Full Metal Alchemist fanfic
"Achtung-Panzer!
Crónicas del Ejercito Rojo II"
por Ivan Emiliano Altamirano
Advertencia: Todos los personajes en este fanfic son propiedad de Hiromu Arakawa, así que no me demandes
Recomendación: para cualquier duda con los términos empleados en esta historia, favor de consultar el glosario que se encuentra hasta el final. Gracias.
Capítulo 1: Más allá de la Puerta.
Maes Hughes se frotaba las manos de manera ansiosa, mientras evitaba arrugar los papeles que traía bajo el brazo.
-Papá - una joven de cabellos castaños claros y vestida con uniforme militar verde olivo le sonrió levemente - todo va a estar bien.
-No me preocupa la reunión, me preocupa que tú estés aquí. Aunque Moscú esta segura, aun puede ocurrir cosas malas. Tu madre me mataría si te pasa algo.
Elysia Hughes sonrío y negó con la cabeza.
-No metas a mamá en esto. Siempre has sido un paranoico.
Hughes sonrió débilmente. Al instante, la puerta de madera que tenían frente a ellos, se abrió, dejando ver a un ayudante de cámara que les hizo una seña. Hughes y su hija asintieron mientras se levantaban.
-Siento haberlos hecho esperar, pero el coronel Scar quería hablar con los demás primero - comento el ayudante en un inglés con un fuerte acento ruso.
-Magnífico - pensó Hughes molesto - ya empezamos con las conspiraciones.
El ayudante los condujo por un largo pasillo, hasta llegar a una antecámara, donde varios rostros conocidos les esperaban.
-Mayor Hughes - un imponente y musculoso rubio se acerco para saludarlo alegremente - ¿Como ha estado? Veo que trajo a su hija en esta ocasión.
-Bien, salvo por el detalle de Elysia.
-Papá...
-Lo siento Armstrong, pero esta en esa edad.
Elysia entorno los ojos y se dio la vuelta decidida a ignorar a su padre, que ya charlaba amistosamente con el Coronel Armstrong, representante "no oficial" de los interés de EUA en la guerra.
Mientras Elysia miraba a los presentes, su mente recordó los eventos que habían sucedido en los últimos meses.
Julio de 1943. La Segunda guerra mundial estaba en su apogeo. Hitler y su Alemania Nazi habían conquistado casi toda Europa y en un alarde de superioridad, se había lanzado sobre la Unión Soviética para repetir lo que había hecho con Francia.
Sin embargo, el blitzkrieg había fracasado, no solo por la inmensidad del terreno, sino por la notable capacidad de la URSS para contraatacar. Los habían parado en Stalingrado y ahora los rusos se preparaban para reconquistar las regiones ocupadas por los alemanes.
Stalin, el mandamás soviético, había pedido a los Aliados abrir un segundo frente para desahogar la presión que Hitler tenía sobre ellos.
En apariencia, la reunión a la que había asistido con su padre tenía ese fin: llegar a un acuerdo entre las potencias aliadas de cooperación mutua.
Elysia fijo su atención entonces sobre un joven chino que platicaba de manera airada con lo que parecía el representante de Polonia, mientras su ayudante trataba de calmarlo. Se trataba del teniente Ling Yao, que representaba la coalición "China", que mantenía la guerra con los japoneses.
Al otro lado, un militar soviético extremadamente moreno y con múltiples cicatrices en la cara hablaba en voz baja con el ayudante de cámara. Era el coronel "Scar", que servía a los intereses soviéticos.
-¿Has notado algo raro? - su padre se había inclinado para hablarle en susurros. Elysia negó apenas.
-Nada fuera de lo común.
-Excelente - Hughes le sonrió como idiota y volvió a su conversación con Armstrong. Elysia iba a decir algo, pero noto como Maes había puesto la mano sobre su revolver. Realmente estaba preocupado por ella y un posible atentado.
Era lógico. Era la primera vez que las potencias aliadas trataban de hacer un acuerdo involucrando a todos los "grandes".
Armstrong representaba a EUA. Scar a Rusia, Ling Yao a China y ellos a Inglaterra.
Lo cual resulta aun más curioso: los Hughes no eran propiamente ingleses, sino alemanes que habían escapado de su patria unos años antes, justamente cuando Hitler había ascendido al poder.
Sin embargo, su padre tenía fuertes conexiones y en lugar de ser tratado como un "paria", ahora servía como representante y agente del MI5, el servicio secreto inglés.
Elysia creía en parte que la devoción de su padre a su nueva patria, tenía que ver con su responsabilidad.
Sin embargo, cuando hablaban de Hitler, los gestos de Hughes se volvían fríos y apagados. Era como si conociera algo de él que lo hiciera sentir precavido...casí con miedo.
-Rusia debe declararle la guerra a Japón lo más pronto posible - Ling Yao dio un manotazo a la mesa de conferencias - es urgente.
-Lo sabemos, pero tenemos un pacto de no agresión - Scar le miro detenidamente - aunque estamos analizando las opciones.
Elysia frunció el cejo. En realidad quería decir que la URSS no podía estar en dos frentes, lo cual pareció entender el teniente Yao, que solo hizo una mueca de molestia.
-No sabemos cuanto tiempo podremos sostener el "frente" - el chino se inclinó - aunque las relaciones entre Chiang Kai-shek y Mao son amistosas, eso no nos da munición y hombres. A este paso, los japoneses alcanzarán la India.
Yao sutilmente le sonrió a Hughes. Elysia tuvo que reconocer que el tipo sabía mover sus intereses en los otros.
-Se entiende - Hughes le correspondió el gesto - pero dudo los japoneses se arriesguen a una incursión terrestre, sabiendo que el Pacífico es de ellos.
-¡El Pacífico jamás será de ellos! - Armstrong dio un fuerte puñetazo a la mesa - ¡Pearl Harbor fue un error que no se repetirá!
-Australia esta en miras de ser invadida - Yao le miro fríamente - si pasa eso, el Pacífico será el mar de Japón!
Elysia miro a su padre irritada mientras los representantes se ponían a discutir como niños pequeños. Maes hizo una mueca y soltó un largo suspiro. Había querido dejar lo siguiente para el final, pero tal vez era la única manera de que se callarán.
-El rey de Bélgica nos prometió que el Congo Belga es seguro y este bien resguardado.
El comentario de Hughes paro en seco a los representantes. Inclusive el belicoso Yao, que se había levantado de su sitio, volvió a sentarse.
-¿Es cierto eso? - pregunto Armstrong. Hughes asintió.
-Jorge VI habló personalmente con él. Así que tenemos una cosa menos que preocuparnos.
-Tal vez, pero sabemos que conseguir el combustible es un detalle. El otro es saber fabricarla.
-Manhattan esta seguro - musito Armstrong - todos encerrados en un bunker en Nuevo México.
-Tampoco eso nos garantiza nada - Hughes se froto las manos - los alemanes son muy listos. Informes de nuestros espías dicen que hay varios laboratorios secretos de aquí hasta Berlín.
-¿En plena Rusia? - Scar hablo con cierto tono de aprehensión.
-Posiblemente. Es más, investigaciones dicen que Sebastopol sería un buen centro de "prueba".
Todos guardaron silencio, mirando a Scar. Podría ser una mentira descarada de Hughes, pero igual cierto. Los nazis estaban eliminando a la población rusa de manera sistemática, en un intento de depurarlos.
¿Quien dice que no lo hicieran de una manera más brutal y directa?
-¿Y que vamos a hacer al respecto? - Yao había dejado su soberbia y parecía intimidado - sino es Rusia, podría ser China...o EUA.
El rostro de Armstrong se ensombreció, pero Hughes se permitió esbozar una leve sonrisa.
-El general de Brigada Mustang se encuentra ahora en Kursk, ¿Cierto?
-Efectivamente. La brigada "Alchemist" esta en la línea del frente, tal como lo indico.
-No entiendo - Armstrong intervino - no se supone el general de Brigada Mustang es el encargado de encontrar esos laboratorios. ¿Porque esta peleando entonces?
-No podemos ser tan descarados. Aunque esta conversación es privada y estamos bajo el amparo de la NVDK, la CIA y el M15, siempre hay filtraciones al respecto. El mejor espionaje es aquel que se realiza sin serlo.
-Parece loable, pero ¿Se puede confiar en esa unidad? - Scar hizo una mueca - la mitad esta formada por extranjeros, y muchos de ellos alemanes. Ni se diga Mustang es un "tommy".
-Tal vez, pero supongo tienen un altísimo desempeño.
-No lo niego. Pocas bajas, tiempo record en captura de objetivos. Lo único malo es que hacen prisioneros.
Hughes sonrió. Los soviéticos eran famosos por no hacer concesiones a los que se rendían en batalla. Entonces abrió la carpeta y mostró a todos una foto de un militar de cabellos negros y expresión de hastío.
-Mustang tiene órdenes expresas de capturar cualquier laboratorio, así personal científico para su interrogatorio. Hará bien su trabajo.
-Esta bien - Scar suspiro - pero si llega a fallar o la información se filtra. A usted lo hare responsable de ello, ¿Entendido?
-Conozco mi deber y no tiene que repetirlo. Aparte, no esta solo - Hughes miro otras fotos que se encontraban detrás de la de Mustang, entre ellas, la de dos jóvenes de cabello rubio y ojos azules.
-¡Al!
El susodicho se tiro al suelo justo cuando un cañonazo le dio de lleno al tanque que estaba tras de él, un famoso T-34 ruso.
-¡Hermano! - el soldado se levanto de golpe y corrió ansioso hacia el vehículo envuelto en llamas - ¡Hermano!
Al instante, el tanque dañado soltó una ráfaga que le dio de lleno al tanque alemán haciéndolo pedazos. Al se quedo estático un momento, pero luego comenzó a gritar "hermano" en voz alta. -¡Quieres callarte! - una figura emergió de la escotilla sacando al conductor del tanque, pero este se derrumbo laxo sobre la cubierta ennegrecida - ¡Rayos! Ya se murió!
Alphonse Elrich hizo una mueca de molestia, pero no sabía si era por el cinismo de su hermano o por el susto que le había hecho pasar.
-¿Quieres moverte? - la figura salio entre el humo y las llamas sacudiéndose el hollín - me pone nervioso que estés en medio de la línea de fuego.
-Estamos aquí porque nuestra posición era 500 metros atrás! Técnicamente nos trajiste al infierno! - el zumbido de las balas se escucho encima de sus cabezas.
-Tu decidiste seguirme - el susodicho vio como una ráfaga de ametralladora pasaba a 5 metros de ellos - bien pudiste detenerme!
Los dos rubios comenzaron a discutir a voz viva, haciendo omiso de las balas y las explosiones que ocurrían a su alrededor.
-¡Full metal! - se escucho un rugido de repente - ¡Que rayos!
-Oh diablos - el rubio tomo la radio que tenía en el cinto - ¿Que sucede...Señor?
-No sé, tu podrías explicarme - se oyó un siseo - te adelantaste a la línea defensiva persiguiendo un par de Tigers y luego veo que tu T-34 voló en pedazos!
-Bueno, perdí uno, pero a cambio me lleve a tres al otro mundo...
-Es el quinto en la semana! - la voz se alzo de manera peligrosa - ¡Y ahora te veo discutiendo con tu hermano mientras las balas casí te cortan esa estupida trenza!
-Ya Señor, no se enoje, pronto...
-Full Metal...
El mencionado apretó los labios. Cuando el General de Brigada Mustang decía esa frase, era mejor obedecer.
-Anda Al, hay que escurrirnos de aquí.
Alphonse iba a reclamarle pero solo guardo silencio y vio de reojo mientras él y su "hermano" escapaban pecho tierra de las explosiones y ametralladoras. En realidad había hecho pedazos a cinco tanques durante la persecución, que sumados a los anteriores, daban un total de 50, lo cual seguro lo haría merecedor a otra medalla, para gusto de él y disgusto de su oficial al mando.
Edward Elrich, el antiguo "Full Metal Alchemist", el Alquimista de acero. Era curioso como ese "apodo" aun lo seguía conservando en este mundo, pero no por el característico automail que tenía en el brazo derecho y la pierna izquierda, sino por estar siempre rodeado de pura chatarra de tanque.
Mustang tuvo ganas de tirar la radio por encima de la trinchera, pero se contuvo. La última vez que había hecho eso, el pobre Fuery había tenido que salir por él, costándole un rozón de bala del cual aun se quejaba. No quería más lloriqueos al respecto.
-Los alemanes se retiran señor - una atractiva chica rubia, enfundada en traje militar, se acerco con los prismáticos en alto - están sacando los tanques remolcadores.
-A buena hora. Llevamos 37 horas así.
-49 horas, 50 minutos, para ser más exactos - la joven comenzó a anotar rápidamente en una libreta que llevaba bajo el brazo - rompimos record.
-¿Bajas?
-10 aproximadamente...eso si contamos el conductor que iba con Full Metal. Van de regreso sin él.
-Ese enano - Mustang apretó el puño - sus insubordinaciones nos mete en líos con el personal de abastecimiento.
-Quizás, pero aparte de la medalla que seguro recibirá, sube la moral de los hombres. Somos quienes tenemos la mejor línea defensiva del frente.
Mustang no contestó. Ciertamente eso les daba una ventaja, ya que los alemanes no atacaban los puntos fuertes. Aun así, había que estar precavidos.
-¿Ya regreso Havock de Moscú?
-No al momento, pero sé que algunos aviones vendrán hoy en la noche. Estaré al tanto.
Mustang asintió mientras su asistente se retiraba. Liza Hawkeye era alemana, pero el desempeño mostrado era sinónimo de calidad. Aunque parecía cansada, se había ofrecido a esperar a Havock en lugar de excusarse e ir a una tienda a echarse.
Entonces desvió la mirada y vio al resto de sus hombres, correr entre la trinchera, mientras otros iban arriba de los famosos T-34, y otros se ocupaban de la artillería antitanque. Había muchos rusos, pero también polacos, rumanos, húngaros, italianos, franceses, españoles, lituanos, ucranianos, y ni se diga alemanes, como su eficiente Hawkeye.
Sabía que la escasez de hombres, había hecho que los nazis usaran como soldados a gente de otras nacionalidades, en especial traidores rusos llamados "hiwis", pero la URSS tampoco se quedaba atrás.
Precisamente la brigada de Roy Mustang tenía esa peculiaridad: una unidad multinacional que luchaba contra el nazismo, bajo el amparo de la Unión Soviética. Tan heterogénea, empezando con su comandante que era galés.
Un ruido de vítores y aplausos interrumpió sus pensamientos. Volvió su vista hacia los hermanos Elrich, que volvían a las trincheras, entre las felicitaciones de sus camaradas. Mustang se sintió tentado a ir a regañarlo, pero solo suspiro y se volvió hacia el bunker. Ya sería al rato cuando le llamará la atención.
-Listo, como nuevo - Edward miraba con suficiencia el automail del brazo derecho mientras dejaba la grasa limpiadora a un lado. No podía creer el buen trabajo que había hecho Winry, ya que rara vez había necesitado algún arreglo y al contrario, parecía mejorar con el tiempo.
Claro, se sentiría mejor si pudiera agradecerle a la chica en persona.
Entonces su mirada se poso sobre la línea del frente. Aunque era oscuro, las explosiones se sucedían de manera continua. El II cuerpo Panzer alemán estaba tratando de arrollarlos, pero las defensas soviéticas habían sido brutales para ellos.
Sin embargo, sus pensamientos comenzaron a volar de los planes tácticos y militares, a asuntos más personales.
Edward tenía 38 años. Habían pasado 20 años después del asunto de "1923", donde se había abierto una puerta hacia su mundo, pero había tenido que cerrarla nuevamente para evitar una invasión a gran escala. La ventaja es que Alphonse había accedido a estar con él, en este mundo nuevo, raro y donde la alquimia no existía...en apariencia.
Entonces miró su PPSh-41, el fusil submetrallador de regla en el ejército. También necesitaba mantenimiento.
Mientras sacaba más grasa limpiadora, dejo que sus pensamientos siguieran recordando detalles e historias...
Debido a lo ocurrido, Edward se había enfrascado en una misión para "sellar" cualquier acceso a su mundo de origen. No podía permitir otro "Shambala".
Pero aun pese a todos sus esfuerzos, Hitler, miembro prominente de la sociedad Thule, había accedido al poder y ahora tenía al mundo en una guerra sangrienta que estaba devastando al mundo.
Aunque se negará, Hitler si había formado parte de la dichosa sociedad. Eso se comprobaba por un aumento exponencial de la tecnología alemana y la búsqueda de objetivos que a Edward le aterraban. Cosas que solo había visto en su mundo.
-¿Hermano?
-Al - Ed rompió la cadena de sus pensamientos y se volvió hacia su hermano menor - ¿Que pasa?
-Nada, solo que te vi ausente y me preocupe. ¿Te lastima el automail?
-No, al contrario. Solamente lo limpiaba - Edward se cubrió el brazo con una guerrera rusa - es una maravilla.
-Sí, Winry hizo un buen trabajo - Al le miro un momento - La extrañas, ¿Verdad?
-Al, ya hablamos de eso. Estoy bien. Solamente me parece extraño.
-Que todos nuestros conocidos estén aquí, salvo ella. Lo sé, pero igual es una chica americana y esta feliz allá, lejos de esto.
-O una judía que fue exterminada - Edward apretó la mandíbula - en fin. Voy a hablar con Mustang de nuestra próxima misión.
Alphonse se quedo callado mientras su hermano saltaba de la trinchera, con el PPSh-41 a medio limpiar, y se dirigía hacia una especie de fortines que servían de cuartel a la brigada.
Alphonse Elrich tenía 33 años. Mucho más joven que su hermano por la transmutación que había sufrido su cuerpo hacía ya 22 años, pero podía entenderlo de muchas maneras.
Aunque lo negara, sabía que extrañaba horrores a Winry. Los primeros años se había dedicado a buscarla de manera exhaustiva, mientras seguían las pistas de la Sociedad Thule y sus secretos de alquimia. Habían desmantelado muchos laboratorios de este tipo y borrado pistas como círculos de transmutación.
Igual esperaba ver a la rubia metida en estos asuntos, como sus contrapartes de este mundo.
Scar y Lust, eran rusos inmigrantes y los primeros que accedieron a darles un "aventón" por toda Europa. Ahora él servía como oficial de inteligencia de la NKVD mientras Lust era su devota esposa. Hughes había huido con Gracia y su hija Elysia a Inglaterra, trabajando igual para los militares en calidad de espía. Gracias a ellos, pudieron conocer a Roy Mustang, un galés tan ambicioso como su contraparte. Armstrong era un norteamericano, igual de idiota y de buen corazón, sirviendo como enlace de la oficina de Préstamo y Arriendo.
Edward desde un principio se había negado a pelear en un ejército, pero la invasión de Hitler a Francia había tirado al traste todo. Gracias a Mustang y sus influencias, los Erlich pudieron alistarse en la brigada "Alchemist" o la brigada A de la división 36 del 5th ejercito de tanques de la Guardia.
Fuery, Falman, Breda y Havock servían a Mustang en la brigada Alchemist como su plana del estado Mayor. Inclusive Clara, la ladrona Siren, formaba parte del contingente como francotiradora y técnicamente la amante de medio batallón.
Cornelo era el comisario político de la unidad, siendo tan insoportable como en el otro mundo. Russel y su hermano Fletcher también estaban con ellos, como zapadores. Inclusive Dominique y su "hija" Paninya, servían en la unidad como mecánicos de tanques.
El caso curioso era Hawkeye.
Ella había sido una militar alemana, pero Roy la había capturado durante el asedio de Stalingrado un año antes.
Había pedido ser fusilada, pero unos minutos de platica a solas con Mustang, tuvo un cambio de actitud de 180 grados.
Ahora servía religiosamente a su jefe y manejaba la unidad de manera eficiente. Técnicamente, sino hubiera sido por ella, la unidad se habría caído en pedazos en sus primeras acciones.
Alphonse sonrió. Era como si todos sus amigos y conocidos hubieran destinados a conocerse, así a estar juntos.
Y esto sabía que motivaba a su hermano a seguir peleando. Edward aborrecía la guerra y más de una vez había querido desertar y continuar su búsqueda por su cuenta.
Pero Mustang le había dicho una vez que solo no podría ser nada. Que continuar en la brigada, le daría la oportunidad de no solo encontrar lo que él buscaba, sino de encontrarla a ella.
Al tenía la confianza de que encontrarían la "contraparte" de Winry pronto. Sin embargo, tampoco sabía nada de Scieszka, María Ross o de Brosh. Menos aun de su maestra, Izumi Curtis. Ni se diga del resto de los homúnculos.
Tal vez en eso su hermano tenía razón. Tal vez ya estaban muertos.
Si en su mundo el principio del intercambio equivalente era difícil ponerlo en práctica, en este, era prácticamente imposible. Razón de más para que su hermano se hubiera amargado con los años.
-Teniente Elrich, Teniente! - se escucho una voz llamándolo. Se volvió y vio al pobre de Fuery corriendo de manera patética.
-Kain, te he dicho que me llames Alphonse o Al, no teniente - le sonrió el menor de los Elrich.
-Lo sé Señor, pero esto es urgente! El general Mustang pidió que todos estuviéramos presentes.
Al captó el significado de "todos".
-El mayor Havock ya llego y tiene noticias, ¿Verdad?
Fuery asintió lacónicamente. Alphonse hizo una mueca. Eso no sonaba nada bien.
Frank Archer amaba la guerra. No solo eso, le encantaba el derramamiento de sangre.
Matar un montón de escoria, lo tenía feliz...
Hasta que se libro la batalla de Stalingrado.
Desde entonces, el glorioso ejército alemán, la Wertmach, se retiraba a gran velocidad para evitar ser aniquilado.
Jugar a la defensiva irritaba a Archer de sobremanera.
Pero cuando supo que iban a contraatacar, pensó que volverían esas glorias.
Que equivocado estaba.
Ahora miraba con desagrado las banderas que adornaban su mapa de operaciones. Los malditos rusos habían frenado en al menos 3 ocasiones su intento de desbordarlos. Von Manstein le había hablado personalmente ese día para preguntarle de la lentitud de su avance.
Una bonita analogía de un regaño.
Tomo uno de los lápices y comenzó a trazar rayas desde su posición a la otra. No podía quejarse. Su unidad había hecho lo correcto, pero esa maldita división 36 los había parado una y otra vez. En especial, la famosa brigada A, que ya había causado terror entre sus soldados.
-Le dicen la brigada "Alquimista", y es porque parecen sacar tanques de la nada
-Han destruido 40 tanques en una semana. ¡Eso es magia!
-Coronel, es mejor rodearlos. Los soldados creen que son demonios!
-Carajo! - Archer lanzo sus lápices y comenzó a respirar ruidosamente sobre el mapa. Tenía que deshacerse de esa porquería, de una vez por todas.
-¡Mayor Tucker! - vocifero - ¡Lo quiero aquí en este instante!
En cuestión de segundos, un sujeto gordinflón, con lentes y aspecto de intelectual, apareció dando un zapatazo firme mientras saludaba al estilo Nazi.
-Coronel...
-Vamos a organizar un contraataque.
-¿Que? Pero Coronel, el general Von Manstein dijo que se detuvieran las...
-¡Se que dijo el general, pero también me pidió velocidad y estamos muy lentos! ¡Atacaremos esta noche!
-Pero Señor, ¿Como?
Archer abrió la boca para decir algo, pero entonces su vista se poso nuevamente en el mapa. Se inclinó y señalo un punto.
-¿Que es aquí? No veo unidades nuestras y de ellos.
-Es el cementerio - suspiro Tucker - se dio como un punto de tregua.
-¿Tregua? ¡Cuando rayos pedí yo una tregua! ¡Debimos atacar este punto desde un inicio! Es un espacio enorme en su línea!
-Señor, le recuerdo que esta unidad esta integrada por cristianos y católicos devotos. Creen que un cementerio...
-¡Al diablo sus creencias! Vamos a atacar!
-Puede haber un motín Señor...
Archer tuvo ganas de ahorcar a Tucker. Él igualmente era cristiano y se veía que rehusaba lanzar la ofensiva por ese punto. Entonces tuvo una idea.
-¿Y la compañía de Knox?
-Acaban de llegar de un patrullaje.
-Excelente, envíelos como unidad de avanzada a ese punto. Ellos no profesan alguna religión, ¿o sí?
Tucker no se atrevió a rebatir esto. Casí toda la división tenía esas creencias, pero el grupo de Knox tenía más diversidad. Aparte que Archer buscaba desquitarse con él por una vieja discusión en el cuartel general.
Iba a matar a dos pájaros de un solo tiro.
-Eso me indica que no - la sonrisa de Archer se ensancho ante el silencio de su subordinado - excelente. El ataque comienza a las 0300 horas!
-¿Entonces hay un laboratorio en Bélgorod?
Mustang asintió.
-Según Hughes y los informes de inteligencia, es el último que hay de aquí hasta la frontera con Polonia.
-Debe ser muy grande entonces - Al se toco la barbilla - un campo de exterminio.
Los presentes, compuestos por Mustang, Hawkeye, Havock, y los hermanos Elrich asintieron. Los rusos habían encontrado cientos de campos de exterminio, donde se hacían experimentos y depuraciones de "raza" en gran escala.
Sin embargo, lo más aterrador que habían hallado Edward y Al, había sido dos subterráneos llenos de "quimeras", con resultados muy similares a los que había sufrido Nina Tucker en su mundo.
-Debemos movilizarnos - Edward apretó el puño de su automail - antes de que borren registros como en los demás.
-No podemos. Recuerda que formamos parte del perímetro de defensa.
-Eso lo sé, pero también somos una unidad "especial". Tenemos libertad.
-Sí, pero limitada - Mustang le volvió a refutar - y en este caso, si nos movemos, las tropas que están tras nosotros, sufrirán el ataque.
-Entonces déjeme ir a mí por mi cuenta!
-Full Metal, ya hemos discutido eso y no puedes. Cuando entraste a esta brigada, lo hiciste como un soldado del Ejército Rojo. Si te vas, será deserción y fusilamiento.
Edward iba a replicar, pero Al lo detuvo poniendo un dedo sobre los labios a modo de silencio. Todos se volvieron hacia la entrada de la tienda, donde estaban no solo Fuery, Breda y los demás, sino también el dichoso comisario político, Cornello.
-Nos encantaría dejarte ir pequeñuelo - Havock le sonrió mientras Edward lo miraba asesinamente - pero si él se entera, te fusilarán por desertor.
-¡No me llames enano! - Ed se lanzo encima y comenzó a aporrearlo graciosamente. Los que estaban afuera comenzaron a reírse conociendo las reacciones de Edward con respecto a su altura.
Ciertamente había crecido un poco, pero aun se veía mucho más bajo que Mustang e inclusive su hermano Alphonse.
-Ya, es suficiente de teatro - sonrió Mustang al ver por el rabillo como Cornello se retiraba fastidiado a su tienda - conoces la reglas Full Metal.
-Lo sé - Ed escupió despectivamente mientras Havock se lo quitaba de encima - solo que por estar así, dejamos que el idiota de Hitler subiera al poder.
-La noche de los cuchillos largos fue una mera coincidencia. Tú no podías evitar que él estuviera resguardado por los SS.
Por respuesta, Edward solo lo fulmino con la mirada y salio de la tienda sumamente molesto.
-Discúlpelo general - Alphonse dio una pequeña reverencia - esta frustrado, es todo.
-No creas, lo entiendo. Supongo aun la esta buscando.
Al asintió. El general no sabía que ellos eran de otro mundo ni que había otra Winry, ni menos un doble suyo que se portaba tan pomposamente con él, pero si se daba cuenta de los sentimientos que tenía su subordinado.
-La encontrara, solo es cuestión de tener paciencia. Y yo no he recibido reportes de bajas de civiles y militares con el apellido de Rockbell.
-Le agradezco eso teniente Hawkeye. Solo espero no tengamos que... - justo en ese momento, una terrible explosión hizo que todos se lanzaran pecho tierra.
Alphonse se hinco y al instante saco su ametralladora, mientras Mustang se había lanzado instintivamente sobre Hawkeye en un ademán protector. Al solo sonrió, mientras veía a Havock maldecir en voz alta.
-¡Pero que diablos! - grito mientras salía de la tienda arrastrándose. Breva y los demás igual estaban agazapados - ¡Que hacen! ¡Quiero informe de daños!
-¡Viene del cementerio! - vocifero Fuery entre las explosiones - ¡están penetrando por allí!
-¡Pues muevan el culo soldados! - Havock se había levantado, pero un estallido hizo que agachará la cabeza - ¡Formen las líneas y contraataquen!
-Me extraña que no tenga novia - sonrió Hawkeye mientras Havock no paraba de dar ordenes. Mustang le estaba ayudando a levantarse.
-Es un idiota
-Señor, con su permiso voy a buscar a mi hermano y contraatacar - Alphonse le saludo marcialmente. El general de Brigada asintió mientras Al se colgaba el PPSh-41 al hombro y salía corriendo entre los estallidos y explosiones. Mustang se volvió hacia Breda.
-Teniente, dígale al Coronel Bucaneer que ataque.
Breda asintió mientras Hawkeye se acercaba.
-Archer cometió un error, ¿Cierto?
Por respuesta, recibió una sonrisa complacida de Mustang.
Edward estaba cansado de la guerra, de pelear por una causa pérdida y de que todos lo vieran como un enano.
Así que tan pronto escucho las explosiones, tomo su PPSh-41 y se dirigió al cementerio a paso veloz, sin importar si una bala o una metralla lo alcanzará. Al menos tendría una excusa para quejarse o para ya no seguir adelante, estando herido o muerto.
Sin embargo, una ráfaga de una automática lo paro en seco y lo hizo serenarse, mientras se tiraba pecho a tierra a lado de una lápida.
No podía dejar a Al solo. Tenía que cuidarlo...aunque a veces su hermano era quien cumplía esa labor.
Pero tampoco podía dejar el asunto de Hitler. El tipo estaba demente y si había visto algo en su mundo que le ayudará a conquistar este...
-¡Maldita sea! - rugió cuando otra ráfaga hizo vibrar la lápida - ¡Déjenme pensar!
En un movimiento suicida, se paro y disparo a todos lados. Al instante, 3 soldados alemanes cayeron abatidos, mientras el resto concentraba el fuego sobre él.
-Fritzies - mascullo molesto mientras tiraba el cargador vacío y colocaba otro. En otro tiempo hubiera renegado de matar a alguien, pero la guerra lo había cambiado. No tenía chance de sentarse a dialogar. Todos los alemanes estaban locos de remate, más al hacer esos experimentos.
En un instante, toda la rabia acumulada de estos 20 años cayeron de golpe sobre Edward Elrich.
¿Y que hace alguien en esta situación?
Sin más, comenzó a carcajearse mientras cortaba cartucho y se volvía a parar listo para matar a cualquier hijo de pu** que tuviera enfrente.
Pero no lo hizo.
Su dedo se quedo trabado cuando vio una figura aterrorizada frente a él.
El soldado había hecho lo mismo que Edward, pero su ametralladora se había trabado en el último momento y se vio descubierta cuando trataba inútilmente de hacerla reaccionar.
Sin embargo, esto no había paralizado a Edward, sino otra cosa.
Esos ojos.
-¿Winry? - pregunto desconcertado. La aludida levanto la vista, sorprendida por escuchar su nombre de alguien que no conocía.
Sin embargo, antes de que ella preguntará algo, una explosión de obús mando a volar a los dos por los aires.
Knox estaba furioso. Su batallón estaba siendo aniquilado por los flancos literalmente. La estrategia de Archer había sido una total estupidez.
Era cierto que el cementerio era un pasadizo importante, pero no contaba conque la mitad de las unidades no quisieran lanzarse al frente por moralidad o superstición, lo cual había dejado casí al descubierto al batallón.
Aparte, los rusos se habían organizado espléndidamente, formando una semiluna y luego cerrando la brecha frente al cementerio.
-Todo un Cannas - sonrió Knox complacido - el comandante enemigo sabe que hacer.
-¡Señor! - un teniente apareció - ¡Estamos...!
-Calma Brosh, mantén el orden...pero no demasiado.
El susodicho asintió, mientras iba con el resto de las tropas. Knox solo suspiro y dio la orden de atacar entre las lápidas y tumbas.
Alphonse tuvo que tirarse al suelo literalmente cuando la mitad de la lápida donde se resguardaba, había volado en pedazos. Miraba con atención los cuerpos que había alrededor, pero ninguno correspondía al de su hermano.
-Hermano... - murmuraba Al moviéndose con rapidez. El muy idiota se había metido en medio de la batalla según algunos camaradas que luchaban más atrás.
Al no le gustaba el carácter impetuoso de su hermano, pero ¿Que podía hacer?
Entonces vio como los alemanes habían dejado de cargar y al instante se escuchaba una serie de silbidos aterradores por todos lados. Esa no era la artillería alemana.
-Los órganos de Stalin! - Al vio como la división que estaba a lado de ellos, se lanzaba al ataque resguardada por la artillería rusa, justo en el hueco que habían dejado las tropas alemanas que ellos combatían.
-Magnífico, ellos se llevan la victoria - susurro. Sin embargo, eso lo dejaba aliviado. La ofensiva alemana se había parado, lo cual les daba ventaja táctica.
-¡Hermano! - gritaba Alphonse en ruso tratando de localizarlo - ¡?
Por respuesta, recibió una ráfaga de mortero que no solo volo la lápida en la cual estaba recargado, sino a él mismo, dando un giro de 180 grados.
-¡Agh! - cayo de manera seca sobre el duro suelo del cementerio, sacándole el aire. Trato de moverse para esquivar las balas que zumbaban a su alrededor, pero el dolor era atroz.
-M-Maldita sea... - mascullo mientras hacía un esfuerzo supremo para al menos ponerse boca abajo. Levanto la vista y vio horrorizado como varios alemanes corrían hacia él con sus fusiles en mano.
-No...No puedo morirme aquí - trato de empuñar su PPSh-41 pero el dolor en las costillas lo paralizo.
Al instante, una lluvia de balas cayo sobre los fritzies, matando a la mitad y haciendo que la otra retrocediera en desbandada.
-Pero que... - Al parpadeo sorprendido. Entonces vio una figura a su lado que le miraba con una enorme sonrisa.
-Tuviste suerte camarada - le extendió la mano - que viniéramos a apoyarlos.
-La división B, supongo - sonrió Al, pero entonces se torno en una expresión de espanto - ¡Cuidado!
Pero antes de que Alphonse terminará con la frase, una daga emergió de la mano que le habían extendido y esta voló hacia el cuello del alemán que estaba tras ellos, que no tardo en derrumbarse.
-Fritzies - escupió despectivamente el soldado, pero luego se volvió hacia Al extendiéndole nuevamente la mano. Este se le quedo viendo con cara de zombie.
-No te preocupes, no muerdo - susurro con alegría. Entonces Al noto algo distinto.
-¿Eres una chica?
-A mucha honra - le ayudo a levantarse mientras le guiñaba el ojo - May Chang, antigua combatiente del 25th ejercito Siberiano. Anexada a la brigada B.
-Vaya, con razón eres tan hábil - Al vio como se había cargado a 7 alemanes en un instante - eres de la elite.
-Oh, modestia aparte, jojo - sonrió May, pero luego su rostro se enserio - ¿Como están tus costillas?
-No sé, aun me duelen, pero no tengo tiempo de eso. Mi hermano esta metido en este infierno.
-Esta por acabar, así que espera a que...
-No tengo tiempo May - exclamo - tengo que encontrarlo!
La joven iba a replicar, pero solo suspiro mientras cargaba su PPSh-41.
-Esta bien, a ver si nos matan a los dos...
-¡Winry! - un grito resonó entre los escombros. Al instante, un fragmento de cemento salió volando entre los cráteres - ¡Winry!
Edward se sacudió los escombros mientras veía como su brazo mecanizado tenía fragmentos de metralla por todos lados. Sino hubiera sido por su automail, la metralla lo hubiera matado. Sin embargo comenzó a recorrer el lugar desesperado.
-No puede ser, no puede ser - pensaba frenético mientras levantaba pedazos y se fijaba en los cráteres. Las balas y ráfagas se escuchaban por todos lados, pero a él le importaba un soberano rábano: al fin la había encontrado.
-¡WINRY! - grito desesperado - ¿Donde estas?
Un gemido se escucho en un cráter cercano. Edward se volvió y sin más, salto dentro del mismo...
Solo para ver como un soldado de pelo rubio y brillantes ojos azules le apuntaba al pecho con un MP40.
-Win...
-¡No se quien rayos eres - le espeto la joven en alemán - ...y menos como sabes mi nombre, pero te vas a morir justo en este instante!
-Pero Winry, soy Edward El..
-¡No me importa tu nombre! - vocifero - ¡Eres un maldito rojo!
Al instante, la chica apretó el gatillo soltando la mortal ráfaga de balas sobre Edward Elrich.
Fin del capítulo
Notas del autor.
Luego de casí dos años de planeación, al fin tengo la segunda parte de "Crónicas del ejército rojo".
Ya en el fic de Chrno Crusade había comentado al respecto, pero aquí amplio un poco más el contexto previo a esta historia.
Hace años, por recomendación de mi hermano, comencé a leer la historia del Ejército Rojo, en especial con la batalla de Stalingrado (gracias al maravillo libro de Antony Beevor).
Si era un fan de las batallas, esta obra termino por cautivarme aun más.
Y fue cuando comencé a madurar una idea, un proyecto sobre una unidad especial durante la Segunda Guerra Mundial, claro, del lado soviético.
Pero había dos problemas: primeramente usar personajes creados por mí, era muy elaborado y para ello, hubiera necesitado un megacoral al estilo de Fanfic Wars. Y como ahora no dispongo ni del tiempo ni de las energías para embarcarme en un proyecto así, me decidí usar charas de anime en un ambiente histórico.
Pero aquí vino a representar otro detalle: no había una serie de anime que se ajustara tanto a la época, sin llegar a ser tan OCC o OOC (que son cosas que prefiero no usar. Digo, el reto a mi parecer es hacer una historia sin cambiar brutalmente al personaje original). Así que deje el proyecto en "hiatus" por un buen rato.
Pero lo que vino a despertar la idea nuevamente, fue cuando vi la película de Full Metal Alchemist: Conquistador de Shamballa.
Digo, la serie I ya había tocado algo, cuando Edward había caído en el mundo "nuestro" donde estaba en plena Primera Guerra Mundial, pero la película termino por "ampliar" esto de manera maravillosa.
Pero nuevamente el proyecto cayo en Hiatus, hasta que sucedio lo relatado en las notas finales del fanfic "En la ciudad de la Furia".
Así es, técnicamente son dos historias que van a converger en un x-over que espero tener luego de terminar esta historia, que sera de dos o tres episodios máximo.
Como dato adicional, me estoy basando totalmente en la historia de la primera serie de anime de Full Metal Alchemist, así en la película, obviando el final del manga y de la serie "Hermandad". Digo, esto me parecio muy bueno, pero el contexto histórico de la primera y la película me parece más adecuado a esta historia.
Claro, los personajes que aparecen en Hermandad y el manga apareceran aquí de una manera u otra (por eso Alphonse no reconoce a May cuando esta aparece por primera vez, ya que técnicamente ella no forma parte de la línea cronológica de la serie I).
Parece un revoltijero, no lo niego, por eso hice un glosario de términos militares para no perder a quienes no gustan de la historia.
Y para aquellos que gustan del romance, no se preocupen, habrá un chorro en el siguiente episodio jejeje.
Curiosamente, es el primer episodio en años que no pongo una canción en especial, aunque el título lo dice todo.
Nos vemos en el próximo episodio, mientras, espero el glosario sea de utilidad.
**Glosario**
PPSh-41: subfusil automático fabricado por la Unión Soviética a partir de 1941 y una de las armas de este tipo más producidas en masa durante la Segunda Guerra Mundial.
MP40: subfusil automático usado de manera extensa por las tropas de la Alemania nazi (generalmente por oficiales y paracaidistas) durante la Segunda Guerra Mundial.
T-34: es un carro de combate o tanque medio de fabricación soviética que fue producido desde 1940 a 1958. Estaba considerado el mejor tanque cuando la Unión Soviética entró en la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad, es considerado el mejor tanque que haya intervenido en la Segunda Guerra Mundial, no por tener mayor potencia de fuego, sino por su equilibrio en el campo de batalla.
Tanque Tiger: fue un tanque pesado alemán de la Segunda Guerra Mundial. Aunque estaba fuertemente armado y blindado, estaba plagado de fallos mecánicos.
NKVD : departamento gubernamental soviético que manejó cierto número de asuntos internos de la URSS. Además de sus funciones de seguridad del Estado y de sus funciones policiales, algunos de los departamentos del NKVD manejaban otros asuntos, como transporte, bomberos, guardia fronteriza, etcétera. el nombre de la organización es asociado hoy en día principalmente con actividades consideradas criminales: represiones políticas y asesinatos, crímenes militares, violación de los derechos de ciudadanos soviéticos y extranjeros, así como incumplimiento de la ley.
Brigada : es una unidad militar compuesta por dos o más regimientos o batallones que puede unirse a otras brigadas formando una división.
Tommy : apodo dado a los ingleses por parte de otras nacionalidades durante la Segunda Guerra Mundial.
Fritzies : lo mismo que lo anterior, pero con los alemanes.
Hiwi: un soldado que, por los motivos que sean (razones políticas, simple supervivencia) desertaba y colaboraba con el enemigo. El hiwi era en general bien tratado por los alemanes, salvo algunas excepciones; estos colaboraban con las tareas pesadas, servicios domésticos, e incluso se prestaban para los combates y sabotajes. El término procede del alemán hilfswillige (auxiliares voluntarios)
Comisario político: es un oficial militar designado por un gobierno para supervisar una unidad militar al respectivo régimen. Históricamente han sido usados por los gobiernos para asegurarse de que los oficiales y las tropas son leales al nuevo régimen.
Sociedad Thule: fue un grupo ocultista, racista y völkisch de Munich, notable principalmente por ser la organización que patrocinó al Deutsche Arbeiterpartei (DAP), más tarde transformado por Adolf Hitler en el Partido nazi.
Divisiones siberianas: ejercito de elite de la Unión Soviética formado en un principio por 40 divisiones de tropas escogidas especialmente dotadas para la lucha invernal, este ejercito se mantuvo totalmente al margen de la guerra en un principio pues su misión era proteger a la URSS contra un posible ataque japonés.
Kursk: es una ciudad ubicada en los confines occidentales de Rusia, cercana a la frontera con Ucrania. En 1943, la aldea de Prokhorovka, al sur de la ciudad, fue el centro de la Batalla de Kursk, librada entre la Unión Soviética y los invasores alemanes, secundados estos últimos por sus aliados húngaros e italianos.
