He querido traerles este proyecto que publique en y por cosas de la vida, o muy mías deje hasta cierto punto.

Realmente espero que les agrade y sepan decirme que tal les parece.


Summary:

Sasuke Uchiha: Un chico de 16 años, un chico alto, tez blanca, pelo negro y ojos negros como la noche. Un muchacho arrogante, orgulloso, seguro y petulante, hijo del vicepresidente de Japón, millonario y seguido por el sexo femenino. Lo tiene todo, o al menos eso es lo que su entorno cree, pero a la vez nada. No comprende lo que es el amor ni la vida, pero las cosas cambiarán cuando ella llegue a su establecimiento, cuando no entienda como alguien que lo humilla tanto, lo confunde de tal manera de creer y ver que toda su vida es una mentira.

"Métetelo bien en la cabeza, jamás pensé tener un hijo como tú"

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Ella, Sakura Haruno, una muchacha pelirrosa de ojos jade, una chica rebelde, segura, orgullosa, una chica de 16 años, quien no entiende las tradiciones ni reglas de la alta sociedad, hija de una gran modelo internacional, padres separados y vida disfuncional. No cree en el amor verdadero, para ella todo se basa en falsas promesas, eso hasta llegar al Instituto Kodaira High School y lo conozca a él, el prototipo de personas que odia. No entiende los sentimientos que comienza a sentir, pena, lastima, amor, emociones que la llevan a dejar sus barreras y mostrar lo frágil que llega a ser.

"Es que no puedo ser tú mamá, pero quiero ser tu amiga"

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Sai, un muchacho de pelo negro, ojos negros y tez blanca, de familia humilde y esforzada, un muchacho antipático y directo, no cree nada más que en la venganza, en el ojo por ojo, corazón por corazón, da igual lo que deba hacer, él hará lo necesario por hacer sentir el mismo dolor a la persona que arruino su vida, no importaba dejar de ser aquel muchacho a quien educaron, ahora, él sería un "héroe", sin importar lo que su corazón dictará.

"Afuera eras alguien, aquí nadie"

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Ino Yamanaka, una muchacha rubia y ojos celestes, de contextura delgada, una muchacha llena de lujos y caprichos cumplidos, amante de la moda y el buen vestir. Hija de un abogado reconocido nacionalmente, un padre consentidor y poco cercano desde la muerte de su madre, ahora ella debe enfrentar la vida sola, con un dolor latente en su pecho. Todo pretende cambiar cuando lo conoce, sin comprender propósitos ni razones se acercan, pero realmente su corazón sabe que algo está mal, ¿podría soportar otro golpe en el corazón?

"entiéndeme por favor, o tengo tiempo para ser tu padre"

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Hinata, una chica de pelo negro y largo, sus ojos color perla reflejan el dolor de su corazón, su vida jamás había sido fácil, vive con su madre, quien la aborrece y odia, además de su hermanita, que tiene discapacidad cognitiva y física, la pobreza las inunda, a pesar de ser una Hyuuga reconocida. Al llegar al Instituto comprenderá que por los sueños se debe luchar.

"No me mires así, sabes bien que no escogí ser tu padre"

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Todos ellos se encontraran en el Instituto que los verá crecer, luchar y soñar por sus sueños. Música, amor, traiciones, verdades y mentiras, entenderán lo que es la vida real junto a su nuevo profesor, Kakashi, quien los hará ver el mundo de manera diferente.

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Disclaimer: Esta historia es de mi total autoria. Los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto, esta prohibido re-subir o tomar la historia sin autrorización.


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Una mujer de contextura delgada, de tez blanca, ojos claros y pelo peli castaño corto, bajaba de una gran camioneta, hacía unas horas había tomado un vuelo a Japón, junto con su querida y rebelde hija, desde los Estados Unidos. La mujer era una reconocida modelo, su vida desde la juventud habían sido las pasarelas, eso hasta el nacimiento de Sakura, la niña de sus ojos. Mebuki Haruno, a sus cortos veinte años había quedado embarazada del padre de su hija, en aquel entonces, prometido y famoso empresario. Hoy, después de dieciséis años, las cosas no eran como había soñado, a sus treinta y seis años, era madre de Sakura, una muchacha de ojos jade y pelo rosa, una muchacha fuerte y de armas tomar. No todo era fácil, las cosas con su ahora, exmarido eran bastante tensas, amaba a su hija y la dejaba ser libre, cosa que él no comprendía, por esta razón, en busca de paz decidió alejarse de los Estados Unidos, llevándose a su hija consigo, cosa que molestó de sobremanera a la ojijade. La muchacha no entendía a su madre, era cierto que ella y su padre jamás habían calzado en algo, ni cuando dio su primer beso, ni cuando se realizó un aro en el ombligo y menos cuando decidió tener como hobby el canto, pero la verdad, la muchacha estaba agotada, su madre buscaba seguir estando en las pasarelas sin importar el qué, sin tener tiempo para ella, la amaba, era la mujer que le dio la vida, pero en el fondo estaba dolida, muy dolida. Lo bueno de esto, es que la mujer se había llevado con ella a Tenten, su mejor amiga de infancia, una muchacha de pelo café y ojos color miel.

-Niñas bienvenidas a Tokio, Japón- dijo la mujer sonriendo totalmente sacando sus gafas de sus ojos.

- Genial, ¿gatita no estas contenta?- hablo la ojimiel mirando a la pelirrosa

- Hn, claro con mi madre trayéndome a la fuerza- hablo molesta- ¿Qué crees?

- Gatita no seas así ¿si?- hablo la peli café- tu madre hace lo imposible por ti

- Deja de defenderla Tenten- susurro- si tú eres feliz por irte a un internado durante la semana bien por ti, no me metas en ello.

(Un corazón rebelde, que nadie lo comprende, que solo necesita un poco de tu amor...)

- Sakura- intercedió su madre- por favor princesa, compréndeme, fue el trato con tu padre para que vivieras conmigo. Venirte al mejor colegio e internado de Japón. Tú lo sabes cariño- susurro apenada

- Si, como no. Me iré en la camioneta con Tsunade- hablo molesta- tú vete con Tenten, no necesito tus palabras ahora mamá- dijo mirando los ojos de su madre.

Sakura tomo su bolso y se alejó con Tsunade, la mejor amiga y representante de su madre. Realmente se sentía perdida en Japón, ella amaba su ciudad natal y cambiarse así, por caprichos de su madre y su carrera no la alegraban. Tampoco es que quisiera quedarse con su padre, pero estaba cansada de ambos, de sentirse sola.

*SasuSaku*

En una amplia casa se encontraba la familia Uchiha. Fugaku Uchiha tomaba un café cargado para marcharse al trabajo, el hombre era un importante político del país, reconocido mundialmente, mal que mal era el vicepresidente de la nación. Por su parte, estaba Mikoto, una pelinegra de tez blanca, un tanto menor que su esposo, su vida, a pesar de lo que el país podía creer no era nada un cuento de hadas, su vida no era fácil, se sentía sola y utilizada, hace años no sentía una señal de amor por parte de su marido, es más, a pesar de sonreírle y atenderlo, en el fondo sentía repulsión, él solo manejaba la vida del resto, sin importar quien fuese. Tristemente se había dado cuenta tarde, ahora tenía dos hijos, el mayor, Itachi, un muchacho tranquilo y serio, había sufrido los castigos de ser un Uchiha, su pasado no era el mejor, estaba marcado de límites y estructuras, de desencantos y desilusiones, por su parte, Sasuke, el menor de dieciséis, quien era uy distinto a su hermano, un joven rebelde y arrogante, no le importaba el resto, solo ser quien era, un Uchiha, un muchacho bonito, rico y hasta un Semi playboy.

- ¡Sasuke!- grito el pelinegro jefe de familia- ven de inmediato a mi oficina- gruño molesto

El Uchiha menor se encontraba recostado en su habitación, al sentir el grito de su padre se levantó con un gruñido y camino hacia la oficina de su padre. Al entrar lo observo. El hombre estaba sentado en su escritorio con el ceño fruncido mirándole.

- Espero este año te comportes Sasuke- hablo- nada de escándalos, ahora no es un juego y no voy a permitir que arruines mi carrera.

(…Mi padre grita otra vez, que me malgasto mi futuro y su paz, con mi manera de ser…)

El Uchiha menor suspiro conteniendo su ira. ¿Es que su padre lo odiaba por solo existir? Un suspiro salió de sus labios. No importaba nada, cerró los ojos y le miro. Negro con negro- Como órdenes- susurro.

- Bien, mientras te comportes tendrás el auto que me pediste la semana anterior- hablo el hombre- ahora déjame solo. Debo redactar la cuenta pública.

- Hmp.

Al cerrar la puerta tras de sí pudo notar la mirada de su madre, quien bajo la mirada, el pelinegro apretó sus puños y se encamino hacia su cuarto, él había dicho lo que su padre quería, pero eso no significaba que lo cumpliría o ¿sí? Sonrío de medio lado.

(…Y soy rebelde, cuando no sigo a los demás…y soy rebelde, cuando no pienso igual que ayer…)

*SasuSaku*

En un lugar muy distinto de la ciudad estaba la muchacha pelinegra, Hinata Hyuuga, su vida no era la mejor, su padre, su familia, no la aceptaba, era la hija adoptada, adoptada por pena. Su madre biológica, la nana de la mansión Hyuuga había sido la amante durante años del padre de familia, ante esto, al quedar embarazada el hombre había admitido su error ante su mujer, buscando la mejor solución, él no dejaría a su hija botada, pero tampoco se quedaría con quien había sido la mujer entre sus sabanas. Al dar a luz, aquella mujer se había marchado al barrio al que correspondía, dejando a su pequeña en manos de los Hyuuga, pero nada fue como se creía. La mujer, ama y dueña de la casa había tirado su ira contra la pequeña, maltratándola por años, sin importar que el resto de la casa la observara, para ella solo era una niña huacha, símbolo de lo infiel que había sido su estúpido marido.

Al cumplir los quince, la mujer tomo las cosas de su "hija" y la hecho de casa, dejándola con su verdadera madre, al verla, tampoco fue lo que se pensaba, su madre biológica le odiaba, había arruinado su futuro, su amor, su romance, ahora vivía sola, sola con su otra pequeña, hija de una noche sin amor, aquella niña tampoco era algo que ella cuidara, la pequeña hermana de Hinata tenía discapacidad y el dinero faltaba para el tratamiento.

(…alguno de estos días voy a escapar, para jugarme todo por un sueño…)

Hinata miraba a su pequeña hermana, quien miraba la televisión sin darse cuenta de la mirada de su hermana mayor. Hinata sonrío tristemente, hacía un par de días su padre le había mandado una carta con la aceptación para el internado de Tokio. Era el mejor de todos, pero su corazón se le oprimía al mirar a su pequeña- prometo que vendré seguido a verte pequeña. Prometo que buscare la manera de enviarte dinero- susurro- saldrás adelante.

*SasuSaku*

Ino Yamanaka era una niñata consentida, pero tras de ese consentimiento estaba el dolor. Su madre había muerto hacía tres años, su padre, un gran e importante abogado de la ciudad había caído en depresión y solo el comprar y consentir a la pelirrubia llenaba su alma. Dentro de todo se sentía culpable, su mujer había enfermado gravemente, gravemente, a tal punto de quedar inmóvil en su cama, tras esto, en vez de apoyarla y amarla, la había dejado de lado, la tristeza lo inundo y evadía completamente el verla, se sentía un imbécil. Ahora su única preocupación era la pelirrubia de ojos celestes, la niña, su princesa, su amor, ella era lo único que hacía recordarle que era lo importante.

(…Porque de alguna forma la contradicción es mi manera de actuar…)

- Ino ¿estas lista cariño?- pregunto su padre entrando a su cuarto- debes apresurarte, debes estar en el Colegio en menos de dos horas cielo

- Lo sé padre, estoy a punto de terminar, ¿has visto los uniformes de este año?- pregunto mirándole

- Sí, claro que si princesa, pero por favor apúrate, debo estar en la oficina, estoy en un caso muy importante

- Sí- agacho la vista- enseguida bajare papá.

- Te espero abajo entonces

Al salir, Ino se acercó a una muralla llena de fotografías, allí tenía fotos con su madre, algunas con sus mejores amigas, Temari y Karin, otras con Sasuke, amigo de infancia, pero lo que más dolía eran sus fotos familiares. Já, familia, su padre solo trabajaba y su madre ahora ya no estaba. Estaba jodidamente dolida.

*SasuSaku*

Un pelirrubio se encontraba sentado mirando como imbécil la televisión, amigo del gran Sasuke Uchiha, popular al igual que él, pero en el fondo muy distinto, a pesar de ser hijos de dos grandes cirujanos del país, consideraba el dinero como una porquería, como algo sin sentido. La gente lo estimaba por cuanto tenía y no por quien era, se creía que su amistad con el pelinegro era obligada, pero no, él había aprendido a conocer al orgulloso y terco de su amigo, ahora eran mejores amigos, hermanos, daba lo mismo la gente, ninguno de los dos era como se pensaba. El ojiazul sonreía babosamente, en la televisión mostraban el nuevo juego para la X-BOX, Naruto Uzumaki seguía siendo el niño, la luz en los otros.

(…Porque no puedo, porque no quiero, ser igual a los demás, porque yo tengo, porque yo soy…)

- Hijo- hablo un pelirrubio mayor entrando a su cuarto

- ¿Qué sucede, papá?- pregunto dejando el juego y colocando la vista en su padre

- Con tu madre iremos a una cena, ¿estás seguro que no quieres ir?

- Sabes que no. Estoy harto de la gente hipócrita y lo sabes. Me quedare en casa.

Minato suspiro y salió del cuarto de su hijo. Sabía cómo pensaba su muchacho, y le dolía, dolía porque en su futuro ocurriría un compromiso, el de él, y dolía como la mierda, pero todo lo hacía por su bien.

*SasuSaku*

Sai… miraba por la gran ventana de su casa, vivía en…., junto a su madre, sus ojos denotaban dolor e ira, pronto debería viajar dejando a su familia sola, a su madre sola, pero no importaba, la venganza era un plato que se come frío, él ya buscaría su venganza, juraba por Kami que ya no lloraría y haría pagar a quien fuese lo que este sentimiento le hacía. No había vuelta atrás.

(…Todo en la vida es perder o ganar, hay que apostar, hay que apostar sin miedo…)

- Cariño, cuídate ¿sí?- hablo su madre ordenando lo último- estoy alegre con tu beca, demuéstrales a todos quien eres- susurro.

- Claro que lo hare- hablo él- como no sabes- susurro para sí mismo- tú no te preocupes madre, te sentirás orgullosa.

-Ya lo estoy hijo mío- hablo la mujer- tu solo se quién eres y no te olvides de mi

- Por supuesto que no madre.

Sai se acercó a ella besando su mejilla. Juraba silenciosamente ante ella que apostaría todo en su venganza, daba lo mismo que hacer. Él haría pagar.

*SasuSaku*

El Instituto Kodaira High School, es el Instituto e internado semanal de los mejores estudiantes de Japón, además de ser de la alta sociedad, son estudiantes ejemplares en cuanto a notas. El instituto cuenta con amplias instalaciones para la comodidad de los estudiantes.

El director del establecimiento es Orochimaru, teniendo como secretaria a la señorita Kurenai, una pelinegra, la cual ayuda a cada uno de los estudiantes en cuanto a castigos y problemas.

El año escolar pronto comenzaría y no era sorpresa que quien se encargaba del financiamiento del Instituto fuera Fugaku Uchiha, y no, no solo por ser el vicepresidente de Japón, más bien, como forma de mantener bajo su control a, según él, el estúpido director, y por supuesto a su pequeño hijo.

Durante la tarde comenzarían a llegar las familias más importantes del país. Pronto, las vidas de cada uno se toparían, pronto, juntos pelearían contra toda la adversidad de lo que es el mundo real.


Bueno eh aquí el prologo, la ansiada presentación. jaja -.-' no sé si les habrá gustado, me como las uñas del nervio.

Espero algún ser que se apiade de mi y me deje un comentario, ñau :3 me harían felices :3

Saludos.

PD: Pronto subiré las continuaciones de mis otros Fics (: