¡Buh!

Bueno, os dejo otra cosilla de las mías.

Esta es un poco más rara.

¡Nos leemos abajo!

.

.

.

Luna

Es cuando la Luna te sonríe cuando puedes hablar.

Suspiras.

Ríes.

Lloras.

Pero miras a la Luna.

La Luna es blanca como el jazmín y a Blossom le encanta.

La Luna. Esa Luna.

.

.

La sonrisa de Brick es altanera, idiota y arrogante.

Pero es tan blanca como la Luna.

.

.

La Luna te da las buenas noches con un beso en la frente.

Hay veces en las que ella se olvida de dártelo.

Entonces, va Brick.

Así Blossom siempre se duerme con un beso.

Algunas veces de la Luna, otras veces de Brick.

.

.

Brick sabe cuándo la Luna está triste.

La Luna está triste cuando Blossom tiene los ojos apagados.

Cuando la pelirroja no brilla, la Luna no sonríe.

Porque, claro, Blossom brilla con luz propia.

Y la Luna es solo un reflejo de esa luz.

Por eso, cuando la Luna no brilla, Brick salta de su cama.

Baja por su ventana.

Corre por las calles.

Mira sentado en una rama.

Suspira.

.

.

Toc toc.

La ventana se abre.

- ¿Qué haces aquí?

- La Luna no brilla.

- Lo sé.

Brick se inclina y Blossom cierra los ojos.

Labios se posan en su frente y ella sonríe.

La Luna empieza a brillar.

Por supuesto.

Faltaba más.

.

.

.

Lucero Gómez al teclado:

Sé que no es lo que mejor me ha salido, pero quería compartirlo.

Es corto, lo sé.

Espero que os haya gustado.

Lucero Gómez