¡Hola a todo el mundo! xD...Como podrán notar a partir de aquí estoy haciendo toda clase de correcciones...que sinceramente a los fics que eh subido hasta ahora les hace mucha falta :/... En fin xD...puede que, si ya lo leyeron antes, vean alguna que otra cosita diferente, pero no habrán muchos cambios, lo prometo :).
Aquí les dejo:
Una nueva oportunidad
Capitulo 1...
Por fin, la batalla contra Naraku había terminado, todos estaban muy contentos por ello excepto una persona. Kagome estaba mirando la escena de sus amigos felices, Shippo saltaba por todas partes, Miroku abrazaba a Sango la cual estaba completamente sonrojada, e Inuyasha pues…estaba con Kikyo ayudándola a levantarse.
Kagome se puso triste de inmediato y evito mirarlos volteando hacia la perla de Shikon en su mano tratando de pensar en el deseo correcto que la haría desaparecer, ojala ella estuviera aquí, pensaba Kagome recordando a una amiga que los había visitado hace algún tiempo y antes de acabar con Naraku se marcho, una chica llamada Ina que los había ayudado por un largo tiempo, sin embargo ella ya no estaba y tenía que pensar bien ya que Ina y su hermana le habían dicho que el deseo incorrecto traería graves consecuencias.
Miro una vez más a sus amigos, Seshomaru acababa de llegar junto con Jaken, Kohaku y Rin, Sango se separo de Miroku y corrió hacia Kohaku y lo abrazo llorando, todos, menos Seshomaru, veían la escena conmovidos. Kagome miro de nuevo la perla y supo cual era el deseo correcto, pero antes de que pudiera decir una sola palabra, la perla brillo intensamente envolviendo a todos en una luz blanca haciéndolos desaparecer.
Abrió los ojos lentamente y al mirar a su alrededor no había nada, estaba sola en un espacio en blanco. Sola, como detestaba esa palabra, como detestaba estar sola; lagrimas comenzaron a agolparse en sus ojos, comenzó a llorar desconsoladamente tapando su rostro con sus manos.
—No llores Kagome—Se escucha decir a la voz suave de una mujer.
La chica paró de llorar, y aun con lágrimas en sus ojos separo sus manos de su rostro y empezó a mirar a todos lados para ver de dónde salía esa voz, pero no encontró a nadie.
—Aquí estoy—Dice una mujer de cabello negro y largo, traía puesta una especie de armadura de sacerdotisa antigua, en su cintura colgaba una espada, y sus ojos eran marrones.
—Midoriko—Dice la chica con asombro al ver a la mujer frente a ella.
—Pude sentir desde la perla tu tristeza—Dice Midoriko a lo que la chica solo miro hacia abajo—Dime algo ¿Te gustaría empezar de nuevo?—Kagome levanto la mirada llena de lagrimas hacia Midoriko.
—¿Empe..zar de nuevo?—Pregunta algo confundida pero con algo de ilusión. Midoriko asintió.
—Empezaras desde cero en un nuevo mundo, tu familia no te recordara y mucho menos tus amigos, será como si nunca hubieras existido—Responde la mujer con una mirada seria.
Kagome se puso a pensar en la propuesta, ella ya no era necesaria en la época antigua, y por lo que pudo notar Inuyasha tampoco la necesitaba, el estará muy feliz con Kikyo mientras ella tendría que regresar a su época y jamás volver. Sacudió su cabeza hacia los lados apartando esos pensamientos, pero no pudo evitar pensar que todo era verdad, ya había tomado una decisión.
—Sí, quiero empezar de nuevo Midoriko—Dice Kagome comenzando a llorar nuevamente—No quiero...verlos a ellos dos juntos, no quiero tener que verme obligada a regresar a mi época con este dolor en mi pecho—Midoriko sonrió dulcemente y coloco una mano en el hombro de Kagome.
—Está bien—Dice comprensiva—Tendrás un nuevo inicio, una vez que llegues por favor, destruye la perla—Kagome asintió, otra luz empezó a brillar y desapareció.
Podía sentirlo, el olor a flores y el sonido de un rio, abrió los ojos sintiéndose extraña, miro sus alrededores y noto que estaba en un campo y a su lado estaba el rio, se acerco a este para beber un poco de agua, después de tanto llorar le dio sed. Al acercarse al rio y ver su reflejo se quedo helada, en el reflejo se podía ver a una niña de cinco años, pero lo que más le sorprendió es que esa niña tuviera…¡Orejas de perro en su cabeza y los ojos dorados!, y su cabello, que seguía siendo negro, tenía unos reflejos plateados poco visibles en la oscuridad. Se pellizcó la mejilla para ver si no era un sueño, y para su sorpresa no lo era, de repente Midoriko apareció frente a ella.
—Bienvenida a Earthland—Dice parándose en el rio.
—Midoriko—Dice la ahora niña sin salir de su asombro—¡¿Qué me hiciste? ¿Por que tengo esta apariencia?!—Midoriko solo se rio suavemente.
—Tranquila, tienes esa apariencia por que de ahora en adelante serás una persona diferente—Contesta Midoriko acercándose a ella y agachándose a su altura—Ya te darás cuenta por ti misma—Coloca una de sus manos en la cabeza de la ahora niña—Adiós y buena suerte—Dice para después desaparecer dejando la perla de Shikon frente a la niña.
Kagome miro la perla por última vez y pidió su deseo...
—Perla de Shikon, deseo que desaparezcas—Dice recordando todas la desgracias que pasaron por culpa de esa perla—¡Para siempre!—La perla comienza a brillar y a los pocos segundos se rompe en mil pedazos que desaparecieron al instante.
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Pasaron unos dos meses desde que había llegado a Earthland, tiempo que aprovecho para averiguar algunas cosas sobre este mundo, al parecer es un mundo donde solo el diez por ciento de las personas eran magos y se dividían en diversos gremios haciendo trabajos para las personas normales. Hace poco había llegado a unas montañas rocosas en donde decidió quedarse unos días para entrenar con su nueva apariencia.
—Creo que aquí estará bien—Dice Kagome viendo los alrededores de la alta montaña que gracias a sus nuevos poderes le fue muy fácil subir—Tiene una muy hermosa vista—Dice embelesada con el paisaje, de pronto sintió un extraño olor y como algo se paraba detrás de ella, la sombra de ese algo era tan grande que tapaba la suya.
Se volteo despacio y temblando nerviosa, la presencia de ese ser era imponente, muy similar a la de Seshomaru, la única diferencia es que ésta era mucho mas grande. Al terminar de voltearse se asombró, frente a ella se encontraba un enorme dragón blanco cuyas escamas brillaban con el color de la plata haciéndolo lucir más imponente de lo que de por si era. El dragón se la quedó mirando, lo que causo que su nerviosismo creciera, nerviosismo que al parecer noto.
—¿Qué hace una niña tan pequeña por estas montañas?—Pregunta el dragón con una voz suave pero a la vez imponente que le helaría la sangre a cualquiera.
—Bueno…pues veras…jajaja—Se ríe la niña nerviosa, seguramente apenas le dijera se la comería y arrojaría sus restos a los lobos.
El dragón acerco su cara a la niña clavando sus ojos en los de ella, pudo notar que para ser tan pequeña era muy fuerte y valiente. Kagome también pudo notar en los ojos del dragón que no quería hacerle daño, eso la relajó un poco pero manteniéndose aun en un pequeño estado de alerta.
—Dime pequeña, ¿Te interesaría aprender la magia Dragon Slayer?—Pregunta el dragón al sentir el gran potencial que tenía esa niña.
—¿Magia Dragon Slayer?—Pregunta Kagome curiosa, mientras buscaba información acerca de ese mundo había leído en un libro que esa magia era una de las tantas magias perdidas y actualmente no había nadie que la usase, a menos que fuera por medio de una lacrima de dragón incrustada en su cuerpo. El dragón asintió y alejando su rostro decidió presentarse.
—Soy Raijin, dragón del trueno.
—Yo soy Kagome—Se presenta con una sonrisa en su rostro ya completamente relajada.
—Sube—Dice Raijin bajando su cuello para que Kagome subiera, ella asintió y se subió, Raijin emprendió vuelo y desaparecieron de la vista en el atardecer.
Continuara…
Espero que la corrección no cambie mucho el sentido de esta historia :)...
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