Capítulo 1: El regreso.

Cuando Amón fue derrotado y exhibido como el vil fraude que era toda la gente que tenía su fe puesta en él la perdieron, sin su líder los igualitarios se dispersaron como el viento tanto por temor a las represalias del gobierno de ciudad república como por la misma razón que todos: ya no creían en la causa.

Tres meces después de la caída de Amón:

Las calles de las zonas bajas de ciudad republica eran peligrosas, pero mucho más cuando los de la triple amenaza detienen su sato Mobile justo delante de tu tienda. Bien, lo que le paso a un anciano esta misma noche fue peor.

Un anciano del reino tierra jalaba su carro, que era su puesto de brochetas de carne, por la calle camino a su humilde hogar. Tenía que atravesar barias calles hasta, un callejón y un terreno baldío antes de siquiera ver los departamentos en los que vivía solo con su fiel esposa ya que sus hijos ya habían abandonado el nido hace varios años.

-está helando, mejor me doy prisa-

El anciano siguió avanzando por la calle hasta llegar al callejón en el que con un poco de su tierra control levanto el carro y lo giro noventa grados para poder entrar con él entre los dos edificios que dejaban un espacio libre en medio para los que no temían ensuciarse los pies con el camino no pavimentado.

-espero que mi viejita me tenga una sopa de oso-ornitorrinco esperándome, ya no quiero comer pato-tortuga, me causa indigestión-

La luz del otro lado del callejón ya lo iluminaba a punto de entrar al terreno baldío, pero en cuanto salió del callejón se encontró con un sato Mobile en medio del terreno y a varios de los de la triple amenaza llevando a alguien atado y amordazado al interior de la cajuela.

Tragando saliva espero que no lo hubieran visto y retrocedió lentamente su carro por el callejón. Pero cuando uno de los mafiosos cerro la cajuela levanto la vista al anciano que los veía aterrado mientras retrocedía.

-¡oye, tú, ¿Qué estas mirando?!-

El anciano trato de retroceder pero enseguida un maestro tierra usa su poder para levantar una pared de roca detrás del carro haciéndolo avanzar hasta salir del callejón.

Aterrado el anciano se cubre la cara con los brazos -yo no vi nada, ¡lo juro!-

-no nos gustan nos mirones anciano- uno de ellos usa agua control con el agua que llevaba en unas cantimploras en la cintura y rodea su mano con ella –hasta aquí llegaste viejito- toda el agua fue arrojada al anciano en forma de una punta de hielo.

El anciano dio un grito de terror ante su inevitable muerte, pero mientras el hielo volaba a su cara escucho como algo pisaba su carro antes de caer sobre el hielo aplastándolo entre el piso y su pie rompiéndolo en pedazos.

Los de la triple amenaza no creían lo que veían y el anciano no alcanzaba a procesar lo que era, solo veía una espalda de alguien vestido con verde musgo y algunas telas rojas.

-¿un bloqueador de chi?, ¡ustedes habían desaparecido junto con Amón!- dice el maestro agua desconcertado -¿Cómo es po…?- no alcanza a terminar su pregunta cuando una boleadora le amarra los brazos y le da una fuerte descarga que lo deja tirado en el piso.

-¡maldito fenómeno!- exclama el maestro tierra antes de comenzar a lanzar rocas al enmascarado que las esquiva fácilmente dando saltos y piruetas antes de llegar hasta él y golpear varias veces sus brazos y piernas dejándolo completamente inmovilizado y tirado en el piso.

Este lo quedo mirando en el piso justo antes de esquivar una bola de fuego del último que quedaba –tus amigos no están aquí y un solo bloqueador de chi no es nada para un maestro- El igualitario corrió al último criminal en pie, este corría como todos los igualitarios con los brazos colgándole atrás y muy rápido -¡TOMA ESTO!- un gran relámpago salió de los dedos del maestro fuego golpeando de lleno al no maestro quien cayó al piso con relámpagos más pequeños saliéndole del cuerpo –te lo dije, un solo bloqueador de chi no es nada contra…- El igualitario se puso de pie de golpe apuntando los cristales verdes de sus lentes al maestro fuego que no entendía lo que pasaba –no….. ¡No es posible!- de sus dedos salió otro relámpago que dio otra vez en el blanco, con la diferencia de que esta vez el igualitario no se movió. Los brazos y cuello del bloqueador de chi se tensaron mientras recibía el golpe, pero al terminar la descarga siguió caminando al mafioso quien retrocedía lentamente. -¡¿Qué eres?!- rápidamente se puso a arrojar bolas de fuego las cuales fueron rápidamente esquivadas por el enmascarado quien rápidamente llego al maestro fuego y en vez de bloquear su chi, con el canto de la mano le dio un fuerte golpe en la nuca noqueándolo al instante.

El anciano se quedó aterrado en su lugar viendo como el bloqueador de chi salto sobre el sato Mobile para luego dar un salto mortal atrás y caer delante de la cajuela antes de romper la cerradura de un puñetazo, abrirla y quitarle la mordaza a la persona que estaba ahí.

-por favor no me lastimes- dice aterrado el hombre antes de que las amarras de sus manos fueran cortadas por un cuchillo y luego las de sus pies. Rápidamente salió de la cajuela y retroceder sin darle la espalda al bloqueador de chi, hasta que algo detrás suyo lo hiso golpear el piso con la espalda.

Al ver lo que lo hiso tropezar se encontró con el atado y noqueado maestro agua que lo había secuestrado, viendo a su alrededor noto que el resto de sus captores también yacía en el piso.

Lentamente el hombre se levantó y se vio reflejado en los lentes del bloqueador de chi –gracias-

El igualitario inclina la cabeza antes de correr al callejón, el anciano se cubrió una vez más con los brazos, el bloqueador de chi dio un salto pasando sobre él, callo sobre el carro y salto a una de las murallas del callejón antes de saltar a la otra y a la otra mientras subía y subía hasta llegar al techo y desaparecer de la vista de esos dos hombres.

Deslizándose entre las sombras de los techos, el igualitario entro por la única chimenea de toda la cuadra que no lanzaba humo. Dentro de la chimenea había un recubrimiento metálico que se extendía mucho más allá que la altura del edificio.

El bloqueador de chi se deslizaba por el tubo metálico que lentamente cambiaba su ángulo a una forma horizontal, hasta que finalmente salió en un gigantesco escondite subterráneo lleno de otros bloqueadores de chi entrenando y banderas con el símbolo de los igualitarios en los muros.

-llegaste más temprano que lo usual- el bloqueador de chi se volteo encontrándose con el único igualitario de uniforme distinto al resto, uno con hombreras y protección para su pecho, todo de cuero y un largo bigote que dejaba ver su máscara que no cubría su boca.

-Perdón por la demora teniente, tuve un encuentro con nuestros amigos de la triple amenaza- la voz del bloqueador de chi era profunda pero con un toque de alegría.

-¿te encuentras bien?-

-por supuesto, solo quería entrenar un poco- el bloqueador camina por la orilla del segundo piso del escondite arrastrando su mano por la barra metálica contra caídas, hasta llegar a una pequeña oficina completamente de madera con una ventana que miraba a la calle, mapas en las paredes, un radio en una mesa y un armario.

-no deberías mostrarte aun, no sé cuánto duraremos si se sabe que quedamos algunos igualitarios-

-duraremos tanto como nuestra causa….- camina al armario y lo abre de lado a lado –si nuestra causa es honesta y la defendemos, durara para siempre- dentro del armario había un traje igualitario con piezas de cuero en todas partes menos en la cabeza.

-la gente ya no cree en nosotros, desde que….. ¡Amón nos utilizó!- esas palabras salieron con asco de la boca del igualitario.

-Amón no era los igualitarios teniente, el hombre era una farsa, pero la causa es auténtica- de golpe se voltea al teniente antes de quitarse la máscara –mientras exista desigualdad….- se vuelve a poner la máscara –los igualitarios deben pelear para arreglar eso-

-¿eso es lo que quieres arreglar? ¿o solo la razón por la cual no muestras tu cara?-

-es algo que quiero arreglar, además la razón por la cual no mostraba mi cara es porque no me dejaron hacerlo, ahora no lo hare hasta el momento adecuado-

-¿Cuál será ese momento?-

Con las manos en la espalda el bloqueador de chi camino a la ventana y vio la estatua de Aang justo a través de su reflejo –cuando corrija una grave injusticia-

Esa misma media noche.

La cárcel de ciudad republica era uno de los lugares más resguardados que había, sabiendo esto un gordo hombre con bigote y pequeños lentes redondos se paseaba en su celda ingeniando una forma de poder escapar, pero ya con tres meces en su cautiverio y aun sin poder logarlo lo único que lo mantenía cuerdo era la esperanza en su prodigiosa mente.

Unos golpes se escuchan en la puerta junto con la voz del guardia -hora de comer- por debajo de la puerta pasa una bandeja con comida, la cual el presidiario de inmediato levanta, se sienta en su cama y apoya la bandeja en su regazo para comenzar a comerla.

-¿puedes creer que Hiroshi Sato terminaría detrás de las rejas?- El guardia que vigilaba la puerta le habla al que le pasaba la comida al prisionero.

-por supuesto que no, es decir, pensé que cualquier problema legal lo podría remediar solo con dinero-

-pero supongo que atacar al avatar y conspirar con los igualitarios es más de lo que pueda arreglar un simple abogado-

-pues supongo que sí, pero al menos sabemos que un no maestro nunca saldrá de esta celda hecha completamente de metal- a un lado de ellos se escucha un silbido a lo que ambos se voltean encontrando en la ventana al teniente y un igualitario vestido con una ligera armadura de cuero y un guante eléctrico que acercaba a la cara de uno de ellos.

-¿Qué decías de los no maestros?-

Con ayuda de palillos, Sato levantaba un poco de aros a su boca, pero se detiene cuando escucha una descarga fuera de su celda seguida gritos, golpes, metal control y otros ruidos de pelea.

-¿Qué pasa ahí afuera?- todavía con la bandeja en las manos se levanta de la cama y camina a la puerta pero se detiene de golpe cuando esta es golpeada tan fuerte que el metal se dobla.

El segundo golpe la dobla en otro logar, el tercero otro, hasta llegar al noveno que derriba la puerta revelando al igualitario vestido en cuero dando una patada a donde había estado la puerta.

Sin decir nada rápidamente levanta al gordo hombre sobre su hombro, sale de la celda y corre a la ventana saltando a ella y tomar una polea del cable que corría desde arriba de la ventana. El teniente se lanzó detrás de ellos hasta un callejón donde los esperaba un camión y unos bloqueadores de chi en motocicletas.

En cuanto los tres entraron a la parte de atrás del vehículo serraron las puertas y partieron en retirada siendo escoltados por los bloqueadores de chi.

Sato estaba sentado en el camión con su bandeja en las piernas y una mirada perdida –ah… ¿Qué paso?-

-te acabamos de rescatar Sato- le dice el teniente.

-¿nosotros? ¿Quiénes?- se calla cuando el igualitario vestido en cuero puso su cara incómodamente cerca de la suya.

-señor Sato….. Soy un admirador de su trabajo-

-¿ah…. Si?-

-así es y le pido que por favor salga del retiro, los nuevos igualitarios lo necesitaran-