Disclaimer:

"Esta historia participa en el Reto '3 sentimientos y/o emociones' del Foro Comunidad Sakuriana"

Los personajes de Sakura Card Captors no me pertenecen, son propiedad de CLAMP. La historia es mía

Dedicatoria especial de los drabbles a Himeko Tomoyo Daidouji


Fastidio

Resopló aburrida mientras daba por sexta vez, la vuelta al Parque Pingüino.

Tenía que encontrarlo. Desde hacía mucho tiempo había desaparecido de su vida y ese era el momento preciso para recobrar los lazos que los había separado. Quizás no era algo seguro, pero dentro de sí latía ese presentimiento de que estaba en lo correcto. Él aparecería en cualquier momento con ese mismo gesto serio, que desde años atrás mantenía intacto en su memoria como una fiel fotografía.

Sus ojos marrones brillaron ilusionados al evocar sus ideas en realidad. Él estaba allí, caminando tranquilamente como se lo había imaginado esos días… pero no estaba solo. ¿Por qué Yukito siempre tenía que estar como sombra tras los pasos de él? ¡No podía ser eso más molesto! A pesar de haber perdido contacto con ella, aun se entendía bien con Tsukishiro.

Fastidio —Murmuró Nakuru cruzándose de brazos al ver como Yukito le quitaba el lugar que le correspondía

Sacudió la cabeza violentamente para quitarse esas ideas.

Habían pasado tantos años desde la última vez que vio a Touya, lo de menos era quién lo estaba acompañando. Aunque sintiese esa sensación de incomodidad invadiéndola, debía de pensar solo en él.

—¡Touya!

—Esa voz, no puede ser —Antes de darse cuenta, Touya tenía cargada a una Nakuru muy animada en su espalda

—Gracias por el helado —Respondió ella quitándole el dulce de la boca— Me encanta este sabor

—Hola Akizuki —Saludó Yukito— Iré avanzando, te veo luego Touya

Nakuru solo lo miró por el rabillo del ojo

—Tanto tiempo sin saber de ti, te extrañaba, para la próxima no me des un número de teléfono equivocado, nunca entraban mis llamadas —Hizo un puchero al recordarlo

—Ese era el punto

Un bullicio cercano distrajo a los chicos. Los chillidos escandalosos de una mujer los hizo desviar la mirada. Se trataba de una pareja joven que al parecer celebraba su aniversario. El novio le había entregado un ramillete de flores azules de único estilo. Los capullos se abrían en botones de belleza infinita. La mujer estallaba en felicidad.

Nakuru se había quedado sorprendida ante ese delicado gesto, le pareció algo tan sublime que instantáneamente dijo:

—Quiero esas flores —Miró a Touya con una sonrisa en los labios—Mañana es mi cumpleaños y quiero pasarlo con mi persona especial

—Déjame pensar, seguramente te refieres al monstruo.

—¡No! Mi persona especial eres tú. Quiero que mi cumpleaños número veintiuno sea al lado tuyo —Touya la observó con una expresión de aburrimiento— Así que te espero a las cuatro en el café que está cerca a la estación de trenes

—Deberías de habérmelo consultado antes —Bufó suspirando a causa de la molestia

—Pero si no te encontraba, después de tanto insistir por fin logré verte

De un enérgico salto cayó en una posición perfecta sobre el suelo. Se acercó al muchacho y sin que lo notara, depositó un suave beso en su mejilla.

—Te estaré esperando, no me falles

Para Touya, esa chica era un total fastidio


N/A: 500 palabras sin Disclaimer, ni notas de autora