Después de la carta amor: Preludio.
Capítulo 1.
El correr de los meses ya había sucedido desde que Sakura Kinomoto había estado muy cerca de perder a su amor verdadero en aquella batalla donde correspondió los sentimientos de su antiguo rival, después amigo y ahora amor verdadero, Shaoran Li.
La historia de acción y amor que envolvió a la joven pareja, poco a poco empezó a quedar en el pasado como lo hace la arena de un reloj antiguo. Sakura ya había logrado dominar todas las cartas, ahora bautizadas con su nombre y todo volvería aparentemente a la normalidad, en la bella ciudad de Tomoeda, Japón.
Shaoran Li, de origen chino, había llegado a Japón con la intención de atrapar las Cartas pertenecientes a su linaje. Sin embargo, cuando se percató que Sakura Kinomoto era la indicada para proteger las cartas, le ayudó en su misión hasta culminar en un fuerte abrazo de amor verdadero.
Lamentablemente, Sakura y Shaoran no podría desarrollar su naciente amor, al menos no de inmediato, ya que Shaoran debía regresar a China acompañado de su prima Li Meilin y con el pacto en los labios, prometieron muy pronto volverse a encontrar.
Así, sólo manteniendo contacto por cartas y los celulares especiales que Tomoyo les había regalado, desarrollaron un amor a distancia a lo largo de más de 1 año.
En ese lapso de tiempo, Sakura había finalizado la escuela primaria en Tomoeda, junto a su prima y mejor amiga Tomoyo Daidouji. También su grupo de amistades le acompañaría, formado por Chiharu Mihara, Rika Sasaki, Naoko Yanagisawa y sin olvidarnos de Takashi Yamazaki con sus cómicas mentiras.
Todos, a excepción de Naoko, continuarían sus estudios en la escuela secundaria de Tomoeda, cuyas instalaciones se encontraban a un costado de la escuela primaria y la preparatoria de la ciudad, donde Touya Kinomoto había ya finalizado su bachillerato tecnológico y ahora, estaba listo para iniciar sus estudios en la Universidad de Tomoeda.
Yukito Tsukishiro, fiel amigo de Touya, también le acompañaría en los estudios de la universidad, con la única diferencia de que él se orientaría a la licenciatura en gastronomía mientras que el hermano de Sakura se había decidido por los estudios en medicina general.
El único inconveniente, es que, al haber elegido medicina, se vería obligado a mudarse a Tokio para estudiar allá la especialidad que él eligiese. Tomoeda sólo permitía estudios generales. Era posible que Yukito tuviera también que mudarse en unos años si decidía buscar alguna especialización de sus estudios.
Sakura y Tomoyo continuaron su fuerte amistad, incluso reforzándola ahora que el peligro de las cartas se había desvanecido. Eriol Hiragizawa regresó a Inglaterra junto a Nakuru, su acompañante que a veces hacía de hermana y su pequeño protector Spinel Sun.
Kero, desde luego, seguía compartiendo habitación con Sakura y disfrutaba sus días jugando videojuegos y comiendo los más deliciosos postres que su amiga y protegida le compartía cada noche.
Cuando el pequeño protector se aburría, frecuentemente salía de casa para buscar una buena rama de árbol donde poder descansar en contacto con la naturaleza, el sol y el sonido de las hojas al moverse con el viento.
Sakura, por otra parte, ahora solía regresar más tarde en comparación del pasado, ya que las obigaciones se extendían hasta las 5 por la tarde, donde además de los estudios habituales, formaba parte del equipo de porristas de la secundaria.
Como era de esperarse, Sakura se había convertido en una alumna muy popular desde las primeras semanas de haber iniciado el nuevo curso, sin importar mucho que se tratara de una estudiante de séptimo grado, los más jóvenes.
Sin embargo, al ser una escuela con más estudiantes en comparación a la primaria, esta vez no lograría hacer amistad con todas sus compañeras. Desde luego, otras chicas de grados superiores se vieron afectadas por la rápida y naciente popularidad de la recién llegada y aquello no lo tomaron para nada a bien. Se especulaba que por primera vez en hacía muchos años, una alumna de séptimo podría capitanear al equipo de porristas, destronando a la bella y popular Tsuki Minami, estudiante de noveno grado y actual capitana.
Sakura, al ser una pequeña despistada, no se percató del efecto que estaba produciendo en propios y extraños. Sin embargo, Tomoyo, al ser más suspicaz comprendió rápidamente que la personalidad alegre y ligera de su amiga no sólo atraería la atención de sus compañeras para bien o para mal, si no que más de un chico se vería interesado en la bella y pequeña chica de ojos verdes.
Tomoyo comprendió entonces, que con Shaoran lejos, ella tenía cierta responsabilidad de cuidar a su mejor amiga de los lobos de grados superiores que verían en Sakura un tierno e indefenso ternerito. Daidouji, sabía, por palabras de la propia Sakura, que Shaoran tenía intenciones de visitar Japón para el proximo festival de los cerezos en flor, sin embargo, aún faltaban meses para ese evento.
La chica de ojos azules desde luego confiaba en Sakura y su amor firme por el joven Li, sin embargo, tampoco podía ignorar que era una presa fácil debido a su inocencia. Temía por la seguridad de su amiga, quien además, no estaba creciendo mucho últimamente, quedándose bajita, dándole un toque aún más tierno. Tomoyo ya había superado a Sakura en estatura en al menos 5 centímetros.
Shaoran por su parte tampoco lo tenía fácil. Las Cartas que pertenecían a Clow y por ende, responsabilidad del linaje Li, habían sido transformadas y quedado en manos de una chica japonesa extraña para su clan.
Era cierto que Sakura había tenido oportunidad de conocer a la madre de Li en su único viaje fuera de Japón. Junto a Tomoyo, habían conocido a las múltiples hermanas del chico castaño y aunque Sakura tenía el visto bueno de la madre de Shaoran, no así por parte del consejo de la familia, quien calificaba lo sucedido con las cartas como una muestra de debilidad y fracaso para el joven Li.
No era un secreto que Shaoran era un firme candidato a liderar el clan en cuanto tuviera la edad suficiente. Sin embargo, esto no sucedería sólo con la presión por parte de su madre hacia el consejo, ellos podían al final escoger a otro familiar Li o simplemente perdurar en sus puestos, lo cual era ya una treta obvia.
Shaoran, recién llegar a China, le comunicó a su madre el deseo de seguir estudiando en Japón. Le puso al tanto de las aventuras sucedidas en la tierra del sol naciente y sus razones del porqué había dejado que Sakura convirtiera las cartas. Sin embargo, aquella decisión no sólo la podía tomar ella misma, si no que el consejo debía aprobarlo.
Shaoran así, pidió una sesión a puertas cerradas con los ancianos y les expuso sus razones. Los viejos líderes no hicieron más que reírse de sus jóvenes deseos y le negaron el permiso de viajar nuevamente a Japón, ya que Shaoran tenía responsabilidades en China y con su clan.
Los viejos desde luego no apoyarían a Shaoran para convertirse en el nuevo líder, pero sí usarían esto como pretexto para negarle el permiso. Su actuar era frío y calculador.
Shaoran, con un nudo en la garganta y pesadez en el pecho, tuvo que comunicarle a Sakura por teléfono la noticia, que la chica de ojos verdes no tomó, desde luego, con mucha felicidad. Sin embargo, comprendió que no era culpa de Shaoran y le pidió que no se preocupara, que ella le esperaría.
El castaño no pudo soportar ni 3 días antes de solicitar una nueva audiencia con el consejo, donde les expuso que lo sometieran a un duro entrenamiento y le evaluaran constantemente. Él firmemente creía que en 1 año podía cumplir con su entrenamiento en artes marciales, donde además aprobaría con perfectas calificaciones sus estudios en casa.
El consejo, rió para sus adentros, comprendiendo que si aprobaban las condiciones que Shaoran exponía, no sólo era probable que el chico desistiera pronto, si no que podrían darle un ultimátum. Si él fallaba, no sólo no iría a Japón al finalizar ese año, si no que además dejaría de ser considerado como candidato a liderar al clan.
Cuando el consejo aprobó lo pedido por Shaoran, su madre le advirtió de la trampa a la que el consejo le estaba obligando a entrar, pero al final, viendo el brillo en los ojos de su hijo y la determinación de su actuar, decidió bendecirlo con su aprobación. Ella sólo tenía una petición más.
-Shaoran, comprendo tu pesar al estar lejos del ser que amas...- comenzó su madre con suavidad.
-Gracias por entenderlo, madre...- respondió Shaoran con respeto.
-Sin embargo, hijo, cuando logres finalizar tu entrenamiento y regreses a Japón, sabes bien que no será por mucho tiempo... el consejo aprobará cuando más 1 año...- repuso su madre.
Shaoran le miraba con seriedad y respeto.
-Lo sé, madre...- se atrevió a responder con voz baja.
-Sakura es digna de tu corazón, lo supe sólo con conocerla en aquella ocasión. Es además de una maga poderosa, una pequeña de sentimientos muy puros y honestos...- continuó su madre.
Shaoran sólo la escuchaba con atención.
-Es por ello, que deberás tener una responsabilidad más. Hijo, tienes 13 años y cuando regreses a Japón cumplirás los 14 y con algo de suerte los 15 también. A esa edad, conocerás si Sakura es la mujer que te acompañará toda la vida. A los 16 años deberás regresar a China para ejercer tus responsabilidades como líder del clan y para entonces, si no estás casado, sabes quién será tu pareja impuesta por el Clan...-
La madre de Shaoran hizo una pausa y Shaoran respondió en voz baja.
-Meilin...-
-Poco antes de regresar a China, debes proponerle matrimonio a Sakura. Si ella te ama, tendrá que dejar todo lo que conoce en Japón, porque según las reglas de ese consejo sólo conformado por hombres, tu esposa debe acompañarte al liderar el Clan, aquí en China...-
Shaoran abrió los ojos ante la sorpresa. ¿Cómo iba a manejar esa situación? Sakura amaba a su familia, amaba la fuerte amistad con Tomoyo. ¿Cómo es que él podía ser tan egoísta para pedirle a quien amaba que dejara toda su vida atrás?
Shaoran agradeció a su madre por sus palabras y aún confundido, al abrir la puerta sorprendió a su prima, Meilin, escuchando su conversación a escondidas.
El castaño pensó, que, aunque era descortés al escuchar, era bueno que Meilin supiera el cómo estaban las cosas. Aunque él ni si quiera estaba seguro de cómo hacerlo, pediría matrimonio a Sakura cuando ambos tuvieran 15 años.
Sin embargo, antes de todo ello, debía superar los entrenamientos y evaluaciones tanto físicas como académicas, para poder viajar a Japón.
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