Aquí vuelvo yo, molestando con mi perversidad —inserte risa malvada—. Bueno, esta vez no está tan pervertido, quizá a lo mucho lime. Espero que les guste y si es así, déjenme un pequeño review n_n

¡Saludos!


Noche de películas

Ino y yo acostumbrábamos todos los viernes quedarnos en su casa para ver películas y platicar. Sus papás casi siempre andaban de misión y teníamos toda la casa para nosotras. Llegamos a embriagarnos un par de veces, pero nuestra maldad no sobrepasaba ese límite. En ocasiones, también nos acompañaban el resto de las chicas, sin embargo no las dejaban siempre.

Una de las noches, todo parecía indicar que sería otro viernes tranquilo, pero pasó algo inesperado: no rentamos ninguna película. Sí, era algo catastrófico porque alrededor de ella se centraba casi toda nuestra diversión. Teníamos dos bolsas de palomitas y demás golosinas (era el día que nos dábamos la oportunidad de romper nuestras rigurosas dietas) y ahora ya no podríamos comerlas. Resignadas, encendimos el televisor y empezamos a buscar entre la programación algo de nuestro interés.

De pronto, Ino se detuvo en un canal y ambas nos quedamos con la boca abierta: Eran dos chicas haciendo cosas.

Estábamos completamente petrificadas.

La pantalla nos ofrecía a un par de mujeres mayores (una rubia y una pelirroja), con cuerpos espectaculares —ya quisiera yo estar así, Sasuke-Kun no se resistiría a mí— que se acariciaban muy… muy íntimamente. Estaban completamente desnudas. Ino y yo no pudimos despegar nuestra mirada de la televisión, nuestra curiosidad no nos lo permitió.

Cuando por fin salí de mi trance, busqué el control a tientas por la cama de Ino, pero ella me detuvo.

—Espera… jamás había visto algo así.

Yo la observé extrañada, pero obedecí.

—¿Crees que Sasuke-Kun vea estas cosas? —musité apenada.

Sasuke Uchiha era la manzana de la discordia entre nosotras. A las dos nos gustaba, pero a él no le interesábamos. Quizá, no le interesaba nadie. Sin embargo… aún así lo amaba.

Siempre buscaba formas de acercarme a él.

—No lo sé, Sakura —respondió mi blonda amiga, encogiéndose de hombros.

Continuamos viendo aquella película.

De pronto, sus jugueteos subieron de tono. La habitación se llenó de los quejidos provenientes de la televisión. Algo en mi interior comenzó a despertar. Mis bragas empezaron a humedecerse, pero no tenía ganas de orinar. No, era distinto, como una especie de cosquilleos ahí. La cara de Ino era de pura concentración en la pantalla. Tuve ganas de preguntarle si a ella le estaba pasando lo mismo que a mí, pero me dio mucha vergüenza. Quizá yo era la loca y ella se burlaría.

Ino apagó la tele y yo le dirigí una mirada de confusión.

—Sakura, yo… —comenzó titubeante— me cansé.

—¿Te cansaste? —Repetí sorprendida— ¿De qué?

—¡De todo! —Exclamó angustiada— De esperar, de Sasuke Uchiha… de ti.

—¿De mí? —Inquirí enfadada— ¡Yo no he hecho nada!

—Sí, has hecho mucho… —se acercó a mí y me besó.

Yo abrí los ojos como platos ¿Qué demonios estaba haciendo? Éramos amigas, pero en especial… ¡Éramos mujeres! Sí, las dos. Eso no era normal. No, no estaba bien. Intenté zafarme, pero ella me agarró más fuerte. Jamás había besado a alguien, porque estaba esperando que mi primer beso fuera con Sasuke-Kun. Y ahora… ¡Ya me lo había dado la idiota de Ino! Apreté mis puños con coraje, no era justo. Ya no podría darle la cara a Sasuke-Kun ¡Era impura para él! Sus suaves labios presionaban a los míos. Tenía que admitir que… ¿Qué? ¿Qué me gustaba? Pues, bueno… la verdad es que sí. Empezaba a agarrarle gusto.