NdA: Mi limitada imaginación sólo me da abasto para cosas pequeñas por el momento, así que estoy optando por subir los resultados de estas pequeñas olas de inspiración.

Disclaimer: Los personajes pertenecen únicamente a Nintendo y a sus respectivos creadores, destacando entre ellos a Shigesato Itoi. El único beneficio que tengo al escribir estos fics es el entretenerme y entretener a mis lectores.

Advertencia: Cada historia tendrá sus respectivas advertencias, pero la mayoría contendrán Slash y algunas tratarán temáticas para mayores. Si no les gusta ninguna de las dos cosas, les sugiero que abandonen esta página de inmediato. No me responsabilizo por disgustos o traumas psicológicos ocasionados en sus virginales e inmaculadas mentes.

A lado de cada título está su rating correspondiente. Ojalá les guste. ;)


Manzanas (K+)

A pesar de estar nublado, era una linda tarde para caminar afuera. Nuestro amigo, el niño de los ojos de gato Toon Link, decidió aprovechar la tarde libre para andar solo por los inmensos jardines de la mansión Smash. Aunque no había sol el aire era cálido, si bien el cielo estaba cubierto por nubes no parecía que fuera a llover pronto. Sí todo era perfecto.

Entre los árboles que abundaban, el chico destacó uno: Un frondoso manzano que se encontraba aislado de los demás, cerca de una pequeña charca de agua cristalina. Sobre las ramas del árbol se encontraban colgando montones de apetitosas manzanas, difíciles de ignorar.

El Initio no resistió la tentación de colectar una, tomó su boomerang y con toda destreza lo lanzó para cortar el tallo. Tomó el fruto y lo mordió, se encontró con la sorpresa más desagradable: La manzana tenía un gusano dentro.

—¡Agh! —Toon Link escupió y se limpió la lengua con el puño de su túnica, arrojó con enojo la ya ocupada fruta.

Pero no iba a dejar que eso lo desanimara, habían muchas otras manzanas esperando. Creyendo que las de en medio serían menos propensas a estar enlarvadas, guardó su espada tras su espalda y se dispuso a trepar. Con torpeza andaba entre las ramas cuando enfocó una que llamó su atención, se acercó a ella con dificultad y la cogió.

—Te tengo —expresó glorioso mientras la limpiaba frotándola en su pecho y le dio una mordida, no había gusano por fortuna.

Un par de voces se hicieron oír a una distancia no lejana, eran sus mejores amigos del torneo. No escuchaba con claridad lo que decían, pero por curiosidad se quedó arriba escondido observándolos.

El par de psíquicos siempre fueron muy unidos desde el principio del torneo, siempre andaban juntos; si se veía a uno de seguro el otro estaría cerca. A veces los demás bromeaban al respecto, preguntando si también se acompañaban al baño, o si eran novios; Lucas sacudía su cabeza mientras que Ness se reía y les respondía con otra broma además de decirles que no.

Ambos adolescentes caminaban uno a lado del otro conversando, nada extraordinario. El rubio psicoquinético entonces optó por golpear de modo juguetón la visera de la gorra de su amigo. El trigueño acomodó su cachucha y miró al otro con el ceño fruncido.

Nah... Nada fuera de lo normal —pensó el pequeño arquero dándole otra mordida a su refrigerio.

Ness no lo iba a dejar así, así que cuando tuvo la oportunidad puso el pié pretendiendo dar un paso, haciendo tropezar a Lucas. Éste alcanzó a reaccionar y logró a sostenerse con las palmas de las manos.

—¡Ja! Estamos a mano —el veterano anunció con malicia mientras su camarada lo alcanzaba; Toon Link rió en silencio y rodó sus ojos, sí, eran cosas típicas de chicos, que incluso él hacía.

Pero el muchacho tímido no había terminado, dejó caer su peso de lado para empujar al chavo de cabello negro. Por si no hubiera sido suficiente, Ness por accidente pisó la manzana mordida y lanzada momentos antes y tropezó, cayendo en la charca.

Lucas rió a todo pulmón, y Toon Link se cubrió la boca para evitar que la carcajada se le escapara también.

El veterano se asomó retirando unas cuantas hojas de nenúfar de su cabeza y hombros, y se aproximó muy serio al púbero frente a él. Lucas se mordió el labio y colocó sus manos en su pecho, aún sin perder la sonrisa en su rostro.

—Ahora sí lo va a golpear —Toon Link susurró— esto se va a poner bueno.

Contrario a lo que el héroe del tiempo suponía, Ness no golpeó a Lucas, sino algo bastante extraño pero no del todo inesperado: Ness tomó al otro jovencito por los hombros y lo "castigó" con un ávido beso. El Initio boquiabierto se cubrió la boca con una mano, y con la otra apenas se alcanzaba a sostener de una rama para evitar perder el equilibrio.

El introvertido novato permaneció quieto un instante antes de rendirse y dejarse llevar. Cerró sus ojos, rodeó con los brazos el cuello de su compañero y devolvió el ósculo con la misma intensidad.

Oh... —El niño de los ojos de gato rió ante la escena, pero sus minutos de espía estaban a punto de terminar. Una enorme, verde y gorda oruga había estado subiendo por su espalda hasta llegar a su hombro. Al sentir la viscosa caricia en su mejilla, miró para encontrarse con la cara del insecto. Gritó asustado, y al intentar sacudirla perdió el balance y cayó al suelo junto con un montón de hojas y una docena de manzanas.

Se levantó de inmediato como si no le hubiera dolido el golpe y se sacudió todo mientras que casi se convulsionaba debido al asco. Al detenerse en seco vio a los psíquicos que lo miraban con terror y vergüenza.

El par de tórtolos se habían separado de inmediato, Ness trató de disimular mirando a otro lado tomándose la cintura, y Lucas no pudo evitar ponerse como un Máximo Tomate (pero sin la M).

El hombrecito de túnica verde no sabía que decir ¿qué excusa podría inventar?

En cambio, para disimular y fingir que no vio gran cosa, recogió unas cuantas manzanas del pasto y usó su túnica como canasto para sostenerlas. Luego miró al perturbado par, alzando la mano con el puño cerrado exceptuando sus dedos índice y medio.

—Paz —dijo antes de retirarse sin decir o recibir una palabra más.

Caminó a paso veloz hasta que llegó a la mansión y quedó fuera de la vista de cualquiera de los dos, soltó la orilla de su ropa para dejar caer los frutos y así poder sentarse recargado en la pared del exterior. Se quitó su gorro, limpió el sudor de su frente, y sonrió.

—¡Ja! ¡Lo sabía!

FIN


¡Saludos cordiales a todos! Sugerencias, comentarios y críticas son bienvenidas. Hasta pronto.