Frustración
Ha entrado firme, pero ha perdido la compostura.
Sus ideas eran claras, pero ahora tan sólo queda neblina ilegible en su mente.
Sus ojos eran inquisidores, pero ahora huyen despavoridos.
Sus palabras iban a acusarle y prohibirle, pero ahora son las suyas las que la arrollan impetuosamente y no le permiten desplazar un solo músculo.
Porque ella había salido de su despacho con las leyes y la razón en las manos y él sin siquiera realizar el juramento ha obtenido un veredicto favorable.
Pensaba que era ella quien podía ver en él, pero ahora sabe que él también puede ver en ella.
-Mi explicación tendrá sentido. No ante la junta. No ante el juez. Pero sí ante ti.
Sus ojos abatidos y frustrados huyen de la habitación sin saber en que momento perdieron el antifaz de hierro que tanto trabajo le costó lograr.
