Lee: Es una larga historia, ¿Qué rayos son estas cosas Naruto-kun? –pregunto mientras evadía a uno de ellos.
Naruto: No tengo idea, salieron de la nada -dattebayo –dijo y uno de ellos se acercó, Naruto hizo el rasengan rápidamente y se lo lanzó sin pensarlo dos veces, la bestia apenas podía moverse pero aún tenía vida.
Kakashi: ¡Naruto! –Exclamo y el rubio volteo a ver a su sensei, que en aquel momento, detenía el ataque de uno de los monstruos -¡Arriba de ti! –grito y vio como dos de las bestias caían encima de ellos, Lee empujo a Naruto fuera del alcance de ambos, pero en su lugar el cayo.
Lee forcejaba con las bestias para quitárselas de encima, uno de ellos tomó su brazo y estaba a punto de morderlo, pero alguien más lo detuvo y lo mando a volar
Lee: Neji –kun –dijo y vio al pelinegro.
Neji: Concéntrate –dijo y empezó a luchar junto con los demás.
A pesar de que muchos habían dado a Neji por muerto durante la Guerra, un ninja médico apareció de último momento y trató al Hyuga, muchos le decían que no gastará Chakra, que era imposible que alguien en el estado en el que se encontraba Neji sobreviviera. El ninja médico hizo caso omiso a lo que los demás decían y lucho para salvar la vida del ninja. Al final, lo había logrado por los pelos, Neji fue transferido a un hospital donde lograron estabilizarlo. Después de que Kaguya fuera sellada y la última pelea de Naruto y Sasuke se diera, un grupo de ninjas llego con las noticias de que Neji estaba fuera de peligro.
Con el paso de los días Neji fue mejorando hasta que le dieron de alta, su prima, Hinata Hyuga se alegró enormemente de que Neji estuviera con vida. Naruto también fue a visitarlo para agradecerle por salvarle la vida. Unos meses después, Neji fue dado de alta, con todas sus heridas curadas y listo para volver a las misiones. Después de una guerra, las misiones eran necesarias para volver a poner a la aldea de la hoja en estabilidad económica.
Ningún ataque de ningún tipo se había hecho presente desde entonces.
Hasta ahora…
Por su parte la quinta Hokage estaba en su oficina realmente impactada por lo que estaba viendo en ese preciso momento, todos los papeles de su escritorio se encontraban en el suelo debido al terremoto que se había suscitado hacía tan solo unos minutos.
Tsunade: ¡Shizune! –Exclamo y la pelinegra entro por la puerta -¿Qué está pasando? –pregunto
Shizune: Nadie lo sabe Tsunade–sama, esas bestias están atacando la aldea –afirmó asustada
Tsunade: Quiero a todos los Jonin y Chunin disponibles ahí afuera, evacuen a los demás –dijo y la pelinegra solo asintió antes de salir corriendo por la puerta
Tsunade: La última vez que vi esto… -dijo y recordó su sueño.
Naruto no era el único que no había podido dormir durante los últimos días, la quinta Hokage se encontraba en la misma encrucijada que el rubio, ambos tenían pesadillas espantosas que los hacían despertar a mitad de la noche. Tsunade había visto a estas criaturas en sus sueños, junto con otras bestias aún más terroríficas. Fue entonces cuando una criatura rompió un vidrio y entro haciendo un mugido estremecedor, se aventó hacia la Hokage quien utilizo su fuerza descomunal en su puño dándole un gran y buen golpe en el pecho del monstruo, que salió disparado en la dirección contraria del golpe, rompió otra ventana y su cuerpo se perdió de la vista de Tsunade.
Unos segundos después dos ANBU entraron a la oficina de la quinta, uno de ellos con máscara de oso y el otro con una de gato
¿?: Tsunade-sama –dijo el de la máscara de oso -¿Se encuentra bien?
Tsunade: Si –dijo y miro la ventana
La mente de Tsunade estaba dando demasiadas vueltas, sin querer sentir absolutamente nada, un escalofrío le recorrió todo el cuerpo y en el reflejo de la ventana pudo ver un reflejo extraño, no eran ninguno de los dos ANBU presentes y tampoco era el de ella misma.
¿?: Todos ustedes morirán –escucho claramente en su cabeza, después de eso comenzó claramente a escucharse en su cabeza las carcajadas espeluznantes que oía cada noche en sus pesadillas
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El Limbo
Hagoromo aún seguía peleando con Makoto, la batalla estaba siendo completamente brutal, ninguno de los dos daba tregua. Lo más impresionante era ver como Makoto podía pelear a la par, e inclusive ser mejor que el mismo Sabio de los 6 caminos, aunque con el combate, Hagoromo sintió algo que no podía percibir desde hacía siglos, cansancio, este llevaba una ventaja casi nula. Mientras, el enemigo parecía estar con el mismo nivel de energía que cuando la pelea empezó.
En un descuido, Hagoromo dejo un espacio vulnerable, cosa que su rival aprovecho y su mano fue a directamente por su cuello, el rival lo levanto y apretaba con cierta fuerza el cuello del sabio
Makoto: He mejorado mucho, incluso soy más poderosa que tu propia madre –dijo y Hagoromo estaba buscando la manera para liberarse de aquel agarre, por lo que intento golpearlo con su vara negra, pero lo único que consiguió fue que Makoto la tomará y la apretó con la palma de su mano, haciendo que la vara se rompiera en mil pedazos. Era obvio que Hagoromo no ganaría aquella batalla.
Hagoromo: ¿Qué quieres? –le pregunto intentando respirar
Makoto: Si respondes correctamente te dejare descansar en paz, ¿Dónde está el Yin del zorro de las nueve colas? –le pregunto y Hagoromo abrió los ojos como platos. Entonces era eso lo que estaba buscando. La estaba buscando a ella.
Hagoromo: N -N-No sé de qué me estás hablando –respondió intentando distraerlo
Makoto: No te hagas el inocente –dijo y lo lanzo contra unas rocas –Naruto Uzumaki tiene el Yang del Kyuubi de las nueve colas…
Hagoromo: Minato, s-se llevó el Yin a la tumba –interrumpió mientras intentaba levantarse, fue cuando noto algo muy grave, le faltaba una gran cantidad de Chakra, parecía ser que cuando Makoto lo tomó del cuello no solamente lo hizo para lastimarlo, sino también para quitarle una gran parte de Chakra.
Makoto: No trates de engañarme –dijo y lo pateo –Ese Chakra era el del mismo Minato, no el de Kyuubi, dime… –dijo y lo tomo del cuello nuevamente -¿Dónde está su hermana gemela? –pregunto y Hagoromo lo pateo, haciendo que Makoto retrocediera.
Ahora que él sabía acerca de la existencia de aquella niña ya no tenía por qué ocultarse la verdad, ahora solamente quedaba enfrentar al enemigo y proteger el secreto de ubicación de aquella persona que había estado resguardando por casi 20 años.
Hagoromo: Llegas tarde, está en un lugar seguro, jamás la encontraras –dijo intentando pararse haciendo recuperar aunque fuera un poco más de Chakra
Makoto: Entonces si sabes donde esta –dijo con una sonrisa macabra en sus labios
Hagoromo: No, te equivocas –mintió y Makoto se sorprendió –Ese secreto fue sellado hace años, por hombres que ya están muertos, se llevaron su ubicación a la tumba, ni siquiera yo sé en dónde está. –volvió a mentir, por supuesto que el sabía perfectamente bien en donde encontrar a la gemela de Naruto, pero era algo que no podía decir. Si el averiguaba en donde estaba y se apoderaba del poder que ella llevaba en su interior, el reino del terror de aquel dictador cruel y despiadado se alzaría de nuevo. Por ningún motivo él podía permitir que eso sucediera.
Makoto: Por lo que veo sigues haciéndote el inocente –dijo al final le termino sacando una daga –Tenía pensado que vieras a cada una de las guardianas morir, incluyendo a Naruto y a las bestias con cola que te atreves a llamar "hijos" –dijo burlándose, a lo que Hagoromo lo miro muy enojado, pero creo que no te va a alcanzar la escasa vida post mortem que te queda –amenazó para después clavarle una daga en el hombro –Vidus Efectre –susurro mientras una luz de color negra salía de su mano y el blanco era Hagoromo, cuando aquella luz alcanzó a Hagoromo, el sabio de los seis caminos sintió un dolor físico que no había sentido jamás en su vida ya estuviese vivo o muerto. Nunca había sentido un dolor tan inmenso, un grito desgarrador salió de su boca, mientras que de la boca de su enemigo salía una carcajada.
Unos segundos después, la luz negra desapareció en el aire. Pero Hagoromo aún seguía sintiendo dolor, uno muy agudo y torturador que parecía incrementar a cada segundo. El sabio de los seis caminos estaba en el suelo.
Agonizando.
Makoto: Te di la oportunidad de unirte a mí hace tantos años y me despreciaste, jure que te ibas a arrepentir de haberlo hecho. Pero ahora… -dijo mientras se agachaba a ver a Hagoromo – Veo que hubiera sido una verdadera pérdida de tiempo, no eres más que un anciano que se niega a aceptar la muerte. –dijo para después parearlo y que Hagoromo quedara boca arriba.
Hagoromo: N-No me arrepiento… -logró pronunciar con mucha dificultad –De… no haber… haberme unido… a… un… monstruo como… tu –sentenció serio
Makoto: Pues ese… -dijo y puso un pie en el pecho del sabio aplastándolo y haciendo que el herido se retorciera del dolor –Va a ser el último error que cometerás en toda su miserable existencia. Anciano. –dijo alzando la daga. Sus intenciones eran claras, quería clavársela en el corazón.
Hagoromo: Parece… que olvidas… la profecía –dijo haciendo que el enemigo lo mirara sorprendido – Cuando la esperanza se acabe… y no haya final a la vista... levanta tu cabeza… veras a los héroes surgir… esos guerreros son los que traerán paz a las dimensiones y como recompensa… crearán dinastías que a los cielos harán estremecer… dinastías que ni el más poderoso podrá romper... –citó de manera textual aquella predicción que hacía más de 10,000 años se había escrito
Makoto al escuchar aquella conjetura se había molestado, era visible debido a su cara, por lo que lo pateó en las costillas para después darle la espalda
Makoto: No puedo creer que siendo un anciano creas en cuentos de hadas – se mofó y después de ello alzó una mano hacia adelante, donde comenzó a formarse un portal que no dejaba ver hacia donde se dirigía ya que el portal era de color negro –Pensaba seriamente en matarte, pero eres tan patético que me divertiría más el verte morir lentamente. Hasta nunca, Hagoromo Ōtsutsuki –se despidió para después cruzar aquel portal.
Cuando desapareció aquella entrada, todo volvió a la misma calma que pertenecía a ese lugar. Sin embargo Hagoromo debía alertar, no podía morir por completo todavía. Necesitaba alertar a Naruto y a los protectores de la gemela de este.
Por lo que con mucho esfuerzo, tomó su vara negra que había sido destruida y con el Chakra que aún tenía se concentró para volverlo a unir. Unos minutos después y aun estando en el suelo lo logró, consiguió que su vara negra volviera a estar unida, por lo que hizo que la parte superior de esta tocara el suelo, se concentró y diviso el lugar al cuál quería alertar de la presencia de semejante amenaza, unos momentos después una luz naranja comenzaba a emanar de aquella vara. El Chakra era tan poderoso que se pudo sentir en todos lados en el mundo de los vivos.
Cuando por fin había terminado, sabía que alguien había logrado recibir su mensaje, el dolor agonizante comenzó a apoderarse de él, debilitándolo cada vez más.
Hagoromo: Deben detener esto… -dijo para sí mismo antes de colapsar por completo en el suelo –Natsuki… Naruto… -susurró antes de desmayarse.
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Konoha:
Todo el mundo se encontraba luchando desesperadamente por proteger su aldea, los destrozos iban en aumento, los invasores habían destruido varios comercios y casas, mientras que a su paso, también habían herido a varios ninjas y civiles.
Pero justo en ese momento, parecía ser que una ola de Chakra se había liberado de algún lugar desconocido, muchos ninjas que inclusive no eran sensores lograron distinguir ese poderoso Chakra mientras luchaban con sus enemigos.
Sin embargo, los invasores se detuvieron cuando la ola de Chakra pasó, dejaron de pelear y comenzaron a retroceder de la aldea, los que estaban en los tejados aterrizaban en el suelo y volvían a entrar a las grietas de donde habían salido antes.
Los ninjas simplemente se quedaron sin saber qué hacer, era raro que el enemigo se retirara cuando este tenía claramente la ventaja de la situación sobre los ninjas.
Cuando se fueron, la Hokage dio la orden a los usuarios del elemento tierra que sellaran esas grietas a como diera lugar, ya que en caso de que quisieran volver a atacar, lo más probable era que intentarán entrar por donde lo hicieron la primera vez.
Todos estaban haciendo el recuento de daños tanto materiales como humanos.
Kakashi y Naruto observaban como Sakura curaba a un ninja que tenía una herida en la pierna, parecía ser una mordida.
Naruto: ¿Qué significa esto? –le pregunto a su maestro
Kakashi: No tengo idea, pero una cosa es segura, esas cosas no eran humanas. –dijo mirando al ninja herido
Naruto: No creo que ninguna aldea esté involucrada en esto-dattebayo
Kakashi: Yo tampoco lo creo, esto es algo más, mucho más serio. –medito el mayor –Por cierto Naruto –dijo y el rubio miro a su maestro –Ese Chakra ¿lo reconociste? –le pregunto directamente, quería saber si había sido una imaginación suya o si Naruto también había podido sentirlo.
Naruto: Si – afirmó Naruto –Ese Chakra era del abuelo Hagoromo-dattebayo –dijo preocupado
Kakashi frunció el ceño. Parecía ser que no había supuesto mal, aquel Chakra que parecía haber alejado a los invasores era el del sabio de los 6 caminos. Este asunto era cada vez más misterioso.
Naruto: ¡Kakashi-sensei! –exclamo el rubio mirando a su maestro muy sorprendido y señalando su cara
Kakashi: ¿Qué sucede? –pregunto mirando a Naruto
Naruto: Sus ojos –dijo el rubio -¡El Sharingan! –exclamo el rubio
Kakashi por su parte solamente se sorprendió, atrás de ellos había un vidrio que no había sido dañado por el ataque, entonces Kakashi miró su reflejo en el vidrio y en efecto.
Los dos Sharingan habían vuelto a sus ojos. Este solamente abrió los ojos como platos al ver los viejos ojos que había utilizado en contra de Kaguya hacía dos años y que habían sido un regalo de Obito.
Kakashi: ¿Pero qué...? –solo pudo susurrar para sí mismo.
Fuera lo que fuera que estuviera pasando no era algo bueno.
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Rothenburg
Rothenburg era un pueblo parcialmente tranquilo, sus calles a esas horas de la mañana no estaban muy pobladas a excepción claro de los estudiantes de diferentes rangos que se preparaban para entrar a la escuela temprano. El frío comenzaba a hacerse presenta ya que la temperatura durante ese momento era de -2°C, por lo que la mayoría de personas que se encontraban en las calles llevaban abrigos grandes, bufandas, gorros, guantes etc. Debido al frío, también estaba nevando.
La villa de Rothenburg siempre estaba llena de nieve.
En ese mismo pueblo, unos kilómetros más alejados de la escuela, se encontraban varias manzanas en donde se podían hallar muchas casas, se podía decir que eran casas de familias muy adineradas o con un buen estado económico. Dentro de esas cuadras, había una en especial que se encontraba en el centro, esa sola cuadra era habitada solamente por 4 casas que eran de muy buen tamaño, la que se encontraba al sureste de la cuadra era una de las casas más bellas.
Una casa estilo victoriano de color blanca y sus tejas en el techo que la cubrían eran de color negro. Aquel hogar poseía 3 pisos, el primero se podían ver que se encontraban las salas, el comedor, la cocina, la chimenea y el árbol, en el segundo piso estaban 4 habitaciones de buen tamaño y en el tercer piso eran otras 4 habitaciones, era una casa muy bonita, la nieve le daba un toque muy especial, y si a eso le sumamos que en lo que era la "cochera" la familia que vivía ahí había puesto una cafetería que era muy cotizada por los vecinos y personas que venían incluso del centro. Siempre tenían clientes.
"Cafetería Song"
Ese era el nombre del local. "Song" era el apellido principal de la familia que vivía en la casa normal.
Justamente en uno de esos cuartos se podía apreciar a cierta rubia durmiendo plácidamente.
El cuarto era de buen tamaño, tenía su propio baño con regadera y bañera, además de tener un closet de buen tamaño, donde la rubia guardaba inclusive sus zapatos muy bien acomodados, el cuarto lo pinto de un azul turquesa que combinaba muy bien con sus colchas, ya que estas eran del mismo color, solamente que tenían flores de todos los colores, alrededor de la cama matrimonial que era para ella sola se encontraban dos muebles pequeños, cada uno tenían encima una lámpara de color blanco, en el mueble de la izquierda la chica puso una foto de ella junto con toda su familia, incluyendo al zorro. Y en el del lado derecho ponía los libros que solía leer antes de irse a dormir junto con su despertador. Los muebles aparte, como el tocador, el espejo, su escritorio personal y otros dos muebles donde guardaba su ropa interior y libros estaban hechos de caoba pura y muy bonita. El suelo parecía muy limpio, al lado de la cama había un tapete de color blanco en el que se encontraban las chanclas de la chica. Y al final de la cama, podíamos ver un baúl, ahí guardaba la mayoría de los libros que leía para la Universidad.
La rubia aún seguía perdida en su quinto sueño cuando una pelinegra abrió la puerta y al ver que no se paraba, decidió despertarla antes de que se le hiciera más tarde
Había un pequeño hueco entre dos muebles, y entre ellos, en el suelo, había una cama muy cómoda para una mascota que ocupada cierto zorro de nueve colas, que al igual que la rubia, estaba completamente dormido.
¿?: Ya despierta –dijo moviéndola suavemente –Natsuki
Natsuki aun medio adormilada lo único que logro hacer fue alzar una palma con sus cinco dedos, significando 5 minutos mas
¿?: No, Natsuki, ya párate –dijo y empezó a jalar las cobijas lentamente, pero la rubia se aferró a las cobijas y se iba bajando de la cama lentamente
Su amiga solo suspiro, como siempre, era difícil sacarla de la cama
Kurama: Vieja floja –dijo desde su cama, al parecer la voz de la chica que había entrado lo despertó.
La rubia por su parte solo separo la cabeza de la almohada, toda despeinada e intento mirar hacia donde estaba el Kyuubi, pero al no encontrarlo se rindió y volvió a pegar la cabeza en la almohada
Kurama suspiro y miro a la amiga de Natsuki: Sabes que, vámonos, esta tipa es imposible–dijo mientras le guiñaba un ojo, la pelinegra solo le dedico una sonrisa y salió de la habitación, mientras tanto, la rubia pensando que ya se habían ido ambos, se acostó boca arriba, el zorro ahora estaba abajo, por lo que tenía que subir y sorprenderla, por suerte, esa rutina ya se la sabia, empezó a subir varios libros, hasta que acabo arriba del armario, que estaba enfrente de la cama
Kurama: Ultima advertencia Natsuki –dijo sentado orgullosamente, pero como la rubia no le contesto, supo que era hora –Señoras y señoras, hemos llegado al momento que por años hemos estado esperando –dijo con voz de anunciador y se puso en posición para saltar –Se prepara para lanzar y… -dijo mientras saltaba desde el armario, aterrizando en la panza de la rubia, que se sentó de golpe al sentir al Kyuubi en su panza
Natsuki: Condenada bola de pelos anaranjados –dijo tocándose el vientre y con poco aire, después lo vio y quiso pegarle, pero el zorro se quitó y salió corriendo de la habitación, su amiga se quedó parada en la puerta y vio que su amiga estaba tocándose el vientre por lo que se acercó.
¿?: Natsuki ¿estás bien? –le pregunto y la rubia asintió
Natsuki: ¡Qué bárbaro! –Exclamo recuperando el aire -¿Viste cómo me salto encima? –Le pregunto –Me saco todo el aire –dijo mientras su amiga se empezaba a reír.
¿?: Hasta cierto punto creo que fue bueno, ya tienes que levantarte, o llegaras tarde a la escuela
Natsuki: ¿Eh? –Pregunto confundida –Hoy es domingo –dijo alzando una ceja
¿?: No Nat, hoy es lunes –dijo y señalo el calendario que se encontraba en el cuarto de Natsuki, efectivamente, ese día era lunes
Natsuki: ¡Diablos! –exclamo volteando al otro lado para ver qué hora era. Eran las 7:55 a.m. y su horario en la universidad comenzaba a las 8:00 a.m.
La pelinegra que se encontraba en la habitación podía jurar sin ninguna duda que Natsuki pudo haber ganado en los juegos olímpicos con la manera tan rápida en la que se levantó para agarrar sus cosas.
Solamente podían escucharse frases de la rubia diciendo "Maldita sea", "Odio los lunes", "¡El despertador no sonó!", "No puedo creer que me esté pasando esto otra vez"
Mientras tanto, su amiga solo se encogió de hombros: La abuela preparo el desayuno, te esperamos abajo –finalizó para después cerrar la puerta dejando el cuarto de la rubia que se volvió un gallinero por lo apresurada que estaba por salir a la universidad
15 minutos después, la rubia salió de la habitación bañada, vestida y medio peinada. La rubia traía puestos unos pantalones de mezclilla, tennis blanco con azul marino, una blusa de tirantes amarilla ombliguera y encima de ella llevaba una chamarra azul marino. Bajo las escaleras y vio que la mayoría de la familia estaba ahí, a excepción de dos personas
¿?: Buenos días oso grizzly –dijo una mujer pelirroja
Natsuki: Buenos días –dijo y rápidamente tomo un hot cake –Adiós –dijo y comenzó a correr hacia la puerta mientras le daba una mordida a su comida
¿?: ¡Oye! –Exclamo una mujer que era mayor -¿A dónde crees que vas? ¡Tienes que desayunar! –le regaño, sin embargo la rubia no se detuvo
Natsuki: Voy tarde – dijo abriendo la puerta
¿?: Entonces ¿Quién se va a comer tu desayuno? –pregunto la mujer
Natsuki: Dáselo al tragaraptor –dijo señalando a Kurama, quien en cuanto escucho eso solamente movió las orejas –Nhosd vuemosh ehn lra tagdhe –dijo con la boca llena mientras cerraba la puerta y comenzaba a correr hacia la universidad.
Media hora después había llegado a la universidad, su profesor la dejo pasar a regañadientes, en cuanto llego se sentó al lado de su amigo y comenzó a poner atención a clases. Cuando la clase acabo la rubia simplemente se acostó sobre la mesa
¿?: Déjame adivinar –le dijo una voz a su lado haciendo que la rubia lo mirara –No dormiste bien –le dijo su amigo sentándose a su lado
Natsuki: ¿Qué comes que adivinas Thomas? –le pregunto
Thomas Ross era su compañero de clase y amigo. El chico venía de una familia bastante adinerada, aunque la chica no conocía a sus padres, si conocía a su hermano, los dos eran buenos chicos. El hombre también era bastante atractivo, era alto, piel blanca, ojos verdes, rostro simétrico, nariz y labios finos cabello negro que le hacía un fleco que se dejaba de lado. El chico iba vestido con unos pantalones de mezclilla, una blusa de mangas cortas con un logo tipo de un cantante famoso y tenis negros.
Thomas: Nada, solamente hace falta ver tu cara –le respondió a lo que su amiga solamente volvió a poner su frente en el escritorio –Por cierto ¿desayunaste? – pregunto
La rubia negó con la cabeza y el chico suspiró, después saco un pequeño paquete de una bolsa de plástico y se la dio
Thomas: Toma –le dijo y Natsuki echó un vistazo, era nada más y nada menos que una ensalada cesar, uno de los platos favoritos de la rubia
Natsuki: ¡Wow! –Se sorprendió la rubia -¡Gracias Thomas! – le dijo y lo abrazo, a lo que el chico solamente se limitó a sonreír, sabía que las veces que abrazaba a alguien era porque se sentía muy feliz, alguien necesitaba consuelo o ella estaba muy triste.
Thomas: Bueno, bueno –dijo separándose del abrazo –Come antes de que llegue el profesor Gadiel llegue
Natsuki: Tienes razón, muero de hambre –dijo tomando el tenedor y empezando a comer
Thomas: Por cierto ¿Cómo esta Kurama? –pregunto
Natsuki: Meh, normal, ya sabes, tirando pulgas por aquí, por allá y por acullá –dijo la rubia haciendo que al chico se le saliera una gotita de la cabeza
Thomas: No, pero no lo sé, ¿no ha estado nervioso o algo así? –pregunto con cuidado
Natsuki: No –respondió la chica –A mi parecer a estado normal ¿Por qué? –pregunto
Thomas se encogió de hombros tratando de lucir despreocupado: Solamente la curiosidad, por cierto, ¿Cómo está la ensalada? –pregunto intentando cambiar de tema
Natsuki: Esta deliciosa –respondió no notando la pregunta rara de Thomas -¿La hiciste tú?
Thomas: Si –afirmó el hombre, a lo que Natsuki se asusto
Natsuki: ¿Eh?, No me digas que era tu almuerzo –sospechó sudando frío, aunque por su parte con la cara que hizo, Thomas solo comenzó a reírse
Thomas: Para nada, aquí traigo el mío –dijo sacando un toper con sushi
Natsuki: ¿Entonces por qué traes dos almuerzos? –le pregunto alzando una ceja
Thomas: Por qué te conozco, sé que estos últimos días no han sido los mejores para ti, por lo que deduje que posiblemente te quedarías dormida tarde o temprano y no desayunarías bien
Natsuki: ¿Tan predecible soy? –pregunto
Thomas: Algo –respondió, a lo que Natsuki simplemente volvió a poner su frente en el escritorio, Thomas volvió a reír - ¿Cómo te sientes?
Natsuki: Siento que me falta sueño, pero además de eso me siento algo rara
Thomas: ¿Rara?
Natsuki: Si, me siento de una manera extraña, he estado teniendo muchas pesadillas últimamente, y cuando despierto siento como si algo o alguien me observara, aunque Kurama a veces se duerma cerca de mis pies y ya me haya dicho que no ha detectado nada. Siento como si me observaran, eso es raro y me da escalofríos –dijo y Thomas la miró serio -¿Nunca te ha pasado?
Thomas: Si te soy sincero, no, pero creo que deberías ir con Lucian. Tal vez estas pasando por una crisis nerviosa o algo así
Natsuki: Tal vez, tendré que pensarlo –dijo dándole otro mordisco a su ensalada, sin embargo en ese momento un profesor entro. La carrera que Natsuki estaba estudiando era Derecho, quería ser una buena abogada.
Era un hombre joven, a lo mucho tendría unos 24 años. Era alto, delgado, con cabello negro y ojos violetas, llevaba el uniforme de la escuela con pantalones negros y botas. Su nombre era Gadiel Albarn e impartía la materia de Derecho Penal
Gadiel: Muy bien chicos, guarden sus almuerzos y saquen sus libros, todos en la página 72 –dijo y todos los estudiantes volvieron a sus lugares y sacaron sus libros.
La clase era de 2 horas, transcurría de manera normal, Gadiel estaba explicando el tema del día, sin embargo, algo muy raro pasaba con Natsuki, no sabía bien si eran los efectos de no tener un buen descanso últimamente o su cuerpo comenzaba a enfermarse, pero se mareaba cada vez más y su vista comenzaba a nublarse.
A pesar de ello, intentaba poner atención a lo que estaba diciendo el profesor Gadiel y en su cuaderno anotaba las ideas que fueran importantes. Gadiel había escrito en el pizarrón "Delitos contra la integridad sexual" y comenzaba a explicar el tema, cuando Natsuki comenzó a escuchar cada vez menos, ahora todo lo que podía escuchar eran susurros aterradores, su cabeza comenzó a dolerle, miró a Gadiel y su vista comenzó a nublarse más de lo normal.
Cerró los ojos con fuerza para probar si podía eliminar esas visiones. Pero cuando los volvió a abrir sucedió algo que no esperaba.
En el pizarrón no estaba el tema que el profesor había escrito, había otra cosa.
"Él se ha recuperado, la hora de que despiertes ha llegado"
Miro de nuevo y esa frase no se quitaba, después miro sus notas y se sorprendió mucho cuando vio que eso mismo, también estaba escrito en su cuaderno. Ella no lograba entender que era lo que estaba sucediendo. Volvió a mirar al pizarrón y la escritura aún estaba ahí, después miro discretamente el cuaderno de Thomas y con algo de miedo observo que él también tenía escrito exactamente lo mismo.
Después de ello, volvió a mirar a Gadiel algo asustada, y cuando lo hizo muchas imágenes pasaron su mente.
Fuego.
Gritos.
Rostros.
Monstruos.
Natsuki miro hacia su cuaderno de nuevo y pudo observar como claramente en su mano, había un escorpión completamente negro de ojos rojos que la miraba.
La rubia pego un grito que se escuchó por medio salón y se levantó de su silla, haciendo que todos se sorprendieran, Thomas que estaba a su lado solamente la miro, Natsuki miro el pizarrón y ahora solamente estaba lo que el profesor había escrito, miró sus cuadernos y estaban las notas que ella misma había escrito, por último, observo bien todo el escritorio y no había ningún escorpión en ninguna parte.
En ese momento, los únicos que la estaban observando eran sus compañeros y su profesor.
Gadiel: Señorita Uzumaki ¿Está usted bien? –le pregunto a la rubia
Natsuki: Si –dijo y se paró del escritorio –Pero creo que necesito un poco de aire… -dijo y sin decir más, se dirigió hacia los pasillos. Gadiel y Thomas se miraron, eso no era nada normal, el mayor le hizo una señal a Thomas para que la siguiera, el pelinegro se paró y la siguió. Cuando cerraron la puerta, los murmullos iniciaron, todos preguntándose qué era lo que había sucedido.
Gadiel: Bueno, bueno, clase –dijo golpeando el escritorio –Aquí no ha pasado nada, sigamos con la lección.
Mientras tanto, Natsuki se había dirigido directamente al baño. Estaba vomitando, se sentía muy mareada y no lograba ponerse de pie a menos que se detuviera de algo.
Cuando el vómito al fin se detuvo, fue al lavamanos y tomo un poco de agua del lavadero, después se hecho agua en la cara y se miró en el espejo.
Sus ojeras parecían aumentar cada noche, no lograba dormir debido a las terribles pesadillas que tenía desde hacia unas semanas para acá.
Thomas estaba afuera del baño de mujeres esperando a la rubia, estaba preocupado, su padre le había dicho que estuviera muy al pendiente de Natsuki debido a que no solamente el, si no todo el aquelarre habían sentido un Chakra muy extraño que venía desde el otro lado del portal. Por lo que ahora más que nunca debían estar todos al pendiente de Natsuki y de las demás.
Estaba algo desesperado, Natsuki llevaba bastante tiempo adentro, por lo que cuando reconoció a una figura femenina muy familiar dando vuelta por el pasillo no dudo en acercase rápidamente
Thomas: Lily –hablo y la chica lo miro
La chica se llamaba Lilian Friel, aunque ella prefería que la llamaran Lily, habían crecido juntos desde pequeños ya que sus padres eran muy unidos, la chica tenía la piel blanca y era de estatura promedio, cabello castaño, ojos grandes y cafés, cuerpo delgado, llevaba puesta una blusa de manga larga de color violeta, unos pantalones de mezclilla y unos zapatos negros.
Lily: Hola Thomas –dijo saludando a su casi primo -¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en clase?
Thomas: Eso sería lo bueno y normal, pero necesito que me hagas un enorme favor
Lily: ¿Qué pasa?
Thomas: Natsuki está muy rara, se alteró en clase de Derecho Penal, se salió y se encerró en el baño –dijo y Lily se sorprendió
Lily: ¿Nat? –pregunto sorprendida
Thomas: Si, necesito que entres y me digas si está bien o tenemos que llevarla con Lucian
Lily: ¿Crees que tenga algo que ver con lo que nos dijeron nuestros padres? –le pregunto
Al igual que a Thomas, a Lily también su padre le pidió que estuviera muy al pendiente si notaba algo raro. Aunque Lily estudiara psicología, ella también conocía a Natsuki y eran buenas amigas.
Thomas: Probablemente si –dijo preocupado
Lily: Esta bien, déjame ver –dijo y entró al baño, luego de entrar la vio rápidamente, estaba recargada con sus brazos estirados en el lavadero y con la cabeza mirando hacia en suelo –Nat, ¿estás bien? –le pregunto y la rubia se sorprendió al verla
Natsuki: Hola Lily –saludó la rubia –Estoy bien, no te preocupes mucho, solo son algunos mareos.
Lily: ¿Segura? –Pregunto acercándose –Creo que lo mejor sería llevarte con Lucian, de todas maneras Thomas está afuera del baño, está preocupado
Natsuki: No creo que haya necesidad de eso –dijo intentando sonreírle a Lily –Estaré bien, solo que no he podido dormir muy bien, es todo. ¿Tú vas a pasar al baño? –le pregunto
Lily: No, de hecho solo vine porque Thomas me pidió que viniera a ver si estabas bien o necesitabas algo
Natsuki: Estoy bien Lily –dijo y camino hacia la salida –Vamos, tenemos que regresar a clase –dijo y Lily la siguió, cuando ambas salieron del baño, Thomas estaba afuera como había dicho la castaña
Thomas: ¿Cómo te sientes? –le pregunto a la rubia
Natsuki: Mejor, solamente me maree un poco, pero ya me siento mejor
Thomas: ¿Segura? –Preguntó - ¿No quieres ir a la enfermería?
Natsuki: No, para nada, estaré bien –dijo y se estiró –Aunque creo que cuando llegue a casa pasare el resto de la tarde durmiendo plácidamente
Lily: Creo que lo mejor sería si la acompañaras a casa –le dijo a su amigo
Natsuki: ¿Qué?
Thomas: Estoy de acuerdo, no puedes irte a casa así como estas
La rubia simplemente viro los ojos algo fastidiada, no le gustaba la sobreprotección
Natsuki: Chicos, no es para tanto, estoy bien –intentó aclarar.
Thomas: Pues hasta que Kurama me diga que oficialmente has podido dormir bien no creo que puedas andar sola –le dijo, Natsuki conocía perfectamente bien a Thomas, una vez que decidía algo era imposible hacer que quitara el dedo del renglón.
Lily: Nat –dijo su amiga intentando hacerla razonar –Sé que eres una mujer fuerte e independiente, pero también nos preocupas, por favor. Deja que Thomas te acompañe a casa, por lo menos hoy.
Thomas: Además, vivimos relativamente a dos cuadras, no es como si fuera hasta el otro lado de la isla.
Natsuki al ver que no iba a poder librarse de sus dos amigos simplemente suspiró.
Natsuki: De acuerdo, de acuerdo. Lo haré.
Lily: Bueno, como ya dejaste de ser tan necia –dijo sarcásticamente –Creo que lo mejor es que regresemos a nuestras clases
Natsuki: Tienes razón. Gadiel se enoja si faltamos mucho.
Thomas: Bueno, entonces vámonos. Nos vemos Lily. –dijo despidiéndose con la mano de su amiga
Natsuki: Bye Lily
Lily: Adiós –dijo de la misma manera en la que Thomas se había despedido.
Cuando miro que Thomas y Natsuki habían dado la vuelta al pasillo y tenía la certeza de que nadie podía escucharla tomó el teléfono y le marcó a su padre.
¿?: ¿Qué sucede? –le pregunto una voz masculina
Lily: Oye, acaba de pasar algo.
¿?: ¿Qué paso? ¿Estás bien hija? – preguntó preocupado
Lily: Si papá, no te preocupes, yo estoy bien, pero acaba de pasar algo muy raro con Nat
¿?: ¿Qué sucedió?
Lily: A lo que Thomas me dijo, no ha estado durmiendo nada bien, se sintió mal en la clase y se salió, Gadiel le dijo a Thomas que la siguiera y estaba encerrada en el baño hasta que fui por ella. Luce muy cansada, y algo ansiosa.
¿?: Ya veo. De acuerdo, yo informaré al aquelarre. ¿Natsuki está en la enfermería?
Lily: No, no quiso ir. Pero Thomas la va a acompañar a casa cuando se acaben las clases
¿?: Muy bien Lily, estamos al tanto. Llámame si sucede algo más o tú necesitas algo ¿de acuerdo?
Lily: Si papá
Después colgó el teléfono y regreso a su salón. Algo muy raro estaba sucediendo ahí, y fuese lo que fuese, no era bueno.
Natsuki Uzumaki, ella era la hermana gemela de Naruto, la que poseía la parte Yin del Kyuubi
Y también la que era uno de los blancos principales de Makoto.
EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO:
En la aldea de la hoja, todos están absolutamente nerviosos debido al reciente ataque. Tsunade parece tener una respuesta pero no sabe si es la correcta. Después de visitar a alguien que posiblemente sepa algo, recibirán una visita inesperada que le revelará a Naruto la verdad acerca de su familia.
Mientras tanto, Natsuki sigue teniendo visiones y no puede descansar bien pero ¿Qué tan lejos podrá llegar antes que el agotamiento físico le dé el primer golpe? Y ¿Qué pasará con la aldea de la hoja? ¿Cómo recibirá Naruto la noticia de que nunca ha estado solo?
