Disclaimer: Narnia y sus personajes no me pertenecen, le pertenecen a C.S. Lewis y las personas que tengan los derechos, No escribo esto con ánimos de lucro, solo pura diversión y aburrimiento.

Razones y recomendaciones: Decidí que quería seguir escribiendo historias de Lucy y Rilian ya que me parece una buena pareja, en este nuevo fic espero y les guste porque no sé cuando lo podre terminar ya que tengo algo de trabajo en la escuela pero hare lo posible por actualizar este fic y terminar el otro.


CAPITULO 1

COMENZANDO LA HISTORIA

(Narnia)

Habían pasado casi veinte años desde que los reyes Lucy y Edmund visitaron Narnia por última vez, el Rey Caspian estaba casado con una estrella llamada Liliandil, tenía un hijo muy parecido a él pero con los ojos de su madre, la relación entre padre e hijo de unos cuantos años para este momento era muy difícil porque Rilian como se llamaba el príncipe, no le gustaba que su padre hiciera sentir mal a su madre con recuerdo que según él nunca regresaría.

Hoy estaban desayunando en el gran comedor la familia real, era un ambiente tenso porque la noche anterior Caspian y Liliandil habían discutido de un tema viejo que aun traía recuerdos dolorosos.

-¿Cómo dormiste padre? Porque de nuevo te vi en saliendo de la sala de tesoros, tu lugar favorito –dijo sarcásticamente el joven príncipe.

-Lo mismo te pregunto yo, ahora como se llama tu nueva novia –respondió Caspian mirando a su hijo severamente.

-Eso no es relevante padre, lo que si es como sigues haciendo menos a mi madre quien te ama, hazte a la idea de que la reina jamás volverá –decía Rilian enojado.

-Rilian hijo tranquilo –decía su madre preocupada por la reacción de sus dos grandes amores su hijo y su esposo.

-¡Como quieres que me calme, madre! Ya te miraste los ojos –exclama con furia Rilian levantándose de la mesa.

-¡NO LE GRITES A TU MADRE DE ESA FORMA JOVENCITO! –ordeno enojado Caspian también levantándose de la silla.

-¿Qué no le grite? –Mirándolo fijamente –y tú qué haces cuando se pelean, una sombra no te deja ser feliz padre –los ojos se le llenaban de lágrimas del coraje que sentía -¿Cuánto amor más necesitas para olvidar a la Reina Susan? –pronunciaba seriamente

-No quiero discutir contigo, de nuevo –respondió Caspian quien le temblaba la mano de todo lo que sentía.

-Ya veo que cobarde eres para no admitir que sigues obsesionado con ella –concluyo tajante Rilian mirando preocupado a su madre –sabes se me quito el hambre me voy.

Rilian salió del comedor seguido por sus guardias mientras Liliandil miraba a su esposo con resentimiento ya que su hijo cada vez que trataban estar en familia, el recuerdo de la Reina Susan se convertía en discusión.

-Contento, después de tantos años rogándote creo que no ha servido mucho –dijo fríamente Liliandil levantándose de la mesa.

-¿A dónde vas? –pregunto Caspian al verla alejarse

-A donde pueda pensar, creo que a mí también se me quito el hambre –caminado hacia la salida si antes dar un vistazo a su esposo quien se sentaba de nuevo y se tomaba con las manos desesperado la cabeza.

Caspian quedo solo en el comedor, su vida no estaba muy bien ya que su matrimonio vivía bajo la sombra de su antiguo y primer amor, su hijo era un irresponsable y mujeriego que no terminaba reclamarle cada vez que podía y además se encontraba desesperado porque los últimos días le habían estado mandado notas anónimas en las cuales le decían que pagaría con su hijo.

-Susan porque no puedo olvidarte, solo dime porque aun Te amo –decía para sí mismo mientras desde la puerta lo miraba su esposa con los ojos llenos de lágrimas por las últimas palabras pronunciadas por su esposo.


(Narnia)

En la obscuridad aun existen enemigos poderosos que el rey de Narnia desconoce, un ser malvado lleno de magia obscura ha sido despertado por un grupo que quieren derrocar la monarquía, pero también han descubierto una grieta a un mundo desconocido que no hay regreso.

-Ya está listo –dijo desde las sobras una voz ronca

-Si su excelencia –dijo un mino tauro haciendo reverencia

-Ya saben que hacer –ordeno aquella voz

Los soldados salieron rápidamente internados en el bosque, esperando a su presa quien iba en su caballo blanco junto con sus dos guardias. El príncipe Rilian lo que más le dolía al rey pagaría por lo que hizo unos meses antes.

Rilian cabalgaba a toda velocidad por el bosque dejando a sus guardias muy atrás, solo cuando estaba enojado hacia eso, su padre lo decepcionaba cada día más, no podía soportar ver los ojos de su madre lleno de lágrimas por una sombra que siempre vivió desde el principio.

De repente sintió que alguien lo observaba desde la copa de los arboles pero para esto ya no tuvo tiempo de sacar su espada ya que en segundos alguien lo tiro del caballo con una flecha que le dio justo en un hombro, el golpe lo dejo aturdido, sintió que alguien lo levanto con tanta facilidad que no pudo moverse, lo amararon a un árbol de manos y pies.

-¿Qué quieren? Recuerden que soy hijo del rey –pronuncio Rilian

Se acerco a él un tipo alto, fornido y con un parche en ojo y le arranco la flecha del hombro haciendo que saliera sangre junto con un fuerte dolor.

-Sin duda alguna es su majestad el príncipe –pronuncio un mino tauro quien se acerco.

-¡CUANDO MI PADRE SE ENTERE USTEDES LO PAGARAN! –exclamo Rilian furioso

-Imagínese su majestad, cuando el rey se entere de que su hijo jamás volverá –enseñándole una daga –porque hoy lo acaba de perder –dijo malignamente mientras le clavaba aquella daga en el abdomen –desátenlo y envíenlo a un mundo que jamás volverá.

Rilian se debilito, dos tipos fornidos lo tomaron de los brazos y mientras lo arrastraban ferozmente que en ocasiones sentía que sus brazos se despegarían de su cuerpo. Observo que llegaron a una especie de cueva que tenía en su interior varias antorchas para guiar el camino lleno de rocas hasta topar con un gran agujero en donde se veía un gran remolino.

-Hasta aquí llego su paseo querido príncipe –dijo burlándose uno de ello

-Pe… pero… ¡Noooooooooooooooooo! –grito Rilian justo cuando lo lanzaron al centro del remolino que lo absorbió.

Rilian cayó en algo duro, se levanto, era de noche y llovía a cantaros, las heridas que tenia lo estaban debilitando mucho, de repente algo sonó para cuando volteo algo de metal lo golpeo duramente dejándolo en el piso nuevamente pero ahora sentía que su brazo no respondía y no se podía poner de pie así que hizo un esfuerzo llegando hasta una pared, se apoyo para caminar, pero su cuerpo seguía debilitándose de repente observo que una pequeña luz le llamaba y tratándola de atrapar, tropezó con unos escalones para caer totalmente inconsciente.


(Londres)

En la pequeña casa de los Pevensie hoy se notaba un vacio ya que una vez más el señor de la familia había salido a la guerra, Lucy Pevensie se encontraba muy animada leyendo un libro que su hermana le había traído desde América, era la tercera vez pero le gustaba mucho.

-De nuevo leyendo ese libro Lu –decía animada Susan quien traía sus deberes terminados.

-Me gusta mucho –dejando el libro al lado –veo que no ha dejado de llover es como si Londres también extrañara a nuestro padre –acercándose a la ventana para ver como caían las gotas de lluvia.

-Creo que sí, pero no te preocupes pronto regresara –decía Susan quien llegaba junto a su hermana para abrazarla y darle su apoyo.

Lucy estaba observando por la ventana que daba a la calle que por la lluvia no se veía mucho, de repente se quedo en suspenso porque algo cayó en los escalones de la entrada de su casa.

-¡Susan, algo se movió fuera de la casa! –exclamando Lucy llamando a su hermana para que pusiera atención

-No veo nada Lu, debe de ser tu imaginación, solo espero que deje de llover mañana porque Robert me invito a salir –dando un suspiro esperanzador.

-¡No puede ser! –exclamo estupefacta a lo que acababa de ver

-¿Qué paso, Lucy? No me asustes –dijo Susan a la expresión de Lucy

Lucy rápidamente llego a la puerta y la abrió para ver una gran sorpresa, Susan al ver a su hermana se puso al lado de ella y se quedo atónita a lo miraba, un joven herido en la puerta de su casa.

-¡MAMÁ! –grito Lucy desesperada llegando hasta el joven –aun vive

-No lo to… ques –decía nerviosa Susan al ver a su hermana empapada tratando de levantarlo

En ese momento llego su madre para ver lo que sucedía al ver que en la puerta de su casa estaba un joven herido, rápidamente lo reviso al ser enfermera.

-Peter, Edmund ayúdenme este joven necesita ser atendido –ordenaba su madre

-Pero mamá, es un desconocido no podemos meterlo a la casa –exclamaba Edmund

-Necesita de mi apoyo y sabes que en este momento no hay espacio en el hospital y si llego a esta casa es por algo y no lo dejare aquí –decía desesperada su madre

Peter y Edmund a regañadientes obedecieron a su madre metiendo al joven a la casa, rápidamente lo subieron a la única habitación vacía que había.

-Pónganlo en la cama –ordeno a sus hijos –Susan el botiquín esta en cerca de la alacena rápidamente traerlo y Lucy pequeña ve a cambiarte estas empapada –decía tiernamente a su hija quien estaba sorprendida con el joven herido.

Lucy obedeció a su madre pero al caminar hacia su habitación observo algo dorado en el piso, al acercarse observo que era una cadena con un dije que contenía unos símbolos extraños y en la parte de atrás decía Rilian.

Peter y Susan ayudaban a su madre a curar al joven quien estaba mal herido.

-Este joven recibió un balazo o algo parecido en el hombro –decía sorprendida con la herida

-Me parece como… -recordando antiguas cosas –pero no puede ser

-A que hija –decía su madre mientras terminaba de curar una de las heridas

-No… olvídalo –respondió Susan

-Estuvo muy cerca de la muerte, aunque este inconsciente, lo revise y tiene una costilla quebrada y el pie derecho no sé cómo pudo caminar hasta aquí, también qué extraña vestimenta parece que viene de una fiesta de disfraces –comentaba al quitarle la ropa para ponerle ropa seca –creo que la ropa de Edmund le quedara pobre chico sus padres deben de estar desesperados –decía tristemente

-Se parece a alguien que conozco o conocí –comento Peter al observarlo mejor

-Tienes razón a mí también me dio esa impresión –decía Susan negando al recuerdo de quien lo provocaba.

Después de casi tres horas terminaron de curarlo y dejarlo estable según su madre, después de eso todos se fueron a dormir.

Lucy despertó a mitad de la noche ya que quería ir a ver al nuevo visitante, abrió lentamente la puerta se paró a un lado de la cama donde se encontraba aquel joven desconocido.

-Así que te llamas Rilian, porque eres tan parecido a alguien que conocí –decía Lucy para si misma sentándose en un lado para observarlo más de cerca, su mano temblaba al acercarse a tocarle la cara.

DE repente escucho pasos que venían hacia la habitación por lo que se levanto rápidamente y observo que su hermana estaba en la puerta de la habitación mirándola extrañamente.

-¿Qué haces aquí? –pregunto Susan extrañada a Lucy

-Nada solo… pase a ver si había despertado y podía saber cómo se llama –mintiendo –pero sigue igual de inconsciente –decía Lucy caminando hacia su habitación evitando la mirada de Susan quien estaba extrañada ante la actitud de su hermana.

De nuevo las dos volvieron a la cama tratando de descansar y pensando sobre el misterioso joven que llego a la puerta de su casa herido, lo que nadie sabía era que un príncipe de las tierras de Narnia cayó en las tierras de los reyes antiguos por obra de un ser malvado quien jamás se imagino a donde lo envió.


Otro fic

otra historia

espero y les guste