Pues aquí estoy con un nuevo fic, esta vez es un poco más largo que lo que hecho hasta el momento… desde hace bastante tiempo me esta rondando la cabeza y me acosa durante las noches para que lo escriba, así que aproveche que estoy enferma y en cama para trabajar en el.

De antemano me disculpo por las faltas de ortografía que seguro encontraran, de verdad intento mejorar.

Disclaimer: Fairy Tail, el sarcasmo de Happy y el cabello rubio natural de Lucy no me pertenecen, estos son producto de la mágica mente de Mashima sensei, yo simplemente juego con ellos… dicho esto; pónganse cómodos y disfruten de la lectura ¡Aye!


"No diré 'no llores' porque no todas las lagrimas son malas." -J.R.R Tolkien.

"El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia." -William Shakespeare.


Tártaros fue destruido en una magnifica demostración del verdadero poder que poseía un dragon slayer enojado, la forma en que el mago de fairy tail venció al maestro de Tártaros se quedaría grabada en las memorias de muchos durante generaciones…

Pero el caso es que habían vencido a un poderoso enemigo y todos los face habían sido destruidos… después de un mes y arduo trabajo de todos los habitantes, Fiore quedo totalmente recuperado de la destruición y el único rastro que quedaba de aquel suceso estaba en las mentes de las personas…

El consejo mágico tuvo que reformarse (de nuevo) y le ofrecieron uno de los puestos a Makarov Dreyar, sin embargo este se reusó, prefiriendo seguir con su "familia" como el maestro de Fairy Tail, así que fue Yajima san quien nuevamente formo parte del concejo. Con todos sus miembros listos para tomar el mando, una importante decisión fue tomada y lo primero que hicieron fue nombrar a dos personas como magos santos.

Toda Magnolia celebro los nombramientos al menos una semana y Cana se encargo de que todos estuvieran tan ebrios que no pudieran ni levantarse, tuvo que pasar una semana para que se les pasara la resaca, pero en honor a ellos bien valía la pena, porque los magos santos Erza y Natsu realmente lo merecían.

Y luego el concejo tuvo algo más con lo que lidiar, ya que un mago de hielo y uno de fuego insistieron "amablemente", es decir pateándole el trasero a quien se les interpusiera, en hablar directamente con ellos sobre cierto gremio conformado por muchos delincuentes. Alegaron que, debido a lo mucho que habían ayudado en la pelea contra Tártaros, merecían que sus nombres quedaran limpios y sin antecedentes… para su sorpresa el concejo pareció tomarlos enserio, les dijeron que era in asunto delicado y necesitaban hablar lo suficiente sobre el y que les harían saber apenas decidieran.

Gray tuvo que convencer a Natsu de que con eso bastaba por el momento u solo así logro sacarlo de manera más o menos pacifica

Dos mese después todo parecía ir de maravilla, pero solo lo parecía pues había alguien que estaba sufriendo en silencio y solo cierta rubia lo había notado, por esa razón no dudo en seguirlo mientras se internaba en el bosque con una expresión ausente, se escondió detrás de un árbol cuando el se detuvo en la orilla del lago

-Se que estas allí Lucy, no tiene mucho sentido esconderse de mi olfato- al verse descubierta, salió de su escondite y se sentí en la orilla a su lado

-Luce yo- hablo adivinando la razón por la cual lo había seguido -Es una linda tarde ¿no crees?- le interrumpió antes de que dijera lo que estaba planeando, el mago de alborotada cabellera solo asintió conforme y permanecieron en silencio por unos segundos más

-Estoy bien, solo…- aclaro intentando no preocuparla y fijando la vista hacia adelante

-No… no lo estas y no intentes mentirme… se que lo haces cuando no le miras a los ojos- tenía razón, lo conocía perfectamente bien y por eso fue la única que se dio cuenta de que algo le ocurría, y ella tenía una buena idea de que era

-Mi familia se hizo pedazos cuando yo era muy niña, creo que tenía casi la misma edad que tu cuándo él se fue… me quede sola con un padre que me ignoraba, por esa y otras razones escape de él apenas tuve la oportunidad… pero el caso es que seguía siendo mi padre que me había dado todo lo necesario para vivir, yo seguía amándolo y por eso no dude en ir a por él cuando lo creí en peligro… y se que él también me amaba y por eso pago mi departamento tantos años, por eso me enviaba regalos cada cumpleaños aunque yo no estuviera-

No comprendía muy bien el porque le contaba esas cosas, pero si sabía que no le gustaba verla triste cono lo estaba en ese momento, pero ella le hizo una seña indicándole que la dejara continuar, así que supuso que ella quería desahogarse y el estaba dispuesto a escucharla, además, secretamente agradeció que estuvieran hablando de ella y no de él.

-Cuando volvimos de la isla Tenrou realmente esperaba poder arreglar las cosas con él por el cariño que le tenía… por esa razón fue aun más duro enterarme de su muerte, me sentí terriblemente impotente por no poder haber hecho absolutamente nada para ayudarlo, tenía rabia con migo misma y hasta con él por haberse ido… honestamente fue un golpe bastante duro del cual to no me habría recuperado sola, me habría roto hasta un ponto en que hubiera sido imposible repararme… no habría salido adelante si no hubieses estado con migo- suspiro y luego lo miro a los ojos con algo que el distinguió como una mescla de melancolía, tristeza y gratitud

-Pero él caso es que siempre estuviste allí para mi, de hecho siempre has estado para salvarme… no quiero ni pensar en que habría sido de mi si no me hubieras encontrado en Hargeon- sabía que le estaba hablando enserio, y de alguna forma se sintió un poco orgulloso por la forma en que hablaba de él y su apoyo

-Pero el caso Natsu, es que quiero hablar de algo que para mi es más importante… tú- y de verdad lo miro como si estuviera viendo un montón de oro, ante esa mirada y el comentario, nuestro pelirosa no pido evitar que sus mejillas adquirieran un tono parecido al de su cabello, poco se imaginaba el tema del que la Heartfillia realmente quería hablar

Después de unos minutos en silencio, uno que fue bastante cómodo para ambos, la rubia por fin sintió que era el momento de demostrar su preocupación

-Han pasado muchas cosa últimamente mi amigo… y creo que tu te llevaste la peor parte- el mago la miró sin entender, así que ella añadió -La batalla fue dura para todos, pero tu perdiste a un padre en ella- y apenas termino de hablar, una fugaz mueca de dolor atravesó el rostro masculino, casi persuadiéndola de hablar del tema, pero ella mejor que nadie sabía que él tenía que sacar su dolor de alguna manera.

En cuanto la escucho decir aquello deseo que la tierra se lo tragara, que algún mago oscuro atacara en ese momento para evitar hablar de un tema tan complicado, porque él era Natsu Dragneel y su mente era sencilla, nada que no fuera comer y dormir lograba preocuparlo demasiado… nada excepto aquello de lo que se negaba a hablar… pero en el fondo sabía que tarde o temprano tendría que enfrentarlo por difícil que fuera, y le tranquilizaba que fuera Lucy quien lo escuchaba

-No voy a mentirte diciendo que se como te sientes, porque lo que yo pase no es ni de cerca parecido a lo que a ti te pasa, tampoco voy a decir que pronto lo superaras porque lleva tiempo sanar una herida así… lo que si te puedo asegurar es que no estas solo, tienes a todos los del gremio que son tu familia- lo miro a los ojos intentando infundirle esa confianza -Y también me tienes a mi- tomo cariñosamente una de sus manos para darle mas fuerza a sus palabras -Que no te quepa la menor duda de que siempre voy a apoyarte, si necesitas que alguien te escuche voy a estar allí para ti, y si no quieres hablar y solo necesitas compañía cuenta con migo- terminó, regalándole una de las sonrisas más dulces que jamás había visto.

Sin que el chico lo planeara, algunas lagrimas rebeldes comenzaron a escapar de sus ojos, ella había sido tan sincera al hablar que derribo el muro que había puesto para ocultar su dolor incluso de él mismo, así que sin pensarlo se arrojo a los brazos de su amiga… a la rubia le sorprendió se sobremanera y no pudo evitar conmoverse por sus acciones, él estaba permitiendo que lo viera extremadamente vulnerable, como nunca nadie lo había visto.

Natsu lloraba como un niño, y es que realmente se sentía como uno, era como si de muevo tuviera cinco años y acabara de descubrir que su padre no estaba, sentía que de nuevo era ese pequeño niño abandonado y muy asustado, la diferencia era que esta vez no había esperanza, ya no importaba si lo buscaba toda su vida… la verdad es que jamás volvería a verle.

Pero dentro de todo ese dolor que intentaba sacar mediante gemidos y llanto había un rayo de luz, y era dorada para ser especifico, una luz que había descendido hasta el hoyo en el que se encontraba para sacarlo de allí y que lo sostenía firmemente en sus brazos para que no resbalara y callera de nuevo, una luz que le sonreía con dulzura y del recordaba que no estaba tan solo como se sentía… así que se aferro a esa luz que tenia rostro y nombre…

Por su parte, la maga de espíritus estaba muy sorprendida, el chico fuerte que ella conocía estaba llorando como un bebe en sus brazos, cuando la sorpresa pasó se dedico a acariciar con cariño sus hebras rosadas, luego el la abrazó con más fuerza como si no quisiera dejarla ir, y de algún modo supo que había logrado llegar a su corazón, que se estaba permitiendo lamentarse por primera vez desde ese día.

Los minutos pasaron y tal vez las horas también, lo único que a la Heartfillia importaba era que los sollozos del mago habían terminado y ahora estaba más tranquilo, simplemente recostado en su regazo

-¿Natsu?- le llamó suavemente sabiendo que la escucharía, el chico emitió un leve sonido para que supiera que tenía su atención

-Ya comienza a oscurecer… ¿que te parece si vamos a mi casa a cenar? Aun tengo algo de curry-

-¿De el de ayer?- cuestiono mientras la miraba con sus ojos hinchados

-Aja- le respondió sencillamente, y en menos de un parpadeo el Dragon Slayer ya estaba de pie y tiraba de su muñeca para levantarla mientras que sus labios se curvaban en una alegre sonrisa, y ella no pudo evitar correspondérsela por que esta vez no era fingida, esta vez alcanzaba a llegara hasta sus ojos

Dos jóvenes corrían alegres por las calles de Magnolia rumbo a la orilla de el canal mientras le sonreían a la vida y disfrutaban de la compañía mutua… totalmente ajenos a la peliblanca que los miraba con una sonrisa triste en el rostro.

Había notado un poco raro a su mejor amigo, pero creyó que era debido a su nuevo puesto y a la falta de costumbre a este, claro que había notado que la rubia lo miraba más que de costumbre pero pensó que solo era su imaginación… solo hace unos cuantos días había notado que cuando Lucy lo miraba no había devoción en sus ojos, mas bien una profunda preocupación.

Eso logro picar su curiosidad y fue entonces cuando le presto más de la acostumbrada atención al mago de fuego u de inmediato notó el aura de tristeza que lo rodeaba ¡¿Cómo había sido tan estúpida como para no darse cuenta antes?!, ella que alardeaba de conocerlo tan bien… le llevo un poco más de tiempo descubrir la razón de la actitud del peli rosa y cuando lo hizo se dio una fuerte bofetada mental, todos habían estado tan ocupados reconstruyendo la ciudad e intentando borrar los recuerdos de la batalla que habían olvidado lo que se había perdido en ella… y definitivamente Natsu era quien más había perdido, eta cierto que todos los Dragon Slayers de primera generación habían perdido a sus padres dragones para siempre… pero estos se habían desintegrado lenta y pacíficamente, sin ningún tipo de dolor y con una sonrisa en sus rostros.

Pero eso no había ocurrido con Igneel, él había tenido una fiera batalla con el temible Acnologia y, finalmente había perecido en sus garras… y Natsu lo había visto… ella no recordaba a sus padres, pero si pensaba en lo duro que sería perder a Mira o a Elfman creía tener una buena idea de lo que él sentía.

Estaba dispuesta a mostrarle su apoyo cunado noto que había desaparecido 《no hay problema, esperare a que vuelva》 se dijo, comenzó a anochecer y entonces pensó que sería mejor dejarlo para el día siguiente y camino con lentitud hacia su casa, pensando en que podía decirle cuando lo viera.

Pero su mente quedo en blanco cuando escucho una carcajadas familiares en la calle de a lado, fue a asomarse para ver si sus oídos la estaban engañando, pero sus ojos le confirmaron que no mentían… por la calle corrían una rubia y un peli rosa mientras el sujetaba de la muñeca a la chica, con una sonrisa tan sincera como siempre y sin un rastro de tristeza, los dos se veían tan alegres que ella misma no pudo evitar sonreír aunque con un deje de tristeza.

La vida le estaba confirmando que Lucy y Natsu estaba hechos para estar juntos, ya fuera aquí o en Edolas siempre se buscaban, y dentro de su tristeza se alegro por ellos, porqué lo que más le deseaba a su amigo era felicidad y era obvio que la tenia cuando estaba junto a esa muchacha

-¿Lissana?- la llamó una aguda vocecita sacándola de sus pensamientos

-¿Qué ocurre Happy?- hablo al gato que volaba en su dirección

-No encuentro a Natsu, desapareció desde hace un rato y nadie lo ha visto ¡Aye!- exclamo entre preocupado el felino

-Yo lo vi- y se arrepintió al segundo siguiente se que esas palabras abandonaran su boca, seguramente ellos habían tenido una conversación significativa y deseaban tener un poco de tranquilidad, para ella no era in misterio que se dirigían a casa de la Heartfillia y con Happy allí lo más seguro es que sacara a los dos patadas… no es que el gato fuera malo, sencillamente tenia el don de hacer enojar a la joven

-Pero fue hace bastante rato- añadió nerviosa, ganándose una mirada de incredulidad -Creo que iba a su casa en el bosque- ahora sí pareció creerle pues de inmediato abrió sus alas para marcarse, sin embargo la menor de los Stratus lo detuvo jalando su cola

-Pero no vallas a buscarlo Happy, se veía algo molesto… ¿que te parce si esta noche la pasamos entre madre e hijo?- el felino lo dudo un momento, había notado extraño a su amigo y no tenia ganas de lidiar con él enojado, además la propuesta de Lissana sonaba tentadora, aceptaría con gusto si ella…

-Tengo pescado- sugirió y los ojos del exced se volvieron remolinos mientras la saliva escurría de su boquita… los rumorea dicen que desapareció durante los dos días siguientes

Mientras tanto, dos magos se encontraban recostados en una suave cama que estaba dentro de una casa frente al canal, sencillamente de la agradable compañía que el otro podía ofrecer… felices de tenerse el uno al otro en las buenas y en las malas, dispuestos a dejarse llorar sin cuestionarse, escucharse en silencio o simplemente para compartir momentos de calma como este.


"Cuando un hombre bueno esta herido, todo el que se considere bueno debe sufrir con él." -Erupides.


Aquí es donde esto termina, se que es un poco corto pero intentare que los capítulos siguientes sean un poco mas largos…

Sentí la necesidad de escribir sobre Lissana, ella me agrada y creo que, como conoce a Natsu desde hace tiempo le gusta verlo feliz… no se, me parece lindo que los ayude a estar solos, dicen que si amas algo lo dejas ir y creo que ella tuvo que aplicarlo, y también me pareció perfecta para deshacerme de Happy.

Quiero decir también que voy a tardar en actualizar, al menos un mes en el segundo capitulo… no estoy muy segura…

La paga de los escritores son los review's, así que les agradecería que me dejaran uno para saber que les pareció o si les gustaría que cambiara en algo

Mil besos, abrazos y un pato.

Nos vemos a la próxima ¡Aye!