La princesa cautiva
Pareja: Naruto / Hinata
Género: Romance/ Drama
Autor: Gabyah
Reseña: En un reino escondido reinado por un emperador, cuatro jóvenes se discuten el honor de ser su esposa, criadas y cultivadas durante diez años exclusivamente con ese fin, no conocen otro mundo más el que se le ha inculcado, Hinata, tendrá que elegir qué hacer cuando descubra la cruel verdad tras esta tradición, poniendo en duda su libre albedrio.
Advertencias: Mundo alterno, posible oc dependiendo la circunstancias de la historia.
Notas del autor al final de capitulo
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introduccion
Su mirada se perdió por un momento hacia el pajarillo que volaba libremente fuera de su ventana, su atuendo de seda cubría casi en totalidad su cuerpo y una fina frazada cubría la mitad de su rostro, el rosa jamás le había quedado bien, o eso creía ella, sintió como la persona detrás de ella le tocaba el codo en señal de reprimenda por su distracción, por lo que solo se limitó a seguir su camino por el largo pasillo del lugar.
—Como le explicaba, tiene que estar callada. — Pronuncio con tono déspota e intransigente la mujer, —responda solo si se le pregunta, no murmure, no lo mire fijamente y … —la mujer se adelantó y dio un golpecillo en las enormes puertas, — sobre todo no se distraiga y cometa tonterías.
Inmediatamente las puertas se abrieron de par en par resplandeciendo por las joyas y el oro que las adornaban, la mentora de inmediato se adentró y se inclinó haciendo reverencia, — como usted lo ha pedido he traído a la muchacha mi señor. — La mujer extendió el brazo en dirección de la joven la cual se acercó de inmediato, y como se le había enseñado se inclinó haciendo reverencia, la institutriz en su continuo esfuerzo por hacerla quedar mal le jalo la frazada que cubría su rostro dejándolo al descubierto , ella hubiera querido decir que no fue su culpa, pero una punzada de conciencia le dejaba claro que no tenía caso, no era la primera vez que aquella mujer le hacía maldades y le ponía trabas, "es lo que te pasa por torpe" solía decirle siempre que terminaba por truncar su camino, vio como la fina tela quedaba inmóvil sobre el fino piso blanco de mármol a sus pies, y recordó que la institutriz la obligo a ir de rosa alegando que era el color favorito en las mujeres de él joven emperador.
—Mi disculpas mi señor , — Hinata escucho como al otro lado de la sala como una de sus "hermanas" resoplaba en son de burla, sin embargo ella siguió con los labios apretados y la mirada puesta en el suelo, la curiosidad era alta , cuantos años soñó con el rostro de aquel hombre por el cual según todos ella había nacido, "para servir al emperador" sin embargo , ni siquiera tuvo el consuelo de su voz, una reprimenda, inclusive una respuesta a su disculpa, simplemente escucho como se alejaba, desapareciendo tras las puertas que se cerraban, se reprendió mentalmente, el emperador era quien decidía cuando o con quien hablaba, y a quien le permitía verlo, cosa que Hinata tenía muy presente ya que después de diez años en el palacio jamás lo había visto, en una ocasión tuvo la fortuna vaga de creer que lo había escuchado, una voz perdida y distorsionada producto de los ecos del palacio, cierto o no, el creer que era su voz la cual había escuchado le hacía tener esperanza y un amor que ella no diferenciaría si fue inculcado o natural hacia el emperador.
— El motivo de su presencia, como ya deberían saber, es que nuestro magnánimo emperador, respetando las tradiciones ancestrales les permitirá, a ustedes, sus doncellas, salir un día, solo un día, a conocer y recorrer cualquier parte de su reino, — el hombre ya algo entrado en años, miro a las cuatro chicas y con un tono serio prosiguió,. —bien, sus mentoras se encargaran de explicarles los detalles de su partida, retírense a sus aposentos. — el hombre dio unos cuantos pasos hacia la salida y pronuncio antes de salir — Al emperador le desagrada el rosa, evite seguir poniéndoselo en presencia de su majestad.
Hinata fue la primera en salir de la habitación, seguida de su mentora y las demás doncellas, —o querida, siempre queriendo llamar la atención, lástima que no sea de una agradable manera, ¿no crees? — Dijo una despampanante mujer, muchos la consideraban la candidata predilecta para emperatriz, su tés era tersa y aperlada, con un rostro angelical y un cuerpo firme y delineado que resaltaba aun con la seda cubriéndolo, gustaba de adornar su frente con piedras preciosas que hacían que el hade de sus ojos brillara con intenso fulgor, — ten cuidado Hinata, que puedes hacer que te corten la cabeza mucho antes de que el emperador elija esposa, y no será la mismo si tu no ves cómo me proclama emperatriz.
La bella joven se alejó meneando las caderas con su mentora pisándole los talones, Hinata, con la experiencia y más aún por su carácter noble y pacifico la dejo alejarse sin responder a su comentario, a su lado llego Tenten, dándole un leve asentamiento de cabeza en señal de apoyo, la alegre y jovial joven había sido un gran apoyo, una contrincante honorable y una mujer admirable, era fuerte, segura de sí y muy amable, Hinata la sentía como una hermana mayor, a la cual respetaba y quería, a la cual tenía que ver como rival por un hombre, en ocasiones su mente le jugaba malas pasadas y traía a su pensar el que tanto una como la otra tenían la posibilidad de herir a la otra, sin embargo, siendo el único destino trazado alejaba los negros pensamientos y seguía a si, como si esa vida fuera la única opción.
— Esto no me gusta. — Tenten pronuncio con tono bajo y preocupado— no puede ser otra cosa más que una trampa.
— De esas que hacen que te corten la cabeza, — contesto una intranquila Hinata. Tenten que era muy precavida asintió mientras observo de reojo como las mentoras de ambas las seguían muy de cerca, — y no se puede confiar en ellas, será mejor que tomes tus precauciones.
— Y que lo digas, — respondió Hinata mientras veía el rosa de su atuendo, horrible, era un rosa opaco, casi diseñado para ser feo, ni alegre ni fresco, simplemente feo, y con un diseño demasiado malo para ser favorecedor, y fuera de ello, lo que más alegraba a Hinata era precisamente el diseño, empecinado en esconder sus atributos físicos que lejos de molestarla le hacía sentir cómoda, no gustaba de mostrar sus encantos ni de hacerlos notar y el que su mentora los ocultara tras un montón de tela era algo que agradecía secretamente.
—Hemos llegado, por favor síganos a sus aposentos para hablar acerca del día azul. — Las muchachas se separaron cada una en dirección de sus aposentos, unos cuartos separados del palacio, el cual se encontraba en una sección específicamente diseñada para su asilamiento, en el cual solo podían ingresar las mentoras y por su puesto el mismo emperador, los aposentos de las doncellas estaban considerablemente separados unos de los otros evitando así que las doncellas fraternizaran demasiado o incluso pudieran invadir el espacio una de otra, estaba estrictamente prohibido el que una doncella entrara al aposento de otra. Los aposentos eran grandes y lujosos, cubiertos en la más mínimas necesidades de las jóvenes, hermosos y cómodos, listos para cualquier visita nocturna, visita que muy a pesar de las jóvenes no había ocurrido, el jardín alrededor de ellos eran esplendido, lleno de flores y de árboles en flor, ocho en total, cada uno acompañado de una fuente de la cual su agua corría por un riachuelo que se dirigía al centro donde se unían en una enorme fuente adornada en oro, de ahí mismo era donde el camino que conducía del palacio a los aposentos se dividía en 4, cada uno a un aposento, cuidadosamente diseñados para el ingreso fácil y cómodo del emperador .
—Hinata, como se te informo, el día azul es una tradición de cientos de años donde el emperador, les permite a sus doncellas salir de palacio por primera vez en diez años, —. Haciendo énfasis prosiguió, — sin compañía ni vigilancia de ningún tipo.
— ¿Ninguno? ¿Ni siquiera usted? — pregunto con la desconfianza de quien duda.
—Ni siquiera yo, falta poco para que el emperador elija a su emperatriz, y como ya sabes, desde que llegaste aquí, se te ha educado y cultivado para tal fin, un esfuerzo y compromiso grandísimo, una tarea titánica, para ambas y es por eso que se creó un día, solo un día donde las doncellas puedan salir y relajarse, donde son libres de hacer lo que quieran, sin nadie que les diga que o no hacer, a que suena bien no Hinata.
La extraña aura de confianza y amabilidad de su mentora no hacía más que darle más resquemor y dudas, — es solo una muestra de gratitud del imperio, por tu gran esfuerzo y el gran sacrificio que implica el servir al emperador.
Hinata asintió con la cabeza, y viro hacia la ventana en la cual una vela brillaba con una intensa flama, una flama de la cual desde que estuvo en edad reproductiva se había encargado de mantener prendida sin importar el que, todo el tiempo, una brisa obligo a la flama a menguar y danzar luchando por no extinguirse por lo cual Hinata acudió a su auxilio de inmediato ante los ojos de su mentora, — hay que tener cuidado , las brisas pueden extinguir cualquier fuego por muy cuidado que este, y cuando se apague, ya no hay marcha atrás, es como la vida ¿no crees, Hinata? —Ella no respondió, solo miro a la flama resurgir grande, poderosa, segura en la protección que Hinata le otorgaba, sin embargo no pudo evitar sentir un escalofrió correr por su espalda mientras caía en cuenta que su vida era como ese fuego, que en cualquier momento podría desaparecer.
Continuara..
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Hola a todos después de más de un año sin escribir, hoy vuelvo con esta historia que hace más tiempo todavía rondaba mi cabeza pero no se dignaba a salir del desarrollo. Se trata de un mundo alterno, por supuesto una historia Naru-hina, aclaro la pareja ya que hay algo que quiero probar, y es que ustedes los lectores decidan el curso de la historia, como ya habrán notado, el único personaje principal que aclare quién era en este capítulo fue Hinata, , lo que quiero decir es que yo tengo dos historias planeadas, dependiendo de lo que los lectores decidan con la pregunta que hare al final de algún capítulo en específico decidirán el curso de la historia, aclaro que en cualquier caso nuestro Naruto será el protagonista de nuestra historia, en que condición y rol dependerá de ustedes, por ahora las preguntas son estas:
¿Quieren que continúe la historia, les gusto? Y si es así, que roll quieren que tenga Naruto, ¿el de emperador o el de salvador de una mujer en apuros? Espero sus comentarios, si esta historia es de buena aceptación actualizare de dos a tres días, sin más
Hasta la próxima
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