Todos los personajes pertenecen a Stephenie Meyer yo soy dueña del resto de la trama y me divierto haciéndolos sufrir como villana de telenovela barata, separándolos, juntándolos, haciendo que se insulten, que se reconcilien…en fin, haciendo que hagan lo que a mi se me de la gana xD

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Pilot.

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23 de Diciembre. Detroit.

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Mirar la ciudad desde un doceavo piso, siempre era reconfortante. En especial en esas épocas donde, cuando el sol se iba y la ciudad se iluminaba artificialmente de tantos colores…

Faltaban 2 días para Navidad, y Edward, como desde hace 4 años, iba a hacer lo mismo; iría al departamento de Jasper a celebrar con él, y quizá, Rosalie llegara cargada de obsequios.

Como cada año.

Edward suspiró, y su aliento hizo una pequeña mancha en el cristal.

Últimamente su vida se estaba haciendo muy monótona. Desde que su madre le había presentado a su abuelo, su vida se volvió algo muy impersonal… a veces tenía la impresión de que su vida… no era eso, precisamente. Suya.

Un abuelo manejándolo desde la tumba. Patético.

Edward era un Masen, pero eso no lo supo hasta los 8 años, cuando en su fiesta de cumpleaños se apareció un anciano con un gesto de querer marcharse de inmediato de su casa.

Elizabeth, su madre, ordenó a Edward que se marchara a su habitación, pero el pequeño tenía curiosidad y se escondió en el armario más cercano a la sala, donde los adultos se sentaron a hablar. Ninguno de ellos parecía muy feliz, recordó Edward.

No recordaba precisamente de que habían hablado, eran vagos recuerdos, pero lo incluían a él.

Desde aquél día, todo había cambiado. Le dijo adiós a su infancia para convertirse en una especie de hombre de negocios pequeño.

Fue llevado a escuelas privadas, separado de sus amigos, obligado a estudiar cosas muy difíciles y a ver cada noche el noticiero para saber que ocurría en el mundo de los negocios.

Edward solo se atrevió a preguntar una vez a su abuelo porqué él tenía que hacer todo eso y los demás niños podían refrescarse y comer helados durante el verano, y con el rostro muy rígido, su abuelo le dijo que ellos eran niños cualquiera, que acabarían siendo sus empleados o limpiarían el suelo por donde pasara unos años adelante.

Edward no preguntó nada más.

Así que ahí estaba, diecisiete años después de esa visita del abuelo, y dos años después de la muerte de la misma persona.

Anthony se había ido de este mundo, dejándole la compañía a su cargo.

A veces lo odiaba.

Nunca quiso esa carga, no quería ser rico y poderoso. Aunque al menos el viejo le había permitido seguir viviendo con su madre.

Edward amaba a Elizabeth, su madre era algo muy importante para él, y sabía que ella sufría al ver a su único hijo dejar su infancia, pero por algún motivo que ella nunca quiso revelar, no impidió nada.

Elizabeth tampoco había tenido una vida demasiado sencilla, era madre soltera y obviamente, su familia nunca le había apoyado económicamente aunque fueran millonarios.

Su padre. De su padre si que sabía cosas.

Carlisle Cullen.

Ah, ese bastardo…

Al señor se le había hecho fácil tener dos chicas al mismo tiempo, pero no contaba con dejarlas embarazadas a las dos.

Elizabeth, al enterarse, corrió con sus padres a darles la noticia y a decirles que se casaría con Carlisle.

Carlisle no lo tomó tan bien, por lo que sabía, que era muy poco, rechazó a su madre y a su vez, sus abuelos la desheredaron por deshonrar a su familia. Elizabeth lo tomó como venía y superó todas las adversidades con su bebé. Solo ellos dos.

La que no era su madre, Esme Platt, era una heredera de una empresa naviera. Carlisle le declaró amor eterno y unos meses después, se casaron. Fue una boda por todo lo alto, publicada hasta en los periódicos. Edward aún recuerda estar buscando el videojuego que su madre le había ocultado por su mal comportamiento. En lugar de eso, encontró todos los periódicos y todas las revistas sociales donde esa boda era la gran noticia.

Cuando Edward nació, Carlisle insistió en darle su apellido. Elizabeth se negó, pero Carlisle la convenció diciendo que no era justo que el niño no supiera de donde venía. Idiota.

Más tarde, cuando Edward supo toda la verdad, se negó a seguir siendo llamado Cullen. Para todos, el era Edward Anthony Masen. Sin más.

Edward se sentó en su cómoda silla, jugueteando con una pluma en la mano y recordando todas las invitaciones de Carlisle para que se conocieran que había declinado. No tenía ni el más mínimo interés en él.

Sus pretextos siempre fueron tontos y Edward se reía de él.

Tenía una media hermana, según le había dicho su madre. No recordaba bien el nombre… Alison… Anna… Amanda… Oh, era Alice. Si, ese era su nombre.

No sabía nada más de la chica, y no le interesaba tampoco. Ella era el motivo por el cual Carlisle había abandonado a su madre.

Edward suspiró de nuevo. La verdad era que no sabía que estaba haciendo ahí. Tenía que recoger aún el presente navideño de Jasper que encargó y si el reloj no le mentía, le quedaban veinte minutos para que la tienda cerrara.

-Jasper siempre tan complejo—dijo en voz baja. Había encargado una réplica exacta de un tanque de la segunda guerra mundial. Era costoso, y bien con ese dinero pudo haber comprado otra cosa, lo que fuera. Un Ferrari tal vez. Pero no, Jasper no lo hubiera apreciado tanto.

Edward se puso de pie y se acomodó el abrigo para salir de la oficina. Ya no había nadie en el edificio más que la vigilancia y unos cuantos conserjes nocturnos.

Estaba a punto de tocar el botón para llamar al elevador cuando su celular sonó.

Le sonrió a la pantalla. Justamente estaba pensando en ella.

-Hola mamá—fue su saludo—Aún no es Navidad, ¿Qué ha pasado? ¿Te movieron el calendario otra vez?

-Hola Edward—no se oía feliz—No, nadie me ha movido el calendario.

-¿Estás bien? ¿Pasa algo?

-Si, si. Yo estoy muy bien—suspiró—Edward, ha pasado algo. Quizá debas volver a Nueva York.

Edward frunció el ceño. Solo iba a Nueva York en mayo, para ver a su madre.

-¿Te paso algo?—preguntó.

-A mi no. Pero es importante que vengas.

-Mamá, si no me dices ahora que está pasando, no te prometo nada, yo…

-Es Carlisle, Edward. Murió hace unas horas—le interrumpió. A Edward casi se le cae el celular de las manos.

-¿Carlisle Cullen?

-¿Quién si no?

Edward relajó su postura.

-Bien, y ¿eso a nosotros qué? Ese hombre se desentendió de los Masen desde hace mucho tiempo mamá. Además, no creo que su "flamante" esposa nos reciba muy bien en el funeral.

-Carlisle estuvo aquí hoy. Antes de morir, claro. Fue temprano, yo regaba las plantas del jardín delantero y el salió de su lujoso auto. Me saludó y dijo un par de cosas extrañas sobre la muerte y el arrepentimiento antes de entregarme una carta con tu nombre y marcharse. Creo que sabía que su fin estaba cerca.

Edward pensó en mil cosas, y ninguna era buena.

-No cambia nada. Ya puedes ir quemando esa carta en la chimenea.

-Edward, por favor. Era tu padre, creo que se lo debes.

Edward rió sarcásticamente.

-Perdona que difiera madre, pero es al contrario. Ese señor nos debía muchas cosas a nosotros.

Se hizo el silencio por un rato.

-Solo ven Edward. Por favor. Hazlo por mí, si quieres. No podemos dejar cosas sin resolver.

Edward se sentía confundido y un poco enojado. ¿Era quizá que su madre aún amaba a ese hombre? ¿Por qué le pedía eso?

Gruñó.

-No te prometo nada—repitió—Te llamaré más tarde.

Cortó la llamada sin dar oportunidad de contestar.

No quería volver a Nueva York. Le gustaba Detroit y su soledad.

¿Qué dices? Hace un par de minutos te estabas quejando…

Era cierto, pero no quería volver a Nueva York, se repitió.

Además, pensó con una sonrisa mientras se metía en el elevador. El equipo de Americano de Nueva York, los Jets, era una basura.

Nada como sus buenos Detroit Lions.

Ah bueno. Los Gigants no eran tan malos… Tal vez pudiera soportar eso…

La puerta del elevador se cerró.

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Hola chicas! Si, ya se, empezando una historia nueva cuando no he actualizado las otras 2, lo se, lo se. Me disculpo por ello, pero ustedes saben que el final de "LQSEUELB" está muy cerca y me cuesta un montón dejarla ir. Fue mi primera hija exitosa :D hahaha. Esta historia se me ocurrió a la par, pero le di la oportunidad a la otra y creo que es tiempo de dejar salir esta.

Esta es una pequeñísima parte, nada de lo que acostumbro hacer, es una introducción, espero que les guste y espero que antes de que termine la semana, subir otro cap más largo, vale?

Muchas gracias por pasarse por aquí, espero que nos sigamos viendo :D