primero voy a avisar que puede que el contenido de este fic más adelante puede ser un poco sensible para algunos así que les recomiendo discreción. Por ahora el contenido de este capitulo puede ser algo NeruxLen (como lo odio xp) y tal vez algo misterioso pero será mejor que no diga mucho en lo que habrá en este este capitulo ya que seria spoiler y no tendría chiste en leerlo xD

Bueno espero que lo disfruten.


Excursión

Fuego.

Eso era lo único que había dentro de unas instalaciones de alta tecnología que se encontraba en lo más profundo dentro de una montaña que se encontraba al noreste de Kioto, Japón.

Todo lo que estaba dentro de los cuartos estaba hecho un caos. Los tubos de ensayo, los vasos de precipitado, cristalizadores y todo lo que estaba hecho de cristal fueron reducidos a pequeños fragmentos de vidrio y todo lo que estaban dentro de estos estaban derramándose por todo el lugar, las computadoras y los papeles con notas muy importantes estaban siendo incinerados por las llamas.

Pero lo que más llamo la atención eran los charcos de líquido carmesí y los cuerpos que llevaban puesto batas blancas que estaban sobre ellos y estaban por todos los pasillos y los cuartos que estaban siendo incinerados por el fuego y creando una vista y olor desagradable que te daba ganas de vomitar con solo verlo.

La cara de los cuerpos tenía una expresión de asombro y miedo. Y algo más notable que esas expresiones en sus rostros eran los agujeros que tenían en el centro de sus frentes y también en el centro en donde se localizaban sus corazones.

Nada de vida quedaba dentro de esa base que alguna vez fue de un color blanco inmaculado.

Nada excepto en una habitación en particular.

Pero al igual que las otras, había llamas en ella.

En la habitación más grande que había en ese lugar había dos figuras que aun respiraban.

Una de ellas era de altura muy alta de cabellos castaños y ojos del mismo color, complexión musculosa y bestia de un traje muy elegante de blanco que estaba por debajo de una bata de laboratorio y tenía las manos dentro de dicha bata. Pero lo que más se notaba en él era la expresión que tenía en el rostro. En sus ojos se podía ver el placer, perversidad y libido. Mientras que la sonrisa que tenía era de pura satisfacción y arrogancia.

Y la otra era de una estatura mucho más pequeña que la primera. De ropas ajustadas de color negro y que dejaban al descubierto ciertas partes de su cuerpo. Tenía puesto una máscara y varios accesorios de oro incrustado con piedras preciosas y le apuntaba a la figura más alta con una pistola Bersa Thunder 380. Y a diferencia de la persona sonriente que tenía enfrente. La persona vestida de negro tenía una expresión de repulsión y una ira que mataba por querer salir al exterior. Esa persona dejo mostrar sus dientes que los mantenía fuertemente apretados.

Como si esa fuera la única forma de no dejar su cólera libre.

– No te muevas… Al – dijo el nombre de la persona que tenía en frente.

– ¿Esa es forma de decirle a tu sensei? – dijo con burla el castaño sin importarle que le estaba apuntando con el arma.

– Desde el momento en que me atrapaste dejaste de serlo – le temblaron las manos mientras trataba de controlar su rabia al recordar los recuerdos podridos.

– ¿No le darás a tu querido amante otra oportunidad… princesita? – su sonrisa se hizo un poco más grande y más libidinosa.

Le escupió en el rostro, más la sonrisa de Al no disminuyo.

– Yo jamás fui tu maldita puta – su furor aumento más de lo que ella creyó posible mientras trataba de evitar jalar del gatillo de su arma – ¡Llego la hora de que pagues por todo el tormento que nos hiciste pasar!

.

Suspiro.

Una chica rubia de 14 años que tenía apoyado su hombro izquierdo en la ventana del autobús en movimiento miraba con aburrimiento el paisaje que se movía mientras trataba de ignorar la emoción y las alegres pláticas de sus compañeros de clase que se escuchaban por todo el transporte.

Hace aproximadamente un mes, su sensei Al les dijo a todo el salón que gracias a que todos aprobaron sus exámenes como compensación les ofrecía llevarlos de excursión al monte Hiei que se encontraba al noreste de Kyoto. Obviamente tendría que darles una forma y traerles la firma de sus padres. Todos decidieron ir. Aunque fuera opcional el ir o no, ellos no desperdiciarían estar lejos de las tareas de la escuela por una semana.

Además sus padres no se opusieron en que ellos fueran a dicho monte ya que si Al iba a supervisarlos y en que ellos estuvieran bajo su protección, no habría nada que temer.

Suspiro nuevamente al pensar en todas las cosas budistas que se podrían encontraran en esa montaña.

No le llamaba la atención en lo absoluto.

No sabía porque acepto ir. Ella prefería quedarse en su departamento en Osaka, ver la televisión y comer sus deliciosos cítricos a estar en un el exterior en donde los insectos y arácnidos pueden picarte si te quedas quieto o mientras uno duerme.

– Oye Rin ¿Por qué te ves decepcionada?

Rin miro al asiento derecho y vio a una chica hermosa de cortos cabellos verdes y ojos azules y con un vestido naranja con amarillo y con unos lentes rojos sobre su cabeza.

Gumi Megpoid.

Amiga y compañera de toda su vida.

Sonrió al ver la preocupación de su amiga por ella.

– No es nada Gumi – la tranquilizo – es solo que no quería venir a este viaje

– Si no querías venir… ¿Por qué viniste? – dijo extrañada la peli-verde al escuchar a la rubia.

– Solo vine por…

– Lenny-kun~

Una molesta voz entro por sus oídos y resistió la tentación de arrancárselos en ese mismo instante.

Ella giro la cabeza al origen de esa fastidiosa voz y vio a una chica de cabello largo amarrado a una cola de caballo alta de color mostaza y ojos del mismo color que abrasaba el brazo de un chico con un rostro similar al suyo que ignoraba a la chica que le abrasaba y le prestaba más atención a algo inexistente que estaba en el suelo del camión.

Aparto la mirada con irritación de esa imagen.

Una semana antes de que Al anunciar lo de la excursión Len había terminado su relación con ella sin ninguna explicación que lo justificara. Que ella recordaba no había hecho nada mal que afectara o amenazara una ruptura entre ellos. Ellos habían hecho muchas cosas juntos.

Todo excepto tener sexo con él, una masturbación entre ellos dos o el sexo oral.

Aun no estaba lista para eso.

Al día siguiente después de que terminaron él se hizo novio de Neru Akita.

El Celular humano.

Todos la conocen por ese apodo. Hasta los profesores y el director de la escuela. Es porque siempre tiene a la mano su celular y siempre lo usa hasta en las horas de clase. Nunca se separa de él. Es como si se hubiera puesto pegamento en la mano para nunca perderlo y siempre utilizarlo cada vez que ella desee. Incluso cuando comenzó su relación con el rubio aun lo usa. Aunque no tan frecuente como suele hacerlo.

Y lo peor de todo.

Es en que ellos se tocan sus genitales en todos lados. En los lugares públicos o incluso cuando alguien está presente.

Y ella tuvo la mala fortuna de verlos cuando estaba en el parque.

Y al día siguiente después de que Al hablo sobre el ir al monte, el maldito oxigenado tuvo el cinismo de decirle que al menos quería ser su amigo y que le gustaría que ella fuera con todo el salón al viaje.

Lo primero en la mente fue en gritarle un fuerte y claro ¡NO!

Porque ella aún seguía enojada con él por votarla a la basura sin explicarle nada y empezar a salir con el Celular humano el día después de que ellos terminaron.

Pero al ver sus ojos y la forma en que se lo pedía no pudo resistirse a sus encantos del tipo loli-shotta.

Ella culpaba a sus sentimientos que aun tenia por él.

– Ya veo porque

Miro a la peli-verde que veía a la pareja rubia. Para su desgracia Len empezó a besarla apasionadamente y empezó a meter su mano bajo la falda de la rubia sin ningún tipo de vergüenza e ignorando el riesgo de que puedan ser descubiertos.

Ambas miraron con desagrado esa erótica escena.

– Debería comerse mil agujas por eso – Rin volvió a mirar hacia la ventana mientras su rostro se ensombrecía.

– Rin no digas esas cosas morbosas – miro otra vez a la pareja y después a su amiga – aunque puede que tengas razón

Suspiro por centésima vez ese día.

El viaje de Osaka hacia el monte Hiei era muy largo y en efecto muy aburrido. Ella maldijo el momento en que Al les dijo que aparatos eléctricos no están permitidos y que estarían acampando en la zona deshabitada del monte.

En momentos así mataría por tener mi reproductor de música ahora

Pensó mientras cerraba los ojos en un intento de dormirse e ignorar todo a su alrededor. No supo en que momento ella se quedó dormida.

.

– Rin

Gruñido

– Rin despierta ya llegamos

– ¿Eh?

Fue lo único que salió de su boca mientras recuperaba el conocimiento y trataba de quitarse el resto del sueño que le quedaba. Al abrir los ojos por completo vio a Gumi que agarro su mano y empezó a arrastrarla fuera del transporte.

Se quejó un poco en cuanto los rayos del sol chocaron con su cara haciendo que pusiera su mano libre para hacerle sombra a sus ojos para que no le incomodara más de lo que ya estaba.

Cuando se acostumbró a la luz ella dejo de cubrirse y observo que todos estaban fuera del autobús. Observo las miradas de asombro de todos al ver el hermoso paisaje frente a ellos.

– ¡Atención!

Todos sus compañero (incluyéndola) le prestaron atención a su profesor que les daba una gentil sonrisa.

– Bienvenidos al monte Hiei

Todos vitorearon de felicidad. Incluyendo Neru.

Sin embargo…

No sabía porque le dio un repentino escalofrío.


¿Comentarios?

Bueno como advertí seria un poco NeruxLen (mareo Dx) y si quieren saber que fue lo que ocurrió tendrán que esperar en los capítulos que hare. No se preocupen solo será de cuatro capítulos, máximo cinco. Pero lo que si podría preocupar es el tiempo en que me tome para actualizar, ya que como sabrán tengo otras historias que deben ser actualizadas u.u agradecería, mucho los reviews :D

Nota:

En una vieja superstición de que si sientes un escalofrió repentino significa que alguien acaba de pisar la que será tu tumba.