Notas, Disclaimer y algo que decir:

Si estas aquí, tienes suerte.

Lo antes expuesto es debido a mi poca experiencia en la web, incluye FanFic.

Editar corriendo es malo, perdonad mi poco tacto en este capítulo.

Los personajes no me pertenecen, son creaciones de Hajime Isayama.

Géneros: El que lector le coloque. Yo lo clasifico Romance.

Es Levi x Eren.

Esta historia actualiza los domingos.

Los comentarios abajo.

Juntos leeremos partituras que crearán hermosas y melódicas emociones


Partitura 1-2:

Instructor

Ese primer día en escuela, Eren concibió una imagen interesante de un persona. Podía dividirlo en dos aspectos: El primero, su instructor parecía más joven de lo que aparentaba mostrando un rostro suave, piel tersa y un cabello lacio muy cuidado al corte militar, lo que llevaba al segundo aspecto; Si no tuviera un aura tan temible, aterradora y asesina, ese joven pelinegro pudo ser extremadamente popular en cualquier entorno.

Levi Rivaille era un ser especial. Físicamente contaba con la previa descripción más una tez pálida y cuerpo atlético y compacto. Aún así, era seriamente aterrador ya que su persona emanaba un aura espeluznante y tétrica. Miraba a la gente con cautela y sin demostrar ninguna expresión. Daba la impresión que todos ellos les daba igual.

A decir verdad,que todo el mundo le daba igual.

-Me alegra que este seguro de sí mismo, señor Braun- dijo con naturalidad. Reiner se paralizó al escuchar su nombre de forma que lo haría un verdugo con su ejecutado.–Dígame, ¿qué instrumento toca usted?

-Trombón Tenor, Señor- dijo el rubio con algo de esfuerzo,mientras sonreía nervioso ante aquella situación.

-Muy bonito instrumento, necesita mucha respiración para evitar caer en una nota- dijo Rivaille mientras acariciaba su cabello – Antes de comenzar la clase. Haremos algo divertido.

Rivaille se levantó dejando a todos congelados. Suspiró con fastidio, abrió el ventanal de la clase, que estaba a la derecha de su escritorio, y observó desde ese punto a los jóvenes aprendices.

-De verdad, que molesto.- Chistó Levi saliendo de clase.

Aquello fue el detonante de murmullos y comentarios. Nadie podía creer que aquel ser pequeño y aterrador les daría clase en el primer añ miraban a Reiner con pesar, ya que había molestado al profesor con su actitud grosera.

Cuando volvió Rivaille, traía una maleta marrón grande. Un Trombón Tenor siendo protegido por un protector llegó.

-A los estudiantes de Viento se les solicitó traer su boquilla. Braun, venga y colóquele su boquilla al trombón- dijo Levi sacando al precioso instrumento dorado de su protector.

Reiner obedeció en silencio. El chico se levantó con elegancia hondeando su orgullo americano. Miró por encima del hombro al instructor, que si no tuviera el aura de un feroz hombro hambriento hubiera sido violentamente maltratado por el rubio chico.

La musculatura de Braun era entrenada todos los días en su residencia en Munich, practicaba lucha libre con un viejo amigo ruso veterano de la guerra.

-¿Cómo prefiere tocar, de pie o sentado?- Dijo Rivaille mientras Reiner colocaba la boquilla del trombón. Levi caminó hacia los alumnos y se sentó en el primer asiento. Eren sintió como todos se incomodaban bajo la presión de Levi. El chico se sorprendió sonriendo bajo el inmenso poder que tenía el maestro.

-Lo haré de pie, señor- Contestó Reiner una vez acabado el proceso de boquilla.

Todos le miraron con atención mientras sostenía el trombón. Estaba tensa la clase,sin un susurro ni suspiro.

-Quiero que toque su mejor pieza. –Ordenó Rivaille cruzando los brazos mirando con ferocidad al americano.

El rubio asintió con una pequeña confianza y partiendo de ella,comenzó a tocar.

El trombón tenor era un buen instrumento para Reiner. Era fuerte, respetable y muy patriótico con sonidos firmes. Tocaba una canción interesante y llena de seguridad.

Pero de repente, como a los cinco minutos de empezar a tocar, Rivaille detuvo la interpretación de Reiner con brusquedad.

-Bien, Braun. Esta usted muy seguro de si mismo.- dijo Levi sin expresión alguna en la voz. Luego hizo una señal para que Braun caminara hacia la ventana.

Lo que vio, aterró al joven americano.

Las personas salían del instituto y todos miraban con atención la ventana del salón de Rivaille. Nadie comentaba nada, solo miraban a Reiner con mucho atención y sin hablar entre ellos.

-Toque en Sol mayor lo que acaba de tocar, ante todas esas personas. Y haga que una de ellas detenga lo que pasará a continuación.

Reiner tocó en Sol la canción y sintió como el aire le faltaba. Las personas mantenían la mirada fija en el rubio.

Todo sucedió como una cadena.

El aire le faltó a Reiner, las notas comenzaron a caer bajo la poca respiración y la presión tanto de los estudiantes como de Rivaille.

Los estudiantes comenzaron a reír y a burlarse de Reiner. El chico mostraba claras intensiones de terminar de tocar, pero el instructor se acercaba con peligro cada vez que pretendía hacerlo.

Aquello duró unos cinco minutos. Cinco minutos eternos para el trombonista.

-Basta, Braun. Calle ese sonido - dijo bajando el trombón de Braun. El chico sudaba y respiraba con agitación. El instructor hizo señas en la ventana para que todos los estudiantes se dispersaran.

El plan del primer día siempre funcionaba, aquel día no sería la excepción.

Por lo general en las clases de Rivaille ingresan muchos talentos con habilidades impresionantes para tocar música. Claro, la mayoría de ellos representan solos de gran calidad. Y es por eso que eran asignados a la clase del pelinegro, quien había estudiando por mucho tiempo el perfeccionamiento de grandes músicos y además, hacerlos trabajar en equipo.

Casi siempre, había un idiota como Reiner Braun quien se creía superior a los demás.

- Señor Braun, ¿Cuántas veces se le cayó la nota?-Preguntó Levi levantándose de su asiento.

El silencio de Reiner

-Puede responder o irse de mi clase- dijo Rivaille mirando al joven con esos ojos peligrosos.

- 15 veces, señor. – Repsondió finalmente el otro

-15 veces...- dijo Rivaille a la clase.

El silencio se matenía en todo momento.

-Esta mañana tomé un café muy bueno, chicos. La señora Hilde cocina bastante bien y admito que esa es mi debilidad. En fin, ese café lo extendí tantocomo pude hasta la penosa imagen que vi esta mañana. El señor Braun se regodeaba de notas caídas y ahora ha caído en lo que él nunca esperó.

Los miró a todos. Continuó.

-En esta clase tengo a los mejores de los mejores. Pero sobre todo, quiro que sepan que la música no es algo adquirido. Es algo que se desarrolla siempre, y además es de continuo aprendizaje. Las personas debemos tomar la música con respeto. No para alardear. Además, nadie quiere sentir el desprecio que acaba de sufrir el señor Braun, ¿cierto?

Todos comprendieron entonces el porqué del ejercicio de Rivaille. Y su respeto por el instructor creció con buena gana. Y con temor, claro.

Rivaille acababa de humillar a Reiner sin necesidad de tocarlo ni agredirlo. El rubio quitó su boquilla y volvió a su asiento con la mirada esquiva. Rivaille lo miró con frialdad y se dirigió a todos

-Que esto sea una lección para todos ustedes, niños. Todos creen tocar algo cuando en realidad no tienen la confianza suficiente para hacerlo. Este año será duro para todos, pero en especial para ustedes y el entrenamiento que se les viene.

Todos miraban a Rivaille. El silencio era sepulcral y nadie bajaba la mirada del profesor.

-Empiecen a decirme sus instrumentos y sus apellidos. No necesito sus nombres- Dijo Rivaille sentándose en su escritorio.

-Arlet. Flauta- dijo Armin a los pocos minutos de tensión.

-Ackerman. Contrabajo- dijo la chica diciendo el nombre correcto de su instrumento. Fue neutra cuando Rivaille la miraba con algo de atención

- Jaeger, Violin- dijo Eren sintiendo la fría mirada de Rivaille

- Braus, Flautin- dijo Sasha con timidez

-Leonhardt, Chelo- dijo Annie con calma

-Reiss, Viola- dijo Historia

-Ymir, Oboe- dijo la morena mirando inexpresiva a Rivaille.

-Fubar, Fagots- dijo Berthorld

-Boldt, Trompeta- dijo Marco con calma

-Kirschtein, Violin- dijo Jean

-Springer, Clarinete- dijo Connie

- Y mi querido Trombón, Braun- dijo sarcásticamente Rivaille mirando a Reiner. – Sus instrumentos son variados. Y me imagino que querrán saber por qué estamos aquí. Formalmente me presento, Soy Levi Rivaille. Soy profesor desde hace cinco años en esta escuela. Pero como las clases generales no me soportaban me asignaron a entrenar a los solos. Aún no veo que tienen de especial ustedes y no me importa, pero aprenderán verdaderamente lo que es un solo.

Todos quedaron en Silencio y Rivaille continuó.

-El que se quiera ir. Puede hacerlo. De verdad no quiero basuras en mi clase.

Las palabras del profesor era variantes. Pero siempre mantenían un tono calmado.

Cuando el recuerdo de la humillación de Reiner fue olvidado, la severidad se hizo presente. Dependiendo de los instrumentos eran sometidos a pruebas de respiración, de tacto, de resistencia. Les daba lecciones con el pentagrama y sus símbolos. Era una especia de introducción al infierno.

Las clases en la escuela superior de música duraban 7 horas y las clases empezaban a las nueve de la mañana. Seis horas que se hicieron eterna con las lecciones de Rivaille. Nadie comentaba nada pero nadie se divertía.

-No sé si vaya a dejarlo- dijo Armin al salir de clase. – La música para mí es divertida. Pero el instructor Rivaille es muy severo

-Si... Cree que estamos en la milicia o algo similar – suspiró Jean comiendo su almuerzo. Rivaille no los dejó salir hasta las tres de la tarde sin permiso para comer o ir al baño.

-Es difícil.- Dijo Eren. No se había divertido en absoluto. Las clases de Rivaille eran severas y llenas de angustias. Pero algo le entretenía de todo aquello.

-¿Te agradan las clases, Eren?

-Siento que aprenderé mucho si sigo ensayando con Rivaille

La respuesta del chico incentivó a sus amigos a seguir ensayando.

Al día siguiente Reiner, Berthorld, Connie, Marco, Sasha y Annie lo habían dejado. Se transfirieron a algún otro profesor sin decir nada más. No era común en la escuela cambiarse de profesor, pero con Rivaille siempre hacían esa excepción. Quedaron seis.

-Vaya. Un solo día soportaron aquellos. Incluyendo mi trombonista favorito. – dijo Rivaille al final de la clase. Había sido otro día agotador. – Para mañana quiero un ensayo de cinco páginas antes de seguir con ustedes.

Todos suspiraron. Rivaille era un francés que mandaba muchos trabajos a casa como historia, simbologías, descripciones, sonidos y melodías. Incluso a descifrar ondulaciones de sonido dependiendo de la nota de tal o cual canción.

-Quiero saber por qué tocan el instrumento que tocan, quiero una grabación adicional de su mejor melodía. Denme su historia y yo les haré tocar. – Dijo Rivaille dos meses más tarde de lento sufrimiento. Aún se mantenían los seis, así que el francés se resignó a sus alumnos.

A todos les sorprendió eso. Rivaille se levantó y salió del salón. Los chicos se reunieron para irse a casa juntos.

-Al menos, quiere saber de nosotros- dijo Armin, claramente agotado con las muchas tareas que le había asignado Rivaille

-No creo que sea de nosotros, Armin- dijo Mikasa muy perspicaz.- Cuando pregunta por qué tocas no es por ti, si no para conocer la vida del instrumento

Eren quedó pensativo mientras se despedía de todos. Su apartamento quedaba a media hora, tentativamente, del instituto donde estudiaba.

Al llegar a su casa, nadie lo recibió. Era normal.

Miró su primer violín y sonrió. Buscó un ordenador y empezó a escribir.

Eren Jaeger. Violín.

"Mi madre murió luego de que algún borracho la atropellara un viernes. La vida cambió para mí. Ella me regaló por primera vez el instrumento y desde ese entonces fui retado. El violín era difícil y sacó de mi lo mejor que pude dar. Tardé dos años en aprender a tocarlo a la perfección, y cuando digo perfección es a sacarle notas agradables (Eren recordó la humillación a Reiner). Estoy solo en el mundo. No tengo familia aunque he logrado cosechar a dos grandes amigos. Mikasa y Armin me han acompañado al igual que mi violín. Por eso los valoro más que a mi vida.

Eren sonrió levemente, aquello era una confesión de amor hacia sus amigos. Incluyendo a su violín. El joven siguió escribiendo más y más hasta que obtuvo dos cuartillas y media sobre la vida de su violín. La pieza que adjuntó fue la última que le tocó a su madre. Era sentimental y a él le parecía correcta.

Envió su trabajo sin pensarlo mucho. Dudó muchísimo de la reacción del instructor. Pero confío en su habilidad con el Violín.

Al día siguiente, fue el horror para él.

-Me gustaron los temas de todos- dijo Rivaille con seriedad - tenían fuerza y espíritu en ellos. Pero hay uno que noté que le faltaban algunos detalles. Jaeger.

Todos miraron al joven. Éste se asustó al escuchar su apellido.

-¿Se... Señor?- Respondió inseguro

-Su canción es deficiente. Tiene habilidad con el violín, pero esperaba más de usted.- dijo Rivaille apoyando los codos en la mesa y entrelazando los dedos, prestándole mucha atención al joven violinista

-Señor, le pido que no se exprese así de mi trabajo- dijo Eren sorprendiendo a todos inclusive al mismísimo Rivaille

-Tenemos un retador- dijo Rivaille con sarcasmo

-No lo tome como un juego- reafirmo Eren mirándolo fijamente. Los ojos grises del profesor se le clavaron en los suyos. Parecía que viera su alma

-Jaeger. ¿Quiere que le pida disculpas?- preguntó Rivaille estudiando al joven mientras asentía-No lo haré. Su trabajo es deficiente.

-Señor pida disculpas- le dijo Eren, olvidando todo de repente

-No lo haré Jaeger- Respondió la figura negra levantándose del escritorio

-Señor, discúlpese- Insistió Eren.

-Señor Jaeger, no me haga enojar- advirtió Rivaille con fastidio.

-Discúlpese- dijo Eren alzando la voz.

-Jaeger, largo de mi clase. – dijo Rivaille claramente molesto con el chico.

-¡¿Tanto le cuesta una disculpa?!- gritó Eren por fin enloqueciendo.

-¡Largo de mi clase!- dijo ahora muy molesto Rivaille. Mirando con odio a Eren.

-¡No me iré hasta que se disculpe!- gritó Eren.

Rivaille se dirigió a la puerta. –Se acabó la clase. Jaeger, muévase con Smith ¡ya!.

El maestro se fue del salón dejándolos a todos perplejos. Algunos se alegraron, pero Eren de repente cayó en cuenta de los que sucedía. Rivaille se habría dirigido a la oficina del Señor Smith para solicitar su dimisión del instituto de música.

"No duré mucho en esta escuela" dijo Eren resignado a perder aquello por lo que había luchado. Escuchó la voz de Rivaille alterada cuando se aproximó a la dirección.

-¡Ese mocoso me dejó en ridículo frente a los demás, Irvin!- gritaba Levi sin que le importara si era escuchado o no.

-Cálmate Levi. Es solo un chico

-¡No! ¿Debería pedir disculpas si su trabajo fue ineficiente?

-Levi, que te calmes.

- ¡No soporto a los mocosos!- dijo silenciándose. Se escuchó el sonido de un sofá de cuero.

-Entra Eren-dijo Smith sabiendo que el chico estaba ahí.

-Señor.

-Eren. El profesor Rivaille ha sido muy severo contigo. –dijo con tranquilidad Irvin sentándose en su escritorio.

– No te pediré una disculpa.- Mantenía Levi seriamente su posición.

A Eren lo menos que le importaba era la disculpa de Rivaille. Lo correrían de esa institución y todo quedaría acabado.

-Trabajaran cinco lecciones particulares a partir de mañana- Dijo Irvin haciendo oídos sordos a reproches

Eren Jaeger y Rivaille Levi trabajarían juntos a partir del cuarto día de haberse conocido.